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Capítulo 30

~Marinette~

Todo estaba yendo de maravilla, hablé con Luka por celular y me contó que le había ido bien aunque tuvo un percance el primer día, pero todo se solucionó y al parecer ya hizo amigos en la universidad.

Estos dos últimos días estuve muy ocupada porque había faltado mucho a clases, así que me puse al día con las materias y Nath me ayudó bastante, le debo mucho. Me dijo que su cómic en colaboración con Marc había sido todo un éxito.

Adrien había empezado a hacer los papeles para inscribirse en la universidad, aunque claramente con todo lo que pasó no tenia certificado de nada, pero Gabriel se encargó de eso fácilmente. En unos días podría ingresar en la misma mía.

Ahora me encontraba en el patio recostada mientras hacia unos bocetos en mi cuaderno esperando para mi siguiente clase, Tikki estaba en mi bolso y acababa de pasarle una galleta para que comiera.

El sonido de mi celular me sacó de mis pensamientos y lo tomé sonriendo al ver su nombre en la pantalla.

-Buenas tardes, princesa.¿Cómo está la novia más hermosa del mundo?. - inmediatamente me sonrojé sonriendo de sobremanera.

-Ahora estoy perfectamente al escuchar tu voz.

-No sabes lo feliz que me hace oír eso.- soltó una pequeña risa.- llamaba para saludarte y decirte que mi padre quiere que vengas luego de clases porque tienen que terminar los diseños de su colección o algo así.

-¡Santo cielo!, ¡no los he terminado!.- grité de fuertemente.- ¡tu padre me va a matar y bailará sobre mi tumba!.

-Tranquila, Bugaboo. Estoy seguro que papá lo entenderá, con todo lo que ha pasado.-suspiró.- además te tengo dos sorpresas.

-¿Sorpresa?, ¿pa-para mi?.

-¿Para quien mas sería?.- se mantuvo un momento en silencio y presioné mi cuaderno contra mi pecho oyendo su respiración.- Adivida quien será tu nuevo modelo para tus diseños de esta colección.

-No... .- abrí mis ojos de ampliamnete.- ¡No me digas que será Francisco Belleti!.- exclamé conteniendo la risa mientras bromeaba un poco con él.

-¡Claro que no!, ¿y quien es ese?.- podría jurar que ahora mismo estaba arrugando la nariz tiernamente.

-Es un modelo famoso.- dije obvia.- es muy bueno.

-Entonces lamento decepcionarte... deberás conformarte con Adrien Agreste, un antiguo modelo que hizo su carrera en Alemania hace tres años y que regresó a París exclusivamente para modelar tus diseños.

Ahogué un grito en mi garganta, ¡Adrien modelaría mis diseños!

-¿Y quien es él?, no reconozco su nombre.

-Es un chico que está completamente enamorado de ti Marinette Dupain.

-Ga-gato tonto.- no entendía como con una simple palabra podía hacerme tartamudear.- Te amo, gracias por hacer esto... de verdad, pero, ¿estás seguro de querer hacerlo?.

Claro!, ¡yo mismo le dije a mi padre y quedó encantado!. Ademas prefiero ser yo el que modele tu primera línea de ropa en una colección oficial.

-Te lo agradezco mucho.

-En algún momento debía volver y también quería pasar mas tiempo junto a ti, prrruncesa.- solté una risa y él también.- entonces te esperamos en la casa cuando salgas, no podré ir por ti porque debo ir a la empresa a saludar a todo y hacer oficial mi regreso, órdenes de papá.

-Entiendo, entonces nos vemos allá.

-¡Oye!, y-yo...

-¿Si?.

-Después de eso, como no nos hemos visto tanto... Que opinas si... esta noche tu y yo nos vemos en la Torre Eiffel, my Lady.

-Estaré sin falta ahí, Chaton.

-Excelente, entonces nos vemos en unas horas. No te duermas en clases y llega a tiempo.

-¡Hey!, eso ya no me pasa aquí.

-No estaría tan seguro, ¿tu siguiente clase es a las 3, no?.

-Si, ¿Cómo lo sabes?.

-Luka me envió tu horario.

-Ese Luka se las verá conmigo cuando regrese.- inflé mis mejillas.

-De seguro te ves adorable con tus mejillas infladas.

-¿C-cómo sabes...?

