Capítulo XXII
Capítulo XXII:
Los coches hicieron su entrada, atravesando el límite estatal entre Nuevo México con Colorado, internándose en aquella tierra, en medio de una noche fría de Primavera. No había Luna, las Estrellas brillaban con toda intensidad, mientras que se podía percibir el silencio que rodeaba a las abandonadas calles de los pueblos por los que iban cruzando, no había ni un solo rastro de presencia civil o militar, solo vehículos abandonados, de ambos grupos, así como también los carteles que indicaban los caminos de evacuación, ahora abandonados, encendidos, hasta que la gasolina de los generadores se terminaran y apagaran para siempre. Takashi observó el mapa que tenían consigo e indicó que debían seguir por la carretera que unía Denver, la Capital del Estado con el Norte.
- ¿Algo?.- Preguntó Rei, bajándose del "Humvee", acompañando a Mike, Jimmy y Kim en aquellos momentos, tras haber parado en una desolada Capital Estatal.
- Nada pero este lugar no me gusta para nada.- Advirtió ex-Policía de Filadelfia.- No sé, pero siento que esto puede ser una trampa. ¿Pasaremos la noche aquí?.- Preguntó a la chica, quien se encogió de hombros y de ahí miró a sus compañeros.
Hirano, Sasha, Shizuka y Saeko estaban cansados, al igual que Takashi y lo mismo se podía del grupo de Jimmy, quienes ya presentaban ojeras y bostezaban.
- No es bueno seguir más en la carretera, Mike.- Repuso Jimmy, mientras que contemplaba las desoladas calles de Denver.- Pero no voy a negar que este lugar me da muy mala espina, aún así, mantendremos bajo vigilancia el lugar, por si ocurre algo.
Howard se bajó del auto y se estiró. Suspiró, notó el silencio que bullía por los alrededores, solo el viento que levantaba los papeles que eran volados y desaparecían en la lontananza. El ambiente de Denver le daba un aspecto de "Espacio Liminal", vacío e incluso levantaba inquietud, una sensación de opresión, miedo y angustia, así como también podía despertar los viejos recuerdos de la infancia. El rubio notaba los negocios, tapiados y ya saqueados, se podía notar que el pánico había sido a nivel nacional, así como también los autos abandonados pero ¿en dónde estaban las personas?. Por el rabillo del ojo notó una luz, proveniente de un edificio, luego era apagada por alguien. Quizás, aún, habían supervivientes, gente que no pensaba en abandonar sus propiedades ni hogares por miedo a que no encontraran nada al volver.
- Así debió sentirse Roma cuando venían los Vándalos comandados por el Rey Genserico I.- Rememoró el abogado rubio, cruzado de brazos y notando un aviso proveniente de la "C.E.D.A".
"A todos los ciudadanos de Denver, Colorado: Debido a la emergencia sanitaria y el brote de violencia en el Interior del país, pedimos que se reúnan en la Plaza Central, así como también en las afueras, para su evacuación. Aquellos que quieran quedarse no podremos ofrecerles seguridad. Esta orden es obligatoria para todos".
- Sí, claro.- Oyó la voz de Saeko, quien había estado leyendo el contenido del folleto.- ¿Y en dónde están esos cobardes?.
- Capitana Busujima.- Se giró Howard, impresionado al oír ese tono despectivo que tenía ella.
- No lo tome a mal, Señor Hamlin, pero véalo usted mismo.- Extendió los brazos y mostró la desolación por las calles de Denver.- Los abandonaron, ¿por qué no vimos cuerpos?. Quizás hayan muerto, la mayoría de los civiles, a manos de los zombies. Muy inteligentes los científicos, son todos iguales, aquellos que sirven a la ONU y a Organismos Internacionales. ¿Y si se les escapó de algún laboratorio? ¿Acaso olvidan lo de China? ¿La gran cantidad de científicos que huyeron de Wuhan al ser perseguidos por el Gobierno Central?.- Decía ella con seriedad.- Es fácil taparlo todo para que los idiotas se lo crean. Si tanto lo sabían, ¿por qué no actúan rápidamente para contenerlo?.
