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Cap 17: Dias malos pero noches felices 2/2

*Regresando al principio del día*

Jay

Antes de que me diera cuenta desperté de golpe.

Cuando digo "de golpe" digo que literalmente desperté con un golpe en la cabeza. Deduje que me caí de la cama y me golpeé contra en piso.

Me levanté sobándome la cabeza, miré hacia el lado y vi a Carlos durmiendo en una posición rara como siempre mientras roncaba, aún no entiendo como Chico soporta dormir en la misma cama de el siendo que yo apenas soporto dormir en la misma habitación que el.

Tome mi celular y eran las 4am, aún era temprano, volví a subir a mi cama e intenté dormir, pero ni siquiera podía cerrar los ojos, todo el sueño se me había esfumado de un momento para otro.

Daba vueltas y vueltas en la cama y no podía dormir, pasaron 1...2...3 horas y escucho mi alarma.

Carlos se despertó por el sonido de la alarma y bostezó.

-Buenos días herma...WOW-exclamó asustado al ver mi cara

-Que-pregunte de malas.

-Te ves...-pronunció Carlos al parecer intentando buscar una palabra sutil.

-¡Espantoso!-exclamó Chico, yo y Carlos lo miramos mal- ¿Que?

-Agh, como sea me iré a arreglar.

Al ir a arreglarme me miré al espejo, y pues, si me veía espantoso, las bolsas bajo mis ojos eran muy notorias y mi cabello estaba más despeinado de lo normal.

Luego fui a desayunar con los demás a la cafetería.

-Te ves terrible-fue lo primero que dijo Uma al verme.

-Ya se-respondí de mala gana

-¿Jane/Lonnie no llegó todavía?-preguntamos al mismo Carlos y yo respectivamente.

-Aun no llegan-dijo Evie- y es raro, normalmente ya hubieran estado acá-comenta extrañada.

Como si fueran palabras mágicas Jane entró por la puerta de la cafetería.

-Valla, conveniente-comenta Uma.

Jane fue a la mesa y se sentó junto a Carlos, siendo abrazada y besada por este casi de inmediato.

-No se coman, hay gente presente-dice Uma.

-Ah, pero cuando son tu y Harry los que se comen en público nadie los puede molestar-dijo Carlos, luego Harry le lanzó un pedazo de pan a la cara.

-¿Y Lonnie?-pregunto  extrañado y algo preocupado.

-Awww, el Romeo se preocupa por su Julieta- bromea Harry.

-Ja ja ja-reí sarcásticamente- pero en serio ¿donde está?

-Oh, Lonnie se quedó dormida-dijo Jane apoyando su cabeza en el hombro de su cachorrito

-Wow, no sabía que esas palabras pudieran usarse en una misma oración-comenta Doug, en parte en broma  y en parte en verdad, porque en los 3 años que llevo conociéndola JAMÁS se ha quedado dormida.

-¿No vendrá a desayunar?-pregunto.

-Con mucha suerte alcanzará a llegar a clases antes que le cierren la puerta-dice Jane.

Baje la cabeza, ver la sonrisa de Lonnie cada mañana es lo que me sube el animo, lo que me hace feliz, lo que me motiva.

Me pasé de cursi ¿no?

-No te pongas triste-dijo Carlos- acuérdate que hoy vas a ver tu noviecita en el entrenamiento.

Yo inmediatamente le di un golpe en la cabeza

-Idiota.

La primera clase del día donde debía ir era química, que es la clase que menos me gusta, no solo porque no la comparto con ninguno de mis amigos o porque siempre me va como la mierda, si no porque mi "rival" está en esa clase, desde aquella conversación que tuve con el y terminé con el ojo morado hace unas semanas se asegura de hacerme la vida imposible a cada MÍNIMA oportunidad que tiene.

Créanme si fuera por mi le daría un buen puñetazo al punto de dejarle corrida la mandíbula, y si soy capaz, pero Lonnie no me lo permite y...