-Estoy en todos lados my Lady.- busqué con la mirada.- no, no estoy en el techo.- se puso a reír.- sólo te conozco perfectamente y he de decirte que son las 15:25.

-¡¿Qué?!.- miré la hora en el celular.- ¡voy tarde!, ¡nos vemos más tarde!.

-Claro, te amo.

-Y yo mucho más.-colgué la llamada y tomé rápidamente mis cosas comenzando a correr hacia mi salón.

-Hay cosas que no cambian.- oí a Tikki desde mi bolso y vi como se asomaba levemente.

-Tikki ocultate .- susurré y soltó una pequeña risita haciéndome caso.

Las horas que me faltaban de clases se pasaron tortuosamente lentas, prácticamente salí volando de la universidad cuando todo acabó y fui directo a la mansión Agreste.

Cuando estaba en el portón este se abrió inmediatamente, entré a la mansión y el señor Agreste me esperaba al borde de las escaleras.

-Buenas tardes, señor Agreste.- saludé yendo hacia él y besó mi mejilla.

-Buenas tardes, Marinette. Adrien ya te debe haber contado sobre los diseños y que él será quien los modele ¿no es así?.- sonrió y comenzó a caminar hacia el despacho.

-Claro, aunque he de disculparme. Con todo lo que ha pasado no he podido terminarlos aún.

-No te preocupes, se que no ha sido fácil. Por lo mismo quería que vinieras, podemos avanzar ahora y de paso cenas con nosotros, ¿que dices?.- se giró sonriendo y asentí sacando mi cuaderno a la vez que se lo extendía.

-Por ahora sólo tengo algunos bocetos, nada concreto del todo.

-Es mejor que nada.- se sentó en sí silla y arregló sus gafas pasando las hojas.- creo que vamos por buen camino.- sonreí.- haremos esto a la antigua, asi que manos a la obra.

Empezó a mover el ordenador a un lado y todas las cosas de encima y sacando lápices de diferentes grados de un cajón junto con varias hojas.

-Aquí podemos hacer un corte más simétrico para darle altura al cuello y elegancia.- me indico en uno de mis bocetos y asentí enormemente abriendo la boca.

-Tiene razón, ¡como no se me ocurrió!.- golpeé mentalmente mi rostro y soltó una risa.

-Es cosa de practica y experiencia. Eres muy talentosa asi que dudo mucho que te tome mucho trabajo aprender todo esto.- comenzó a trazar con el lápiz.- hace tiempo que no teníamos clases.

-Hace casi un mes posiblemente.- miré el dibujo y tomé un lápiz cambiando un poco la falta.- aquí podemos darle algo más de volumen...

-Me parece bien.- asintió.

-Por cierto, ¿dónde está Adrien?.- pregunté.- dijo que nos veríamos aquí.

-Fue a la empresa, está en una sesión de fotos ahora como "bienvenida".- rió por lo bajo.

-Si, si... Ya recordé que dijo eso cuando hablamos.

-No creo que tarde mucho, quizás en una hora esté aquí de nuevo.

Quité mis cosas dejandolas sobre la silla a mi costado y comenzamos a trabajar.

Luego de terminar algunos diseños y los bocetos de otros, mas ideas iban sugiriendo cada vez que acabábamos uno. Nos pusimos serios al momento de estar eligiendo las telas, necesitábamos el persupuesto exacto para no poder pasarnos de él o tendríamos algunos problemas.

-Marinette podrías ir por Félix ¿por favor?. Ese chico no se para que tiene celular si no lo contesta.- negó con la cabeza el diseñador.- el tiene claro el presupuesto y todo eso, tengo que consultarle algunas cosas también.

Me quedé un momento en silencio, desde la última charla que tuvimos no lo había visto, ni hablado con él. Quizás fui muy dura o quizás esté enojado... No lo sé.

-¿Marinette?, ¿todo bien?.- cuestionó y asentí parpadeando varias veces en mi posición.

-¿Se puede quedar con Tikki?.- pregunté y asintió sonriendo.- está dormida.- le extendí mi bolsa y la tomó dejándola a su lado.

-Le diría a Nathalie, pero le di la tarde libre. Se veía algo cansada, merecía un descanso.

-Con razón no me habló en la entraba y no la vi en el vestíbulo.

-Pues si... La habitación es la del final del primer pasillo a la derecha.- asentí y salí de la oficina subiendo las escaleras.