El rubio, siendo un abogado de hecho y derecho, respiró hondo, miró hacia abajo, pensando en su mujer. ¿Estaría viva?. Esperaba poder encontrarla pronto pero las palabras de Saeko también hacían mella en su mente.
- Quizás.- Fue lo que llegó a pronunciar el abogado en esos momentos.
- Quizás, sí, quizás, pero esta gente tendría que pagar: Si hallamos cuerpos de civiles abandonados, que se lo considere abandono de persona, negligencia e incluso asesinato en masa en complicidad por parte de la "C.E.D.A".- Resaltó la peli violeta.- No lo olvide, puede que las leyes estén muertas pero no el orden y si tiene que haber un Futuro, entonces también tiene que existir la Justicia. No lo olvide, Señor Hamlin.- Aconsejó ella, poniendo una mano en los hombros de éste, dándole apoyo.- Y descuide, hallaremos a su esposa. Ya la volverá a ver.- Miró hacia el Norte de Denver.- Para el Amanecer continuaremos con el viaje.- Anunció, miró a Takashi, quien seguía enfocado en su labor del mapa junto a Rei, a pesar de estar cansado y de ahí partió para ocuparse de unos asuntos.
- Qué desolado que está todo.- Observó Lalo aquellas calles vacías, mientras que tragaba saliva y sentía como si una atmósfera gélida cayera encima suyo.
- No puedo ignorar esto.- Objetó Gustavo Fring, caminando cerca de los autos, hallándose, todos ellos, frente a una estación de servicio en el Centro de Denver.- Muchos se han ido y otros optaron por quedarse hasta que pase todo pero ¿cuánto resistirán?.- Quiso saber el chileno con dudas.
- Hasta donde puedo ver, casi todas las tienda han sido saqueadas y otras no.- Señaló Ignacio con seriedad.- La estación de servicio ni la tocaron.
- Puede que haya sido más ordenada la evacuación y cuando todo se vino abajo, solo quedaron las bandas armadas.- Teorizó Lalo pero esa no era una buena observación ni respuesta que ayudara a calmar los nervios.
- Ahí viene Jimmy.- Les señaló Fring y el abogado se quedó frente a ellos.- ¿Qué pasa?.
- Takashi dice que pasaremos la noche en Denver hasta el Amanecer.- Informó el citado a ellos.
- ¿Aquí? ¿Se volvió loco?.- Cuestionó Lalo aquella decisión.
- No han habido ataques enemigos ni tampoco zombies. Puede que se hayan ido hacia el Oeste o el Norte.- Indagó Jimmy pero ninguno de los que estaban allí tenía la certeza de que fuera cierto.- Oh, vamos, ¿qué harán? ¿Piensan irse en auto por la carretera, ahora?.
- Si fuera sencillo.- Ignacio se cruzó de brazos.- Pero no lo es.
- No, obvio que no pero debemos permanecer aquí, además, desconocemos qué clase de peligros puede haber allí afuera o dentro de las calles de la urbe capitalina estatal.- Apuntó el rubio ante todos ellos.- Lo mejor es descansar, pero, para que no hayan temores, yo montaré guardia con Kim en primer lugar.
- ¿Seguro?. Te ves algo cansado.- Preguntó Gustavo pero el otro lo detuvo.
- Descuida, sé lo que hago.- Prometió el abogado.- Por cierto, carguen los bidones de combustible y agarren unos más para el viaje. Solo esperemos que las carreteras hacia el Norte no estén saturadas de vehículos abandonados o tendremos que cargarlos durante todo el trayecto hasta el Estado de Washington.