Ok ya estoy empezando a hablar como el rey de los gobernados, nombre común, Ben.

En fin, para esta clase había comenzado, para la evaluación del día de hoy había que hacer el experimento (el cual teníamos que saber de memoria) y si la reacción química resultaba como debía, aprobábamos.

Yo iba poniendo en el vaso los respectivos químicos con sus respectivas cantidades en el orden dado, supongo que las 2 horas de estudio diarias junto con la parejita nerd no fueron tan inservibles como pensé.

Veía de reojo como Aziz me observaba, definitivamente planeaba algo, o peor, había hecho algo. Aunque estaba sentado 2 mesas atrás mío, ¿Que podría hacerme a esa distancia?

Decidí ignorarlo, debía enfocarme en aprobar esto, quizá ese era el plan de Aziz, asustarme para que me distrajera, pues no esta vez, esta vez fui más listo que el.

Cuando casi terminaba el experimento lo único que me faltaba era poner una gota de agua para obtener la reacción química correcta, era solo eso para aprobar

"Esto será pan comido" pensé.

Temblorosamente apretaba lentamente la botella que contenía el agua, asegurándome de que saliera una sola gota, ni una más ni una menos.

Apenas la gota callo e impactó contra los demás químicos, no se porque, pero en ese preciso instante

Mi experimento, ¡Pum! explotó en mi cara, manchándome de negro mi rostro, mi cabello, o básicamente todo lo que tenía expuesto el experimento.

Toda la clase se me quedó mirando mientras yo me sacaba los lentes de protección, los cuales estaban manchados.

Mire en dirección a Aziz, el cual me miraba con una sonrisa traviesa, joder, ahora que hizo.

Tome la pequeña botellita de "agua"' y la miré no parecía tener de malo, asta que decidí agarrar la tapa y la olí, eso no era agua, era...¿alcohol? ¿En que momento los cambio? ¿Como no me di cuenta antes?.

Supe que era el cuando en medio del silencio del salón escuché su risa disimulada.

Luego volteé mi vista hacia el profesor.

-Acabo de reprobar ¿cierto?- pregunte, la sola mirada del profesor me dió la respuesta a esa pregunta- Podría...¿Ir a limpiarme?-pregunté, el profesor solo asintió y salí del salón sin decir nada.

Fui al baño y me lavé la cara, les juro que estoy A NADA de darle una lección a ese niño mimado acosador roba chicas.

De golpe siento un grito agudo en la puerta a lo que volteo a ver de inmediato.

-¿JAY QUE HACES AQUÍ?-exclamó Evie, que fue la que gritó en primer lugar.

Pero ¿porque ella estaría en el baño de hombres? Oh esperen...

-ESTE ES EL BAÑO DE CHICAS- volvió a gritar-SAL DE AQUÍ.

Yo abrí los ojos como platos, probablemente iba tan apurado que no noté a que baño entraba.

-Lo siento lo siento lo siento- dije rápidamente saliendo del baño.

-¿Que hacías acá, pervertido?-preguntó Evie.

-¡Fue un accidente!-exclamé- No sabía por donde venía.

-¿Ah si?-preguntó Evie sin creerme nada.

-Si, p-por favor perdóname, y por favor no le digas al hada madrina.

Evie sonrió pícaramente

-¿Sabes? Podría en este momento ir s decirle al hada madrina.-dijo Evie, volví a abrir los ojos como platos- y sería una pena que esto llegara a los oídos de Lonnie y ella te trate de pervertido.

-No lo harías.

-Oh, ¿tu crees que no?-desafió Evie sacando su celular y mostrando el contacto de Lonnie- Ahora perfectamente podría llamarla y contarle todo.

-¿Que puedo hacer para que no le digas?

-Si esta tarde me permites usarte de modelo para mi nueva línea de ropa masculina no voy a volver a hablar de este tema.

