1 mes había pasado desde entonces, todo estaba más calmado y tranquilo.

Por más que Jane no haya podido curar por completo las heridas de Lonnie en el momento, estas mismas habían cicatrizado increíblemente rápido, al punto que el vendaje que debía ser retirado en 2 semanas terminó retirándose en sólo una semana.

Celia constantemente le preguntaba a las cartas si había algo grande que se acercaba, pero no, en un buen tiempo no iba a ocurrir ninguna catástrofe en Auradon.

Nadie supo todo lo que ocurrió, a excepción de Lonnie, Jay, Jane y Celia, que desde entonces intentan evitar el tema.

Lonnie le había contando la noticia de Shan Yu y su hijo a su madre, esta estaba aliviada del tema, odiaría tener que enfrentarlo dos veces. Mientras tanto Lonnie simplemente intentaba olvidar el tema y esos traumantes recuerdos.

Se preguntaran ¿Lonnie y Jay al fin entraron en una relación, o al menos se confesaron tomando en cuenta lo que les dijo Celia?

Pues, lamentablemente la respuesta es no.

Esta vez ya no era el problema de "Me gusta, pero no se si le gusto" ya que prácticamente ambos estaban consientes de que si había algo entre ellos, el problema esta vez era que ninguno de los dos sabía como dar el primer paso, no sabían que hacer, o que decir a la hora de declararse, y tampoco sabían como iba a tomárselo el contrario, así que no les quedaba otra alternativa más que seguir siendo amigos hasta que al fin uno se atreva.

Ese mes que había pasado era tranquilo, al fin Lonnie sentía que podía tomarse un respiro de tanto estrés.

En estos momentos, Lonnie se encontraba caminando por los pasillos de la preparatoria, las clases de ese día habían acabado, así que el pasillo estaba repleto de gente que iba y venía, todos metidos en su propio mundo, algunos iban caminando y otros corriendo, los que iban corriendo eran los que se chocaban con cualquier que estuviera frente a ellos.

Lonnie estaba revisado los horarios para los exámenes que venían en su celular, estaba tan concentrada que no prestaba atención a la gente a su alrededor, aunque tampoco le importaba.

Sentía a algunas personas con prisa chocar contra ella, sin embargo no les prestaba mucha atención.

Entre todo el embotellamiento de gente que había, Lonnie sintió una mano en particular...que le tocó el trasero por sobre la falda.

Aquella mano no parecía que lo había hecho accidentalmente, como pasa en la mayoría de las ocaciones, era claro que lo hizo apropósito, e incluso parecía haberlo hecho con ganas.

Lonnie de inmediato volteó atrás suyo molesta, esperando ver a su agresor, sin embargo sólo vió a mucha gente caminando, nadie parecía sospechoso.

Al no encontrar a nadie, Lonnie sólo rodó los ojos y bufó, supuso que la persona que la tocó debió ser un simple pervertido que va acosando por ahí a todas las chicas que le parecían lindas. Así que, de mal humor, fue a su habitación.

A la mañana siguiente Lonnie como de costumbre, hizo su rutina mañanera de ejercicio antes de clases, estaba trotando por la misma ruta que siempre seguía, vestía la típica ropa de ejercicio, unos leggins negros junto a un top del mismo color; la cicatriz de la batalla de hace un mes, a pesar de haber sido grabe en su momento, no era un corte demasiado largo, era profundo, pero corto, debía medir unos 4 centímetros, y como estaba ubicado poco más abajo del ombligo se le hacía fácil ocultarla.

Normalmente a la hora que trotaba no había casi nadie en las calles, se encontraba a gente yendo a trabajar, algunos negocios abriéndose y una que otra vez encontraba a otras personas trotando, sin embargo ninguna de estas personas solían notarla siquiera.

Sin embargo en esta ocasión era diferente, Lonnie desde que salió sentía a alguien mirándola y mirándola sin parar, acechándola como si fuera una presa.

La mirada no cesó ni un sólo momento, esto dió a entender a Lonnie que, sea quien sea que la mirara, la estaba siguiendo, y por más que la asiática mirara al rededor, no veía a nadie, era claro que su acosador se escondía.

