Capítulo 20
~Adrien~
-Espera, espera.- habló Alya tomando el puente de su nariz poniendo una mano alfrente.- ¿de que me estas hablando?, ¿morir?, ¿te pegaste en la cabeza?. Déjame decirte que puedo estar algo ciega, pero yo te veo perfectamente frente a mi.- frunció el ceño.
-Alya... .- recriminó mi princesa y la morena alzó las manos.
-Esta bien. Me callo, me callo.
-Esa noche yo... Nos tomó por sorpresa, digo... El tipo, jamás pensamos que haría algo por el estilo.
-¿Específicamente que te hizo?.- preguntó curiosa y supiré. Me costaba mucho hablar sobre esto y sobretodo recordar...
-Me... .- tomé aire.- me apuñaló en la espalda con tres cuchillos.- musité bajando la vista, Marinette apretó un mas mi mano y la miré levemente.
-¿Y piensan que yo me creeré eso? ¡Ja!.- soltó incrédula.- buena broma Agreste.- fruncí el ceño poniéndome de pie, ella siguió mi acción con su mirada y me quité mi camisa junto a mi camiseta.
-¡Adrien!.- exclamó Marinette y me quedé mirando a la morena.
-¿Qué crees que haces?. - preguntó viéndome con espanto.
-Mostrarte que no estoy mintiendo.- me di la vuelta y se quedó callada por mucho tiempo.
-Imposible... .- murmuró.
Marinette me quedó mirado hacia arriba y acaricié su mejilla levemente.
-¿Ahora me crees?.- me volteé nuevamente poniéndome la ropa y tomando asiento al lado de la azabache.
-¿Cómo te hiciste esas heridas?.- preguntó aún sin asimilarlo a mi parecer.
-Ya te lo dije.- respondí.
-Alya... No estamos mintiendo.- agregó mi compañera.- esa noche lo perdí... .- miró sus pies frunciendo los labios.- ahí me enteré q-que... Mi compañero era Adrien y y-yo.- vi como las lágrimas caían en sus pantalones humedeciendo la tela.- yo no pude hacer nada, fu-fue mi culpa... .- golpeó el sillón con sus puños y la abracé.
-Marinette, mírame.- tomé su rostro entre mis manos y negó con la cabeza.
-N-no... Yo... Fue mi culpa...
-Mírame.- repetí.- no fue tu culpa, ya lo hablamos.- no quería verla llorar otra vez.
No quería que se sintiera culpable, ella no había hecho nada malo.
Limpié sus lágrimas con mis pulgares y ella solo sollozaba cada vez más fuerte, miré a Alya de reojo y tenía una expresión de completa culpa y preocupación.
-Respira profundo, estoy ahora contigo ¿no?.- le sonreí.- y no me iré de nuevo, ¿recuerdas?.- asintió y me abrazó.
-Ya no quiero seguir hablando esto, po-por favor... .- suplicó y asentí acariciando su cabeza lentamente.
-Está bien, no hablaremos más esto... shh... .- susurré y miré a la morena la cual se puso de pie acercándose a nosotros.
-Y-yo... Lo siento tanto.- comenzó a llorar y se arrodilló viéndonos hacia arriba.- Marinette... Yo no sabía que habías pasado eso y... Adrien perdóname por todo lo que dije, y-yo... .- Marinette saltó sobre ella abrazadola.
-No sabes lo mucho que quería decírtelo, pero no podía.- lloró con fuerza.- cada vez que decías algo de Adrien me partía el alma... Si tan solo supieran que el no estaba y no podía culparte... Por lo mismo.
-Lo siento, de verdad lo siento.
Si seguían así me harían llorar a mi también y no es que me gustara que eso pasara.
-¿Piensas quedarte ahí sentado Agreste?.- habló amenazante la cobriza.- ven aquí idiota.- me jaló del brazo y me abrazó junto a Marinette.
Estuvimos así por mucho tiempo, simplemente abrazadonos y volviendo al pasado cuando éramos sólo unos adolescentes en el instituto.
-Esto ha sido mucha información, demasiada de hecho.- agregó Alya poniéndose de pie e imitamos su acción.
-Si... Lo sé.- suspiré.
-Aún hay cosas que no entiendo...
-Te las explicaré todas en algún momento.- respondió Marinette abrazándose a sí misma.
-Está bien, pero ¿Cómo es que estas aquí?.- se dirigió a mi y miré a mi kwami.
-Pues... La primera vez que volví fue hace dos años.- hice una mueca.
-¿A que te refieres con primera vez que volviste?.
