Capítulo XI:

https://youtu.be/9GY7Qjrl9wo

El ambiente, ese silencio tan...¿cómo describirlo?. Quizás "perturbador", las pocas casas que habían allí y los amplios terrenos desérticos y con accidentes geográficos en la lejanía, mostrando el significado de la desolación y más al ocurrir una desgracia como esas. El viento movía el polvo del suelo, los remolinos, pequeños, que se formaban jugaban a "unirse" hasta que se separaban y con ello venía la calma nuevamente. No lo podían entender pero, al final de la carretera, un letrero luminoso con una flecha amarilla que señalaba hacia un punto en la distancia, atrajo su atención como la luz a los insectos. 

- Ok, son las 15:30 PM, deberíamos volver a la ruta cuanto antes.- Dijo Jimmy, mirando su reloj y caminaba hacia donde estaban los otros.

- Quizás deberíamos buscar comida aquí y un refugio. No me veo manejando por la ruta en la noche y más con esos podridos dando vueltas.- La voz de Kim resonó entre los presentes.- Lo siento, Jimmy, pero no creo que nadie esté preparado para ello.

- Hasta que nos acostumbremos. "El Dorado", este suburbio que nos encontramos aquí, está completamente desértico y si ese cartel indica que hay un refugio a unos kilómetros de aquí, yo iría con cuidado. Nadie sabe lo que puede haber del otro lado. Puede que ya no exista.- Advirtió Mike, mientras que Ignacio y Lalo comprobaban el letrero.

- ¿Qué dices? ¿Habría que seguir?.- Preguntó el de bigotes al joven.

- Ni en broma. Recuerda lo que pasó el "Jaguar Capital Stadium".- Le trajo los recuerdos de lo ocurrido en ese sitio, por lo que Lalo se encogió de hombros y volvieron con los demás.- 

- Ok.- Miró Jimmy a los dos mexicanos que habían vuelto.- Vamos a tener que tomar una decisión.

- ¿Cuál es?.- Preguntó Lalo.

- La situación es esta: Son las 15:30 PM, dentro de poco va a atardecer y con ello estará el tema de qué hacemos de noche. Movernos por la ruta será arriesgado, demasiado y no sabemos qué clase de peligros puede haber allí, ¿de acuerdo?.- Habló el abogado ante los presentes mientras que Takashi y su grupo iban descargando cajas con municiones y equipaban las armas que tenían consigo.- 

Algunos como Gustavo asintieron con la cabeza.

- Este Suburbio tiene la pinta de ser acogedor pero, no sé por qué, me da muy mala espina.- Advirtió Mike, mientras que sostenía su escopeta en las manos y con el seguro fuera.- 

- Ese es el tema: Deberemos pasar la noche aquí y buscar comida, así como también agua, medicinas y quizás algunas provisiones más.- Alegó Kim.- Yo he estado aquí, cuando era pequeña y venía de visita la casa de mis tíos, hay un pequeño supermercado y también una estación de servicio. Por cierto, Ignacio, Lalo, ¿qué decía esa señal de ahí?.

- Dice que hay un refugio a unos 4 kilómetros pero no me fío, en lo absoluto, de que sea verdad o o no.- Respondió el joven Vargas.- Además, ¿qué sabemos si está aún operativo?.

- Esté o no, yo no le tengo confianza.- Se negó Howard en creer eso.- Yo respaldo lo que Jimmy y Kim han propuesto: Buscar provisiones y pasar la noche aquí. Tal vez podríamos aprovechar, desde mi punto de vista, en reconocer el área, no es un Suburbio muy grande. Es del tamaño de un cuadrado y si tomamos, como punto de partida, este sitio, en la Calle Queens, podríamos recorrerla en pocos minutos, a pie.

- ¿A pie?. Yo propondría usar los vehículos.- Sostuvo Lalo con su punto en contra.

- No sabemos si los surtidores de gasolina tengan, todavía, algo en su interior. Si vamos, tendremos que emplear todo nuestro potencial en caminar o ¿quieren que nos quedemos sin gasolina en los coches?.- Intervino Kim en respaldo de la idea de Howard.

- Ok, todo muy interesante pero les aviso que no estamos en la serie "Seinfield" o "The Office", donde todo es comedia: Estamos en medio de un "Apocalipsis Zombie" y deberíamos tener en cuenta del peligro que representan los pueblos. No solo las grandes ciudades cuentan con zombies, ¿acaso se olvidan de "The Walking Dead"?.- Añadió Bill en ese punto que llevaba consigo.- Tenemos armas y también de melé pero es obvio que la munición no es infinita. Esto no es el "GTA" donde pones los códigos y listo. Aquí pende nuestra supervivencia.