-¿Que? No voy a hacer esto, ¡Tus sesiones de ropa son eternas!

-Pues que pena por ti-dice Evie presionando el botón para llamar.

-¡No!-exclamé

"Hola, soy Li Lonnie, deje su mensaje" se escuchó del celular de Evie.

-¡Ja!-me burlé.

-Aun puedo enviarle un mensaje- dijo Evie-¿Te rindes Jayden?

-¡Nunca!

-Como digas-dijo Evie y presionó el botón para enviar mensaje- Hola Lon, soy Evie, solo quería decirte que Jay...

-¡De acuerdo, lo haré!-exclamo

-Buena decisión-dice Evie cancelado el mensaje-te veo esta tarde.

Cuando llegó el receso fui directo con Aziz.

-¿Porque hiciste eso?-le pregunté molesto.

-¿Te rindes, Jayden?-me preguntó, se podría decir que ambos estamos "batallando" por, ya saben quien.

-Escúchame, no vuelvas a molestarme, o si no, te las verás conmigo-lo amenace, se que le prometí a Lonnie no hacerlo, pero este estupido ya me tiene harto.

-Tu escúchame, soy capaz de mucho más de lo crees, en cualquier momento podría arrebatarte lo que más amas- dijo amenazante- y tú perderías la batalla.

Sin más, dió media vuelta y se fue.

Ahorrándoles el resto del día, vallamos directo a antes del entrenamiento, no lograba encontrar mi uniforme de R.O.A.R. Lo busqué y lo busqué y no lo encontré.

Se me estaba acabando el tiempo, Lonnie me mataría si llego atrasado.

-¿Que estás buscando?-preguntó Chico.

-Mi uniforme de esgrima, ¡No lo encuentro!

-¿No es ese que está sobre el escritorio?-pregunta.

-¡Pero por supuesto que n- -revisé mejor y me di cuenta que ese sí era mi uniforme...¿COMO MIERDA NO LO VI ANTES, los 10 minutos de búsqueda mas inútiles - si....

-Pues será mejor que ye apures porque solo quedan 5 minutos-dijo Chico saliendo.

-¿¡5 minutos?!- exclamé, agarré mi uniforme y rápidamente me vestí.

Ya listo agarré mi bolso y fui corriendo al gimnasio.

Cuando llegué (justo a tiempo)me pare en la entrada para normalizar mi respiración. Vi como Lonnie también estaba llegando atrasada, ok, no se que le pasa hoy, primero llega tarde a clase y ahora al entrenamiento.

Cuando Lonnie estaba a punto de llegar vi como se tropezó cayendo fuertemente al piso. Fui corriendo hacía ella.

-Lon ¿Estás bien?-le pregunté ofreciéndole mi mano para ayudarla.

-Estoy bien-respondió ignorando completamente mi mano.

Vi que cuando apoyó un pie en el piso se quedó quieta, no podía ver su rostro pero juraría que estaba sintiendo dolor.

-¿Segura que estás bien?-insistí. Realmente ella no se veía bien.

-Si si, e-estoy-respondió, su tono de voz se escuchaba forzado, como si estuviera apunto de gritar de dolor-ven, vamos.

La verdad no le creía que estaba bien, pero no había nada que podía hacer para detenerla, así que no me quedó más opción que seguirla.

Al empezar el entrenamiento ella tocó su silbato.

-Muy bien chicos, hoy vamos a empezar por unos estiramientos y luego lucharemos con las espadas ¡Vamos!-tocó silbato y todos asustados hicimos lo que dijo, ella se veía molesta, y provocar a Lonnie mientras esta molesta es la peor decisión que puede tomar cualquier ser humano.

Al terminar de estirarnos Lonnie nos mandó a alinearnos.

-Para la primera lucha de hoy alguien tendrá que luchar conmigo para una demostración ¿Quien se ofrece?-preguntó Lonnie paseándose lentamente frente nosotros.