La noche caída sobre Denver, Colorado, reflejaba un Espectro de desolación absoluta. Calles vacías, cubiertas por toda clase de objetos que iban desde papeles hasta equipajes abandonados por sus dueños, autos que quedaron desvalijados, el silencio mismo era el único "habitante" allí presente. Las luces daban a entender que "todavía" existía la vida pero encerrados en sus casas y negocios, atrincherados, con barricadas, armados y listos para defenderse de los zombies y bandas de saqueadores, pandillas y grupos armados que quisieran hacerles daño para mero placer. ¿Cuánto tiempo duraría la electricidad y la comida?. La falta de mantenimiento en las Centrales podía acarrear grandes problemas para todos, en especial para los hospitales y farmacias, quienes dependían de la cadena de frío.
Una cena rápida, el estómago lleno y luego a dormir con excepción de Jimmy y Kim, los cuales compartían un termo lleno con café para mantenerse despiertos hasta que dieran las 12 de la Medianoche y que fueran reemplazados por Gustavo y Lalo pero, en comparación, prefirieron hacerse cargo de su guardia hasta que llegara el Alba.
Con el nuevo día, dejaron atrás la estación de servicio y volvieron a las calles. Miraran por donde miraran, solo había desolación. Muchos edificios habían sido presas del saqueo y el Vandalismo, mientras que otros presentaban "marcas" de una defensa contra saqueadores. Cuerpos por doquier, incluso ahorcados por los ciudadanos o los policías que tuvieron que tomar medidas extremas para evitar el caos total. Los cadáveres yacían colgados en los postes de luz, faroles y las fachadas de los edificios, dando a entender el claro mensaje para todos los que quisieran hacer de las suyas.
Guiados por Takashi, alcanzaron la salida hacia la autopista y luego a la carretera que los iba conduciendo, poco a poco, hacia el Norte.
Los días se habían vuelto cortos, la Luz Diurna, a pesar de estar sirviendo como faro y ayuda para no toparse con los zombies, daba paso a la llegada de la Noche. Aún con la Primavera sobre ellos, era como si el Invierno quisiera quedarse para siempre en EEUU. El tránsito sobre Colorado no fue fácil, teniendo que atravesar caminos montañosos y pueblos solitarios hasta que, después de un arduo trabajo, consiguieron arribar a los Estados de Utah, Nevada y Oregón, este último en el Noroeste de EEUU.
- Cuánto silencio.- Observó Shizuka el aspecto del paisaje. Todo montañoso, casi nada de llanuras, hallándose en camino hacia el Norte. Pasó una mano por la cabeza, el aire frío, todavía presente en esas regiones, movía sus cabellos.- El silencio que atormentaría hasta el más valiente de todos. El silencio de un Mundo que colapsa y muere. El mismo donde todo lo que uno conoce queda en la Nada misma. Eso es lo que representa aquella emoción que embarga a más de uno bajo un miedo indescriptible.
- Igual que el Género de Horror Cósmico de H. P. Lovecraft.- Se le acercó Kim con una taza de café en su mano, humeando y con un delicioso aroma que invitaba a tomar un poco. El olor llegó hasta las fosas nasales de la médica rubia y de ahí le convidó la abogada pareja de Jimmy.
- Gracias.- Le agradeció.- Se nota que tú conoces las obras de Lovecraft.- Indagó Shizuka, devolviéndole la taza.
- Un pasatiempo de cuando estaba en la Universidad.- Señaló Kim con una risilla.- Ayudaba a calmar los nervios para un examen hasta que, poco a poco, uno le agarra el ritmo.- Enfatizó y de ahí señaló las montañas que rodeaban aquellos Valles.- ¿Qué dice el Comandante Takashi?.- Preguntó la Americana a la Nipona, riéndose por ese cómico apodo que le puso.
- Oh, con respecto a ello, Takashi dice que no debemos arriesgarnos en pasar por las montañas. Ya hemos tenido bastante con el cruce desde Colorado.- Dio la médica a conocer esa información, proveniente de la boca del castaño.
- Es que es la verdad.- Habló el chico, viniendo hacia ellas.- Ya hemos tenido un largo y tedioso camino por los Pasos Montañosos que atravesamos antes y los coches, aún siendo nuevos, tampoco son "inmortales".- Destacó, apuntando a los citados.- Es muy arriesgado ir por un sendero de montaña y quién sabe si ha llovido estos días.
