Pasó un mes desde entonces, Jay y Lonnie siempre salían regularmente, sobre todo después de los entrenamientos de R.O.A.R.

Pero hoy no es un día cualquiera, es un día histórico para Auradon, el tan ansiado día de la boda real.

Ese día que parecía que nunca iba a llegar al fin había llegado, el día en el que Mal Igna y Ben Beast se unirían asta que la muerte los separe.

En el castillo de Ben, Ben estaba parado frente el espejo de su cuarto, llevaba un muy formal y elegante traje azul marino, su cabello estaba perfectamente peinado, su corbata a medio hacer y su camisa que estaba completamente abotonada a excepción de los dos últimos botones.

—Chicos, díganme la verdad ¿Este traje me hace ver gordo?—pregunta Ben mirándose de lado en el espejo.

—Tranquilo Ben, te ves di-vi-na—bromea Chad haciendo reír a todos los presentes, incluido al futuro esposo.

Ben suspira y se sienta sobre su cama matrimonial.

—Quien lo diría, en tan solo unas horas nuestra pequeña hermanita ya no será tan pequeña—dijo Jay amarrándose el cabello—más te vale protegerla con tu vida Florian, o si no, vas a ver—levanta su puño en forma de amenaza.

—No se preocupen, daría todo mi reino y mi legado solo para ver su hermosa sonrisa que iluminaría asta la más oscura noche—Ben suspira con una sonrisa atontada, seguramente pensando en Mal.

—Iugh, guárdate la miel para la boda—dijo Harry haciendo una mueca de asco.

—Chicos solo quería agradecerles por acompañarme en este momento tan especial en mi vida, no lo digo muy seguido pero son muy especiales para mi, les juro que cuidaré a Mal como mi posesión mas preciada.

—Estaremos siempre para ti hermano—dice Doug poniendo una mano sobre el hombro de Ben.

—¡Chico! ¡Vuelve en este instante! ¡Te debo poner el Esmoquin! ¡No puedes ir a la boda desnudo!—el grito de Carlos entrando a la habitación con un Esmoquin tamaño perro en su mano mientras perseguía a Chico interrumpe el emotivo momento.

—Ya es una cosa que me bañes—dice Chico escondiéndose bajo una silla de la habitación—¡odio bañarme! ¿Y ahora quieres ponerme ese incómodo y humillante trapo?

—Vamos Chico, Evie lo hizo especialmente para ti, no seas malagradecido—lo regaña Carlos.—deja que te lo ponga.

—Lo haré...¡si logras atraparme!—Chico nuevamente sale rápidamente de la habitación.

—Agh, Chico—bufa Carlos y sale nuevamente tras el.

—Me pregunto como la estarán pasando las chicas—comenta Doug.

Mientras tanto en la casa de Evie, con las chicas...

—¡¿DONDE CARAJOS ESTAN MIS ZAPATOS?!

—¡Mal! Cuida tu lengua, hay niñas presentes—dice Evie refiriéndose a Celia y a Dizzy, esta última peinando a Mal.—no quiero que imiten tu lenguaje.

—¿!Pero donde mier...demonios están!?—Vuelve a gritar Mal.

—Acá están, acá están—dice rápidamente Jane llegando con un par de tacones morado oscuro, casi negros.

—Mal, quédate quieta, no he terminado de hacerte tu peinado—reclama Dizzy.

—Agh, ¡no puede ser! ¡En tan solo dos miserables horas empieza el mejor momento de toda mi vida y lo único listo es mi vestido! ¡Aún no está listo ni mi peinado, ni mis uñas, ni mi maquillaje! ¡AGH!—grita Mal, estresadicima.

Mal llevaba un largo vestido, color morado claro, llevaba mangas largas translúcidas con unos cuantos detalles de dragones, y por último un listón rodeando su cintura.

Mal no es muy buena bajo presión, así que estaba exageradamente estresada.

—Tranquila M, todo va salir bien, no te estreses—dijo Evie.