Nadie respondió, siendo honestos, Lonnie es salvaje a la hora de luchar, y nadie se atreve a ser voluntario para luchar con ella, ni siquiera yo.

Ella sonrió satisfactoriamente, parecía disfrutar el miedo de nosotros.

-¿Nadie?-preguntó.

Chad y yo nos míranos y ambos empujamos a Carlos al frente.

-Carlos-pronunció Lonnie- ¿Quisieras ser el primero?

Carlos tragó saliva- traidores- nos dijo a Chad y a mi con temor y fue donde Lonnie.

-Saludo-dijo Lonnie haciendo el movimiento de saludo con su espada, Carlos lo hizo igual- baja la punta-ambos bajaron la punta de la espada- máscara- se pusieron las máscaras- en guardia.

En eso ambos comenzaron a luchar, yo estaba expectando junto con el resto del equipo y el público (el cual era más de lo normal)

Yo no podía evitar sonreír, verla luchar es una de mis cosas favoritas, su fluidez, su agilidad, sus movimientos, dios ¿Existe una chica más perfecta que ella?

Pero de forma inesperada, en medio de una de sus acrobacias tropezó, el sonido del golpe de su cuerpo contra el piso sonó algo fuerte.

Carlos no desaprovechó la oportunidad y tocó a Lonnie con su espada, de esa forma ganándole por primera vez en su vida.

-No puede ser...LO HICE-exclama felizmente Carlos sacándose la máscara.

Ok, esto me sorprende, Lonnie siempre le gana Carlos, y la caída que tuvo no se veía como si se hubiera caído por hacer mal la acrobacia.

Noté como ella no se paraba del piso y se estaba agarrando el tobillo, no parecía estar bien. Me acerqué a ella

-Lonnie, ¿estás bien?- pregunté, y sin ningún previo aviso, le quité su máscara, revelando así su mueca de dolor, se notaba claramente como a muy duras penas contenía cualquier signo de dolor.

Joder, lo sabía, sabía que debía llevarla a la enfermería cuando aún podía.

-¡Por todos los dálmatas!-exclama Carlos- ¿Te lastimaste? Si te lastimaste mi victoria no contaría, porque según el reglamento-

-Estoy bien-habla Lonnie con claro dolor en su voz- Solo caí mal, es todo...

Cuando intentó pararse y apoyó su pie en el piso sentí que soltó un audible gemido de dolor, al borde del llanto.

Joder, odio verla así.

-¿Quieres ir a la enfermería?-pregunté ayudándola a pararse de la forma más delicada posible- Si quieres yo los vigilo.

-Estoy bien..-respondió con la voz temblorosa y bajando la cabeza, impidiéndome ver su rostro.

"Estoy bien", seguramente la frase que Lonnie usa más cuando sale dañada tanto física como psicológicamente.

Lo que la hace decir esa frase no es nada más que su orgullo.

Su maldito orgullo.

Aunque si, en ocasiones su personalidad orgullosa es graciosa e incluso tierna, hay veces que ella pone su orgullo por encima de su bienestar mental y físico.

Esto me llega a preocupar, ¿Y si algún día le llega a pasar algo realmente grabe y que realmente le afecte, pero ella no quiera pedir ayuda? ¿Que será de ella? ¿Y si como siempre oculta todo con un "Estoy bien"?

Si tan sólo ella entendiera que ser así no le hace bien...

No pido que no sea ella misma, simplemente deseo que entienda que algunas veces hay que dejar tu orgullo de lado para decir "Necesito ayuda".

-Buen trabajo Carlos-dijo Lonnie con una sonrisa, que para los demás sería una sonrisa pura, pero conociéndola, solo está fingiendo-ganaste justamente.-tocó su silbato- cada uno busque una pareja y empiecen a luchar-demandó, yo algo dudoso la obedecí junto con los demás.