- Es verdad.- Le apoyó Kim, sirviendo más café en unas tazas.- Y ni hablar de los deslizamientos de tierra y los desprendimientos de rocas.- Apuntó con preocupación.-
- Sin el "Servicio Nacional de Meteorología" solo nos cabría suponer, por simple teoría o Azar mismo, lo que nos depararía si cruzáramos hacia el otro lado, desconociendo el estado de los caminos.- Enfatizó Shizuka, tomando asiento en el "Humvee", mientras que Saeko, Saya y Hirano yacían completamente dormidos.- Que descansen un rato más.
- Lo necesitan. También Rei.- Miró el castaño oscuro a su novia, quien estaba con el asiento reclinado, mirando hacia arriba, completamente dormida, sin inconvenientes en aquellos momentos.
- Jajajaja, lo mismo puedo decir de la "Pareja Dispareja".- Se río Kim, señalando a Lalo e Ignacio, también en la misma situación, mientras que Gustavo Fring se tapaba los oídos con una almohada pero le resultaba imposible de conciliar el sueño, así que salió del coche.
- ¿Alguien tiene unas pastillas para dormir o, por lo menos, unos auriculares para no escucharlos roncar?.- Preguntó con la mirada cansada, aquel empresario de Chile a las dos chicas.
- Creo que tengo unos en mi bolso. Espere.- Pidió Shizuka, revisando el mismo.- Oh, con qué curioso, aquí están. Tenga, Señor Fring Gustavo, le vendrán bien y más para conciliar el sueño. Me lo dieron cuando llegamos en avión desde Japón.- Contó la enfermera rubia, por lo que el Sudamericano asintió con una leve inclinación de cabeza, en señal de respeto y se los puso, escuchando, únicamente, una música relajante que le ayudó a conciliar el sueño y sin escuchar a los que dormían a su lado.
https://youtu.be/dmP7BLSuj6w
Mientras que Kim y Shizuka hablaban, tomando un café junto a Takashi, desde un Mirador que tenían a pocos metros, Jimmy, Mike y Howard estaban tomando referencias para el camino que deberían tomar a continuación. El abogado rubio de "HHM" dibujaba los senderos en un block de hojas blancas, ayudado por un lápiz, mientras que el ex-Policía de la Ciudad de Filadelfia iba siguiendo las coordenadas con la ayuda de su experiencia pasada y Jimmy iba usando uno de los mapas para ver qué camino debían escoger.
- Si vamos por este.- Señaló McGill.- Nos toparemos con unas cadenas montañosas casi inaccesibles.- Advirtió con seriedad y mostrándolo a los otros dos.
- ¿Qué me dices de este paso?. No está cerrado por la nieve.- Propuso Howard.
- Creo que es la mejor opción.- Respaldó Mike esa decisión.
- Yo también opino lo mismo.- Sentenció Jimmy, ya que el resto iba a ser mucho más largo y tedioso, además de que Howard ansiaba reencontrarse con Cheryl en aquellos momentos. Los días que habían pasado en Nuevo México habían desaparecido pero él la extrañaba, se preguntaba si estaría bien e incluso había intentado establecer una llamada con el celular pero nada.
No hubo suerte y tuvo que resignarse...Resignarse en continuar adelante, junto a los demás, teniendo la esperanza de que la volvería a ver. Solo esperaba aquello.
- Amigos.- Oyeron la voz de Takashi.- Volvemos al camino.- Les anunció y los tres Americanos regresaron a los coches.
Ahora tocaba atravesar el Estado de Oregón.
[Nos acercamos al final de esta historia (tendrá secuela) pero les aviso que los últimos capítulos serán más largos y duros. Vayan preparándose.
Mando saludos y agradecimientos para shadowbellatrix, Liver020 y los demás seguidores.
Cuídense y buen inicio de semana para todos ustedes, Camaradas.].
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro