Capítulo 33
~Marinette~
Adrien no me había soltando en ningún momento y yo me aferraba con fuerza a él.
-Lo sabe.- musité sobre su pecho.
-¿Qué cosa?.- cuestionó separandome un poco para verme a los ojos.
-Sabe quienes somos, él sabe nuestras identidades.- respondí y abrió más sus felinas esmeraldas.
-¿De que estas hablando?.
-El portador de la mariposa habló conmigo, quiere los miraculous como era de esperarse y dijo que nos observaba... pero no se refería a nosotros como héroes sino como civiles... Adrien... tengo miedo.- mi voz se quebró y me abrazó nuevamente.
-No tengas miedo, encontraremos la forma de vencerlo, te lo prometo. No dejaré que te haga daño.
-Dijo que destruiría todo París y que te perdería otra vez... dijo que al maestro le queda poco tiempo, no podemos permitir esto.
-Ven.- se separó de mi un momento y tomó mi cintura con fuerza, extendiendo su barra.- vamos a casa, debemos hablar con calma.- asentí levemente limpiando las lágrimas que había derramado.
A los pocos minutos llegamos al balcón de mi departamento y entramos por la ventana de mi habitación destransformandonos al mismo tiempo. Tikki y Plagg estaban mirándonos fijamente y ninguno decía nada.
-El maestro está en peligro.- Tikki rompió el silencio que se había instalado.-debemos encontrarlo, de lo contrario no sabemos cuanto pueda resistir.
-Podemos intentar comunicarnos con Wayzz o Nooroo.- agregó Plagg y tanto Adrien como yo los quedamos mirando.
-¿Pueden hacer eso?.- cuestioné abriendo más mis ojos.
-No exactamente, Wayzz puede porque es nuestro kwami guía y si el no está activado no podemos comunicarnos con él, con Nooroo es distinto, él esta bajo el control de su portador lo que hace imposible intentar alguna señal con él.- respondió mi kwami.
-Pero... Wayzz no ha de estar activado.- me expresé con las manos.
-No perdemos nada con intentar.- se interpuso Adrien y asentí.
-No quise intentar antes porque no sentíamos a Wayzz activado, pero algo cambió hace poco.- agregó Tikki.- quizás el maestro lograra de alguna forma ponerse el miraculous de la tortuga.
-¡Entonces háganlo!.-los miré y asintieron tomando sus manos.
-Destrucción, creación... .- musitaron al mismo tiempo.- guía, sabiduría.- cerraron sus ojos fuertemente, pero antes de poder seguir se separaron.
-¿Qué sucede?. - pregunto Adrien acercándose a ellos los cuales se tomaron sus cabezas con ambas manos.
-Es... un contra... .- dijo Plagg con dificultad.
-¿Qué?, ¿que sucede?.- mi novio se mostraba más preocupado al igual que yo ambos acercándonos a nuestros kwamis.
-Tikki, ¿estas bien?.- pregunté dando un paso adelante y ella solo sujetó su cabeza.
-Es Wayzz... nosotros no... Plagg, debemos proyectar ahora.- se acercó al felino y este hizo lo mismo volviendo a unir sus manos.
Una fuerte luz se hizo presente en la habitación y nuestros kwagatamas comenzaron a brillar con la misma intensidad uniéndose en el acto, Adrien y yo nos quedamos mirando un momento yo luego a nuestros kwamis.
-¡Tikki, Plagg!.- esa era la voz de Wayzz.- ¡no hay tiempo, está controlando almas!, ¡el maestro está en peligro!, ¡el sabe quienes son y creo que descubrió como descifrar el libro! ¡deben encontrarnos, no sabemos donde estamos! ¡se romperá el equilibrio!... Marinette, él... ¿Que demonios haces?.- se oyó una voz diferente en el fondo y la luz entre Tikki y Plagg se apagó, al igual que nuestros kwagatamas los cuales volvieron a sus sitios.
Nuestros kwamis cayeron a la cama completamente agotados y rápidamente nos acercamos a ellos.
-¡Tikki!
-¡Plagg!
Tanto Adrien y yo nos arrodillamos en el piso sujetando a nuestros kwamis con cuidado.
-Necesitamos... descansar.- musitó mi pequeña y la preocupación no tardó en abordar mi pecho.
-Adrien... dormir... queso.- susurró Plagg y cerró sus ojos.
-Plagg... .- la voz de Adrien sonó con con completa preocupación.- descansa amigo, estarás bien... .- acarició su cabeza suavemente y yo hice lo mismo con Tikki.
-No te esfuerces, Tikki.- besé su mejilla acomodandola sobre la cama con cuidado.
-No... no siento a Wayzz.- fue lo último que dijo antes de cerrar sus ojos.