—¡Para ti es fácil decirlo, tu no te estás casando!—el sonido de el celular de Mal interrumpe la conversación, era Ben, el cual la estaba video llamando—es Ben—exclama Mal feliz—voy a contestarle.

Antes de que Mal hiciera cualquier cosa su celular es arrebatado inmediatamente por la peli azul.

—E, devuélvemelo—reclama Mal.

—No Mal, recuerda, no puedes ver al futuro esposo asta la boda.

—Si es por pantalla no cuenta.

—Claro que cuenta

—¡Dámelo!—Mal se para de la silla donde estaba sentada, ignorando el hecho de que Dizzy la peinaba y que un peine se quedó enredado en su cabello.

Dizzy pone los ojos en blanco y Mal va hacia Evie para quitarle el celular.

—¡Jane!—exclama Evie lanzándole el celular a Jane, siendo la que estaba más cerca de ella. Jane milagrosamente logró atrapar el celular sin dejarlo caer.

—Jane, dámelo—Mal se acerca a Jane.

—Emmm...¡Audrey!—Jane lanza rápidamente el celular hacia Audrey, esta misma lo logra atrapar exitosamente.

—¡Vamos chicas! ¡No seas así!—Mal corre hacia Audrey.

—¡Uma!—Audrey le lanza el celular a Uma esquivando a Mal.

Mal corre hacia Uma e intenta arrebatarle el celular, pero Uma levanta el brazo con el celular, pero como ella y Mal son básicamente de la misma altura, Uma rápidamente tiene que lanzar el celular.

Uma mira alrededor y nota que Lonnie es la que está más cerca de la puerta de la habitación.

—¡Lonnie!—Uma le da un pase en largo a Lonnie y ella logra atraparlo.

—¡Dame mi celular!

—Perdón Malsy, es por tu bien—Lonnie sale de la habitación y cierra la puerta justo en la cara de Mal.

Al fin afuera, contesta la llamada, ella esperaba ver a Ben en la pantalla pero se lleva la sorpresa de ver a Jay.

—¿Jay/Lonnie? ¿Que haces con el celular de Ben/Mal?—preguntaron Lonnie y Jay respectivamente—Oh, tu primero—volvieron a decir al mismo tiempo—no no, tu primero—volvieron a decir al unísono.

—Ejem—Lonnie se aclaró la garganta—¿Porque tienes el celular de Ben?

—El quería video llamar a Mal pero le quité el celular porque no puede ver a la novia antes de la boda—dijo Jay—¿Y tú?

—Por lo mismo—responde Lonnie—¿y porque Ben quería video llamar a Mal?

—El quería saber como va todo allá

—Pues...digamos que Mal no es muy simpática bajo presión—respondió Lonnie.

—Me lo imagino—dijo Jay riendo.

—¿Como van por allá?

—Ignorando el hecho de que Carlos ahora mismo está teniendo una persecución con Chico para ponerle su Esmoquin , todo bien—respondió Jay y Lonnie ríe.

—¡Dile a Mal que la amo!—se escuchó el grito de Ben fondo, si que estaba desesperado por verla.

Lonnie soltó una corta carcajada—bien debo irme, aún no estoy completamente lista.

—Bien, nos vemos más tarde Lo—se despidió Jay. Lonnie se despidió con la mano y luego cortó la llamada.

Antes de que Lonnie volviera a entrar a la habitación decidió guardar el celular de Mal en un bolsillo de su vestido, "mejor prevenir que lamentar" pensó.

Abrió la puerta y vio que Mal estaba tranquilamente sentada mientras Dizzy continuaba peinándola.

—¿Como lograron calmar a Mal tan rápido?—preguntó Lonnie extrañada.

—Le di un chicle de fresa—dice Evie sacando, quien sabe de donde, un envase que contenía muchos chicles de variados colores y sabores —siempre la calman.

—Lo siento, es que hoy es mi día especial, el día que por tanto tiempo he estado esperando, y quiero que todo sea perfecto—confiesa Mal cabizbaja—he afrontado muchas amenazas cuando creo que todo está bien, y quiero que al menos en este día todo salga perfecto.