Como siempre, elegí de pareja a Carlos para luchar, aunque constantemente me desconcertaba mirando a Lonnie, realmente quería hablar con ella, pero en aquellos momentos debía estar enfocado en la práctica, le hablaría después de R.O.A.R.

Al terminar la práctica todos los hombres nos fuimos a duchar mientras Lonnie se quedaba ordenando el gimnasio, con ayuda de Jane claro.

Al salir Carlos yo nos quedamos un rato conversando mientras ordenábamos nuestros bolsos, al punto de que solo nosotros dos quedábamos en el gimnasio.

-Creo que ya debemos irnos.-dijo Carlos.

-Espera, creo que olvide algo en el camerino.

-Está bien, te espero.

Fui a la entrada del camerino y noté que la puerta estaba un poco abierta, supuse que eso significaba que Lonnie ya había terminado de ducharse o que todavía no había entrado.

Para mi desgracia, ninguna de las dos opciones era correcta...

Con suerte no alcancé a abrir la puerta pero si alcancé a mirar por el espacio de unos cuantos centímetros que dejaba ver la puerta entre abierta hacia dentro del camerino.

A dentro vi...a Lonnie.

Solo que...no estaba vestida.

Lo único que cubría su cuerpo sin ropa era una simple toalla blanca, la cual por cierto, le llegaba muucho más arriba de las rodillas.

Su cabello estaba algo mojado aún, al parecer acababa de salir de la ducha; algunos delgados mechones de pelo se encontraban en su rostro.

Y además, debido que probablemente tomó una ducha caliente, toda su piel estaba ligeramente roja y un poco mojada...es que...dios.

Ante esa vista simplemente me quede en shock y no supe como reaccionar. Quería irme pero mi cuerpo no respondía. Por más que intentaba, no lograba quitar mi mirada de ella.

Ok, no soy un ángel, siendo honestos ya he visto chicas antes con toalla (incluso sin ella) pero es que Lonnie es...Lonnie.

Afortunadamente ella parecía estar chateando por el celular, así que no se percató de mi presencia.

Apenas logré reaccionar desvié mi vista rápido y me fui lo antes posible.

Joder, espero que nadie haya visto eso, si alguien lo llegó a ser, espero que no le diga a Lonnie, no quiero que piense que soy un pervertido.

Llegué al gimnasio y vi a Carlos sentado en una banca esperándome.

-Valla, ¿Que te pasó?.

-Pues...digamos que me topé con Lonnie-le respondí rascándome la nuca.

-Adivinaré, ¿Te la topaste saliendo de la ducha?

-Si...

-¿Ella te vió a ti?

-No...

-¿La miraste apropósito?

-Por supuesto que no.

-Ah, entonces todo está bien. Solo finge que nunca ocurrió.

-Agh, como sea, ya vámonos.

Antes de que me fuera noté como Carlos dirigió su vista hacía abajo y su expresión cambió completamente.

-Wow-pronunció Carlos.

-¿Que pasa?

-Hermano...creo que ver a Lonnie así te dejó un poco...alborotado.

-¿Que? ¿Como como que alborota- ? -miré hacía el punto específico que había visto Carlos y pues, por decirlo sutilmente, algo en mi despertó...literalmente-oh...

-No creo que quieras salir del gimnasio y que la gente vea ese bulto sospechoso en tus pantalones, te recomiendo quedarte acá asta que se te pase-dice Carlos algo burlón.

-Si ok, ya vete-dije algo avergonzado.

Cuando Carlos se fue me senté en una banca e intenté poner mi mente en blanco, o por lo menos pensar en cualquier cosa menos en esa sexy imagen que vi de Lonnie...

...No me miren así ¡No soy un pervertido! Una cosa es ver a Lonnie casi desnuda apropósito y otra cosa muy diferente es verla accidentalmente.

