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Capítulo 34

~Luka~

Habían pasado casi dos meses desde que me vine a estudiar a Canadá, mi inglés había mejorado por completo y he de admitir que Stephanie me ayudó bastante con eso, ¿Y quien no aprendería con alguien que sabe hablar casi seis idiomas?.

Todo este tiempo formamos una buena amistad, tuvimos que pedirle a Jessica que se hiciera pasar por su compañera de habitación con sus padres.

Al principio los días fueron algo difíciles entre los dos, ella se negaba rotundamente a que viviéramos juntos, pero no tuvo más opción y yo tampoco, era simplemente imposible hacer un cambio y no nos quedó más que aceptarlo, aunque claramente, pusimos reglas. Las cuales consistían en lo básico, sobre turnos para lavar los trastes, horarios para lavar la ropa, el aseo de la sala, no entrar en las habitaciones el uno del otro sin autorización (esto a mi parecer era obvio), horarios para tomar la ducha y asi evitar encuentros incomodos como el del primer día que llegué.

De a poco tomamos más confianza y ya bromeabamos el uno al otro, le conté sobre mis amigos en París y sobre... Marinette.

En un principio me pareció una chica algo pesada quizás y con un humor algo difícil, pero los días pasaron y mi pensamiento fue cambiando, me di cuenta que realmente era una joven dulce con sueños y deseos de emprender una vida exitosa por su propio esfuerzo, no era muy distinta a Marinette en ese sentido, pero tenía un lado más atrevido a la hora de hacer bromas lo cual me permitió tener mas confianza y seguirle el juego.

Me habló sobre sus padres, lo principal es que la retenían demasiado y ella solo quería salir a mundo y conocerlo con sus propios ojos en vez de que ellos se lo contaran, me dijo que estuvo casi un año intentando convencerlos de que la dejaran estudiar en el extranjero, lo cual solo aceptaron porque pensaron que seria una buena oportunidad para sus estudios en una universidad prestigiosa, se le sumarían logros a su carta de presentación.

Más allá de su familia no me contó y por alguna razón sentía que algo más ocultaba, no iba a obligarla a decirme en lo absoluto ya que todos tenemos secretos, yo tengo los míos hacia ella, aunque en realidad, no eran míos... No podía contarle que mi ex novia y mi mejor amiga era la heroína de París y mi amigo y su actual novio, su compañero de batallas de traje gatuno.

Había estado hablando con Marinette hace unos minutos, me dijo que se encontraba bien, pero que estaba preocupada por algunas cosas de los miraculous que la verdad no pude comprender del todo, a parte de eso se veía feliz al lado de Adrien el cual también me saludó junto con Plagg y la pequeña bichito rojo.

Era algo raro que el felino me saludara ya que al parecer no le caía muy bien, cuando me contaron quien era y me enteré que él me hizo todas esas bromas pesadas lo comprendí, un kwami de la destrucción... No es difícil imaginarme que cortara las cuerdas de mi guitarra y rompiera una hoja de mi cuaderno de canciones, sin mencionar los dibujos en la parte final de una lámpara de Aladín y algo más que no logré visualizar bien.

Aquí ya era de noche y ahora me encontraba sentado en el sillón de la sala terminando un trabajo en mi laptop cuando apareció Stephanie con un vestido negro apegado a su silueta mientras se disponía a ponerse uno de sus aretes plateados.

-Wow, ¿de puede saber dónde vas tan arreglada?.- alcé una ceja en su dirección y ella soltó una carcajada.

-Sin duda tienes memoria de pez, te lo dije toda la semana Luka.- rodó los ojos a la vez que se movía de un lado al otro luchando con ponerse el arete.

Me puse de pie tomando sus manos para quitarlas y se quedó quieta, moví su cabello hacia un lado y me miró fijamente.

-Si sigues peleando asi con esto te terminaras quedando sin oreja.- solté calmadamente mientras me disponía a poner el arete plateado correctamente.

-Gracias.- musitó dando un paso hacia atrás bajando un poco su vestido y arreglando su cabello hacia un lado.- bien, ¿Cómo me veo?.- preguntó dando una pequeña vuelta y sonreí.

-Te ves hermosa.- respondí admirandola un momento a la vez que volvía a sentarme en el sillón.

Fanny volvió a su habitación rápidamente y salió otra vez a los pocos minutos con dos pares de zapatos en sus manos.

-¿Los plateados o los negros?.- se paró frente a mi y me eché hacia atrás observándolos detenidamente.- anda, ya dime que se me hace tarde.

-Los... ninguno de esos, ponte los que son negros con detalles plateados.- hablé volviendo a mi acción e hizo una mueca.

-No se como sabes tanto de esto, ¿de casualidad no eres gay?.- gritó desde su habitación y solté una carcajada.