—Tranquila M, somos tus amigas, estaremos siempre contigo, no importa que tan irritable te pongas—dice con ternura Evie y dándole un pequeño abrazo a la futura esposa.

—No estoy muy segura de lo ultimo—comenta Uma y todas la miran mal—era broma, por todos los cielos, que sensibles—Uma rueda los ojos.

—Lo que Uma quizo decir—la interrumpe Audrey—es que te queremos Mal, siempre  estaremos para ti.

Mal sonríe—gracias chicas, las quiero.

—Y nosotras a ti M—dice Evie.

—Ah, y por cierto Mal, Ben dice que te ama—recordó Lonnie

—Ahh, Ben—suspira Mal con una sonrisa atontada.

Pasó el rato, en tan solo unos pocos minutos empezaba la boda, ya habían llegado los camarógrafos para grabar el momento en vivo y la gran mayoría de los MAS de sus seis mil amigos más cercanos ya habían llegado, y como se imaginaran, gran pastel, quizá asta más grande que el de la boda de Adam y Belle.

Nuestros Vk's y Ak's favoritos ya estaban presentes, algunos dándole apoyo moral a Ben, este mismo estaba que se derretía de los nervios, otros estaban conversando u otros solo esperaban.

Jay buscaba con la mirada a la asiática, y la encontró, estaba algo apartada de los demás, con la mirada perdida en ningún lugar en específico mientras estaba cruzada de brazos.

—Lon—la llamó Jay.

Ella la volteó a ver de tener una cara seria pasó a tener una gran sonrisa.

—Hey—lo saludo Lonnie entre seria y feliz.

Jay miró a Lonnie de pies a cabeza, ella llevaba unos tacones negros con un vestido color morado, este tenía el clásico toque Chino de la gran mayoría de sus vestidos para eventos importantes, y una cinta negra su cintura.
Su peinado era una trenza, con algo de similitud a la que Jay alguna vez le hizo, solo que estaba mejor hecha.
Su maquillaje era bonito pero a la vez natural.

"¿Como es que cabe tanta belleza en una sola persona?" Piensa Jay.

—¿Como me veo?—pregunta Lonnie al percatarse de la mirada de Jay sobre ella.

—Te ves...—Jay toma delicadamente una de las manos  y luego le da una vuelta a Lonnie, esta misma suelta una pequeña carcajada—preciosa—finaliza al terminar su acción.

—Gracias, también estás guapo—confiesa Lonnie—no te he visto tan elegante desde el cotillón—mira el traje color bordó de Jay junto con una corbata del mismo color.

—No estoy acostumbrado a vestir así—comenta Jay.

Jay mira a los ojos de Lonnie y se da cuenta que su característico brillo de alegría en sus ojos parecieran estar ausentes, algo andaba mal, sin mencionar que antes de saludarla ella se veía algo...apagada.

—Lonnie, ¿te encuentras bien?

—Estoy bien.

—Lonnie, no finjas conmigo, te conozco perfectamente, ¿por que no estas emocionada? ¿No estás feliz por Mal y Ben?.

—¡Claro que lo estoy, estoy muy orgullosa de ellos!...es otra cosa.

Jay toma la mano de Lonnie y la lleva a un lugar algo apartado, lo suficientemente lejos como para que no los escuchen, pero no demasiado.

—Dime que pasa.

—No pasa nada.

—Lonnie

—Enserio.

—Lonnie—repite.

—Ok, lo que pasa es que-

—Lonnie, aquí estás,—los interrumpe sin previo aviso Jane—la boda empezará en cualquier momento, hay que ir con los demás—se percata que Jay tenia agarradas las manos de Lonnie—¿Estoy interrumpiendo algo?.

—Para nada—miente Lonnie—ahora vamos.—una vez que Jane se va Lonnie le dice a Jay—más tarde te cuento que me pasa ¿Si?—Jay solo asiente y ambos van donde los demás.

Justo al llegar empieza la música, la boda estaba empezando, por la puerta entra Mal, agarrada del brazo de su padre, Hades.

Luego siguió la boda con los votos, los anillos , el beso y la cena.

Luego de todo eso el ahora matrimonio real fue a la limosina para ir a su luna de miel, sin que antes Mal tire su ramo de flores, siendo atrapado exitosamente por Evie.

—¡JA! ¡En sus caras! ¡Yo tengo el ramo, y ustedes no! ¡WHOO!—empieza a presumir Evie, mientras las demás chicas le reclamaban e Evie solo hacia su danza triunfal.

Después de este suceso la fiesta siguió, algunos invitados hablaban entre si, otros comían, otros bailaban, etc.

Jay buscaba entre la gran multitud a Lonnie, ella le prometió que hablaría con el.

Finalmente la logra divisar, pero por lo que ve, ella no estaba sola.

3 personas, al parecer también asiáticas conversaban animadamente con ella. Eran sus "primos"

Claro, no eran primos de sangre, pero si hijos de grandes amigos de sus padres, así que se podría decir fueron criados como primos.

El primero, y al parecer el mayor entre los 4 era bastante alto y su pelo era negro y ligeramente largo atado en una cola, Tao, el hijo de la princesa Ting Ting y Ling,

El segundo parecía ser apenas un año menor que Lonnie. A pesar de su musculoso cuerpo y amenazante apariencia se comportaba cariñoso y tierno con sus "primos", Yuan, hijo de Yao y la princesa Mei.

Y por último había una pequeña niña, parecía tener unos 7 o 6 años, esta misma estaba sentada en el regazo de Lonnie. La niña destacaba de sus "primos" no solo por el hecho de ser la menor por varios años, si no por el hecho de ser un poquito gordita, Suyin, hija de Chien Po y la princesa Su.

Jay decidió dejarla conversar, ella ya anteriormente le había hablado sobre ellos y sabía que ya había pasado vario tiempo desde la última ves que hablaron, así que decidí a otra parte mientras.

Mientras Lonnie conversaba, una mano posándose sobre su hombro interrumpe su conversación.

—Lonnie, ¿podemos hablar?—"agh, ¿en serio? ¿Aziz? De todos los seres vivientes en el universo, ¿porque tenía que ser el?" piensa Lonnie.

—¿Que pasa?—preguntó Lonnie secamente.

—Solo quería hablarte sobre lo que ocurrió el otro día—explicó Aziz intentado sonar lo menos específico posible frente a los 3 asiáticos restantes.

—Uuuuhhh, drama—dice Yuan graciosamente.

—PODRÍAN...irse un rato, por favor—dijo Lonnie forzando una sonrisa.

—Lo que sea señorita gruñona—bromea Tao—vámonos Yuan, Suyin.

—No, yo me quiero quedar—dice Suyin haciendo un pequeño puchero y abrazando el brazo de Lonnie.

Lonnie la miró con ternura, por alguna razón Suyin siempre ha sido más apegada a ella—Ve con ellos, ¿Si linda? Volveré pronto—le dió un beso en la cabeza.

Suyin asiente, se baja de su regazo para luego tomar la mano de Tao e irse a otra parte.

—Ahora si, ¿Que mierda quieres?-pregunta Lonnie (ahora con más libertad de vocabulario por la ausencia de menores) cruzando los brazos, realmente no estaba de humor para estar con el

—Sobre el otro día...

—¿Que? Golpeaste a Jay sin ninguna razón aparente y aparte me coqueteaste sin siquiera importarte si me sentía cómoda con eso o no, ¿alguna otra estupidez que has hecho y que yo no esté enterada?—si, ella estaba consciente de que estaba siendo grosera con Aziz, pero realmente no quería hablar con el en específico, sumándole el hecho de que no estaba de muy buen humor en esos momentos. De todas formas tendría que tener esa conversación algún día, así que no quería escapar.

—Lo siento, ¿ok? Actué como un idiota. Realmente estoy arrepentido.

Lonnie no era tonta, la diferencia entre una disculpa sincera y una falsa era bastante fácil de divisar ante sus ojos.

Aziz ya no le agradaba, ni un poco, en parte era por la forma descarada en la que le coqueteaba, aunque por el solo hecho de haber golpeado a Jay ya bastaba y sobraba como razón de dejar de ser de su agrado.

—Aziz, no creas que te perdonaré así como así, cuando alguien miente lo sé, no soy idiota, lo que hiciste fue inmaduro, solo te lo perdonaré cuando realmente lo merezcas.

Sin más giró sobre sus talones y se fue.

—Algún día serás mía, Li Lonnie, solo mía...

(...)

Lonnie ya estaba bastante molesta y estresada a la vez, de hecho ya le empezaba a doler un  poco la cabeza, decidió ir al balcón más cercano a despejar su mente, ya al llegar al balcón cerró las puertas de este mismo tras ella, luego se acercó más al borde y contempló las estrellas, aunque aún se escuchaba la música proveniente de adentro, no sonaba lo suficientemente fuerte como para ahogar el sonido de los grillos o de la brisa.

A Lonnie le dió algo de frío al sentir el aire helado ir contra ella, pero en ese momento no le importaba mucho.

Mientras contemplaba el cielo estrellado no se percató como ni cuando una lágrima se resbalaba por su ojo y lentamente se deslizaba por su mejilla. Estaba llorando.

Cuando siente la puerta abrirse de golpe tras ella se da vuelta.

—Aquí estabas, te estuve buscando por todas partes.

—Hola Jay.

—¿Estabas llorando?

—Emmm...nop—dice mientras se limpiaba "disimuladamente" la única lágrima en su rostro.

—Ahora que estamos solos, cuéntame porque has estado rara toda la boda.

Ambos se sientas sobre unas sillas presentes.

—Mira...—suspiró—tu sabes que esta boda es un día histórico en la historia de Auradon—Jay asiente—y que Mal y Ben invitaron a mas de 6000 personas—Jay vuelve a asentir—pues...entre esos invitados estaban mis padres y mi hermano.

"Creo que ya se a donde va esto" pensó Jay.

—¿No pudieron venir?—dedujo Jay, Lonnie niega con la cabeza.

—Ya ha pasado como un mes desde la última que los vi, con esta boda pensé que podría verlos, pero ellos estaban demasiado ocupados.

—Los extrañas ¿verdad?

—Si...mucho más de lo que crees, se que no ha pasado taanto tiempo desde que los vi, pero son mi familia, los quiero y quisiera que estuvieran aquí.—bajó su cabeza—sufro al no poder verlos ¿sabes? Pero no lo suelo demostrar, nadie se da cuenta de que esto me pasa.

Jay no podía asegurar que la entendía, su única familia de sangre que conocía era su padre, no tenía la más remota idea de quien sea su madre, su padre, igual que el, también fue un mujeriego en la isla, así que quien sabe, quizá la madre de Jay podría llegar a ser prácticamente cualquier mujer de la isla.

Pero si entendía el hecho de extrañar con todo tu ser a alguien a quien le tienes un cariño incondicional, irónicamente eso le había pasado pero con Lonnie, todo lo que él sintió ante su ausencia Lonnie lo estaba sintiendo por su familia.

—Yo se que te puede animar—dice Jay sonriendo.

—¿que?

Jay sacó de su lado una pequeña bolsa con galletas con chispas de chocolate dentro, que al parecer Lonnie no había notado al ver a Jay entrar.

—Me conoces tan bien—sonríe Lonnie mientras le agradece a Jay con la mirada.

—Era imposible no recordarlo, es la primera cosa que aprendí de ti cuando nos conocimos—dice tiernamente Jay.

Jay y Lonnie miran al cielo sonriendo, recordando la vez que sus ojos se toparon por primera vez, aunque Jay no dió la mejor primera impresión, aún así la amistad surgió entre ambos y poco a poco el amor.

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Lamento ya no actualizar tan seguido como antes, pero en los primeros capítulos se podría decir que no había una trama definitiva así que solo iba y escribía cualquier cosa, pero ahora que quiero empezar a darle más forma a la historia escribo más cuidadosamente.

Además estoy segura que se nota que, a comparación del prólogo, me he esforzado un poco más en escribir.

Se despide Consuelo3456~