-Que yo... bueno.- miré a Marinette.- yo morí y volví gracias a Plagg.- ahora miré a mi kwami.
-¿Cómo?, ¿que hizo él cosito volador?.
-Soy un kwami, niña. No soy un "cosito volador" y me llamo Plagg.- alegó el felino cruzándose de patas.
-Lo siento, lo siento.- se disculpó.
-Plagg junto con el maestro hicieron un antiguo hechizo que no logre entender del todo.- agregué y la azabache me miraba atenta, no le había contado esto.
-Yo puedo explicarlo mejor.- dijo Tikki volando frente a nosotros.- El maestro es el guardián de los miraculous, el nos cuida, protege y otorga a quienes son dignos para hacer el bien en el mundo y mantener el equilibrio. El maestro tiene un conocimiento casi absoluto sobre los secretos de los kwamis y el suficiente para descifrar el libro de los miraculous, él junto con Plagg vieron el hechizo de "Transferencia de vida" . Adrien y Plagg formaron un vínculo muy fuerte el uno al otro lo que permitió poder hacer este hechizo.
-¿Y en que consistía eso?.- preguntó la morena.
-Los kwamis tenemos miles de años de antigüedad, fuimos creados desde el inicio de los tiempos y el hechizo consistía en que Plagg prestara parte de su vida a su portador, aunque esto solo podría ser temporalmente así que sólo fue por unas horas o tanto Plagg como Adrien desaparecerían y habría caos.- se explicó con sus manitos.- y es bastante lógico, no puedes compartir la mitad de tu vida por siempre, luego fue devuelta a Plagg lo cual sin mencionar trae un gran cansancio y dolor al kwami.
-Mi cerebro va a explotar, necesito un vaso de agua.- dramatizó nuestra amiga y Tikki soltó una risa.
-Eso quiere decir que... Plagg dio la mitad de su vida por ti... .- dijo Mari por lo bajo mirando a mi kwami.
-Como dije, solo es posible si existe la conexión y una prueba de ello son los kwagatamas.- agregó la carmesí.- si bien Adrien no lo tenía puesto en ese momento, el kwagatama ya existía en el mundo terrenal y espiritual. Yo misma podría compartir mi vida a Marinette porque ya tenemos esa conexión.- sonrió y Marinette hizo lo mismo viendo a su kwami.- aunque a veces hay desventajas cuando ocurre esta conexión.
-¿Qué desventaja?.- Alya comenzó sonar más emocionada.
-Que el kwami sienta rechazo por el siguiente portador que le fuera asignado, es una magia muy poderosa que ni siquiera nosotros emocionalmente podemos controlar, simplemente nuestra mentalidad cambia. En muchos años no habíamos tenido ambos kwagatamas con los portadores, al menos no al mismo tiempo.
-Eso explica muchas cosas.- soltó Marinette tomando su frente y suspirando viendo a mi felino amigo.
-Qué.- se encogió de hombros.- tanta clase de historia ya me dio hambre.
-Me sorprende que no lo hayas dicho antes.- agregué y voló hacia a mi.
-Me conoces tan bien.- dijo burlón.- quiero queso.-lloriqueó y le sonreí.
-Mari, el bebé quiere queso.- lo molesté y frunció el ceño golpeando mi cabeza.
-Princesa de los quesos, ¿podría darme un quesito?.- se acercó frente a Marinette estirando su trompita y caí en cuenta que no se refería a literal un queso, me miró de reojo sonriendo en burla.
-¡Hey!.- lo tomé antes que se le acercara más.- a la cocina por tu queso.- sentencié y Marinette parpadeó varias veces, creo que no entendió a que se refería mi kwami con "dame un quesito".
-Creo que Plagg tiene un problema con su mascota.- agregó la morena y la miré mal.
-Ella me cae bien.- respondió Plagg y lo arrojé hacia la cocina.
-¡Adrien!.- exclamó Marinette.
-El se lo buscó.- hice un puchero.- además atraviesa las cosas.
-Portador idiota.- apareció el felino con una olla encima.
-Deja de molestar Plagg.- Dijo Tikki, amaba a esta kwami.
-Marinette que pasaría si un día quizás me perforara las orejas.- solté mirando hacia arriba y ella se rió junto a Tikki.
-Te dolería.
-Correría el riesgo.
-Es que no aprecias mi hermosa personalidad.- rodó los ojos el felino.
-Pero si solo fue temporal, ¿Cómo es que estas aquí?.- pregunto la ojimiel.