La mirada la empezó a poner incómoda, he incluso en cierto punto se empezó a sentir insegura, así que decidió acortar su ruta por ese día, tomando un atajo a la preparatoria.

El día siguió avanzando hasta que terminó el entrenamiento de R.O.A.R por ese día, los chicos ya se habían cambiado, ahora Lonnie había entrado a los vestidores.

El entrenamiento de ese día había sido realmente brutal y exhaustivo, Lonnie estaba demasiado cansada, su piel estaba roja mientras sudaba, lo único que quería era darse una buena ducha.

Al entrar, dejó su bolso en una de las bancas de ahí, mientras dejó correr el agua de la ducha, se sacó su chaqueta, y luego su camiseta dejando ver su sostén deportivo.

Cuando se lo estaba a punto de sacar, escuchó el sonido de...¿Un celular sacando fotos?

Aquel sonido era opacado por el sonido de la ducha, sin embargo Lonnie lo escuchó de todas formas.

Empezó a mirar al rededor rápidamente, su vista llegó a una de las ventanas del lugar, las ventanas de los vestidores eran pequeñas y se encontraban muy arriba, además eran de esas ventanas las cuales de no se podían ver a través de ellas, sin embargo una de esas se encontraba abierta.

Cuando Lonnie miró esa ventana en específico, vió m una mano sosteniendo un celular, la cámara del celular claramente la apuntaba a ella.

Aquella persona tras el celular, al percatarse de la mirada de Lonnie bajó el celular y Lonnie escuchó sus pasos alejarse.

Cuando fue corriendo a la ventana para ver quien era el pervertido, no vió a nadie, había escapado.

Lonnie con mucha rabia cerró esa ventana y se aseguró que las demás también estuvieran cerradas "ya ni bañarme tranquila puedo" pensó Lonnie.

Mientras se duchaba se puso a pensar que esos sucesos no eran coincidencias no fueron provocados por personas diferentes, sospechaba que tenía un acosador, un pervertido acosador.

De sólo pensar en eso se enojaba, ¿Como es que podía existir gente tan descarada? Ella ya ha tenido chicos que la han mirado con lujuria cuando entrenaba o estaba en traje de baño, sin embargo ese chico se pasaba.

"El día que lo encuentre se va a enterar" Pensó Lonnie.

Al día siguiente Lonnie estaba parada en uno de los jardines de la preparatoria, en aquella ocasión estaba usando audífonos para escuchar música.

Su música estaba a todo volumen, no escuchaba nada de lo que ocurriera a su alrededor, estaba parada mirando algo en su celular.

De repente, siente a alguien muy cerca de ella a sus espaldas, esa presencia de inmediato la perturbó, apagó la música y al darse vuelta y miró hacia abajo y se dió cuenta de algo realmente desagradable, un tipo encapuchado, le estaba sacando fotos bajo el vestido.

El tipo de inmediato salió corriendo, sin embargo Lonnie fue tras el, esta ves no iba a permitir que se escapara.

Lo fue persiguiendo por algunas calles, le impresionó lo rápido que era el tipo.

Pero el tipo se topó una calle llena de gente, así que decidió meterse ahí para confundir a Lonnie.

Entonces lo perdió de vista entre tantas personas, Lonnie intentó buscarlo y reconocerlo entre toda esa gente, pero no lo vió, había vuelto a escapar.

La asiática supo de inmediato que ese tipo era el mismo que la acosaba esos últimos días, lamentablemente no pudo verle el rostro, pero lo que sí notó es que al parecer el tipo era moreno, por alcanzó a ver el tono de piel de una de sus manos.

Lonnie le contaría a alguien sobre esta situación, sin embargo prefería solucionarlo ella sola, aunque si, la última vez que intentó resolver las cosas sola, por poco las cosas terminan mal, esta ocasión era diferente, la última vez luchó contra un adulto con clara ventaja física, pero en esta ocasión sólo se enfrentaba a un chico de entre 16 y 19 años pervertido con una buena golpiza la dejaría en paz, aunque si la situación llegara a pasar a mayores ella no dudaría en pedir ayuda; afortunadamente últimamente la chica asiática poco a poco aprendía a dejar su orgullo de lado, y pedir ayuda ya no era algo de lo que se avergonzara o que intentara evitar a toda costa.