-Ventajas de haber tenido una novia diseñadora de modas, ¿no crees?.- respondí y apareció con los zapatos que le dije.- perfectos.- la guiñé un ojo y tomó su bolso.

-¿Estás seguro que no quieres venir?.- cuestionó ladeando el rostro y negué con la cabeza.

-Debo terminar este trabajo, debo entregarlo el lunes.

-Eres un genio, Luka. Debes divertirte de vez en cuando.- me quedó mirando un momento.

-Las fiestas no son lo mío... La ultima en la que estuve no fue d e lo más grata se podría decir.- respondí recordando a Lila en ese momento.- diviértete y ten cuidado.

-Sólo es una fiesta universitaria, ¿que me ha de pasar?.- sonrió y se acercó besando mi mejilla.

-Si, si... Lo que tu digas.- se dio la vuelta terminando de arreglarse un poco poniéndose algo de pintalabios rojo.- no creo que sea necesario tanto maquillaje.- musité y se volteó a verme picaramente.

-¿Acaso estas celoso querido amigo?.- soltó una pequeña risa.

-Sólo digo que tengas cuidado... Los hombres pueden ser bastante hijos de puta cuando ven a una chica hermosa y más aún cuando están bebidos.

-Se cuidarme sola, Couffaine.- dijo en un tono más serio.

-Eso no quita que hay cosas que no puedas controlar.

-Sólo quiero divertirme y olvidar un poco la universidad, no vine a Canadá para encerrarme en mi habitación toda la semana.

-Llámame si quieres que vaya a buscarte, de todos modos será en el otro lado del campus.

-No necesito niñera, pero gracias por tu ofrecimiento.- emprendió camino hacia la puerta y la abrió.- si te arrepientes búscame en la fiesta, nos vemos.- me lanzó un beso e hice que lo atrapaba con mi mano botandolo a un lado.- idiota.- rodó nos ojos y cerró la puerta.

-¡No mas que tu!, nos vemos.- grité desde adentro y quedé mirando la puerta unos minutos.

Seguí con mi trabajo por una hora quizás o no lo se la verdad, mis ojos comenzaban a arder por el brillo de la computadora asi que me di un pequeño descanso.

Me levanté un momento por un vaso de jugo al refrigerador y pude ver sobre el mesón el celular de Stephanie.

-Maldición, se le quedó aquí.- solté un bufido tomándolo entre mis manos.

<<No vine a Canadá para encerrarme en mi habitación toda la semana.>>

Sus palabras rebotaron en mi mente un momento e internamente estaba luchando con las ganas de ir y divertirme un poco, desde que llegué no fui a ninguna de las fiestas que habían hecho en el campus y ya me estaba sintiendo como un bicho raro al no socializar, quizás era momento de hacerlo.

Tomé una gran bocanada de aire en mis pulmones viendo el celular de mi compañera en mis manos.

-Sólo iré a dar una vuelta... Si no me gusta tendré la excusa que solo fui a dejarle su teléfono.

Me encogí de hombros dejando el vaso de jugo en el lavaplatos, fui a mi habitación por mi chaqueta negra y me la puse despeinando un poco mi cabello y echándome algo de perfume.

Al final terminé por tomar las llaves de la habitación apagando las luces y saliendo hacia donde se supone que era la fiesta, me dejé guiar por la ruidosa y fuerte música que se oía a lo lejos, se veían algunas luces de colores y una multitud de gente.

Cada vez que me acercaba podía ver a todos bebiendo con esos típicos vasos rojos de plástico, tenían serpentinas por todos lados, bailaban sin control alguno entre risas gritos y retos para beber alcohol, algunos fumaban y otros se besaban desenfrenadamente.

No es que me molestara en lo absoluto el ambiente, pero prefería los lugares tranquilos junto a mi guitarra. Aunque podía divertirme un poco eso no hay que negarlo.

-¡Luka!, que sorpresa verte por aquí.- una voz femenina se hizo presente y volteé encontrándome con la rubia.

-Hola, Jess. Solo vine a ver que tal todo, ya sabes.- golpeó levemente mi hombro con la energía que la caracterizaba a la vez que bebía un trago de su bebida.

-¡Hiciste bien!, ¡la estamos pasando la bomba!.- dijo muy alto para que la oyera por la fuerte música.

-¿Has visto a Fanny?.- se encogió de hombros.

-La vi hace unos minutos por aquí, pero no se donde se metió.

-¿Qué no eres la encargada de que todo esté en orden?.- pregunté y se soltó a reír.

-¡Es mi día libre!, ¡Peter está a cargo por hoy!.- comenzó a saltar.- ¡¿Quieres un trago?!.- preguntó, lo dudé por unos segundos pero luego asentí.- ¡bien, voy por uno!.