-Bueno... Eso ninguno de nosotros lo sabe.- respondí.
-Y ese tal maestro, ¿no lo sabe?.
-Digamos que ese es un tema delicado que debemos solucionar.- respondió Marinette.- hace unas semanas el maestro fue secuestrado.
-Valgame.- expresó tomando su frente.- y los akumas, ¿por que volvieron luego de tanto tiempo?.
-Pues... Hawk Moth tenía el miraculous de la mariposa, por eso podía crear akumas. Vencimos a Hawk Moth luego de que yo... Se me acabara el tiempo.
-Cuando pasó eso el maestro volvió a guardar el miraculous de la mariposa y a Plagg junto al libro de los miraculous, pero fueron robados y secuestrados hace un tiempo atrás, por eso aparecieron nuevos akumas y por eso tuve que volver a ser Ladybug.
-Entonces... Por eso Chat Noir no estuvo en el ataque del primer akuma.- asentí.- estabas... ¿cuando fue que volviste?.
-Cuando hicimos la reunión.- respondió la ojiazul.- luego de que me fuera apareció... Y casi me muero yo.
-No lo digas ni se chiste.-fruncí el ceño.
-Claro y tu puedes hacer chistes de eso ¿no?.-se cruzó de brazos. Tenía un buen punto.
-Y yo todo este tiempo odiandote porque te fuiste a Alemania sin decir nada.
No creo que sea un buen momento para mencionarle que mi padre era Hawk Moth y mucho menos que estuve vagando como "fantasma" por casi un año y que además puede que la haya molestado en esa forma.
-Aún no se como reaccionar, estoy tan feliz de que sean ustedes y de volverte a ver, pero tan triste por todo y culpable a la vez. Soy un torbellino de emociones golpeándose por cual me hace sentir mejor o peor.- cayó en el sillón viéndonos hacia arriba.- tengo a los héroes de París frente a mi en su forma civil, no puedo creerlo.
Fui por un vaso de agua a la cocina y se lo pase, rápidamente lo bebió todo.
-Necesito analizar todo en mi rincón de paz.- respiró profundo.- siento que en cualquier momento me dará un ataque.- tomó su teléfono y tecleo un mensaje.- bien, yo creo que mejor me voy.- se puso de pie.- definitivamente esta conversación no ha terminado.- tomó sus cosas y se iba a ir.
-Te acompañamos.- agregó Marinette .- quédense aquí.- se dirigió a nuestros kwamis y ambos asintieron.
Los tres bajamos y cuando ya estábamos en la entrada Alya se despidió de nosotros, caminó un poco y se quedó parada frente a la calle.
-¿Crees que estará bien?.- pregunté a Marinette quien se puso frente a mi.
-Si, es Alya... Solo debe digerir toda la información. No se si sea bueno, pero siento un gran alivio de haberle contado.- sonrió y tomé su mejilla.
-Yo también.- junté su frente con la mía.- Marinette... Tu y yo... quiero decir, estabamos por hablar algo antes de que llegara Alya...
-S-si... t-tu... eso.- tartamudeo viéndome fijamente, podía perderme en sus hermosos ojos y su suave tacto.
-¡Nino!, ¡detente!.- oímos detrás de nosotros y rápidamente alcé la vista y Marinette se puso a mi costado.
Pude ver a mi amigo acercarse rápidamente con el ceño fruncido y los puños apretados. Se veía más grande y fuerte, sin duda ya era un adulto.
No se en que momento pasó pero me encontraba en el piso con la vista nublada, Nino me había golpeado tan fuerte que simplemente me desplomé.
-¡Nino!.- oí la voz de Marinette y alcé la vista, ella tiraba del brazo de mi amigo hacia atrás.- ¡Déjalo!.
-¡Marinette sueltame!.- la hizo a un lado y me tomó de mi camiseta levantándome y golpeando mi quijada nuevamente.
-¡Nino basta!, ¡Adrien!.- oía a Marinette y no lograba reaccionar a lo que acontecía, simplemente me sentía feliz de verlo.
-¡¿Quién te crees que eres?!.- oí su voz y enfoque mi vista en sus ojos ambar.- ¡después de tres años llegas de la nada!.- volvió a golpearme y simplemente no lo golpearía devuelta.- ¡y te metes con la novia de mi amigo!.- golpe nuevamente, podía sentir acumularse la sangre en mi boca.- ¡¿Que mierda haces?!, ¡di algo!.- le sonreí.
-Estoy feliz de verte Nino.- agregué sintiendo las fuertes ganas de abrazarlo y volvió a golpearme.