-Si esta... debe ser por aquí.

La casa es tan grande que muy probablemente podría perderme entre tantas puertas que hay.

Pasé por fuera de la habitación de Adrien, podía usarla de guía o de referencia para no terminar perdida en completa soledad de esta mansión.

Seguí buscando la habitación, todo sería más fácil si ese tonto contestara el celular. Cuando llegué a la última puerta sentí un fuerte golpe que me hizo saltar en mi sitio hacia atrás.

Volví a oír otro y luego vidrios rompiéndose, quizás era un ladrón y Félix estaba en peligro dejé a Tikki abajo... ¡diablos!

Me puse en posición de ataque girando lentamente el pomo de la puerta, me asomé con cuidado y pude ver que todo estaba destrozado, la cama estaba dada vuelta, los cajones desordenados y tanto floreros como copas estaban rotas en el piso, pero lo que más me sorprendió fue ver sangre en la alfombra de la habitación.

Abrí por completo la puerta adentrandome buscando con la mirada al posible ladrón, pero no había nadie. Un sollozo me hizo soltar y me giré rápidamente en mi eje con mis puños cerrados para atacar en cualquier momento.

Ahí estaba... era Félix en el suelo apoyado en la muralla detrás de la puerta. Su mano estaba goteando sangre por sus dedos y tenía su rostro oculto bajo su mano.

-Félix... .- llamé por lo bajo y sollozó nuevamente.

-Sal de aquí... .- intentó formular.- déjame solo.

-Félix, estas sangrando.

-Que observadora.- soltó sin mirarme y me acerqué.

-¿Qué pasó aquí?, ¿por qué estás así?.- pregunté con la preocupación desbordandome, pero no dijo nada.- Félix... .- llamé nuevamente a la vez que me acercaba con cautela.

-¡Marinette!, ¡¿que no entiendes que quiero estar solo?!.- alzó la voz y tragué grueso apretando mis puños a mis costados.

-¡Pues me importa un carajo!, ¡estas sangrando!.- exclamé molesta y luego de unos minutos de silencio se puso a reír de la nada.

-Eres... igual... ¡Ya vete de una vez!, ¡por favor sal de aquí!.- me indicó con su mano que sangraba hacia la puerta y apreté mis labios tomando una gran bocanada de aire en mis pulmones.

-No te pienso dejar sólo en esas condiciones.

-¡Eres tan terca!

-Mira quien lo dice.

-No quiero oirte más, vete. Eres la ultima persona que quiero ver ahora, así que largate.

Caminé hacia la puerta y en vez de salir como el señor lo que quería, la cerré agachandome y tomando su mano.

Félix dio un salto cuando lo toque y luego alzó por primera vez la vista fijando sus ojos en los míos. Pude darme cuenta que sus ojos estaban hinchados y enrojecidos a la vez que desbordaban lágrimas por sus mejillas.

-Félix... .- solté sintiendo completa congoja al verlo de esa manera.

Acercé con algo de temor mi mano a su mejilla y limpié un poco sus lágrimas sin dejar de verlo en ningún momento.

-¿Por qué estás aquí?.- dijo casi inaudible.- di-dije que... Te fueras...

-No te dejaré sólo, ¿cómo podría hacerlo?. Mira como estas.- no dijo nada y solo se quedó observándome, me sentía cohibida por sus ojos, se parecían a los de Adrien, pero eran de un verde más oscuro.

No se en que momento fue que simplemente me abrazó con mucha fuerza y comenzó a llorar con desesperación.

Me tomó por sorpresa, no pensé que haría algo como eso. Félix la mayoría del tiempo era frío y no hacía mucho contacto con nadie que yo supiera.

Dudé por un momento en acariciar su cabeza, pero al sentir como me apretaba cada vez más lo hice para calmar su pena.

-Tranquilo... lo que sea que te pase se solucionará... no estás solo, Félix.- susurré y correspondí a su abrazo.

-N-no... n-no lo sa-sabes... .- intentó hablar por su llanto no se lo permitió haciendo que su voz sonara quebrada y desgarradora para mi.- y-yo...

-No hables... si necesitas llorar estaré aquí para apoyarte...

-¿Por q-qué?... si soy de lo peor... n-no merezco que estes conmigo.