-¡Gracias!.- le grité antes de ver como desaparecía entre la multitud.

A los pocos minutos apareció nuevamente con dos vasos en su mano y me extendió uno, se veía algo alcoholizada a decir verdad.

-¿Te sientes bien?.- pregunté algo preocupado y me empujó soltando una carcajada.

-¡Claro!, ¡esto es una fiesta!.- exclamó y todos a nuestro alrededor gritaron junto a ella e inevitablemente solté una risa.- ¡Amigos!, aquí Luka Couffaine nos honra con su presencia, hay que celebrar.- levantó el vaso y todos hicieron lo mismo.- ¡Hasta el fondo!.

-¡Hasta el fondo!.- gritaron todos e hice lo mismo bebiendo mi trago.

No tenía intensiones de beber más que eso y solo disfrutaría un poco mas de la fiesta antes de volver a la habitación nuevamente.

-Iré a dar una vuelta.- tomé el hombro de Jessica y solo asintió en respuesta.

-¡Recuerda lo de los pañales!.- gritó a mis espaldas y negué con la cabeza soltando una risa, definitivamente esta chica tiene mucha energía.

Me desplace entre la gente encontrándome con algunos compañeros de carrera, los cuales me saludaron amablemente ofreciéndome beber con ellos, pero me negué excusandome que estaba con otros amigos. Seguí entre la multitud buscando a mi amiga para entregarle su celular y de paso estar un rato con ella.

Estuve como media hora buscando a la joven de cabello castaño oscuro y no daba con ella, ya me estaba empezando a preocupar, pero me giré y la vi a lo lejos apoyada en una de las mesas forcejeando con un tipo que la estaba besando.

Rápidamente me dirigí a ella tomando al tipo de los hombros haciendo la que soltara.

-¿Qué te pasa idiota?.- preguntó el castaño dándome un empujón y fruncí el ceño volteandome a ver a mi compañera, la cual no podía ni sostenerse en pie.

-¿Que te pasa a ti imbécil?.- le devolví el empujón.

-Está chica y yo estábamos lo más bien, así que si me permites.- intentó tomarla del brazo pero no se lo permití poniéndola detrás mío.

-Esta chica no quiere estar contigo así que pierdete.

-Luka... ¿qué haces?.- balbuceó ella tomando mi brazo a la vez que posaba su mentón en mi hombro.- me estoy divirtiendo, déjame.

-Ya la oíste.-sonrió el sujeto cruzandose de brazos.

-¿Te hizo algo?.- me dirigí a ella y al parecer estaba algo confundida.

-¿De que hablas?, ¡yo quiero otro trago!.- soltó una carcajada abrazandome de la cintura.- No seas aburrido querido amigo francés.- arrastraba las palabras y comenzó a hablarme en mi idioma.

-Sabes que, mejor quedatela.- el tipo sólo se fue y rápidamente se acercó a otras chicas que habían cerca.

-Fanny.- quité sus manos girandome en mi eje para verla claramente.- ¿te encuentras bien?.

-Eres un tonto muy tierno, Couffaine. ¿lo sabías?.- arrastraba las palabras.

-Bueno, creo que debo decirte gracias... La verdad nunca me habían insultado y halagado en una misma oración.- solté una risa y ella hizo lo mismo.

-Eso es porque eres un aburrido.- empujó mi rostro con su mano.- ¡quiero divertirme!.- exclamó pero la sujeté.

-Creo que ya fue suficiente diversión para ti hoy. ¿cuantos tragos tomaste?.- pregunté tomado su rostro entre mis manos.

-Creo que... dos... tres... dos.- susurró entre risas.- ¡no lo se!.- soltó una carcajada alzando sus brazos.- ¿por qué no me dejas volver con ese chico?.- cuestionó frunciendo el ceño.- la estábamos pasando bien.

-No aprecia eso desde mi perspectiva.

-Eso es porque... ¡Ya se me olvidó!.- volvió a reír y la abracé por los hombros guiandola para que no tropezara.

-Vamos.- dije e intentaba soltarse pero no se lo permití.- necesitas descansar y no beber más.

-Luka Couffaine, no eres mis padres.- alegó caminando a duras penas afirmandose de mi.

-Lo sé... pero soy tu amigo.

-Pareces más mi hermano.- se soltó a reír e hice lo mismo.- eres una buena persona... .- bolbuceó.

-¡Por dios Fanny!, ¡me sonrojas!.- dramaticé bromeando y me golpeó con su codo en el estómago.

-Tonto, uno te dice cosas buenas y tu no las aprecias.

-Porque estas borracha, Jones.

Seguimos caminando atravesando la fiesta y luego el campus, de por medio Stephanie empezó a hablar en alemán e incluso algo de chino lo cual no le entendí en lo absoluto.