De repente escucho los pasos de alguien dirigiéndose al gimnasio, entré en pánico así que puse mi bolso sobre mis piernas esperando a que no se logre ver mi pequeño gran apuro.

Por la puerta del gimnasio entró Lonnie, solo que esta vez si estaba vestida y seca.

"Joder, lo que me faltaba" pensé, normalmente este sería el momento perfecto para hablar con ella, pero en mis condiciones, no creo que este bien hacerlo en este momento.

-Jay ¿Estarás mucho tiempo acá?, ya tengo que cerrar el gimnasio.

-Emm...saldré en un rato más-respondí, intentando en vano ocultar mi nerviosismo

-Está bien-me entregó las llaves del gimnasio-devuélvemelas cuando puedas.

-Claro...-respondí recibiéndolas.

-Oye-mierda, se sentó a mi lado- ¿Quieres ir al cine conmigo mañana? Iba a ir con Jane pero se acobardó cuando se enteró que era una película de terror.

-C-claro, seguro-respondí nervioso, sólo quería que la conversación acabara lo más pronto posible.

-Genial, nos vemos mañana-me besó la mejilla...

"Joder, Lonnie, me gusta que hagas eso, pero ahora no es el mejor momento para eso, solo pones más dura la situación" pensé.

Al fin se fue y me dejó sólo. Intentaba simplemente no pensar en nada, mientras más rápido me des-alborotaba mejor, aún debía ir a la casa de Evie, y ella ODIA los retrasos.

Unos cuántos minutos más, no estoy seguro exactamente de cuantos, al fin ese bulto en mis pantalones se fue así que me apresuré en llegar a casa de Evie.

Cuando llegué Evie me estaba esperando, cruzada de brazos y con cara de pocos amigos.

-JAY COBRA, LLEGASTE TARDE-exclama Evie, digamos que cuando Evie se enoja es prácticamente otra persona-de hecho más tarde de lo normal...¿Porque te tardaste?

-Emmm...tuve un...inconveniente.

-¿Que clase de inconveniente?

-Me...¿Perdí?-mentí.

Evie entrecerró sus ojos como si me estuviera escaneando o algo así.

-¡Tu con tus tontas excusas!-exclama Evie, me jala de la muñeca hacia su casa.- pues ahora por tu culpa ahora te quedarás acá, como mínimo asta la noche-me regañó.

-¿!Que?! ¡No puedes hacerme esto!

-Claro que puedo-dijo Evie- además, si no lo haces, le contaré a Lonnie lo qué pasó en la preparatoria.

-...Agh, está bien.

Continuaron las horas de tortura, Evie hacía que cada maldito segundo se hiciera eterno.

Me hacia cambiarme de ropa cada 5 minutos, me hacía posar, me tomaba medidas más veces de la que pude contar, me hacía quedarme completamente quieto cuando debía coser alguna parte de una prenda que llevaba puesta (no hace falta mencionar que varias veces me enterró la aguja en la piel), no me dejaba comer nada o descansar, un infierno....

Tras algunas horas, se hizo de noche.

-Bien, ya es todo por hoy.-dijo Evie

-¿Entonces no le dirás nada a Lonnie?

-Mis perfectos labios están cerrados-dice Evie con su clásico tono de diva.

Yo me puse mi ropa para al fin irme, estaba de un humor horrible y lo único que quería era llegar a mi habitación y descansar de este horrible día.

Llegué a mi habitación y cerré la puerta con un portazo.

Decidí guardar las llaves del gimnasio que previamente Lonnie me había pasado para devolvérselas mañana.

Las busqué en los bolsillo de mi pantalón, de camisa, de mi chaqueta...no estaba.

¡Había perdido las llaves!

Joder, Lonnie me va a matar, ahora si que me va a matar en serio, si el hada madrina se entera que Lonnie no tiene la llave probablemente ella tenga problemas que tengan que ver con su puesto de capitana en el equipo. Y todo sería mi culpa

Busque por toda la habitación por si la había dejado caer y nada.