-Eso no es cierto... Aunque no lo creas o aunque no lo parezca te aprecio, te he tomado cariño.- acaricié su espalda lentamente y aun así su llanto no cesaba e incluso parecía que incrementaba más.

-De-debería estar muerto... no merezco estar con vida... n-no tengo perdón.

-¿Por qué dices eso?.

-Porque es la verdad, soy un completo fracaso...

-No digas tonterías, no eres un fracaso.

-No puedo... ya no aguanto más, no soy tan fuerte.

~Félix~

No se como fue que terminé llorando en los brazos de Marinette, pero su calor por una lado calmaba mi dolor y por el otro lo incrementaba de sobremanera.

Pensé que podría aguantarlo, pensé que podría seguir en pie, pero ya estaba perdiendo la esperanza.

Hace unas horas fui a visitar a Bridgette como todos los días, pero todo se complicó... entró en paro respiratorio otra vez mientras estaba con ella.

Fue lo más doloroso de ver desde aquella vez que me dieron esa noticia devastadora.

Pudieron estabilizarla nuevamente, pero el médico me dijo que no habían mejoras desde hace mucho y al contrario de haberlas... había empeorado desde la última vez que le ocurrió lo mismo.

Me comenzó a faltar el aire y la rabia se apoderaba de mi al igual que la culpa y es que... Era mi culpa, Bridgette estaba en esa cama por mi culpa y no podía hacer nada para sacarla de ahí.

Cada noche desde el accidente ha sido un tormento para mi. ¡La mujer que amo esta en coma y esa mi culpa!

El médico me dijo que le quedaba poco tiempo si seguía de esta forma...

Flash Black

-Se que es difícil, pero debes tener encuenta que lleva casi tres años en coma y su situación cada vez empeora.

-¿Qué es lo que intentas decirme?- espeté viéndolo fijamente.- dime.

-Félix... sabes que te aprecio porque nos conocemos desde hace mucho y he de serte sincero como médico y como amigo... creo que deberías desconectar a Bridgette.- solté una risa ante sus palabras.

-¿Estás de broma no?.

-Félix... escúchame...

-¡No!, ¡tu escúchame a mi!.- lo apunté.- ¡¿te das cuenta de lo que me estas diciendo?!.

-Ella solo está sufriendo y tu también... estás dejando de vivir y estoy seguro que ella no querría verte así.

-La chica que está en esa habitación es mi razón de vivir, ¿es que no lo ves?. ¡Sin Bridgette yo no soy nada!

-Te estas aferrando a algo casi imposible...

-Yo se que ella despertará... y-yo debo disculparme... ella lo hará y no me rendiré, ¡no pienso rendirme!.

-¿Es tu última palabra?.- cuestionó.

-Lo es.- dije firme en mi posición y abrió la puerta detrás de parándose un momento antes de salir.

-Debes seguir viviendo, Félix y se que no es fácil aceptarlo... pero, la vida lamentablemente es así y hay cosas más allá de nuestro alcance.

-No dejaré que ella muera mientras yo esté vivo, eso te lo juro.- suspiró bajando el rostro.

-Ahora te hablo como médico, si Bridgette entra en paro otra vez... No podrá resistirlo.- cerró la puerta y me quedé ahí en completo silencio.

Fin del Flash Black

Había regresado a la mansión después de estar en la clínica y solo quería derrumbarme en mi habitación.

Sentía tanta rabia... Tanto dolor... yo no puedo desconectarla, no puedo hacerlo, sería como matarla y no puedo.

Arrojé las cosas por todos lados intentando quitar la presión que sentía en mi pecho, me corté la mano con uno de los cristales rotos y no me dolía en lo absoluto, mi dolor era mas grande que un corte.

Marinette entró y no quería verla, eso solo me hacía peor porque era igual a ella y cada vez que la veía no podía dejar de verla a ella... a mi Brid.

Le dije que se fuera y aun así se quedó, no podía entender como es que era buena conmigo después de como la he tratado y las cosas que le he dicho.

-Por favor no me dejes solo... Por favor... Marinette...

-No lo haré, lo prometo. Por favor ya no llores.- acarició mi cabeza y apreté mis ojos con fuerza imaginando que era ella.

-No me dejes... no podría soportarlo...

"El amor no siempre es color de rosa... y puede hacernos ver el mayor de nuestros miedos con una simple palabra u acción."

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