Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 32

~Marinette~

Me había quedado estática en mi posición. ¿Ese sujeto era amigo de Félix?.

-¿Qué?.- cuestioné a mi gatito viéndolo fijamente aún sin comprender del todo.

-Como lo oyes... recuerdo perfectamente que hace unos años hablé con Félix y me comentaba sobre su mejor amigo, el cual se llamaba Franco Bianchi.

-Pero... ¿por qué?, ¿cómo?.- no lograba asimilarlo.

-No lo sé, y-yo... Félix es mi primo, es mi familia y él... .- bajó la vista y la alcé rápidamente con mi mano en su mentón.

-Dime lo que estás pensando, sabes que nos podemos contar todo.- le sonreí levemente e hizo una fina línea en sus labios, me costaba demasiado ver a Chat de esta forma tan triste y preocupada.

-Que... no sería el primer Agreste que quiere los miraculous.- dijo con dolor y lo abracé.

-Debe haber otra razón, ¿está bien?.- me apretó más contra él.

-No quiero que tenga que ver con el secuestro del maestro, se que Félix es una buena persona... yo lo conozco.- Solto un largo suspiro.- pero las pruebas están claras ahora... Franco Bianchi está anotado como el último cliente que tuvo el maestro y Félix llegó a París hace casi tres años.- me separó para verme a los ojos.

-Chat, él no tiene como saber sobre los miraculous.

-Mi padre tampoco tenía como saberlo, además, Félix llegó a la mansión poco antes de los ataques de akumas, ¿no?.

-No lo creo capaz, él no tiene motivos a diferencia de tu padre. No conoce al maestro.

-¿Cómo lo sabes?, ¿Cómo estás segura que no lo conoce?, y si no lo conoce... ¿Cómo es posible que apareciera el nombre de su mejor amigo ahí?.- se puso de pie dándome la espalda.- Dijiste que Franco lleva Cómo seis años en el extranjero... Eso da mucho que pensar, ¡esto esta mal!.- golpeó el fierro de la Torre con su puño y me levanté para abrazarlo por la espalda.

-Chat... debes calmarte. Encontraremos al maestro y solucionaremos todo, pero debes mantener la calma.

-No puedo estar calmado.- se giró nuevamente.- es mi familia... Mi familia otra vez involucrada en esto y no quiero que todo vuelva a repetirse, no quiero ponerte en peligro... Si algo te llega a pasar...

-No me pasará nada.- lo interrumpí tomando su rostro.- ¿oíste?, debemos pensar con la cabeza fría ahora.

-¿Qué haremos?... él maestro puede estar en peligro.

-Seguir investigando, debemos... no estoy segura, pero solo nos queda vigilar a Félix y repasar las pruebas que tiene tu padre por el investigador.

-Lo siento...

-¿Por qué te disculpas?.

-Porque mi familia parece tener un imán con los problemas.- tomé su rostro con ambas manos acercándome más a él.

-Escúchame bien, no me importa en lo absoluto si tu familia es la mismísima mafia. Yo te amo a ti y solucionaremos todo porque somos los héroes de París.

-No se que hice para merecerte.- tomó mi cintura y me apegó a él juntando nuestros labios en un beso.

Mi corazón se aceleró bastante y correspondí enseguida rodeando su cuello con mis brazos.

-Estaré contigo en las buenas y en las malas, gatito.- susurré intentando recuperar el aliento y sonrió sobre mis labios.

-¿Me estas pidiendo matrimonio?.- dijo en tono burlón y mis mejillas ardieron de sobremanera.

-Tonto.- fruncí el ceño y lo golpeé en el hombro.- n-no digas esas cosas.

-Brichito hermoso, sabes que siempre que tu me lo pidas diré que si, aunque pobres de mis fans.

-¿De tus fans?.- enarqué una ceja.- para que sepas esta chica también tiene fans, ¿ya olvidaste a Copycat?.- sonreí al ver como endurecia sus fracciones.- ¿Qué pasó?, no me digas que te pusiste celoso.- reí levemente y miró hacia arriba cruzando sus brazos.

-¿Celos?, este minino no conoce esa palabra.

-Eso es bueno.- le guiñé un ojo dándome la vuelta.

Rápidamente sentí como me abrazaba por detrás apegandome por completo a su anatomía.

-Pero que quede claro... .- susurró en mi oído haciéndome estremecer.- que tu eres mía y de nadie más.

-No me atrevería a decir lo contrario.- subió su mano lentamente por mi abdomen y me giró rápidamente sin soltarme.- pa-parece que alguien está un poco posesivo.

-Cuando se trata de ti siempre lo seré.