Volteé a ver a Adrien el cual hizo lo mismo y ya sabíamos a que se refería... El portador había atrapado a Wayzz otra vez.
Fuimos a la cocina por algo de comer para cuando despertaran nuestros kwamis, Adrien estaba apoyado en el umbral de la entrada hacia mi cocina con la mirada perdida.
-¿Estás bien?.- pregunté a la vez que sacaba un plato del mueble.
-Wayzz dijo que él encontró como descifrar el libro... Y que está controlando almas...
-Lo sé, lo oí.- respondí abriendo el paquete de galletas y dejándolo en el plato.
-Marinette... dijo que está controlando almas.- repitió nuevamente y volteé a verlo. Entendí lo que quería decir y sus ojos no tardaron en mostrar el dolor.
-Tú padre no haría eso, lo sabes.- me acerqué a él tomando su mano y entrelazando nuestros dedos.- él es otra persona y nos ha estado ayudando con el investigador.
-Pero... peleamos por años con él y además, ¿a que te recuerda controlar almas?...
-Shh... .- puse mi dedo sobre sus labios para que guardara silencio.- confío en tu padre, confía tu también en él.- formó una fina línea en sus labios.- se que es difícil con todo lo que pasó, pero el te ama más que nada en este mundo y yo estuve a su lado estos años viéndo lo mucho que te extrañaba y lo mucho que le dolía lo que hizo.
-Lo siento... es absurdo que piense que es él, además sus akumas eran más estéticos.- soltamos una pequeña risa la cual no duró mucho.
-Lo eran, por ahora debemos seguir las pistas... no tenemos más opción.- asintió acariciando mi mejilla suavemente y me abrazó.- debemos tener cuidado y los ojos muy abiertos por si sabe quienes somos.
Tenía un mal presentimiento y algo me decía que le hablara a Adrien del plan que tenía en mente, pero quizás era muy pronto para aquello y preferí callar por ahora.
Luego de casi una hora, nuestros kwamis despertaron con cansancio, pero comieron un poco y ya estaban algo más repuestos.
Adrien y yo nos sentamos en el piso de mi habitación quedando a la altura de ellos la cama.
-Tikki... ¿crees que nos puedas explicar lo que pasó?.- preguntó mi gatito y esta asintio levemente, Plagg por su lado degustaba su queso fingiendo despreocupación.
-Nosotros usualmente no solemos comunicarnos con otros kwamis, solo entre nosotros es mas fácil hacerlo ya que somos un complemento y estamos conectados, Wayzz es nuestro guía y le resulta más sencillo comunicarse con todos nosotros. Con Plagg intentamos hacer una conexión ya que lo sentimos activado, pero al parecer el también se estaba comunicando con nosotros y se hizo un choque entre los tres, eso creo que fue lo que pasó.
-Entiendo... .- musité.
-Pero hay algo que me preocupa.- agregó volteando a ver a Plagg y este dejó el queso a un lado.
-¿Qué?, ¿Qué cosa?. - cuestionó Adrien y ambos kwamis se sentaron en la cama.
-Cuando Wayzz envío la alarma la vez pasada... debió quedar muy agotado y ahora intentó comunicarse con nosotros.
-Eso debió quitarle mucha energía, energía que antes no tenía por la alarma que le envió a Tikki.- agregó Plagg.
-¿Qué nos intentan decir?.- pregunté con el miedo carcomiendome.
-Que... posiblemente el maestro le dio parte de su energía y si el maestro estaba débil... .- la voz de mi pequeña se quebró y Plagg bajó sus orejas.- es posible que esté muerto.
El silencio reinó entre los cuatro por aquella posibilidad, ninguno se atrevía a decir algo.
-El maestro estará bien.- dije poniéndome de pie.- él es fuerte y si no se ha rendido, nosotros tampoco lo haremos.- apreté mi puños y Adrien alzó su vista viéndome fijamente para después sonreír poniéndose de pie a mi lado.
-Tienes toda la razón, bichito.- agregó viendo a nuestros kwamis.- no podemos dejarnos guiar por los pensamientos negativos, sabemos que el maestro es fuerte y que está luchando.
-Somos Ladybug y Chat Noir, y ustedes los kwamis centrales, creación y destrucción.- me acerqué a los pequeños haciendo que elevaran sus rostros.- podemos contra esto.- ambos volaron hacia nosotros ahora con una sonrisa.
Tikki abrazó mi mejilla a la vez que Plagg abrazaba el pecho de Adrien.
Una completa paz me envolvió y los kwagatamas volvieron a brillar atrayendonos fuertemente como dos imanes al igual que Tikki y Plagg.
-Rescataremos al maestro sin importar lo que suceda.- dictó mi pequeña y todos asentimos.