-¡Hakuna matata!.- gritó mientras abría la puerta de la habitación.- ¡Oh vamos Luka!, ¡canta conmigo!.- exclamó y la hice callar.

-Shh... hay gente durmiendo.

-¡No hay nadie durmiendo!, ¡todos están en la fiesta!.- exclamó.- no seas aburrido, estoy segura que has visto el rey león.- soltó una risa e inevitablemente hice lo mismo.- ¡sin preocuparse!, ¡es como hay que vivir!.

-Fanny... guarda silencio.

-¡Obligame, perro!.- gritó e inevitablemente recordé a Nino por aquello.

Por fin pude abrir la puerta y entre con ella a rastras encendiendo la luz que rápidamente nos cegó a ambos.

Stephanie de soltó de mi agarre lanzándose al sofá y yo dejé las llaves junto con su teléfono sobre el mesón de la cocina.

-Oye... ve a dormir.- me acerqué un poco pero solo sonrió.

-¿Quién necesita dormir?.- cuestionó y palmeó a su lado e inmediatamente me senté.

Ella apoyó su brazo en el respaldo del sillón sujetando su cabeza viendome hacia ella lado.

-Quería seguir divirtiendome.- dijo más calmada y negué con la cabeza.

-Si te dejaba ahí terminarías con quien sabe que o quien.

-No importa... Así olvidaría un poco...

-¿Olvidar?, ¿que quieres olvidar?.- cuestioné, quizás no era muy ético de mi parte preguntarle con ella en ese estado, pero veía en su mirada tristeza y no podía evitar sentirme mal.

-Todo... mis padres... a él.- soltó sollozo cubriendo sus ojos con una mano.- quisiera olvidar todo...

-¿Incluso a mi?.- intenté hacerla reír pero no funcionó, me miró fijamente y pude ver sus ojos cristalizados.

-Eres lo único que no quisiera olvidar, estúpido idiota.- me empujó y las lágrimas se desbordaron por sus ojos pintando sus mejillas invisiblemente.

-Las cosas malas que pasamos nos sirven para hacernos más fuertes.- musité limpiando sus mejillas con mi mano.

-Lo sé... pero eso no quiere decir que no duela.

-En algún momento llega la felicidad.- me encogí de hombros.- ¿quien es él?.- pregunté y bajó el rostro.

-Alguien que no vale la pena.- soltó con enojo.- alguien que no pensó en mi y solo fueron palabras bonitas. Por su culpa yo... .-su voz se quebró.- le di todo y aun así n-no... fui una estúpida.- cubrió su rostro con ambas manos y la abracé.

-Oye... claro que no lo eres.- se aferró con fuerza a mi y acaricié lentamente su largo cabello.- eres la mejor de tu clase y hablas casi seis idiomas, ¿que clase de significado de "estúpido" conoces tu?.- cuestioné y guardó silencio.

-Me duele... me duele el pecho.- sentía como sus lágrimas mojaban mi camiseta.

-Lo se... Lo he sentido.

-¿Por qué no apareciste antes en mi vida?.- cuestionó con la voz quebrada.- si me hubiera enamorado de ti... No sufriría por un idiota sin corazón.

-¿Eso es una confesión?.- soltó una risa y me sentí más tranquilo por eso.

-Siempre arruinas los momentos.

-Contigo es divertido hacerlo.- se separó un poco de mi viéndome a los ojos a la vez que limpiaba sus lágrimas.

-Gracias...

-Yo no hice nada.

-No dije gracias porque hicieras algo.

-¿Entonces?.- alcé una ceja.

-Gracias por existir.

Una cálida sensación recorrió por mi cuerpo el oír esas palabras.

-Tonta.

-Mira quien lo dice, "me quedo en casa haciendo tareas un fin de semana cuando hay una fiesta".

-Al menos no terminé borracho besando a un  desconocido.

-Ese idiota me besó a la fuerza.- hizo una cara de asco y me molesté un poco.

-Te dije que...

-No empieces, Couffaine.

-Bien, bien. Me quedo callado.- alcé las manos y sonrió victoriosa.-Vamos a la habitación.- me puse de pie extendiendole mi mano y parpadeó varias veces viéndola para luego mirarme a los ojos.

-¿Es que piensas aprovecharte de mi?.- sonrió burlona y le seguí el juego.

-¿Eso sería algo malo?.- me agaché un poco quedando frente a frente.

El silencio reinó entre nosotros, podía sentir su respiración agitada chocar contra la mía, puso sus brazos alrededor de mi cuello y no se en que momento simplemente ya estaba sobre ella besando sus labios sin contención alguna.

"Todos tenemos secretos y si no son propios, son de alguien más."

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