Se me ocurrió que quizá la llave se me pudo haber caído camino acá, así que agarré la primera chaqueta que encontré y me la puse para salir a buscar la llave, el toque de queda aún no empezaba así que tenía tiempo, y mientras más rápido encontrara la llave, mejor.

Primero busqué por los pasillos sin obtener resultado alguno, así que tuve que salir afuera de la preparatoria.

Intentaba pasar por todos los lugares donde estuve, y nada, ya estaba empezando a frustrarme.

Valla, este día si que ha sido un asco, primero no puedo dormir, luego me explota el experimento en la cara por culpa de Aziz, haciéndome reprobar, entré accidentalmente al baño de chicas, llegué tarde a R.O.A.R, tuve una complicada situación cuando vi a Lonnie en toalla, estuve como 4 horas siendo el maniquí de Evie y ahora esto.

De la mera frustración acumulada y del pensamiento de que Lonnie podría dejar de hablarme, patee un bote de basura que estaba ahí, tirándolo al piso y cayendo así la basura que había en su interior. Por miedo a que alguien viniera decidí salir de allí.

Fui a sentarme a una banca cercana para calmarme.

Podía sentir el helado viento de la noche sobre mi, sin embargo no tenía frío, ya que mi abrigo me mantenía tibio.

Cerré los ojos he intenté poco a poco dejar ir mi frustración, o al menos intentarlo.

Una voz familiar me hizo salir de mis pensamientos.

-¿Jay?

-¿Lonnie?

Omnisciente.

Jay se había sentado en una fila de bancas que estaban a lo largo. Lonnie al parecer se había sentado unas 2 bancas lejos de el sin que ninguno se diera cuenta.

-¿Que estás haciendo aquí?-preguntó Lonnie acercándose a lo banca donde estaba Jay y sentándose a su lado.

-Eso debería preguntártelo yo a ti.-le dijo Jay de vuelta.

-Ese no es asunto tuyos-le respondió Lonnie algo molesta.

-Pues lo mío tampoco es asunto tuyo-le dijo Jay igual de molesto.

-Agh.

Ambos miraron en diferentes direcciones molestos con el otro, sin ninguna razón aparente, simplemente no estaban del mejor humor.

Lonnie fue la primera en romper el silencio que se había formado entre ambos.

-Perdón, no fue mi intención hablarte así- dijo Lonnie aún sin mirar a Jay-es que...hoy de verdad tuve un día terrible, no sabes las cosas que me pasaron-lo último lo dijo con una sutil risa.

Jay también suelta una sutil risa.

-Si crees que tu día fue malo, el mío fue peor.

-Por supuesto que no.-responde Lonnie sonriendo.

-Por supuesto que si.

-A ver, dime como estuvo tu día.

-...¿Sabes que? Tu ganas-dice Jay rápidamente, realmente no quería mencionarle a Lonnie lo que ocurrió en el baño de chicas y en gimnasio.

Otro silencio se formó entre ellos, mientras contemplaban las estrellas en el cielo, aquella noche estaba particularmente estrellada incluso más de lo usual.

Jay miró a Lonnie y notó como ella se abrazaba a si misma y temblaba ante el frío, intentando disimular. Y como es la mala costumbre de Lonnie, no salió abrigada a pesar de saber que hacía frío.

-¿Acaso no sabes el significado de "usar suéter cuando hace frío"?-bromea Jay.

-¿Frío? Yo no tengo frío, no hace frío, ¿Tu tienes frío?- mintió Lonnie creyendo que Jay no lo notaría.

-Lon, estás temblando y tienes la piel de gallina-dijo Jay-ven, ponte mi abrigo, antes de que te resfríes.

-No Jay, estoy bien.

-En serio Lonnie, hace mucho frío-insistió Jay, solo quería evitar que Lonnie enfermara.