-Yo también puedo serlo, Chaton.- avancé un paso haciéndolo retroceder conmigo aún apegada a él.- y déjame decirte que todo lo que ven mis ojos ahora mismo... es mío y de nadie más.- lo observé detenidamente y noté un leve color rojo en sus mejillas, era tan adorable. Rozó su nariz con la mía y respiré profundamente su aroma.

-Si sigues así te comeré a besos, Bugaboo.- reí por lo bajo entrecerrando mis ojos.

-Debemos patrullar... .- musité.

-Te extrañé estos días.- acarició mi mejilla suavemente.

-Y yo también, pero...

-¿No te gustaría... vivir conmigo?.- me miró fijamente y mis ojos se cristalizaron.- lo he pensado bastante y... bueno, quizás es precipitado, pero de igual forma quiero que lo tomes en cuenta.

-Chat.- musité.- por supuesto que quiero.- una enorme sonrisa de formó en sus labios.- pero... tu padre y Félix, quizás no sea el momento.

-No importa, podemos hacerlo después de solucionar todo.- tomó mis manos y las besó constantemente.- ahora mismo me quedo con que aceptas vivir junto a mi y eso me hace muy feliz, my Lady.

-Vivir juntos...

-Si... podremos hacer todo lo que queramos, me enseñarás a prepararte un buen desayuno para consentirte.- me solté a reír.- pero debes admitir que me quedan bien los panqueques.- asentí varias veces.- no tienes idea de las enormes ganas que tengo de ver tus ojos abrirse por la mañana.- tomó mi rostro juntando nuestras frentes mientras sonreía contagiandome su emoción.

-No sólo tú me consentirás, yo también lo haré. Iremos juntos a la universidad y nos quedaremos en casa los días lluviosos y también... .- no me dejó terminar, besó mis labios nuevamente y me perdí en la calidez de su boca.

Podría pasar toda la vida de esta manera y no me importaría en lo absoluto.

-Creo que mejor vamos a patrullar o no podré soltarte.- dijo por lo bajo cuando nos separamos un poco y asentí.

-Vamos... .- depositó un leve beso sobre mis labios y se separó por completo extendiendo su barra y yendo dirección contraria a la mía.- ¡ten cuidado!.- exclamé antes que se fuera y me guiñó un ojo perdiéndose entre los edificios.

Lancé mi yoyo, pero antes de poder seguir con mi acción una sombra apareció a unos metros delante de mí. Rápidamente me puse en posición de ataque, pero la sombra sólo se mantuvo en pie como si me observara.

-¿Qué es lo que quieres?.- pregunté agitando mi yoyo.

-Haré esto mas fácil para ti. Dame los miraculous, Ladybug y solo así no lastimaré a tu compañero.- su voz sonaba robotica y un tanto tenebrosa.

-Ni creas que haré lo que dices.

-Esto es solo una advertencia, te estoy dando la oportunidad de que tu y tu compañero salgan con vida de esto, al igual que todo París, de lo contrario me veré en la obligación de destruir todo lo que ves a tu alrededor.

-¿Por qué haces esto?.- cuestioné.- ¿Por qué nos odias?.

-Yo no los odio. Si sabes lo que te conviene me harás caso o perderás lo que más amas otra vez.- le lancé mi yoyo, pero este sólo atravesó la sombra frente a mi y soltó una risa.- es la última vez que me verás así.

-¡Espera!.- detuve aquella sombra viendo cuando comenzaba a desvanecerse.

-Dime.

-El maestro... ¿está bien?.- pregunté preocupada en mi posición.

-Te recomiendo comenzar a moverte, te queda muy poco tiempo y cuando menos te lo esperes sabrás de mi nuevamente, siempre te estoy observando a ti y a tu novio.

Me quedé helada ante sus últimas palabras... ¿acaso me conocía bajo la máscara?.

-Adiós, Ladybug.- fue lo último que dijo antes de desaparecer dejándome sola en la Torre nuevamente.

Sentí como el aire en mis pulmones comenzaba a golpearme con fuerza en el pecho y luego oí un golpe en la estructura de la edificación.

-Todo despejado, my Lady.- la voz de mi compañero se hizo presente.- bueno, solo unos malhechores pero nada que este superheroe no pudiera controlar.- me giré a verlo y abrió más sus ojos acercándose rápidamente.- ¿Qué sucede?, estás pálida, ¿te sientes bien?.- preguntó y lo abracé con fuerza.

Él conocía nuestras identidades... Eso quiere decir que Adrien está en peligro aunque no use el miraculous y definitivamente no permitiría que algo le pasara otra vez, si tengo que morir para protegerlo lo haré sin dudarlo.

-No me sueltes... Por favor no me sueltes...

-No lo haré.

