chapter two: there's something evil inside me.
Todos en la oficina hablaban de Robin, incluso el capitán de la policía había pedido que se emitiera una orden de arresto hacia el, por que juraba que todos los "vigilantes" solo traían problemas.
— Hola ¿Tienen algún avance en el caso de Robin? — Le pregunto Dick, a su nueva compañera. Tratando de enmendar su error puesto que anteriormente se había comportado muy mal con ella.
— Espera... ¿Me hablas a mi? — Preguntó ella, volteando a todos lados como si buscará a alguien. — ¿Soy la única con vida aquí? Por que sin duda soy la última persona del mundo con la que hablarías.
— Creo que no fui tan amable, lo siento. — Se disculpo el.
— ¡Oye, Grayson! — Exclamo una de las oficiales, llamando su atención. — ¿A tu te gusta ayudar niños, no es así?
Dick fue hacia el interrogatorio, donde había una adolescente con cabellos azules qué le resultó vagamente familiar pero no sabía de donde.
— Hola ¿Como estas? — Le pregunto y se sentó frente a ella. — Se dice que te gusta jugar beisbol con ladrillos y patrullas policiales. Soy el detective Dick Garyson, ¿Quieres hablar de lo que sucedió?
— Eres tu. — Soltó ella de repente, ella también lo había reconocido de sus sueños. — El niño del circo... Por favor ¿Puedes ayudarme?
— ¿Quien eres? — Pregunto Dick, confundido. Pocas personas sabían de su pasado en el circo Hally. — ¿Esto es algún tipo de broma?
— Lo recuerdo. La gente estaba feliz esa noche. — Dick frunció aun mas el ceño. No se suponía que aquella chica debía saber eso. — En especial tu.
— ¿Que rayos es esto?
— Tus padres... Los vi caer. — Ambos recordaron aquella noche y Dick evitaba mirarla a los ojos. — Deseabas que fuera un sueño. Deseabas despertarte.
— ¿Quien te pidió que hicieras esto? — Demando saber Dick.
— Todo me condujo aquí, a ti. — Respondió ella. — Debes ayudarme. No se como...
— ¿Por eso atacaste una patrulla?
— No lo entiendes... — Murmuro ella. — Alguien asesino a mi mamá...
Dick suspiro y saco una libreta de su bolsillo. — Muy bien, escribe tu nombre y dirección
— Ella era todo lo que tenia. — Musito en cuanto termino de escribir y Dick entendió como se sentía. — La única persona en el mundo a quien yo le importaba... Ahora estoy sola.
— Voy a investigar esto, ¿Si? — El se puso de pie. yendo hacia la salida.
— No me dejes aquí. — Pidio la chica de cabellos azules, al leer la información que ella había escrito Dick supo que su nombre era Rachel.
— Rachel, atacaste una patrulla. No iras a ninguna parte.
— No lo entiendes. — Rachel se preocupo, no por ella. Si no por todos los que estaban ahí. — Debes encerrarme, por favor. — Dick frunció el ceño. — Hay algo dentro de mi, algo malvado.
— No puedo darte la ayuda que necesitas. — Dick se arrepintió de lo que dijo en cuanto aquellas palabras salieron de su boca. — Pero encontrare a alguien que si pueda.
— No me dejes aquí. — Pidió ella.
— Lo siento, en serio. — Dick salio de la habitación, se detuvo unos segundos en la puerta y suspiro, después fue a su escritorio e hizo unas cuantas de llamadas. — Ella dice que mataron a su mamá, si pudieran enviar a alguien seria genial.
— De acuerdo, te avisare si algo de lo que dijo se confirma.
Dick escucho el sonido de unos tacones repiquetear en el suelo y el aroma a vainilla con cerezas se hizo presente, él alzo la vista, viendo a London acercarse, usaba una de sus usuales faldas qué le llegaban a mitad del muslo y un top verde hecho de seda, cualquiera que la veía quedaba cautivado por su porte y su belleza. Incluso el.
— Hola tonto Grayson. — Lo saludo ella con una sonrisa. — ¿Estas listo? Muero por ver la película.
— Si, solo dame unos segundos. — El se puso de pie y fue a buscar unas cosas, dejando a London sola.
— London... — Escucho a alguien llamarla, pero al voltear a todas partes no vio a nadie. — London ven...
Ella siguió aquella voz hasta que llego a la sala de interrogaciones. Ahogo un grito al ver a Rachel ahí, ella era la chica que veía cada noche en sus sueños. London iba a abrir la puerta y entrar, pero Dick la detuvo.
— ¿Que haces? — Le pregunto él con una sonrisa al ver su expresión, la había asustado. — No puedes entrar ahí.
— ¿Quien es ella? — Respondió London. — La conozco... Bueno, no. La he visto en mis sueños.
— ¿Tu también?
— Si, ella esta en cada pesadilla que tengo sobre la muerte de mis padres. — Explico London con el ceño fruncido. — Solo esta ahí, viéndonos...
— Vamos, te explico todo en la salida. — London lo siguió mientras Dick le explicaba lo que había pasado con Rachel.
— Tenemos que ayudarla, Dick. — Pidió ella, deteniéndose frente al edificio. — Necesita nuestra ayuda.
— Puede que este mintiendo, London. — Contesto Dick, pero en el fondo sabia que tenia razón. — Los chicos a su edad dice cualquier cosa para salvarse.
