Capítulo 19
~Marinette~
Estamos viéndonos fijamente aún con nuestros puños unidos cuando llegó la prensa con sus cámaras, micrófonos y preguntas.
-¡Ladybug!, ¿A que se debe la aparición de nuevos akumas?.
-¡Chat Noir!, ¿Por qué no estabas en el anterior ataque?.
-¡Chat Noir!, ¿Por qué dejaron París?.
-¡Ladybug!, ¿Son pareja?, ¿Están peleados?.
Y miles y miles de más preguntas, las cuales no tenía idea a cual responder primero.
-¿Qué opinan de la gente que dice que han traído ustedes a los akumas?, ¿Cómo responden a tales acusaciones?.
Nos ponían los micrófonos encima y cada vez no sabíamos que más hacer, perdimos la práctica se podría decir.
-¡Ladybug! ¿Qué tan cierto es que el anterior akuma te culpó de la muerte de su esposa?.- y esa fue la gota que rebasó el vaso, bajé el rostro recordando cada palabra de ese sujeto y la culpa comenzó a invadirme.
-¡Ya basta!.- exclamó Chat Noir y lo miré con los ojos muy abiertos.- Ladybug y yo solo estamos aquí para proteger París de los ataques de akumas, no tienen ningún derecho a tratarla como si fuera una basura, midan sus palabras porque es una persona como cualquier otra con sentimientos y problemas normales.- se veía molesto, apretaba sus puños a sus costados.
Los periodistas guardaron un poco de silencio ante sus palabras estando estáticos en sus posición, Chat me me miró tomando mi cintura mientras extendía su barra sacándome se ahí.
-¡Ladybug!, ¡Chat Noir!.- gritaron los periodistas desde abajo.
-Contestaremos sus preguntas en otro momento.- agregó Chat antes de salir de ahí.
Ambos nos manteníamos en silencio, él tenía la mandíbula apretada y yo miraba los techos de las casas parisinas en el suelo.
No me di cuenta en qué momento Chat aterrizó en el pequeño balcón de mi departamento, la ventana estaba abierta así que entramos a mi habitación. El beep de los miraculous comenzó a sonar y ambos nos destranformamos.
Plagg y Tikki cayeron rendidos sobre la cama.
-Tikki... Plagg... En la cocina hay queso y galletas.- musité y ambos asintieron en silencio volando fuera de la habitación.
Adrien miraba hacia afuera con una mano en su cintura y la otra apoyada en el marco de la ventana.
-Adrien... .- musité acercándome y suspiró pesadamente.- no te enojes, y-yo...
-Marinette, lógicamente me voy a enojar.- se volteó a verme.- sólo mira como te trataron.- hizo una mueca.- no tienen derecho a decir eso después de que derrotados a un akuma.
-Lo se, pero... Están asustados, supongo, no lo sé.
-De todas formas, no permitiré que digan cosas sobre ti.
-Sólo olvídalo, ¿si?.- tomé tu mano acariciandola con mi pulgar.
-Está bien.
-¿Podrías sonreír un poquitito?.- pregunté agudizando mi voz y sonrió volteandose por completo.- así te vez mejor.
-Tu igual... .- susurró tomando mi mejilla.
Su mirada era casi hipnótica para mi y el calor de su mano sobre mi rostro era tan gratificante...
El sonido de mi celular no hizo saltar y ambos miramos hacia otro lado aclarando nuestras gargantas.
-Deberías contestar.- dijo él mientras ponía una mano en su nuca.
-Cl-claro.- saqué mi celular y vi quien me llamaba, miré a Adrien un momento y luego contesté.- Hola, Luka... tranquilo, ¡Luka! ¡calmate!... estoy bien, no me pasó nada.- me paseé en la habitación y Adrien se sentó en mi cama frente al gran espejo que tenía al frente.- Escucha, estoy bien en mi casa. Apenas ocurrió el ataque me vine para acá... Es que... Se me había acabado la batería, pero estoy bien no te preocupes. Hablamos después, ¿tu estas bien?... bueno, nos vemos.- colgué.- era Luka... él estaba preocupado.
-Si, lo sé... ¿pudiste hablar con él?.- me paré delante suyo y asentí.
-Si, aclaramos las cosas... de hecho fue muy comprensivo como siempre, somos amigos.- sonreí al recordar las cosas que me dijo.
-Me alegro por ti.- tomó mi mano.- me refiero a que sigan siendo amigos.
-Siempre lo fuimos y él, bueno... siempre tuvo las cosas claras con respecto a lo que yo sentía.- miré hacia abajo.- aunque eso no quita que me sienta mal por él.