-¡Defiendete como un hombre!.- gritó empujandome desde el pecho hacia atrás.
-¡Nino lo vas a matar!.- oí a Alya y no se porque pero su comentario me causó gracia haciéndome soltar una leve risa.
-¡Deja de reírte y pelea idiota!.- exclamó el moreno volviendo a golpearme.
-Estas más fuerte, bro.- agregué nuevamente.
-¡Yo no soy tu bro!.- bufó empujandome nuevamente.
-¡Aló! ¡Luka! ¡ven rápido a mi casa!.- oí a Marinette nuevamente y la miré detrás con el celular en su oído.- ¡rápido por favor! ¡Nino está peleando con Adrien!.- mi bichito era tan tierna.
-Hey Agreste, ¿me ves?.- me sujetó con fuerza y asentí sin poder borrar mi sonrisa del rostro.- pierdete que aquí no te queremos.
-¿En serio?.- pregunté viendolo fijamente y el frunció aún más el ceño.- entonces, ¿por qué aún tienes la gorra que te regalé?.- me empujó nuevamente haciéndome caer y se me tiró encima.
-¡Eres un imbecil!, ¡vienes como si nada!.- golpe.- ¡Te metes con Marinette!.- golpe.- ¡hablas con mi novia como si nada!.- golpe.
-¡Nino por favor!.- Marinette estaba llorando y se acercó de nuevo pero le hice una seña de que se hiciera para atrás.- ¡Adrien!.- exclamó.
-¡Nino detente!.- agregó Alya, pero él hizo oídos sordos.
-¡Te llamé por meses!.- golpe.- ¡te envié correos!.- golpe.- ¡Hice de todo y tú!, ¡mal amigo!, ¡hipócrita!.- su voz sonaba con furia y solo dejaba que soltara todo lo que sentía.
Oí el ruido de una moto a lo lejos y simplemente el peso de Nino sobre mi ya no lo sentía. Abrí un poco mis ojos y vi los llorosos de Marinette, sintiendo el tacto de sus manos en mi rostro.
-¡Adrien!.- gritó.
-Tranquila bugaboo, estoy aquí.- formulé.
-¡Sueltame Couffaine!.- oí nuevamente la voz de Nino.
-¡No hasta que te calmes!.- me senté lentamente, mientras Mari me ayudaba y pude ver como Luka me daba la espalda evitando que mi amigo se acercara empujandolo desde el pecho.- ¡Nino tranquilizate!.
-¡¿Cómo puedes estar tranquilo?!.- le gritó molesto.- ¡El estaba abrazando a tu novia!.
-¡Lahiffe!, ¡calla la puta boca y calmate!.- soltó en tono más firme sujetándolo nuevamente.
-¡No me pienso calmar!.
-¡Ahg!, ¡Marinette no es mi novia!.- le gritó y se detuvo viéndolo con confusión.
-¿Qué?.
-¿Adrien?.- me habló Marinette, la oía lejana, me sentía muy mareado.
-Me duele la cabeza.- articulé y vi todo negro.
-¡Adrien!.- oí a lo lejos y desperté en la habitación de Marinette.
-¿Pero que pasó?.- me senté lentamente en la cama, tenía una toalla mojada en la frente y hielo.
-Tu amigo de dio una buena paliza. - oí la voz de Plagg y lo busqué con la mirada, rápidamente apareció frente a mi.- Marinette, estaba hecha un manojo de nervios.
-¿Marinette?, ¿dónde está?.- en eso se abrió la puerta y rápidamente Plagg se ocultó.
-Adrien, ya despertaste.- era ella, se adentró junto con Tikki y me hizo recostarme nuevamente.- no te levantes.- dictó y Tikki se metió en el closet.
-¿Qué fue lo que pasó?.- pregunté viéndola hacia arriba, ella peinó mi cabello volviendo a poner el hielo en mi rostro.
-Nino te goleó muy feo y te desmayaste.- miré hacia la ventana y estaba oscuro.
-¿Cuánto dormí?.- me dolía todo.
-Estuviste inconsciente como ocho horas.- soltó con pesar.- pensé que no despertarias, te revisó un doctor así que estarás bien, debes tomar un desinflamatorio y analgésicos para el dolor.
-Ese Nino es un idiota.- solté una risa.
-No me parece gracioso, ya lo reté junto con Alya y Luka.- frunció el ceño.
-¿Dónde están?.- pregunté por acto reflejo.
-En la sala... Y-yo... Les conté sobre todo junto a Alya...
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