Capítulo XXI:

La pendiente estaba empezando a llenarse de sangre, grumos de ésta se entremezclaban con la tierra, la arena, el polvo y las diminutas rocas junto a las otras de gran tamaño, provocando que comenzara a descender hacia abajo, bajo una "marea" viscosa y sanguinolenta. El ascenso para las colinas había sido sumamente arriesgado y más al tratarse de que tenían a una "Horda" de zombies después de haber encontrado a Saya en manos de una banda de delincuentes, siendo rescatada por Hirano, Saeko, Jimmy, Kim, Mike, Takashi y Rei pero el tema, ahora, era salir vivos de allí. La Capitana del "Club de Kendo" no paraba de trazar arcos y tajos, cercenando cabezas y partiendo a la mitad a los zombies como si fueran simples barras de manteca/mantequilla pero cada vez que uno caía otro ocupaba su puesto en una infinita fila de Ejércitos de la Muerte.

- ¡Carajo!.- Gritó Saeko, ya empapada de sangre y restos de órganos en su cuerpo y ropas.- ¡Esto no tiene fin!.

Jimmy buscaba un camino hacia abajo por las pendientes pero el tema estaba en que no tenían mucho tiempo, por lo que, desenfundando su M-16, cargó y comenzó a tirar, haciendo fuego contra las filas enemigas, siendo asistido por Kim y Mike, dándole una oportunidad a Saeko de retirarse para recuperar sus fuerzas.

- ¡Allí, a 50 metros, hay una pendiente para escapar! ¡Es nuestra única oportunidad, vamos!.- Pidió Hirano, mientras que iban descendiendo a toda prisa por allí.

- ¿No podemos encender una "Bomba Molotov" y quemar a estos infelices?.- Preguntó Saeko a sus amigos.

- No, desgraciadamente no, ya que el suelo de aquí es no es muy combustible que digamos, la arena absorberá gran parte de la energía lanzada y eso será como, simplemente, ver como se te apaga la llama de una estufa.- Advirtió Saya con seriedad.- Lo único que podemos hacer es salir de aquí ya mismo.-

Mike seguía haciendo fuego concentrado con Kim y Jimmy pero al ver a aquella "Masa" de cadáveres andantes, no tuvo otra opción que ceder con los otros, ir descendiendo, cuidosamente. Un mínimo movimiento y terminarían rodando colina abajo, lastimándose con las piedras y rocas, así como también los cactus que formaban parte de la fauna. El aire olía a pólvora, sangre y el fuego de los coches incendiados por Saeko, Jimmy y Kim.

- ¡Vamos, no se detengan!.- Animaba Takashi a su grupo.- ¡Ya puedo ver la carretera!.- Exclamó pero, al momento de seguir con el descenso, un cuerpo cayó despeñado desde gracia altura, impactando contra una roca, haciéndose trizas y empapando su superficie con su sangre coagulada.- ¿Qué? ¿De dónde?.- Se preguntó y miró hacia arriba suyo.

Para gran sorpresa, otra gran parte de los "Ejércitos" de los zombies habían alcanzado las cimas de las colinas y al verlos, éstos se tiraban contra ellos pero con un plan de "simplemente matarse", sino de que algunos de los que se lanzaban, a pesar de partirse las piernas y la columna, seguían con vida, extendiendo sus manos para tenderles una trampa a sus víctimas.

- Hijos de puta.- Quedó Rei impresionada por esa "estrategia" que tenían los zombies.

- Tenemos otro problema más.- Advirtió Mike, señalando a la chica pelirroja la pendiente de arriba, en donde las criaturas seguían moviéndose hacia donde ellos estaban.- 

- Nos quieren cerrar el paso, cercarnos como los Ejércitos de Genghis Khan con China.- Comparó la novia de Takashi aquella referencia histórica con el contexto en el que estaban viviendo.

- Sí, pero aquí no están usando armas de asedio.- Hizo Jimmy un chiste ácido, riéndose de ello pero notándose su preocupación.- Nunca creí que viviría para ver algo así...Dios...- Se quedó sin palabras, la boca forma una expresión de miedo absoluto, viendo que podían acabar derrotados.- 

- Descuide, Señor Goodman, saldremos de esta.- Prometió Takashi, señalando hacia el final del sendero.- Esa zona todavía está despejada, sigamos retrocediendo y llegaremos con los nuestros.- Auguró el castaño oscuro, mientras que seguían moviéndose, a toda prisa, esquivando "proyectiles" desde las alturas y diezmaban las filas que venían por la Retaguardia, aunque fuera un cierto tiempo, con el fin de ir ganando más terreno ante los adversarios.

Mientras tanto, en la carretera, los únicos que se habían quedado allí eran Howard, el cual había ido con Bill pero Takashi y Rei les habían encomendado quedarse allí, custodiar el camino y advertirles por si se acercaba un peligro por el mismo, así como también estaban Ignacio, Lalo y Gustavo Fring. El silencio era penetrante, miraran por donde miraran, se sentía una inconformidad, rareza. No se veía nada, solo el paisaje que les rodeaba pero cuando, de golpe, Fring al oír una serie de gruñidos, éste apuntó hacia el Oeste, por el camino que habían tomado Takashi, Saya, Jimmy, Kim y Mike. 

- ¿Qué es eso?.- Preguntó Nacho, avanzando al frente, quedándose de pie y de ahí fue cuando notó un "manchón viviente". Azuzó la vista, permaneció callado, enfocado, algo iba moviéndose hacia ellos.

Ignacio también sintió esa presencia. Fue hasta allí, escopeta en mano y marchando hacia donde se encontraba Lalo Salamanca, mientras que Fring se quedaba allí junto a Howard y Bill.

- ¿Ustedes también lo oyen?.- Quiso saber el chileno a los dos abogados.

- No, nada.- Respondió Bill, encogiéndose de hombros, negando con la cabeza hasta que, de golpe, una explosión resonó por el lugar, levantando el vuelo de los pájaros y de ahí vinieron los gritos.

Howard sintió ese escalofrío que le recorría la espalda, un sudor frío perló su frente, tomó el AK-47 y de ahí fue corriendo hacia donde estaban los otros dos mexicanos que montaban guardia en el camino. Su paso apresurado se hacía sentir por el piso, levantando pequeñas columnas de polvo y de ahí llegaba hasta ellos.

- ¿Los vieron?.- Preguntó Howard a ellos.

- Es una jodida "Horda".- Respondió Lalo, impresionado y de ahí iban llegando los que faltaban.

- ¡Vuelvan a los coches, de prisa, de prisa!.- Pidió Kim, mientras que Howard, Lalo e Ignacio se iban retirando de allí junto a los demás para volver a los vehículos.

Fring y Bill también escucharon aquellas palabras, por lo que subieron y encendieron los motores. Takashi y su grupo estaban en el "Humvee", poniendo en marcha los vehículos, saliendo de allí, a toda velocidad, dejando atrás a los zombies, quienes volvían a la carretera para tomarla "por asalto".

La "inundaron". Un completo "Ejército" que había conseguido tomar aquel camino, cerrando el paso a los otros supervivientes que quisieran seguir adelante. Una locura, se podía sentir en el aire y más con los gruñidos de aquellas criaturas, solo quedaba esperar a que todo se fuera calmando y fue entonces que, tras un largo viaje, sin detenerse, llegaron hasta el Estado de Colorado y tras ello siguieron su camino para el Norte.

[Este capítulo es breve pero los que vienen volverán a ser largos. Se terminó la travesía por el Desierto de Nuevo México y ahora van para el Norte, hacia el Estado de Washington. No será un camino sencillo y más con los accidentes geográficos, las bandas armadas y otras desgracias.

Cuídense, amigos. Mando saludos y agradecimientos para shadowbellatrix y los demás seguidores.

Que tengan un buen inicio de fin de semana y también un excelente comienzo del mes de Marzo 2024.].