Al día siguiente Lonnie tendría una cita con Jay después de R.O.A.R, cosa que le aliviaba un poco, su acosador de seguro no se atrevería a hacerle nada estando acompañada de alguien.

Lonnie ya se había cambiado su uniforme de R.O.A.R por su ropa para la cita, y por más que aquella fuera una cita "romántica" no se puso algo demasiado extravagante, sólo una simple blusa con una simple falda, nada del otro mundo, normalmente no se molestaba en hacer que su ropa destaque.

Cerró el gimnasio y se dirigió a su habitación para dejar su bolso de R.O.A.R allí. Ya al llegar aprovechó también de arreglarse el cabello y de maquillarse un poco, pero sin exagerar, al estar lista salió de la habitación.

Luego de eso tomó su celular para preguntarle a Jay por mensaje en que lugar iban a encontrarse para su cita. Por más que no lo demostrara, estaba muy emocionada. En aquellos momentos ella se encontraba en la entrada de la preparatoria (la cual a esa hora estaba prácticamente vacía) y estaba apoyada en una pared.

Mientras escribía escuchó unos pasos acercarse con lentitud, pero ella sólo los ignoró, pensando que simplemente alguien quería entrar a la preparatoria.

Justo después de terminar de escribir el mensaje y enviarlo, los pasos ya se habían acercado mucho a ella, entonces de la nada siente la mano de su acosador.

En esta ocasión, comparada con todas las veces anteriores, el acosador fue más descarado, ya que fue directamente a Lonnie y le apretó un pecho con la mano, como si nada.

Lonnie levantó la mirada, más enojada que nunca, su acosador de inmediato salió corriendo adentro de la preparatoria.

—Oh no, esta vez no te escaparás—dijo Lonnie persiguiendo al chico casi de inmediato.

El chico era muy rápido, sin mencionar que Lonnie corría más lento usando tacones, así que le costaba mucho intentar no perderlo de vista.

Lonnie no estaba segura de cuanto tiempo lo estuvo persiguiendo, pero estaba segura de que ya había recorrido prácticamente toda la preparatoria.

Finalmente vió al encapuchado entrar a un salón con un pequeño cartel en la puerta que decía "fuera de servicio" .

Lonnie sin siquiera pensarlo un poco entró al salón.

Aquel salón se encontraba en uno de los pasillos menos recorridos y más descuidados de la preparatoria, de hecho las luces ni siquiera funcionaban en ese pasillo.

Dentro del salón no había nada, a excepción de unos cuantos pupitres en mal estado, un escritorio viejo y empolvado, y uno que otro material de limpieza como escobas o trapos.

En los primeros segundos Lonnie no vió nada en su campo de visión, pero un escalofrío recorrió todo su cuerpo al sentir la puerta del salón cerrarse atrás de ella.

Al voltear vió a su agresor encapuchado, él había cerrado la puerta.

Le había tendido una trampa.

—¿QUE DEMONIOS HACES?—exclamó Lonnie, empezando a sentir temor—¿QUIEN MIERDA ERES?

El tipo de la capucha soltó una pequeña risa y se bajó el gorro revelando su identidad.

—Aziz...—murmuró Lomnie, en shock.

—Finalmente te das cuenta.

—¿Así que has sido tu la persona que me ha acosado?

—Así es—responde, con una sonrisa algo tétrica—déjame decirte que te ves más sexy de lo que pensé sin camisa.

Esto a Lonnie la hizo avergonzarse un poco, y a la vez la hizo enojar más.

—¿Que mierda es lo que quieres de mi?—pregunta Lonnie.

—Te quiero a ti, quiero tu corazón, tus sentimientos, tu cuerpo...quiero poseerte.

—Eres un puto enfermo—dijo Lonnie.

—Ese tonto villano no merece a una chica tan linda y sexy como tu—dijo empezando a acercarse a Lonnie lentamente.

—¿Que estas haciendo? ¡Aléjate de mi!—exclamó Lomnie retrocediendo también.