- Coincido con él.- Le apoyó Gustavo en las palabras que dio aquel hombre.

- Esperen.- Jimmy fue hasta ellos y oteó el camino principal, la carretera que se extendía de Norte a Sur y de Este a Oeste.- Ok, ok, esto...Esto...Ya lo tengo.- Concluyó.- Kim conoce del sitio, podríamos ir a revisar los "Puntos Vitales".

- En español, por favor.- La voz de Gustavo sonaba tranquila aunque tuviera ese tono cómico pero mezclado con su frialdad pura.- 

- Se refiere a que deberíamos revisar los sitios como la Comisaría, el supermercado que contó Kim. Quizás haya una clínica, de esas comunitarias donde van a atenderse para no ir hacia el hospital, cuando no es cosa seria, a menos de que ocurra un accidente automovilístico.- Enfatizó Ignacio, comprendiendo el mensaje que les estaba transmitiendo Jimmy a ellos.

- Oigan, ahora que recuerdo bien, aquí trabajaba un primo mío, como "Barman", en un bar cercano que se llamaba "El Español".- Recordó Ignacio y se fijó en las calles.- Si no me falla la memoria, estaba hacia el Norte de este lugar. Podríamos quedarnos allí, marcarlo como refugio.

- ¿Da hacia la carretera?.- Preguntó Kim y el mexicano asintió con la cabeza.- Bien, ya tenemos dos cosas resueltas: El refugio y la salida por si ocurre algo.

- Perfecto.- Saul se puso firme y de ahí miró a los demás.- Bueno, escuchen, vamos a empezar a recorrer el sitio. Si encontramos un "Punto de Importancia" como una clínica, entramos, tomamos lo necesario y dejamos el resto para otros supervivientes. Les aviso que si el supermercado no cuenta con energía eléctrica, no tomen nada que depende del frío. No lo podemos llevar, lo siento. Da igual si la hay, ya que necesitaríamos alguna heladera y no disponemos de la misma.

- ¿Viviremos a base de comida enlatada todo el tiempo?.- Preguntó Lalo.- Ufff, lo que daría por un buen churrasco.

- En el bar podremos cocinar carne y llevarla con nosotros pero a modo seco, al estilo "Charqui". Yo les puedo enseñar a hacerlo. Es un plato tradicional de Argentina como de mi país natal, Chile.- Se acercó Fring hacia ellos.

No se dijo nada más, no había que perder más tiempo por lo que empezaron a recorrer la zona, dejando los vehículos en un lugar oscuro, cubriendo sus huellas y evitando que hubieran grupos de saqueadores merodeando por los alrededores.  

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15:30 PM, de la tarde, bajo un Sol de finales de Marzo, la Primavera encima de ellos pero el aire, todavía frío, se negaba en dejar el escenario. Se internaron por una de las calles que llevaba hacia uno de los "barrios" de casas de amplios parques y jardines, arena y césped eran los protagonistas, árboles como palmeras del desierto y cactus eran los detalles más sobresalientes, así como también la arquitectura española y mexicana que empleaban, en su mayoría, los lugareños, ya que éstos venían de aquel país vecino en América Latina, a comparación de las tradicionales construcciones americanas con sus colores tales como el blanco, gris niebla, etc, dentro de esa "Paleta de Colores". Otro detalles a tener en cuenta, aparte de los árboles de distintos tamaños, los cuales también estaban en las esquinas con el césped, ideal para cubrirse del calor en los tiempos del Verano Boreal, también podía percatarse la falta de animales como perros.

Algunas casas se hallaban en construcción, incluso no habían sido iniciadas las obras cuando tuvieron que ser evacuados los obreros y los dueños de aquellos terrenos. Los animales también, era una clara señal de que el Ejército había pasado por allí pero no para los saqueadores, quienes habían cometido actos de robo y pillaje para su propio "beneficio".

- Qué lástima, una zona tan bonita.- Se lamentó Kim, siempre sosteniendo su machete en la mano y en su espalda llevaba aquella arma de asalto al igual que Jimmy.

Pasaron por una parada de autobús vacía junto al letrero, todavía encendido y que titilaba, quizás por un fallo en su interior. Pudieron notar los muros de piedra levantados por los habitantes para evitar que cualquiera se fuera a meter en sus propiedades, así como también los caminos de tierra que seguían metidos. Deambularon un poco hasta que, casi llegando a la unión entre la calle y la carretera, Ignacio hizo una seña para detener la marcha.

- Aquí es donde está el Bar "El Español" de mi primo.- Dijo y fue a ver si todavía había alguien que les pudiera ayudar. 

Fue solo y con su machete en las manos aunque tenía su Pistola preparada para disparar contra cualquiera que fuera a darle problemas. Sosteniendo con firmeza el arma de melé, el joven mexicano giró hacia la derecha, dejando una pequeña polvareda que fue dispersada por el viento fresco del Norte y de ahí vio la entrada junto a la fachada del bar.

El letrero estaba apagado, eran de Neón y cuando fue a ver si la puerta estaba cerrada, comprobó que sí lo estaba. Dio una vuelta y fue hacia la parte trasera del local con el fin de cerciorarse de que no hubieran saqueadores o zombies en los alrededores. A través de una de las ventanas que daba a la cocina, pudo observar que el lugar parecía vacío. El cuerpo de un zombie yacía en el piso, con un tiro en la cabeza, quizás porque el dueño habría defendido su lugar pero también notó otros cadáveres regados por la zona.

- "Cuando volvamos de recorrer esta zona, despejaremos esta cuadra y con ello depositaremos los cuerpos en otro lugar".- Pensó Ignacio, mientras que volvía con los demás.

Lo notaron tranquilo.

- El bar está despejado, por lo que parece, así que solo tenemos que cerciorarnos de que no haya zombies en las casas vecinas. Además de que hay tres a cinco cuerpos en la parte trasera del local.- Informó el joven mexicano.

- Muy bien, de eso nos haremos cargo después. Por ahora, tal y como dijimos, recorreremos la zona en busca de "Puntos de Vital Importancia". Luego nos ocuparemos del bar.- Prometió Jimmy y de ahí volvieron a la calle.

La zona ofrecía la típica escena de pueblo abandonado o Suburbio que había visto pasar a las hordas de zombies hasta que desaparecieron para ir a buscar más comida. En un momento dado, metiéndose en el "Centro", se toparon con la Comisaría, un pequeño edificio que podía albergar a unos pocos agentes y los calabozos. Dentro fueron Kim, Howard y Jim mientras que Takashi y los suyos revisaban los alrededores.

- Aquí no hay más que papeles y muebles por doquier. Se nota que tuvieron un primero encuentro con los zombies y luego se fueron.- Observó la novia del abogado.- Tal vez la armería sí tenga algo o no. Puede que la hayan vaciado...Espero estar errada.- Pidió la muchacha pero al momento de llegar al citado lugar, se toparon con que ésta había sido vaciada, aunque encontraron unas muy pocas cajas de madera con municiones, éstas eran para escopetas y pistolas, armas que usaban los policías en sus misiones de patrulla y detección de delitos. 

- Valdrá la pena, con o sin nada, nos sirven.- Argumentó Howard y con Kim fueron tomando las pocas cajas que quedaban dentro.

A su vez, en las afueras de la Comisaría, Takashi y Rei revisaban los coches abandonados. 

- ¿Algo?.- Preguntó la peli naranja a su novio.

- Nada, todos están vacíos. Los debieron de haber saqueado o los dueños optaron por llevarse todo lo que pudieron. Ni siquiera hay alfombras.- Observó éste con una linterna.- Incluso vaciaron los tanques de gasolina.

- Tal vez no seamos los únicos aquí.- Posicionó Hirano su opinión.- ¿No sienten que pueden haber más personas?. Quizás están ocultas en sus casas, protegiéndose junto a sus familias.- Teorizó éste, mirando de Norte a Sur y de Oeste a Este pero ninguna presencia.

- Yo no estaría tan errado.- Opinó Saya.- Pero tampoco puedo quitarme la sensación de que, por ahí, hayan personas pero todo esto está muy solo.- Argumentó y de ahí pasó a acompañar a Gustavo, Mike y la Dra. Marikawa hasta una farmacia.

Ésta permanecía cerrada y no tenía signos, por lo que ellos veían, de que hubieran entrado para saquearla. Con una ganzúa que llevaba el viejo consigo pudieron entrar y de ahí descubrir que no tenía activado su Sistema de Seguridad. En los estantes y anaqueles que habían por allí se toparon con una buena cantidad de medicinas, material médico como gasas y botellas de alcohol, banditas o "Curitas" para las heridas, así como también botellas de vidrio vacías que eran para los hospitales o clínicas como las de los Suburbios.

- Me llevaré todo lo que sea necesario: Medicinas, botellas vacías y de alcohol, gasas, paquetes de banditas. Lo voy a necesitar por si ocurre algún percance.- Señaló Shizuka, guardando lo que había allí y con ello vio que Mike hacía lo mismo.

- Voy a necesitar de esto.- Tomó Gustavo una caja de pastillas contra el insomnio.- 

- ¿Tienes problemas para dormir?.- Preguntó el viejo.

- Algunas veces, sobre todo cuando me quedaban algunos asuntos pendientes sin terminar. Una vez estuve despierto más de 24 horas sin pegar un ojo.- Respondió el chileno, lanzando una risilla y de ahí procedían con su trabajo.

A su vez, mientras que Saya montaba guardia junto a Saeko, ambas vieron a Bill acompañar a Howard, Ignacio y Lalo hacia una estación de servicio que se encontraba a unos metros de donde estaban posicionados.

- ¿Los acompañamos?.- Preguntó la Capitana del "Club de Kendo".

- Descuiden, ustedes protejan a su grupo, nosotros vamos y volvemos. Solo necesitamos combustible.- Respondió Bill con un brazo levantado en el aire, dando a entender que no tendrían problemas en aquel lugar.

Justo al momento de dirigirse para la estación de servicio, un zombie emergió desde la parte trasera de la Farmacia, por lo que Saya sacó un cuchillo de combate y se lo enterró en el cráneo, oyéndose el sonido de cómo los huesos y el cerebro eran destruidos y de ahí caía desplomado contra el piso mientras que la hoja de acero se hallaba empapada con la sangre de aquel zombie.

- Hay que vigilar bien la retaguardia. Iré a verificar que esta zona esté despejada.- Dijo Saeko y desenfundó su katana, yendo hacia la parte trasera del local para limpiar el camino.

Deambuló y de ahí se topó con una cerca medio caída, un par de zombies que trataban de ponerse de pie y otros que querían atravesarla pero era imposible. Mirándolos con frialdad, la joven atacó, matando a los que trataban de pasar y luego a los que yacían en el piso. Acto seguido, con la hoja de su katana empapada con la sangre de éstos, miró por aquella brecha y vio que otros zombies yacían allí pero secos por estar bajo el Sol abrasador del Desierto de Nuevo México y de ahí no habían otros en el radio de acción suyo.

Viendo que todo estaba despejado y sin peligro alguno, volvió pero con su katana en mano por si acaso.

A su vez, en la estación de servicio, Bill, Howard, Lalo e Ignacio vieron un cartel que estaba en la calle, uno luminoso con un mensaje y también el otro que tenía la lista de gasolina, sus tipos, el precio y un cartón que decía "No hay gasolina en los surtidores, tome los bidones". En la otra esquina notaron un taller mecánico cerrado y el bar de la estación de servicio, por lo que entraron.

- Esto debe de ser una tontería, una mentira por parte de los dueños para no acceder a la gasolina.- Argumentó Lalo y de ahí tomó la manguera de uno de los surtidores, Ignacio trajo un bidón y vio que de éste salía el contenido.- ¡Ja!. ¿Lo ven?.

- Lo hicieron para evitar que se agotaran todos. Además, hay muchos idiotas que se creen "Dioses" y se apropian de todo.- Enfatizó Bill y siendo práctico en sus resoluciones.

- Como los Comunistas. Cómo los odio.- Señaló Lalo.- Me dan ganas de pegarles un tiro y tirarlos al desierto a esos malditos explotadores de los trabajadores y ellos viven ricos y mueren llenos de riqueza mientras que a los que decían "apoyar" los abandonan a la buena de Dios.- Resaltó su bronca y de ahí terminó de cargar el primer bidón.

- Vamos a necesitar de una buena cantidad de combustible. Quizás unos 20.- Calculó Ignacio lo necesario para el viaje y si se topaban con otras estaciones de servicio que estuvieran funcionando.

A su vez, Howard estaba en el bar, notando que todo funcionaba bien, había electricidad pero le llamó la atención una mancha de sangre que había desde el piso y que iba hacia el mostrador donde trabajaba el cajero. De ahí, asomándose, notó el cuerpo sin vida de un chico que trabajaba allí y que había mezclado alcohol con pastillas para quitarse la vida y no terminar convertido en un zombie. 

- Pobre. Debió de sufrir un derrame en su cuerpo por eso.- Teorizó el abogado rubio y de ahí tomó lo necesario que había en las estanterías y anaqueles.

Se llevó papas fritas, caramelos, mentas contra el mal aliento, llenó unos termos con café de la máquina, así como también llevó pan, galletas, tanto dulces como saladas, quesos que no necesitaban frío, las hormas, así como también embutidos, gaseosas y, viendo que podía ser la única vez que pudieran disfrutar de un buen helado antes de que se los llevaran otros, agarró unos cuantos de éstos y otros productos empaquetados que ofrecían para los viajeros. Vendría bien para la hora de cenar y más por si alguien apetecía comer algo en esos momentos y en medio de una vasta soledad dentro de los Suburbios.

- Perfecto, eso es todo.- Dijo Howard y de ahí partió al exterior, en donde seguían cargando los bidones y también tomaron unas latas de anti-congelante y de otras variedades.- ¿Cómo van?.

- Apenas llevamos unos tres bidones llenos. Esto se toma su tiempo y el Sol va a comenzar a ocultarse.- Dijo Bill, mirando al Cielo y su reloj, siendo las 15:45 PM.

- Hay tiempo, tranquilo, ¿sí?.- Le animó el rubio.- Ten, come algo.- Le entregó un sándwich y lo mismo hizo con Lalo e Ignacio.- Ustedes también, lo necesitarán. Les daré, a cada uno de ustedes, su parte de lo que encontré allí. Si quieren, añadan algo más pero dejen algo para los otros supervivientes.- Aconsejó y nadie dijo nada. No era el momento para pelearse o discutir por tonterías sin sentido como si fueran niños de preescolar, por lo que el tiempo estaba en su contra. 

Dentro del supermercado, tanto Takashi como Rei y Hirano se encontraban buscando comida pero cuando se percataron de que en aquel sitio no funcionaba la electricidad, estando envuelto el interior bajo un profundo manto negro, tuvieron que retirarse, sumado a un misterioso olor que provenía desde el fondo del mismo y también a los chispazos que hacía la conexión del local.

- Debieron de haberse refugiado personas y fueron asesinadas por los zombies.- Advirtió Rei, viendo que no contaban con linternas.

- O tal vez sea la comida que necesita del frío para mantener su cadena.- Añadió Hirano pero Takashi optó por no ingresar. El olor era nauseabundo e inundaba las fosas nasales hasta llegar a un nivel crítico para quien tuviera estómago suficiente para ello.

Apenas habían conseguido llevarse unos pocos packs de botellas de agua minera que quedaban allí y unos bidones del mismo líquido junto a algo de comida enlatada pero hasta ahí. Aquello sería lo suficiente pero frugal para el grupo que comandaba aquel muchacho de Japón.

- Oigan, miren.- Llamó la atención Bill de Howard, Lalo e Ignacio, los cuales estaban comiendo un tentempié recibido por aquel abogado rubio.

- ¿Qué pasa?.- Preguntó éste, mientras que seguía masticando y luego se limpiaba las manos con un pañuelo limpio de su bolsillo.

- Ahí lo tienes.- Señaló el semi-calvo a los que volvían.- El Comandante Takashi y sus Oficiales.- Dijo, en modo de broma, hacia aquellos jóvenes.

- Vamos, Bill, no seas así.- Le animó Howard.- Son buenos chicos.- ¿Ustedes qué opinan?.- Se dirigió a Lalo e Ignacio, los cuales se miraron entre sí. El segundo se encogió de hombros y siguió comiendo mientras que el otro preparaba su Pistola, asegurándose de que tuviera una buena calibración.- Bueno, parece que hay posturas Neutrales por aquí.-

- Es eso ¿o prefieres algo más?.- Cuestionó Lalo, mientras que terminaba de revisar su arma y al momento de hacerlo, un zombie apareció detrás de ellos pero el mexicano de bigotes se puso de pie y con su machete decapitó a la criatura, dejando allí su cuerpo bajo una mancha de sangre.

- ¿Todo en orden? ¿Qué pasó?.- Se acercó Saeko hacia ellos.

- Un zombie. Salió de la parte trasera de la estación de servicio. No lo habíamos visto.- Señaló Lalo el camino que el enemigo había tomado.

- También vi a varios detrás de la farmacia, entraron por el exterior de los Suburbios.- Contó la Capitana del "Club de Kendo".

- A la mierda, pero...eso quiere decir que...¿y si hay muchos por aquí?.- Preguntó Ignacio pero lo repensó mejor.- No, es imposible, de lo contrario nos habrían atacado y en grandes grupos. Aquí puede ser que el Ejército haya estado "limpiando" la zona pero, por algún motivo, se fueron.- Indagó el joven hijo del dueño de la cantina.- 

- Estoy con él.- Le respaldó Bill.- ¿No les llama la atención que el Ejército y la "C.E.D.A" hayan evacuado este lugar pero no intentaron, por lo menos, montar un "Módulo de Seguridad"?. No soy militar, pero pienso que este sitio sería el ideal como un "Puesto de Avanzada" para cubrir a los otros pueblos cercanos.

- Puede ser cierto o no pero el tema es que tenemos a unos zombies, a los cuales tuve que matar, en los terrenos baldíos, pero están tan podridos y quemados por el Sol que apenas moverse los lleva a que se caigan a pedazos.- Comentó Saeko y de ahí vio la comida que llevaban.- Muy bien, amigos, los felicito.

- Gracias, tomé lo necesario.- Respondió Howard.- ¿Un sándwich? ¿Algo para comer?.

- Se lo agradezco, Señor Hamlin, pero estoy bien. Muchas gracias, ahora, si me disculpan, voy a volver para la Farmacia, ya están listos los otros. Ustedes también terminen aquí y vuelvan con Takashi, ya será tiempo de irnos.- Les aconsejó la muchacha y con ello partió, calle arriba, hacia dicho establecimiento.

Sin más que decir, habiendo terminado de cargar los últimos bidones con la gasolina, volvieron con el castaño y Jimmy, el cual había conseguido, junto a Kim las pocas municiones que quedaron allí, en cajas, por lo que las misiones de obtener recursos finalizaron y de ahí volvieron para donde dejaron los coches, estacionados y protegidos por las sombras.

- Ok.- Miró Jimmy su reloj.- Son las 17:55 PM. Nos quedaría, como último lugar, la clínica pero no creo que sea útil ir allí ya que, en vista de que Mike, Gustavo y la Dra. Marikawa consiguieron lo suficiente en la farmacia, yo dejaría pasar ese sitio.- Opinó éste.

- Estoy con él.- Respaldó Saya su postura.- Además, desconocemos qué clase de peligros puede haber en la clínica. Por ahí dejaron a los muertos encerrados, si vamos y abrimos las puertas, estaremos perdiendo mucha munición y eso nos acarrearía un serio problema hasta encontrar otro pueblo.

- Sí, ¿y al final qué haremos?.- Preguntó Mike.

- Ya lo dije: Pasaremos la noche en el Bar "El Español" de mi primo. Allí debe de haber comida y también podremos descansar, así como también armar bombas molotov.- Contó Ignacio.

- ¿Es seguro? ¿Viste algo más?.- Le interrogó el ex-Policía.

- Por lo que vi, salvo la parte trasera que estaba con unos zombies muertos contra el piso, el interior parece seguro.- Informó el joven de México.

- Ok, vayamos para allá. Ya se está haciendo de noche y no es buena idea ir por la carretera con los zombies por doquier.- Apoyó Takashi la idea de Ignacio y pronto, ambos grupos pusieron rumbo hacia aquel bar.

[Dato curioso: El Suburbio "El Dorado", perteneciente a la Ciudad de Santa Fe, Estado de Nuevo México, con la calma reinante y ese aspecto que no parece seguro al 100% por la presencia de zombies, me inspiré en San Lorenzo, un barrio perteneciente a la Ciudad de Salta Capital, en el Norte Argentino, el "NOA" ("Noroeste Argentino") cuando fui de vacaciones este año: Una belleza pero muy tranquilo y el silencio el barrio, además de estar rodeado de bellos árboles y con las "Yungas" junto a la "Quebrada de San Lorenzo" (Las "Yungas" son "Selvas" pero no tropicales, sino "Bosques de Cordillera", fríos y eso lo experimenté también).

Bueno, amigos, con este dato les dejo también este capítulo: Los dos grupos pasarán la noche allí, en "El Dorado" para continuar con su viaje pero...¿será seguro? ¿Qué pasará durante su estadía en el "Bar El Español" que comentó Ignacio. Eso lo veremos en el capítulo que viene.

Mando saludos y agradecimientos para shadowbellatrix, luismateoarauz y los demás seguidores.

Cuídense, amigos y buen comienzo de día Martes para todos ustedes, Camaradas.

¡Hasta el próximo capítulo!.].