-Entiendo... .- dijo por lo bajo.- no nos conocimos mucho, pero si alcanzamos a ser amigos antes, no se si lo recuerde.
-Por cierto, cuando hablé con él me dijo que necesitaba hablar contigo y que fueras a su casa.
-¿Conmigo?, ¿sobre que?.- enarcó una ceja.
-No lo sé.- me encogí de hombros.- me dijo que eran cosas de hombres.- hice una mueca de molestia.
-Ya veo.- miró un punto muerto y luego sonrió.- creo tener una idea de lo que me dirá.
-¿Si?, ¿qué cosa?.- pregunté curiosa y soltó una risa.
-Eso, como bien dijo Luka, son cosas de hombres.
-Pero soy tu compañera.- me crucé se brazos.
-¿Mi compañera?.- se puso de pie frente a mi viéndome hacia abajo por la diferencia de altura.- déjame hacer memoria.- puso cara de pensar.- ya recuerdo, la que me dijo que me fuera y la dejara sola en la batalla, ¿no?.- sonrió de lado y volteé mi rostro.
-No es justo.
-Te contaré después de haber hablado con él, ¿bueno?.- respiré y lo miré nuevamente.
-Bien y lo siento.-me disculpé.- se que eres mi compañero y realmente me hace feliz que luches a mi lado, es lo que...
-Está bien... Yo no puedo juzgarte, porque de haber pasado lo que tu viviste estoy seguro que reaccionaria igual que tu o peor incluso.
-Gracias... sobre el akuma de hoy... Me dijo que me enviaba saludos del maestro.- lo mire preocupada.- eso quiere decir que definitivamente el que tiene a Nooroo también tiene al maestro y Wayyz.
-Al menos podemos confirmar eso, debemos idear un plan para encontrarlo lo antes posible, no podemos dejar que pase más tiempo.
-Lo se... No sabemos en que condiciones lo tiene.- tomé mi cabeza con ambas manos.- esto es tan frustrante.- suspiré y tomó mis brazos.
-Hey, tranquila. Lo encontraremos.
-Eso espero.
-Marinette... .- puso una mano en su nuca.- yo se que no es momento para hablar sobre esto, pero...
-¿Pero?.
-Yo quería hablar sobre noso...
Tocaron la puerta principal y me maldecía internamente por quien sea que fuera el que interrumpió.
-Espera... iré a ver quien es.- respondí con una mueca dirigiéndome hacia la puerta.
Cuando la abrí, rápidamente mi mejor amiga entró hecha una furia.
-¿Hola?.- entre saludé y pregunté por su repentino arrebato.
-Marinette Dupain Cheng ,no tienes idea de lo vuelta loca que estaba buscandote. Primero tuve que salir corriendo para conseguir una nota sobre la pelea de Ladybug y Chat Noir con el nuevo akuma, ¡fue un completo caos!.- se explicaba con las manos caminando de un lado a otro.
-Si... Con respecto a eso...
-No me interrumpas.- alzó su dedo viéndome con el ceño fruncido y cerré mi boca.- después que todo acabara tenía muchas llamadas perdidas de Luka, así que lo llamé y estaba muy preocupado porque no contestaras el celular y disque te ibas a juntar conmigo.- se paró frente a mi.- entonces yo le dije que no me habías dicho nada, y me cuenta un poco sobre lo que querías contarme y déjame decirte que, ¡¿que diablos tienes en la cabeza?!.- exclamó tomando mis hombros.- ¡¿por que terminaste con Luka?!.
-Alya, si me dejaras hablar...
-¡Es que no lo entiendo!, estabas feliz con él y es un buen chico, ¡hasta tus padres lo aceptan!.
-Alya...
-Se que estas estresada por la universidad y todo eso, pero no...
Sus palabras se quedaron en la boca y su vista se posó detrás de mí, yo me quedé en silencio y ella igual. Cuando me di vuelta vi a Adrien parado en el pasillo con las manos a sus costados pasando una de ellas por su cabello.
-Hola Alya.- saludó con una cara entre feliz y preocupada.
Sentí temor por como fuera a reaccionar mi amiga y como era de esperarse no lo tomó bien. Sus facciones se endurecieron viendo a Adrien y luego posando su mirada en mi, yo me encogí un poco en mi misma.
-Marinette, ¿Qué hace él aquí?.- preguntó con voz firme y seria, casi con desprecio.
-Y-yo...
-No me digas que por él terminaste con Luka.-lo apuntó.
-A-alya calmate un poco.- puse mis manos en sus hombros pero los quitó.
-Aly...
-Tu ni me hables, no te atrevas a dirigirme la palabra, Agreste.- lo interrumpió sin mirarlo.
-¿Podrías calmarte?.- tomé aire.
-¡No, no me pienso calmar!. ¡Terminaste con Luka porque volvió este de aquí!, ¡es-este mal amigo!.
Adrien se mantenía en silencio y casi podía sentir como sus sentimientos eran estrujados por las palabras de mi amiga.
-¡Ya te dije que no fue su culpa!.
-¡Y yo ya te dije que intentamos hablar con el y jamás nos respondió una sola vez!.
-Es complicado Alya, por favor.
-Nada de "Alya por favor", además él.- lo apuntó de nuevo.- Mari, estuviste muy mal por su culpa, reacciona. Más encima se acostó contigo y se fue, ¡es un poco hombre!.- se volteó a verlo con enojo y se acercó.
Eso fue lo que me colmó, Adrien apretó su mandíbula mientras contenía el carmín de sus mejillas, me puse inmediatamente entre ellos para evitar cualquier cosa.
-Marinette quítate que le daré su merecido.- nunca había visto a Alya de esta forma.
-¡Entiende que yo no terminé con Luka!, ¡él terminó conmigo!.- mi amiga calmó su respiración cambiando su expresión a una extrañada.
-¿Cómo?.
-Lo que oyes... él terminó conmigo.
-Ya no entiendo nada.- restregó sus ojos por debajo de los lentes.
Adrien puso una mano en mi hombro y agradecía inmensamente esa acción porque sentía que en cualquier momento me desplomaria en el piso.
-Si dices que él terminó contigo debió tener un motivo. ¿Acaso le fuiste infiel con Agreste?.
-¡Por dios Alya!, ¡no!.- exclamé negando con la cabeza.
-Marinette... .- habló Adrien detrás de mí.- cuéntale.- me volteé a verlo.
-P-pero...
-Estoy seguro que el maestro lo entendería.- hice una fina línea en mis labios y mi corazón comenzó a palpitar con fuerza contra mi pecho. Asentí.
-Alya... Te contaré una historia un tanto complicada.- le indiqué que se sentara en el sillón pero solo se quedó de pie con los brazos cruzados.
Me senté en el sillón grande y Adrien se puso a mi lado tomando mi mano, le sonreí levemente por su acción, sabía que me estaba dando fuerza.
Alya frunció el ceño, pero se sentó frente a nosotros en el sillón individual.
-Te escucho.- soltó enojada cruzando una pierna sobre la otra.
-Antes que nada, quiero que prometas que no se lo dirás a nadie y que no me vas a interrumpir.- miró hacia otro lado.
-Bien, lo prometo.
Comencé a contarle sobre todo, desde el principio.
-Un día... Para ser precisas, el primer día de clases en el instituto, ¿lo recuerdas?.- asintió en silencio.
-Pero no se que tiene que ver... .- la miré mal.- prosigue.- rodó los ojos.
-Ivan fue akumatizado, nosotras nos hicimos amigas ese día.- sonrió levemente pero cambió enseguida a su expresión de molestia.- ese día cuando llegué a mi casa encontré una pequeña caja en mi habitación.- sonreí el recordar a Tikki.
-¿Una caja?.- enarcó una ceja.
-Si, una caja. La abrí y desprendió una fuertemente luz.
-¿Qué tenía?.- arregló sus gafas.
-Tenía un par de aretes, precisamente los que traigo ahora mismo.- se los mostré poniendo el cabello detrás de mí oreja.
-Siempre los traias puestos en el instituto, pero el año pasado no.
-Te explicaré, solo déjame hablar.- cerró la boca.- cuando los vi.- solté una risa.- un pequeño bicho rojo apareció frente a mi.- iba a hablar pero la hice callar con la mano.- pensé que era una especie de ratón extraño y me asusté, pero me habló explicándome que debía detener a Ivan.- Alya abrió la boca por el asombro.
-Eso quiere decir...
-Tikki, ven.- llamé a mi kwami que estaba oculta junto a Plagg arriba de la nevera, ambos volaron frente a nosotros.- Ella es Tikki y él es Plagg.- los presenté y kwami sonrió levemente acercándose a mi amiga.
-Hola Alya, es un gusto que me conozcas ya que yo ya te conocía.- Alya soltó un grito mudo parpadeando varias veces al tener a mi pequeña frente.
-Ese mismo día yo me convertí en Ladybug.- miré a Adrien para que prosiguiera.
-Cuando hubo el primer akuma yo me había escapado de la mansión para poder asistir al instituto, pero antes de poder entrar Nathalie me encontró y llevaron a casa.- sonrió de lado.- por eso no estuve el primer día con ustedes... Cuando llegué a mi habitación encontré una pequeña caja y cuando la abrí una luz verde me cegó y apareció este glotón.- apuntó a Plagg.