El salón no era muy grande, así que no tardó en chocar contra la pared

Entonces Aziz agarra las muñecas de Lonnie y las pega contra la pared, imposibilitándole a Lonnie mover los brazos.

Ella toda su vida prefirió enfocarse en la agilidad por sobre la fuerza, y aunque si, ella era fuerte, no solía requerir de la fuerza para las batallas y perfeccionaba más agilidad, aunque en estos momentos la agilidad casi no le servía.

Entonces Aziz dijo unas palabras que le causaron a Lonnie una mezcla entre miedo y asco.

—Ningún hombre jamás sería capaz de complacerte como yo soy capaz de hacerlo...y te lo voy a demostrar.

—Ni se te ocurr-

Antes de que Lonnie pudiera terminar...Aziz le robó un beso.

Su primer beso.

El estomago de Lonnie se revolvió, y no precisamente eran mariposas, más bien eran ganas de vomitar.

Jamás en su vida a sentido tanto asco y rabia al mismo tiempo.

Ella no había dado su primer beso, y tenía planeado darle el privilegio de ser la primera persona con la cual juntaría sus labios a Jay, sin embargo Aziz había mandado ese plan a la mierda.

Lonnie intentaba forzar para separarse del beso, pero era inútil, Aziz la superaba en fuerza.

Cuando al fin se separó, Aziz la miró con una cara pícara, mientras que el rostro de Lonnie no expresaba más que desagrado.

—¿COMO CARAJOS DE ATREVES? ¡ERES UN ENFERMO!—exclamó Lonnie, esforzándose por liberarse.—SUELTAME AHORA MISMO.

—Cálmate preciosa, si te relajas lo disfrutarás tanto como yo—dice Aziz bajando al cuello de la asiática.

Su punto débil.

Empezó a besarlo, lamerlo y a de ves en cuando morderlo. Lonnie involuntariamente soltó un gemido, pero no era uno de placer, si no uno de queja, y de asco, intentaba no emitir ningún otro sonido, ya que notó que ese solo gemido lo había incentivado.

—Y-ya suéltame ¿Te das cuenta que estas intentando violarme?—decía Lonnie aguantando los gemidos, estaba intentando forzar para salir, sin embargo, al ser atacada en su punto débil, se le hacía difícil.

—Shhh...sólo relájate, o esto será peor para ti.

Mientras Aziz le seguía besando el cuello, com una mano sostuvo con fuerza las dis manos de Lonnie que luchaban por liberarse, la otra empezó a bajar desde su hombro, bajando por su abdomen, pasando por su cintura, y siguió bajando esta llegar un poco más allá de la falda, luego su mano volvió a subir, sólo que esta vez por debajo de su falda.

Lonnie al sentir esto, explotó. Con una de sus rodillas le dió un muy fuerte golpe en la entrepierna, al punto en el que Aziz calló al suelo, así dejándola libre.

Aprovechando el estado del moreno, Lonnie corrió a la puerta, giró la perilla, pero esta no habría, al parecer Aziz había cerrado con llave.

Lonnie intentaba forzar la puerta sin éxito, ya se le estaba acabando el tiempo, Aziz se estaba recuperando del golpe.

—Agh, al diablo—dijo Lonnie.

Dió unos pasos atrás, luego corrió hacia la puerta y dió una fuerte patada a esta, abriéndola.

Cuando estaba a punto de salir corriendo, sintió la mano de Aziz agarrándola de la muñeca.

—Oh no, tu no te irás.

Lonnie, sin pensarlo, le dió un fuerte golpe en la nariz, lo que provocó que Aziz la dejara libre. No estaba segura si el golpe lo había hecho sangrar, aunque realmente no le importaba, lo único que quería en esos momentos era correr y decir lo que Aziz le intentó hacer, no pensaba quedarse callada.

Empezó a correr lo más rápido que pudo, pero Aziz la perseguía un par de metros detrás de ella.

—¡Ni se te ocurra irte!—escuchó a Aziz.

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Voy a ser honesta, me dió un poco de cosa escribir este capítulo.

Sólo voy a decir que se preparen, porque los siguientes capítulos van a estar emocionantes.

Be good Auradon~