Necesitábamos ser positivos, necesitamos ser optimistas y sobretodo tener esperanza, Wayzz pudo darnos algo de información y no la desperdiciariamos en lo absoluto.
Tikki y Plagg comenzaron a explicarnos algunas cosas sobre el libro de los miraculous y que era imposible que el portador de la mariposa pudiera obtener el poder absoluto sin descifrar el libro.
-Es necesario que el sepa hacer el hechizo, de lo contrario no le sirve tener los prodigios.- agregó Plagg.
-Por eso no pasó nada cuando yo tenía el anillo puesto junto con mis aretes... Ya veo, ¿y de que forma podría descifrarlo?.- cuestioné y ambos negaron.
-Sólo el maestro puede hacerlo, es el único con el conocimiento... bueno.- se miraron un momento.
-¿Ustedes saben como hacerlo no? .- preguntó Adrien y ambos guardaron silencio.
-No podemos, nadie puede saberlo.- susurraron.
Ellos tenían el poder, era lógico que sabrían como usarlo juntos, pero nadie debía saberlo... de lo contrario los atraparian y matarían al maestro.
-Esperen... No puede matar al maestro, lo necesita vivo para que descifre el libro.- agregó mi gatito.- entonces... ¿están seguros que no hay forma de que sepa como descifrarlo?.
-La única forma sería que un ancestro del maestro le enseñara los secretos, pero eso solo se entrega a los elegidos, a almas puras destinadas como ustedes.- respondió Tikki.
-¿Almas destinadas?.- Cuestioné y dio un bostezo.
-Creo que fue suficiente charla por hoy, ya me siento cansada.- expresó y preferí dejarlo estar.
-Bien, vayan a dormir.- les sonreí a ambos y asintieron levemente metiendose a mi closet.
Adrien y yo nos dirigimos hacia mi sala sentandonos en el sillón grande.
-Debemos hacer un plan... debemos actuar ya.- suspiré pesadamente y tomó mis hombros atrayendome hacia él.
-Lo se, princesa.- me rodeó con sus brazos.- pero ahora debes descansar, ha sido un día lleno de emociones y lo que menos quiero es que te sientas mal.- besó mi cabeza y me giré quedando sobre su pecho.
-Gracias por estar aquí conmigo.- musité y sonrió llenándome de una completa paz al ver sus ojos brillando.
-Siempre estoy contigo, Bugaboo.- soltó lo último en un tono cantarín y me acerqué a sus seguidores labios.
-Gato tonto.- susurré entrecerrando mis ojos mientras acariciaba mi espalda apegandome desde mi cintura.
-Pero tu gato tonto.- respondió en un suspiro rozando mis labios.- quiero besarte...
-¿Q-qué te lo impide?.- sonreí levemente acariciando su nariz con la mía.
-Nada en realidad.- extinguió la distancia que había entre nosotros besándome con suavidad.
Sus labios eran tan adictivos y cálidos que me hacían perder la cabeza. No estoy segura de cuanto tiempo pasó pero, no dejamos de besarnos por mucho, caricias iban y venían al igual que nuestras respiraciones chocando.
Todo no pasó a más que eso, aunque quisiéramos sólo nos quedamos abrazados hasta que sentí mis ojos pesados cerrarse lentamente, su respirar era tan tranquilizante al igual que su aroma.
~Adrien~
-¿Por qué Félix destrozó su habitación?.- pregunté a mi bichito que estaba aferrada a mi torso, pero no respondió.- ¿Princesa?.- la moví un poco y no reaccionó en lo absoluto.
Marinette se había quedado dormida, sonreí el ver su rostro en completa paz y la tomé en brazos para llevarla a la cama.
La recosté sobre la cama quitando sus zapatillas y deslizando su pantalón hacia abajo para quitarlo por completo aprovechando de dejar una caricia por sus piernas, por la cual soltó una pequeña risa entre sus sueños.
-Adrien... .- susurró y me acerqué depositando un casto beso sobre sus labios.
-Aquí estoy mi princesa.- susurré y rodeó mi cuello con sus brazos.
-No te vayas... quédate conmigo.- agregó y besé su mejilla tomando sus brazos para separarme un poco viendo que aún tenía sus ojos cerrados.
-Me quedaré... descansa .- la acomodé tapandola hasta sus hombros y abrazó la almohada.
Me senté un momento en la cama para quitar mis zapatos y mi camisa junto con mis pantalones para luego recostarme a su lado, apegandola a mi con mis brazos.
-Buenas noches, gatito... .- dijo por lo bajo posando su mejilla sobre mi pecho.
-Buenas noches, my Lady.- me dejé envolver por su calidez.
Deseo poder dormir y despertar abrazado a ella todos los días de mi vida.
Cerré mis ojos respirando profundamente su dulce aroma y me dormí.
-Adrien... Ayúdame.
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