Hay puentes que se quiebran
cuando los estamos cruzando,
caminos que no llegan
a ninguna parte,
cielos que no terminan
en ningún espacio.
Como soñar que caemos
y despertarnos de golpe,
con las manos temblorosas
y latidos desbocados;
nos quedamos de pie
totalmente desorientados,
esperando.
El corazón el silencio.
A veces no hay nadie que nos rescate.
A veces
sonrisas desatadas,
humor desde dentro,
valor para cerrar los ojos
antes de abrirlos de nuevo.
Manos desnudas y abiertas,
pies predispuestos
y mente alerta.
Como despertar en una realidad
que ya conocemos,
con los brazos firmes
y los ojos entornados;
nos ponemos de pie
totalmente asegurados.
Hay puentes que debemos cruzar
a contracorriente,
caminos que tenemos
que volver a abrir,
cielos que sabemos que terminan
pero donde elegimos quedarnos.

-mels