-Jay, de verdad, estoy bien-repite Lonnie empezando a molestarse.

-Lonnie, te vas a enfermar.

-¡Joder Jay! ¡Ya te dije que no!-exclama Lonnie enojada.

Jay solo suspira y dejan de mirarse, el silencio incómodo entre ellos se volvió a formar. Jay se molestó un poco por la exagerada reacción negativa de Lonnie ante la ayuda que él quería brindarle.

Jay la quería, y la quería mucho, y de ves en cuando su personalidad orgullosa le daba gracia e incluso ternura, pero en ciertas ocasiones sentía que Lonnie se preocupaba mas por su orgullo que por su propia seguridad.

A veces le preocupaba.

-¿Porque eres tan orgullosa Lonnie?-rompió el silencio Jay.

Lonnie sólo guardó el silencio.

-Entiendo que hayan veces donde te avergüence admitir que necesitas ayuda, pero que empieces a poner tu orgullo sobre tu seguridad ya es otra cosa-siguió Jay.

Lonnie soltó un suspiro.

-En realidad no se porque soy así-habló Lonnie- desde que tengo memoria que suelo poner mi orgullo antes de todo, no se como ni porque solo...soy así, y a veces quiero cambiarlo, pero no sé cómo...

-No te estoy pidiendo que cambies, ser orgullosa es parte de ti, de Li Lonnie, simplemente te pido, por favor, que intentes también admitir que algo malo te pasa, no soportaría que te pasara algo malo.-dijo Jay mirando a Lonnie.

Lonnie lo miró a el y soltó una escasa risa.

-Lo intentaré.-responde Lonnie sonriendo.

-Bien.

Luego, como les era costumbre, comenzaron hablar de variados temas de conversación, no importaba cuanto tiempo pasaran juntos diariamente o cuantas veces lo hicieran, siempre hallaban un buen tema de conversación y hablaban con total normalidad, sin silencios incomodos ni nada por el estilo.

Cuando hablaban, por más poco tiempo que fuera, sentían que el mundo alrededor de ellos desapareciera, solo existían ellos dos, y nadie más

Por más que los dos se negaban, ellos se gustaban, pero ninguno quería para darse cuenta. Y no importaba que tanto les insistían sus amigos sobre su química, lo seguían negando, buscando alguna excusa por la que aquello sería imposible.

En cierto punto de la larga conversación se formó otro silencio, esta vez un silencio cómodo, mientras ambos miraban el cielo estrellado.

-Como ya te dije, tuve un día horrible-dijo Lonnie rompiendo el silencio- sin embargo....tu lo mejoraste, gracias.

Jay sonrió

-No hay de que Lo.

Ambos hicieron contacto visual, donde no eran necesarias las palabras, solo se veían, concentrados en los ojos del otro, admirándose.

Mientras más se miraban más se sentía la tensión romántica.

Jay de la nada sintió un inmenso impulso de hacer una completa locura, que era, de una vez por todas, abrir su corazón y mostrar sus verdaderos sentimientos a la asiática.

El ambiente, la tensión romántica, el silencio, el momento, todo era perfecto, probablemente al fin era hora.

Jay sabía que lo que estaba a punto de decir iba a cambiar la relación entre el y Lonnie para siempre, que el rumbo de su amistad dependía completamente de la respuesta de Lonnie.

Sabía que si Lonnie no le correspondía probablemente ya no podrían volver a mirarse a los ojos, y todo se volvería incómodo.

Pero iba a tomar ese riesgo.

Tenía la esperanza de que la asiática correspondiera sus sentimientos.

Era ahora o nunca.

-Lonnie, hay algo que...quiero decirte.

-¿Y que es?

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Al fin actualizo :D

¿Será que Jay al fin le dirá sus sentimientos a Lonnie?

Pues, gracias por esperar pacientemente las actualizaciones y no dejar abandonado el libro 😢❣️

Se despide Consuelo3456~

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