— Pero... — London dejo de hablar cuando vio a una chica rubia acercarse a ellos.
— Hola... — Saludo y se dirigió a Dick. — ¿Puedo preguntarte algo?
— Estoy algo ocupado... — Murmuro Dick y sintió como London pellizcaba su brazo.
— No seas grosero, tonto Grayson. — Lo regaño y le sonrió a la chica, extendiéndole su mano. — London Sainclair, amiga de Dick.
— Un gusto London. — Ella estrecho su mano con una sonrisa. — Soy Amy Rohrbach, la nueva compañera de Dick.
— London... — Musito Dick, queriendo dejar la conversación. — Debemos irnos, nos perderemos la película.
— No pasara nada si eres un poco amable. — Lo regaño y le sonrió a Amy. — A Dick no le molestara responder una pregunta. ¿Cierto Dick? Se amable.
Amy rió al verlos, entonces continuo hablando. — ¿Entonces? ¿Tu y tu compañero se pelearon?
— ¿Perdón?
— Tu compañero en la policía de Gotham. — Se explico Amy. — No es que lea las mentes, pero parece obvio.
London quiso reír, ella si podía hacerlo, pero se quedo callada sin decir absolutamente nada.
— Teníamos ideas diferentes de como hacer el trabajo. — Contesto Dick, sabiendo que si no lo hacia London probablemente se iba a enojar.
— ¿Como? ¿Aceptaba sobornos? — Bromeo Amy. — Oí que la mayoría en Gotham lo hace.
— Chica, no todos en Gotham somos así. — Musito London, en voz baja pero solo Dick la escucho.
— No, él no. — Dick recordó a Bruce y sus noches con Batman, London y Aralia. Protegiendo las calles de Gotham. —Era un héroe para mucha gente. También para mi, un tipo que no se detenía ante nada y resolvía todo con sus puños. — London y Amy escuchaban a Dick y London supo que hablaba de Bruce. — Lo admiraba al principio, lo que hacia... O lo que intentaba hacer, pero finalmente, tuve que alejarme.
— ¿Por que? — Pregunto Amy.
— Porque me estaba pareciendo mucho a él. — Dick sintió como London le daba un apretón a su mano, recordandole que estaba ahí para el.
— Entonces, ¿no lo eres, verdad?
Dick frunció el ceño, sin entender su pregunta. — ¿Ser que?
— Un cretino... — London rió al escuchar a Amy.
— ¡Si lo es! — Exclamo London, riendo aun.
— Basta, London... —Murmuro siendo contagiado de la risa de London.
— Bueno, tengo que irme. — Amy se despidió con la mano de ambos. — Me gusto conocerte, London.
— Igual, Amy ¡Deberíamos salir de compras algún día! — Amy le sonrió y se fue.
— Tienes razón. — London lo miro sin entender. — Debemos ayudar a Rachel.
— Siempre tengo razón. — Ambos se dieron la vuelta para ir a buscar a Rachel, pero en cuanto lo hicieron vieron como un oficial metía a Rachel a una patrulla. — ¿Se supone que deben hacer eso?
— No... No debían transferirla. — Ambos corrieron tras la patrulla, pero no llegaron a tiempo, puesto que esta ya había arrancado, llevándose a Rachel. — Soy el detective Grayson. ¿Me dicen la ubicación de la patrulla 310?
Pregunto Dick haciendo una llamada, mientras London entraba junto a el al auto.
Los oficiales no habían tardado en enviarles la ubicación del hombre que se había llevado a Rachel, London arrugo la nariz al ver el lugar. Era un edificio viejo y abandonado.
Entro detrás de Dick, quien estaba atento a todo igual que ella, vieron al policía que se había llevado a Rachel cuidando el lugar y Dick no dudo en saltar hacia el. — Ve por Rachel.
London no dudo y corrió escaleras arriba, atenta a cualquier cosa. — ¿Rachel?
— ¡Ayuda! ¡Ayuda! — Escucho ella y busco por todas las habitaciones, London la vio en una de ellas, atada a una silla.
— ¡Rachel! — London iba a entrar a la habitación, pero la puerta de esta fue cerrada bruscamente tirando a London al suelo. — ¡Mierda!
London solo podía escuchar gritos ahí adentro, pero sabia que no era de Rachel, eran los gritos de un hombre... Trato de abrir la puerta de mil maneras, pero no podía. Parecía que estaba sellada.
— ¡Rachel abre la puerta! — Exclamo Dick en cuanto llego junto a London, ambos trataban de entrar a ayudarla — ¡Rachel!
Los gritos cesaron y por fin pudieron entrar, la escena no era bonita, Rachel estaba atada a la silla y había un hombre cubierto en sangre en el suelo, sin vida. Ambos corrieron hacia ella para desatarla y en cuanto estuvo libre Rachel se aferro a los brazos de London.
— ¿Que paso? — Cuestiono Dick, viendo toda la sangre del lugar.
— No lo sé... — Musito Rachel, aun abrazada a London. - Por favor ayúdame.
— Tranquila, shh... — Murmuro London y acaricio su cabello. — Ya estas con nosotros, te ayudaremos.
N/A.
¡Hola! No prometo actualizaciones tan seguidas como esta, pero lo intentare. Gracias por leer nos vemos pronto.
- Ros 💙
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