-Deberían haber visto su cara, estaba llorando de miedo.- agregó Plagg y Adrien lo tomó.
-Eso no es cierto, estabas buscando comida e incluso mordiste mi control remoto.- solté una risa.
-Como digas portador idiota.
-La cosa es que la caja tenía un anillo, el mismo que tengo ahora en mi mano.- se lo enseñó.- Plagg me dijo que tendría una compañera y que debía ayudarla a detener al akuma.
Alya miró la mano de Adrien y luego me miró a mi aún sin entenderlo del todo.
-Ese día me convertí en Chat Noir. Estaba aprendiendo a usar mis poderes cuando cierta chica de rojo enmascarada tropezó conmigo haciéndonos caer con su yoyo.- soltó una risa y lo golpeé con mi codo.- y luego me golpeó en la cabeza.
-No es mi culpa, no sabía usar el yoyo.- alegué.
-Después de eso combatimos con el akuma y lo detuvimos... o eso pensamos.- nos miramos.
-Digamos que se nos olvidó cierto detalle.- agregué.
-Nos fuimos a nuestras casas y luego el akuma se multiplicó, debíamos purificarlo, pero no lo sabíamos o al menos yo no hasta que Plagg me lo dijo.
-Yo no quería volver a transformarme e incluso tenía pensado que fueras tu quien tuviera a Tikki.- la señalé.- a ti te gustaban esas cosas de superheroes y yo era muy torpe, no me creía capaz.-me encogí de hombros.- luego te vi en peligro y no tuve más opción de transformarme otra vez.
-Detuvimos el akuma esta vez purificandolo por completo y yo... .- miró miró hacia otro lado y pude notar como sus mejillas se ponían rojas.
-Y te gustó Ladybug, ¿no?.- preguntó Alya sonriendo burlona, Adrien no respondió.
-No sabíamos quienes éramos y al día siguiente Adrien fue a clases ocurriendo ese malentendido del chicle.
-Me sentí muy mal por eso, ¡estaba recién llegando y quería caerles bien!.- hizo un puchero.- pero Marinette pensó que había sido yo.
-Chloe me hacía mucha burla y eras su amigo, ¿no crees que era normal que pensara que le ayudaste?.- me crucé de brazos.
-Buen punto.- hizo una mueca.- pero después me disculpé o más bien te expliqué que yo no fui.
-No te creí hasta que me contaste... bueno eso.- sonreí, él solo quería tener amigos.- comenzó a llover y Adrien me dio su paraguas, nos hicimos amigos.- sonreí recordando ese momento... ahí me enamoré de él.
-Recuerdo que me contaste eso.- agregó Alya.- desde ahí andabas vuelta loca por señorito Agreste.
-¡Alya!.- protesté y Adrien me miró coqueto.
-Así que loquita por mi.
-¡Ay! ¡por favor!.- lo empujé.
-De verdad no puedo creerlo, ¡ustedes son ellos!.- se puso de pie.- ¡mi mejor amiga es Ladybug! Y Chat Noir es... ¡dios!.- puso una mano en su frente.- los tuve a mi lado desde el principio y no me di cuenta, esto es el fail que marcará mi carrera como periodista.- negó con la cabeza.
-Bueno en cierto modo... .- me expresé y frunció el ceño.
-Pero eso no quita lo que hablábamos.- Tikki y Plagg se mantenían en silencio posados en los brazos del sofá.- Adrien se fue a Alemania...
-Eso no fue así.- la interrumpió él.- yo jamás me fui a Alemania.- bajo la vista.
-¿Entonces?.
-Hace tres años... .- apreté mis manos.- hubo el ataque de otro akuma y como era de esperarse fuimos a luchar con él, pero era distinto...
-¿En qué?.
-Tenía un odio puro porque era un asesino contratado... Por Hawk Moth.- miré a Adrien y asintió en silencio.- peleamos contra él y lo derrotamos, a duras penas, pero lo hicimos.
-Eso es bueno.- agregó la morena.
-La verdad no mucho... .- me comenzó a faltar el aire y sujeté fuertemente la mano de Adrien.
-Hey, tranquila bugaboo.- se agachó un poco haciendo que lo viera a los ojos.- recuerda que estoy aquí.- asentí varias veces y se irguió nuevamente.
-Adrien no fue a Alemania porque Chat Noir... Chat fue atacado por el akumatizado.
-¿Por el asesino contratado?.-preguntó.
-Alya, yo no volví a aparecer porque esa noche... yo morí.
"Escuchar y pensar antes de hablar."
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro