Capítulo XIV
Capítulo XIV:
https://youtu.be/n5N1cZnS6ZM
La Noche era cerrada, estrellada y con una Luna que iluminaba los desiertos del Estado de Nuevo México, el frío se hacía sentir en aquellos páramos desolados, cubiertos de dunas, colinas, formaciones rocosas, flora y fauna local, mientras que, en el Suburbio "El Dorado", los dos grupos de supervivientes se encontraban cenando, aprovechando el momento para descansar, alejarse, desconectarse del Mundo y su situación en la que estaban todos inmersos, participantes de una "Obra Teatral" de la cual esperaban salir con vida antes de que algo mucho peor ocurriera. En medio de la comida, la cual era traída por turnos rotativos, hubo charlas, risas, pero siempre manteniendo un tono moderado para no llamar la atención de las bandas y grupos integrados por gente dedicada al pillaje y el saqueo.
Aquellas zonas habían sido testigo de los crímenes cometidos por los que estaban integrando dichas bandas armadas y lo mejor era estar atentos, no hacer ruido, tener un "Plan de Escape" por si las cosas se complicaban, así como también borrar sus huellas en cualquier caso de extrema urgencia. Tampoco pudo faltar la bebida, había alcohol pero, para muchos, dejaron de lado ese placer para no tener problemas o peor, "extender" la lengua más de lo que era debido, evitando cualquier tipo de trifulcas o peleas por el Pasado. Howard se encontraba conversando con Jimmy y Kim.
Para el abogado pelirrojo, aquello era algo "único"; jamás había tenido una buena relación de amistad con el rubio, ya que éste estaba siempre con Chuck hasta su fallecimiento pero, ahora, las cosas parecían mejorar. Incluso Mike se reía junto a Gustavo por algún chiste o anécdotas que Takashi y sus amigos contaban.
- Con permiso, abran cancha que llega más carne asada con papas y queso.- Dijo Lalo, el cual terminó de servir.- Lo que sobre, lo llevaremos con nosotros durante el viaje. Nos servirá y si paramos para hacer un "Campamento", lo podemos calentar con un poco de grasa, añadimos especias que encontremos en el camino y nos quedará un delicioso platillo para degustar en medio de la Naturaleza.- Comentaba el mexicano, el cual tomó asiento junto a Ignacio.
- Han trabajado mucho ustedes dos, vengan, no sean tímidos. No mordemos.- Les invitó Rei y eso llevó a que el primero de los extranjeros se riera por aquel chiste/referencia con respecto a los zombies.
- Es bueno poder pasar un momento así. Espero que se pueda repetir.- Fue el deseo de Ignacio, quien comenzó a comer y de ahí pararon con las risas.- ¿Qué? ¿Qué pasó? ¿Dije algo malo?.
- No, no es eso, Nacho.- Respondió Mike, quien terminaba de comer una parte del churrasco/filete con papas. Después de tragar el bocado, éste lo miró, volviendo a su expresión seria y fría.- El tema es lo que pasará cuando volvamos a la carretera. Hay dos opciones: Seguir para encontrar a la esposa de Howard y de ahí dirigirnos hacia el Norte, el tema es: ¿Qué pasará si allí no hay nada?.
- Bueno.- Intervino Gustavo.- Aún no dijimos nada sobre Alaska, en teoría, como un "Plan B".- Sostuvo el empresario de Chile, quien tomó una servilleta para limpiarse los labios.
Se miraron entre ellos. Ese dicho no era malo: Alaska, la tierra gélida, el punto más frío del Planeta. Un zombie o todo un Ejército de aquellas criaturas no podría resistir a temperaturas bajo cero, incluso en los tiempos donde el Sol ni salía, sumando las ventiscas con nieve, ese sitio sería la "tumba" para todos ellos, por lo que hubo algunos cuchicheos y charlas acerca de qué podrían hacer.
- Ahora que lo mencionas, Mike.- Añadió Kim.- Alaska no es una mala idea: Un pequeño pueblo, nos instalamos tranquilos, frente al Mar de Bering y todo listo. ¿Quién nos joderá la existencia?.- Apuntó la novia de Jimmy/Saul.- El tema es avanzar por Canadá, sobre todo la extensa Columbia Británica.- Apuntó y eso era un grave problema.- Es del mismo tamaño como lo es la Provincia de La Pampa en la República Federal Argentina, ¿qué nos toparíamos en el camino?. Mucha gente vive instalada en las grandes ciudades de ese país y nadie vive en lo que es el Norte por la Tundra Boreal que les afecta y mucho por las temperaturas extremadamente bajo cero.- Señaló y de ahí llevó su mano hasta el mentón.
- Aún así, Señorita Wexler.- Se sumó Lalo a la charla.- El caso es que, si no podemos alcanzar el Norte de EEUU porque los zombies habrá dejando su "huella", lo mejor es seguir la "Ruta del Pacífico" y llegar hasta allí. Además, hasta Max Brooks, el escritor de "La Guía para la Supervivencia durante el Apocalipsis Zombie" refuta y apoya que las zonas donde hace mucho frío, los zombies no resisten y quedan congelados. Podríamos atacarlos, cuando estén hechos "Paletas de Hielo".- Ante eso último, lanzó una risa que duró un par de segundos.-
Kim se quedó pensativa en ello, su bebida con hielo que le habían entregado, permanecía intocable, el contenido que se derretía por la temperatura ambiente y que hacía subir el nivel del trago en su vaso, ante las incongruencias posibles y dudas sobre si era buena idea instalarse en Alaska.
- Yo no la veo como una idea loca.- Sostuvo Jimmy, hablando con un tono moderado al respecto.-
- ¿Tú crees?. Yo estoy con la duda.- Alegó su novia.- Digo: Alaska está lejos, el frío, no estamos acostumbrados a ello y de qué viviremos. ¿Seremos pescadores?.-
- No, tranquila, que eso es verdad.- Le respaldó su pareja.- A ver, creo que deberíamos dejarlo para otro momento: Por ahora, la idea de ir al Norte sigue vigente. Si encontramos que es seguro, nos quedamos allí, de lo contrario será Alaska.- Prometió el peli naranja y de ahí pasaron a otro tema.
- Oye, por cierto, Takashi y Compañía.- Se dirigió Howard a ellos.- ¿Cómo es que consiguieron todas esas armas y el "Humvee"?. Si no es mucho problema en querer explicarnos, ya que ustedes llegaron hasta aquella zona donde nos refugiamos y todo fue...¿cómo decirlo?.- El abogado rubio quería saberlo, tenía aquello "escrito" en su rostro, movía las manos, gesticulando, queriendo hallar las palabras necesarias para completar su oración, por lo que vio en el castaño lo que buscaba.
- Bueno, cuando mis amigos y yo estábamos en la Costa Oeste, al momento de iniciarse todo, tuvimos que escapar del hotel donde nos alojábamos y fuimos armados con objetos contundentes. Al llegar hasta una tienda de armas, nos topamos con que habían de las muy buenas, así que nos apropiamos de las mismas. Igualmente hemos tenido suerte en no combatir a enormes "Hordas" de Muertos Vivientes.- Relataba el chico castaño, mientras que había detenido los movimientos para comer y miraba a los presentes.- Tengo que admitirlo: No fue fácil y anduvimos mucho tiempo a pie, por la carretera, hasta que nos encontramos con el "Humvee" en las afueras de un pueblo, en el límite con Arizona.
- Era Flagstaff.- Añadió Rei, quien tenía un tono serio al respecto.
- ¿Pasó algo por allí?. No tuvimos noticias de los demás Estados hacia el Oeste.- Inquirió Gustavo con sumo interés.
- Para serles sincero, tanto allí como aquí y lo mismo quién sabe en qué otras partes del Mundo, todo es igual: Zombies devorando a los Vivos, cuerpos que vuelven a la vida, saqueos, pillaje, bandas y grupos armados que actúan para su propio beneficio, destrucción, muerte y caos. No hay nada que pueda escapar de esto. Nosotros, al llegar a Flagstaff, nos topamos con que los zombies ya habían atacado y asesinado a todos los que pudieron encontrar, sin embargo, en aquellos momentos, nos topamos con el "Humvee", justo cuando una enorme "Horda" iba hacia nosotros, así que debimos tomarlo, cargar nuestras cosas y partimos. Fue un viaje largo, yendo de pueblo en pueblo, buscando provisiones y demás pero, cada vez, hallábamos menos comida, medicinas, agua, ropa y municiones.
- Esa es la peor de las partes.- Indagó el chileno, moviendo su vaso con agua.- Una desgracia pero, incluso en las películas, ocurren este tipo de cosas.
- Sí.- Hirano meneó la cabeza.- También nos encontramos con mucha gente muerta, que se suicidaron, incluso familias.
- No.- La voz de Kim sonó a lamento.
- Sí, me temo que es verdad, Señorita Wexler.- Apuntó el chico peli negro y de lentes.- Una vez, por Arizona, llegamos hasta un pueblo, donde todos se habían suicidado para no caer víctimas de los zombies. Incluso familias enteras, niños abrazando a sus padres y abuelos. Era horrible y...- No tuvo tiempo y de ahí comenzó a llorar en silencio.
- Es duro vivir una cosa así, algo que solo pueden ocurrir en las películas.- Rescató Mike aquello.- Desgraciadamente, nadie está a salvo de ello, pero si vamos juntos y nos enfrentamos a cualquier peligro, podremos salir adelante.-
- Es verdad.- Apoyó Saeko lo que había dicho el ex-policía.- Y lo mismo pasa con los zombies: Ya no son los que nosotros creíamos que eran, no, todo lo contrario. Ellos no durarán en hacernos daño, atacarnos, por lo que hay estar en alerta todo el tiempo y también por si nos topamos con gente armada con malas intenciones.
- Muy cierto.- Sostuvo Saya y de ahí decidieron seguir comiendo, conversando hasta que llegó la hora de irse a dormir.
Decidieron hacer "Turnos de Guardia" cada dos horas, empezando Jimmy con Kim, acompañados por Takashi y Rei, los cuales vigilaron desde la azotea hasta el balcón del que era parte el inmueble y que daba hacia las calles. Algunos como Gustavo, Mike, Howard y Bill habían optado por hacer actividades como revisar las armas que habían conseguido en la Ciudad de Santa Fe, hacer un "Inventario" por las municiones que contaban, sacarle filo a sus machetes y otras armas blancas, preparar, en compañía de Hirano, "Bombas Molotov" y "Explosivos Caseros".
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En la azotea, Kim Wexler vigilaba las calles y la unión con la carretera. Un viento frío del Desierto de Nuevo México se hizo presente, llevando a que ella tomara su abrigo, se colocara y de ahí volviera a su puesto, además de darse calor así misma con unas caminatas alrededor de aquel lugar. El silencio era absoluto, algunos zombies habían conseguido cruzar la zona de la Farmacia e internarse por las calles, deambulando, perdidos, por lo que tomó su arma pero notó que solo eran dos y que iban muy despacio. ¿Valdría la pena desperdiciar unas balas contra aquellos insignificantes podridos?. Lo pensó dos veces, bajó dicho objeto y de ahí volvió a vigilar hasta que, por un sobresalto, ella retomó su arma y apunto, llevando a que Jimmy, quien había llegado con dos cafés en sus manos, alzara las manos en señal de que era él.
- Wow, tranquila, Princesa Xena.- Bromeó el peli naranja.
- Ufff, Jimmy.- Dijo Kim, bajando su arma.- Disculpa, es que...
- Tranquila, ¿primera noche de Guardia?. No es nada.- Le tranquilizó y le pasó el café para ella.- Ten, nos hará bien mientras vigilamos.
Ella tomó la taza y sintió el aroma del café recién preparado, con azúcar y que impregnaba sus fosas nasales, por lo que ella aprovechó para darle un ligero sorbo, ya que estaba caliente.
- Gracias, lo necesitaba.- Lanzó un suspiro al sentir que el calor le invadía su cuerpo, dándole energías para continuar con la vigilia. Jimmy tomó asiento, invitándola a hacer lo mismo.
- Aquí podrás tener una mejor posición de tiro.- Aconsejó y de ahí miró a los dos zombies que seguían allí.- ¿Quieres que salga y deje la calle despejada?.- Propuso pero ella negó con la cabeza, aún enfocada en su café.
- No, ¿para qué?. No tiene sentido, son solo dos zombies, nada más que. Tú tranquilo.- Respondió su novia.- Por cierto, ¿y los otros?.
- Mike, Gustavo, Howard y Bill están haciendo, junto a Hirano, un "Inventario" y sacando filo a los machetes y otras armas blancas que tenemos, así como también preparando "Bombas Molotov" y "Explosivos Improvisados". Saya, la Dra. Marikawa y Saeko están durmiendo, luego les tocará hacer guardia. Lalo y Nacho están terminando de preparar las últimas "Reservas" de comida para el viaje, mientras que Takashi y Rei vigilan desde el balcón de aquí abajo.- Contó sobre cada una de las actividades.
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Jimmy se acomodó, cubrió un poco más con su abrigo que llevaba consigo. Aún estaban vestidos con sus ropas formales desde el comienzo del día, no habían tenido tiempo para cambiarse de las mismas, lo mismo se podía decir de Howard y Bill, mientras que miraba hacia los Cielos.
- ¿Va todo bien?.- Preguntó Kim, sacándolo de sus pensamientos.
- ¿Eh?. Oh, tranquila, no pasa nada. Solo...Solo me quedé pensando en lo tan basto que es este Mundo...tan grande...y nos viene a pasar una cosa así, en pleno Siglo XXI.- Relató, respirando profundamente.- Aún me acuerdo, de mis tiempos en la escuela, cuando veíamos "Historia de la Edad Media" y justo nos hallábamos en el Siglo XIV D.C, la época de la "Peste Negra", en donde los libros mostraban cómo era esa bacteria, la expansión, apogeo y luego las consecuencias que dejó.- En ese momento, tuvo una revelación en Kim.-
- Te entiendo y viendo cómo están las cosas: No hay gobierno, ya no creo que esto vuelva a ser como antes.- Dedujo con pesar y sabiendo que podía ser cierto.
- ¿Quieres decir de que no volveremos a lo que era todo?.- Inquirió Jimmy y vio que la joven asentía con la cabeza.- No estás sola: Tal vez algún loco quiera autoproclamarse "Emperador de EEUU" y termine desatando una nueva "Guerra de Secesión". Todo es posible. Tal vez, las Naciones de América Hispana sí hayan sobrevivido, al igual que Europa: España, Italia, Irlanda, Escocia, Grecia, Alemania, Rusia pero hasta ahí, dudo qué pudo haber pasado con los otros.- Teorizó el peli naranja y de ahí le dio un sorbo a su café.- Es como la escena final del juego "Dead Island", cuando los personajes abordan el helicóptero del Coronel Ryder White junto a Kevin y Yerema, mientras que Logan Carter decía que no le importaba volver a los problemas de antes, que el Mundo seguiría girando pero Kevin le contradice diciéndole que nunca lo volverá a ser, que confiara en él y era cierto...Yo espero que no sea así.- Rogó, mientras que se ponía de pie.- Ufff, se me congelaron los pies.
- Demos una vuelta por la azotea, eso nos ayudará a que el Sistema Circulatorio nos de calor.- Sugirió Kim y Jimmy le tendió su mano, caballerosamente, para que se pusiera de pie.- Mañana nos tocará un largo viaje. Nos viene bien en detenernos en sitios así, donde podemos pasar la noche y no en la carretera, ¿te imaginas que paremos, en medio del desierto?.
- Paso, te lo juro, no quisiera vivir una experiencia así.- Dijo Jimmy, mientras que permanecían allí hasta que fue llegando el "Cambio de Guardia", despertando a Saya y Saeko, las cuales fueron a ocupar el puesto de la azotea. Tenía que unirse Shizuka pero estaba tan dormida que optaron por dejarla en la cama hasta que llegara la hora de volver a la ruta.
A su vez, en el bar, Howard, Mike y Bill yacían profundamente dormidos, teniendo todo preparado, gracias a Hirano, quien también fue a la azotea para cumplir con el puesto que la doctora rubia no pudo cumplir.
Ignacio y Lalo también se encontraban descansando en las camas de la planta alta, mientras que Takashi y Rei seguían en el balcón.
- ¿Qué crees?.- Preguntó la pelirroja a su novio.- ¿Deberíamos quedarnos aquí, en los Suburbios unos días?.- Propuso la joven.
Takashi miró a su alrededor, aquel sitio podía ser habitable nuevamente, reconquistarlo. Tan solo tendrían que limpiarlo de los zombies que merodeaban por allí, levantar barricadas y de ahí se evitarían un derroche de recursos. Sin embargo, aquello estaba tan lejos de ser cumplido, el tema Central era la Ciudad de Santa Fe, Capital del Estado de Nuevo México y con la gran aglomeración de muertos vivientes que rondaban por allí, ponían en jaque cualquier tipo de operaciones. Por su parte, las dos preguntas que su pareja hizo eran ciertas. Volvió la mirada hacia la Dra. Marikawa, lo mismo a Rei, notando que habían tenido bastante para viajar y que, por ahí, uno o dos días de descanso allí no les haría mal.
- Creo que será mejor hablarlo en la mañana con Jimmy.- Sugirió el castaño.
- ¿Sobre qué?. Oh, perdón.- Interrumpió el peli naranja en aquellos momentos, apareciendo en el pasillo junto a Kim.
- Estábamos hablando, Rei y yo, acerca de que deberíamos permanecer unos dos días aquí. También nos hallamos muy agotados tras el viaje que hicimos desde San Francisco hasta Nuevo México, no dormíamos mucho y viajábamos sin parar por la carretera hasta que alcanzamos este sitio.- Le explicó Takashi. Jimmy se quedó pensativo, el tema era Howard, quien deseaba saber sobre el paradero de su esposa, pero tomó una decisión.
- Descuida: Dos días no es un problema. Nosotros también lo necesitamos, de lo contrario, si tenemos que enfrentarnos a esos podridos, ¿quién sabe lo que nos podría pasar?. Nos tomarían con la guardia baja.- Dijo el abogado.- En la mañana se lo diré a Howard y los otros. Lo entenderán. Nosotros nos vamos a dormir, ya están Saya y Saeko en la azotea.
- Que descansen, amigos.- Les deseó Rei buenas noches y de ahí fueron hasta aquella habitación para dormir.
Una vez que entraron, se toparon a Lalo e Ignacio que dormían en unas camas de ese sitio, mientras que Jimmy y Kim hicieron lo mismo, acomodándose en una para ellos. Abajo, en el bar, Howard también se encontraba durmiendo junto a Mike y Bill.
La noche iba avanzando, calmada, serena, algún que otro zombie que merodeaba y luego desaparecía. Todo parecía seguir siendo "igual". Los faroles encendidos, salvo por los domicilios, en donde estaban a oscuras, ya que todos habían sido evacuados, murieron a manos de aquellas criaturas o se suicidaron para no volver a la vida, con el fin de atacar a los que amaban.
Desde la azotea, el viento frío del desierto continuaba soplando, moviendo diminutas columnas de polvo y arena que resplandecían en la luz artificial de los faroles en las calles. Saeko y Saya mantenían la zona bajo vigilancia, mientras que Howard y Bill se despertaban para cubrir el puesto en el balcón. El abogado semi-calvo trajo consigo un poco de café, con el cual compartió con el rubio, teniendo sus armas cerca.
- ¿Todo bien allí?.- Se acercó Saya al borde, mirando hacia el balcón.
- Sin novedad en el Frente, Capitana.- Respondió Howard.- ¿Quieren un café?.
- Gracias, pero estamos bien.- Respondió ella con calma.- Pero les avisaremos si deseamos beber uno.
- De acuerdo. Por cierto, bonita noche. Me trae recuerdos a cuando viajé a la Argentina, para la "Costa Atlántica", sus noches junto al Mar son frías y mágicas. No hay palabra que me ayude a darle una mejor descripción a lo que uno disfruta.- Señaló el rubio y de ahí miró hacia un zombie que se hallaba rondando por la zona.- Eh, Bill, mira.
- Uhhh, ¿le disparo?.- Propuso el semi-calvo.
- No, no vale la pena. Además recuerda: Cualquier sonido fuerte puede atraer a una horda.- Le detuvo el rubio, llevando a que el otro bajara su arma y asintiera.- ¿Sabes?. Sé que debemos ir a buscar a mi esposa y todo pero...también sería egoísta no darles un descanso a estos chicos. Nos han ayudado mucho y creo que unos días aquí no le hacen mal a nadie. Tú también tuviste un accidente.- Comprendió aquello y decidió ser amable con los demás por el gran esfuerzo realizado.
- Ni me lo recuerdes, pero es verdad: Un descanso de unos días no le hace mal a nadie.- Opinó Bill, sirviéndose un poco más de esa bebida y dándole un sorbo para, acto seguido, mirar hacia los Cielos Nocturnos.
- Cuando todos estén levantados, se lo diré a Jimmy. Lo entenderá bien.- Sostuvo el rubio y de ahí continuaron con su guardia.
Pronto, el reloj marcó las 12 de la Medianoche.
[Hacia un tiempo que no actualizaba este fic pero estuve ocupado con otros asuntos y las demás historias. Bueno, un capítulo tranquilo pero el que viene estará lleno de sorpresas con la estadía en "El Dorado" para los dos grupos de supervivientes.
Mando saludos y agradecimientos para shadowbellatrix y los demás seguidores.
Cuídense, amigos y que tengan un buen inicio de día Viernes de mi parte.].
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