~???~

-¿Crees que con una amenaza conseguirás que te den sus prodigios?.- cuestionó la voz débil detrás de mi.

-No fue una amenaza, fue una advertencia.- respondí con indiferencia.

-No podrás contra ellos... Son elegidos por una razón y su amor es mas fuerte.

-Eso lo se, por lo mismo cederán a darme sus prodigios. No se pondrán en peligro el uno al otro.

-No logras entenderlo, estas cegado.- tosió con dificultad y me acerqué dándole un poco de agua.

-¿Entender que?.- cuestioné irguiendome y viéndolo hacia abajo.

-Lo que amar a alguien significa.- comenzó bajar el rostro levemente.- no... no puedes contra un poder mas allá de tu existencia.

-Yo se que es el amor y no tienes derecho a decirme que no se lo que significa.- me volteé caminando hacia la salida.

-Cuando amas... También debes aprender a dejar ir...

-Dejar ir no está en mis planes y no descansaré hasta obtener Lo que quiero, si tengo que matar a Ladybug, lo haré sin dudar.- me detuve un momento viéndolo por encima de mi hombro.

-¿Estás seguro que eso podrías hacerlo?.- cuestionó con una sonrisa.

-Completamente. ¿en serio Lo dudas?.

-Se que también la amas a ella.

-¡Silencio!.- me acerqué alzando mi mano, pero me detuve antes de darle un golpe.- no me provoques, sabes que te puede ir muy mal anciano.

-Esto no es nada comparado a lo que he vivido, no conseguirás sacar nada de mis labios.

-Eso ya lo veremos.- sonreí dirigiéndome nuevamente a la salida viendo como bajaba el rostro, al parecer se había desmayado otra vez.

Tragué grueso soltando un bufido a la vez que me disponía a salir de aquel lugar.

-Lo siento, Marinette, pero hay amores más grandes que otros.

~Maestro~

Luego de aquella charla supe que lo había distraído lo suficiente como para que se le olvidara desactivar a Nooroo, fingir un desmayo no es tan complicado al estar en estas condiciones.

-Pequeño Nooroo.- llamé por lo bajo y vi en la oscuridad su pequeña cabecita asomada sobre el borde de la mesa.

-¿Ya se fue?.- preguntó en un susurro y miré hacia donde se había ido asintiendo.

-Si... ven, no tenemos mucho tiempo.- dije como pude.- cada vez estoy más débil, no creo poder aguantar por mucho más.

-Maestro... .- respondió por lo bajo.

-Trae la pulsera... Nooroo, ahora.- tragué con dificultad y el voló sobre la mesa tomando mi miraculous.- ponla en mi muñeca, rápido.

Nooroo estaba haciendo algo que le dificultaba de sobremanera, yo no era su portador en estos momentos y el era servicial, sin duda iba en contra de su naturaleza a cualquier kwami desobedecer a quien poseía su miraculous.

El pequeño ser violeta puso la pulsera en mi muñeca, la cual aún estaba encadenada sobre mi cabeza.

-Bien hecho mi pequeño Nooroo.- me regaló una sonrisa, pero sabía que sentía dolor.

La luz verde nos cegó un momento dejando a la vista a Wayzz el cual apenas me vio voló rápidamente hacia mi.

-¡Maestro!.- exclamó observándome por completo volando frente a mi.

-No tenemos tiempo, Wayzz. Yo no importo ahora... debes avisarle a Tikki y Plagg lo antes posible... has una alarma, toma parte de mi energía para hacerlo.- negó con la cabeza.

-Pero maestro, eso lo matará en estas condiciones.

-No importa, debemos avisarles. Creo que encontró una forma de descifrar el libro sin mi ayuda...

-Eso no es posible, solo usted tiene el conocimiento de eso.- se expresó con las manos.

-Wayzz... escuchame, debes enviar una alerta, ahora.- lo miré fijamente y negó con la cabeza.- no quiero obligarte ha hacerlo.

-Pero maestro...

-Wayyz, te ordeno enviar una alerta al kwami de la creación y destrucción.- bajó el rostro y me sentí mal por haber hecho aquello.

-Si, maestro.

-Lo siento, Wayzz. No me dejas salida.- asintió y juntó sus manos concentrando la energía en su pequeña antena sobre su cabeza.- toma parte de mi energía para no cansarte demasiado.- asintió cerrando sus ojos con fuerza.

Sentí como parte de mi se desprendía y un gran peso sobre mi cuerpo me hizo casi perder la conciencia.

-P-puedes... hacerlo Wayzz.

La luz se hizo más brillante ante mis ojos y veía borroso.

-¡Tikki, Plagg!.- habló mi kwami y me desvanecí por completo viendo negro.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro