Capítulo VIII
Capítulo VIII:
Cuando Mike, Gustavo, Lalo e Ignacio vieron llegar a Saul y Kim con ese grupo de adolescentes armados, al principio creyeron que se trataba de algún asalto o ataque silencioso, una emboscada que podía terminar en trágicos resultados pero, al ver que venían con su armamento en los hombros o colgados en la espalda no hubo problema, pudieron respirar tranquilos, incluyendo los tres primeros que portaban una Pistola cada uno. Bill, por su parte, continuaba inconsciente y de ahí vieron que el grupo ingresaba al "Spa Vietnamita".
- Jimmy, ¿quiénes son ellos?.- Preguntó Mike.
- Antes que nada, tranquilos, ¿sí?. No son enemigos ni pertenecen a ninguna banda. Además, al ser de Japón, dejemos que ellos se presenten.- Les llevó la calma el abogado pelirrojo, dándoles la presentación a ellos.
- Mucho gusto.- Se acercó un chico castaño, dejando su arma a un costado mientras que sus acompañantes tomaban asiento.- Mi nombre es Takashi Komuro, soy un estudiante de la "Preparatoria Fuyumi". Mis amigos y yo vinimos para pasar un intercambio estudiantil cuando empezó todo este desastre.- Relató éste, los cuales se hallaban recuperando el aliento tras el viaje.-
- ¿De dónde vienen? ¿Son de aquí? ¿De Albuquerque?.- Les preguntó Kim.- Son muy jóvenes como para andar con armas de fuego.
- No, nos hospedábamos en Los Ángeles cuando todo ocurrió. Fue todo un desastre, dicen que comenzó en Japón, que la enfermedad se expandió a otras partes del Mundo. Por cierto, yo soy Miyamoto Rei, la novia de Takashi.- Respondió una peli naranja a la pregunta de la abogada.- Y con respecto a nuestra portación de armas, Señorita...
- Kim...Kim Wexler.- Se presentó la muchacha rubia.
- Bien, no, no lo tenemos: El Mundo se ha ido a la mierda, ¿cómo piensa que podamos seguir viviendo sin leyes cuando ya no se puede hacer nada?.- Cuestionó esa moralidad que ya no existía.
- Odio decirlo pero tiene razón.- Le apoyó Howard.- Ahora vemos que están bien equipados, ¿de dónde las sacaron?.
- Conseguimos llegar hasta una armería y tenían de todo. Debía ser que el dueño se estaba preparando para algo así pero no lo encontramos por ninguna parte. Quizás huyó y dejó esto para que otros sí pudieran hacerlo. Mucho gusto, por cierto, soy Kohta Hirano.- Añadió un joven un poco bajito, algo gordo, de cabello negro y lentes.
- Veo que estamos ante una verdadera "Tropa de Élite".- Les felicitó Lalo.- Nosotros, apenas, tenemos una Pistola cada uno y, jejejeje, bueno, alguna que otra arma contundente. Ustedes son la representación del Imperio del Japón y yo pensaba que eran de...bueno, esos que andan con el anime y el cosplay.- Señaló, riéndose un poco y luego llevándoles la calma.
- Eso es algo que se ve y mucho en Japón pero no en nosotros.- Alegó una peli rosa de lentes y de carácter serio. Saya Takagi, para dar mi presentación.
- Oigan, no quise decir eso como el clásico "cliché" de los japoneses. Es solo una opinión. De seguro, todos esos que lloraban por cualquier cosa ya deben de ser zombies.- Alegó Lalo, disfrutando de ese momento.
- Para ya con eso.- Le susurró Ignacio tras agarrarle del brazo.
- No hay problema con ello.- Tranquilizó Saya.- Ahora, yendo con ustedes...Veo que tienen a uno que está herido.
- Sí. Por cierto, mi nombre es Howard Hamlin, tal vez no me conozcan pero no importa. Él es Bill Oakley, lo encontramos en la carretera, se había salido del carril y terminó impactando contra un árbol. Solo está inconsciente, en un rato despertará.- Señaló al convaleciente y cuando terminó de hablar, para sorpresa de ellos, una de las chicas de cabello violeta largo y armada con una katana y una Pistola M92 Vertec caminó hasta aquel hombre y vio que abría los ojos.
- Uffff, mi cabeza, Dios, cómo me duele...- Balbuceó éste y cuando recobró la vista se topó con una joven estudiante, cosa que lo hizo sobresaltarse hasta casi caerse de la cama improvisada, siendo agarrado por Kim y Jimmy.- ¿Eh? ¿Goodman, Wexler? ¿Qué...Qué pasó? ¿Acaso estamos todos muertos?.
- No, no lo estamos, Bill.- Le tranquilizó el novio de Kim.- Tranquilo, esta gente es de fiar, no temas.
- Oh, entiendo.- Habló éste, aún mareado y confundido, mientras que se sentaba por sus propios medios.- Dios, no sé cómo describirles lo que pasó en la ruta.- Señaló, agarrándose un vaso de agua y sacaba su única tableta de pastillas contra el dolor de cabeza.
- Bill, qué alegría ver que estás bien.- Se alegró Howard.- Creía que te habías ido para el Norte.
- Estás en lo correcto: Iba para el Norte, al Estado de Washington cuando, en plena carretera, vi a un chico, no debía de tener más de 14 años cuando se me apareció y para no chocarlo, hice un giro muy brusco que me sacó del camino y fui a parar contra el árbol. A decir verdad, me salvé de que los zombies no me encontraran pero yo tomaría ese camino, estará todo plagado.
- Estuvimos allí y sí, estás en lo correcto pero de coches abandonados.- Señaló el rubio de "HHM".
Takashi miró a sus amigos. Pidió un minuto para estar a solas con ellos y así poder hablar con calma, idear un plan que les permitiera poder salir adelante. Tanto Jimmy como los otros les dieron su espacio privado.
- ¿Qué querrán hacer estos chicos? ¿Acaso soy yo el único que piensa esto parece un sueño?. Manejan armas de fuego como todo un profesional y uno tiene que sacar el "Permiso de Portación" tras hacer una gran cantidad de exámenes y papeleo.- Indagó Bill, asombrado por la gran potencia fuego que contaban aquellos extranjeros.
- Yo creo que deberíamos, en mi caso, Bill, de que estemos con ellos. Si estamos juntos, quizás podamos salir adelante de este sitio.- Sostuvo Kim.
- ¿Qué? ¿Y si nos traicionan?.- Preguntó Howard con ciertas sospechas.- No nos podemos fiar de cualquiera, es la regla dentro de la supervivencia.
- ¿También lo es enfrentarnos a fanáticos religiosos?.- Preguntó Jimmy, en forma de broma pero eso no pareció surtir efecto en el hombre de "HHM".
- Lo que digo es que, desde mi punto de vista y siendo constructivo en este asunto, es que no podemos andar confiando en todos como si fuera una especie de "película" o "serie de Ciencia Ficción" como las que pasaban por la televisión. En un Mundo donde ya no hay orden, leyes y en el cual hay que sobrevivir siendo fuertes, yo propondría seguir por nuestro camino.- Apuntó el rubio pero no hubo quien lo apoyara.
- Yo creo que es mejor dejarlo suelto, que se desarrolle.- Dijo Mike, quien tomó una Vía Neutral.
- Bueno, yo también opino lo mismo que él.- Sostuvo Ignacio. Lalo, por su parte, se encogió de hombros, dando a entender que le daba igual la decisión que se tomara.
A su vez, con Takashi y los suyos, éstos estaban reunidos en un pequeño rincón y conversaban entre ellos, evitando llamar al atención de los presentes, ya que podían pensar cualquier cosa que despertara los temores y encendiera las alarmas.
- No lo sé, aunque no parezcan hostiles, no tengo confianza. Cualquiera, ahora mismo, puede estar ejerciendo un papel de "buenas personas" pero, luego, terminan por apuñalarte por la espalda.- Sostuvo Rei, quien no deseaba meterse y unir el grupo con el de los americanos.
- Aún así, ellos tampoco nos apuntaron con armas, tienen solo tres Pistolas y nada más. ¿Crees que eso sería amenazante?.- Interrogó Saya, acomodándose los lentes.- Pero, desde lo que tú has refutado, pienso lo mismo: ¿Vale la pena que nos arriesguemos, Takashi?.
- Tal vez deberíamos dejarlos a que se unan con nosotros pero que no sea algo así como "bueno, pasen y nos vamos tomados de las manos". Que se ganen nuestra confianza.- Dijo Hirano y esa no parecía sonar a una mala idea.
- Estoy con él.- Opinó la Capitana Saeko.- Además, puede que alguno de ellos tenga cualidades como reparar coches o incluso saber bien dónde hay armas ocultas.
- Muy bien entonces.- Takashi, tras analizar todas las opiniones habidas y por haber, ya que Shizuka optó por dejarlos entrar pero también sugiriendo que se ganaran su confianza, fue tomando la decisión final.- Iré a hablar con ellos.
- Ten cuidado, ¿sí?.- Miyamoto tomó de su mano, lo miró a los ojos y él asintió con la cabeza, llevándole tranquilidad al respecto.
- Tranquila, no temas, no pasará nada. Te lo juro.- Dio su palabra y tras separarse de la mano de su novia, el muchacho caminó hasta donde se encontraban los americanos, tragó saliva, se aclaró la garganta y de ahí hizo su aparición, sacando y deteniendo todo rastro de conversación entre los presentes.-
- Oh, Takashi.- Lo miró Saul.- Bueno, ¿qué han decidido?.- Preguntó el peli naranja.
Adoptó una postura seria, hizo entrechocar los talones y de ahí miró a cada uno de ellos, dentro de ese grupo de supervivientes parecían un "abanico" de personajes que estaban formando un equipo para sobrevivir al Apocalipsis Zombie. Sonaba cómico pero era real aquello. Sin más que perder, juntó todo el valor y de ahí lo fue moldeando, de acuerdo a sus pensamientos e ideas habidas y por haber.
- Bueno, mis amigos y yo ya hemos decidido esto: Los dejaremos entrar a nuestro. Nos fusionaremos.- Dio esas buenas noticias, cosa que alegró a más de uno, incluyendo a Kim, quien se abrazó con su novio.
- No sabes lo mucho que les estamos agradecidos, es...- Sin embargo, aquella abogada de cabello rubio no pudo continuar, ya que Takashi tenía más por aportar.
- Espere con ello, Señorita Wexler, que aún no termino.- Interrumpió y de ahí respiró hondo, deteniendo a la muchacha.- ¿Dónde estaba?. Oh, sí, sí, ya lo recuerdo. Recapitulando todo: Los dejaremos entrar, fusionaremos nuestros grupos pero ustedes deberán ganarse nuestra confianza.
- ¿Qué?. Oye, no somos delincuentes ni pandilleros.- Le espetó Howard con bronca hasta que oyó la voz "carraspeada" de Lalo.- Bueno, el Señor Salamanca sí lo es pero hace meses que no se mete en nada turbio. ¿Por qué nos miras como si fuéramos basura?.
- Esto no es contra usted, Señor Hamlin.- Le corrigió Takashi, mirándolo a él, ahora.- Sino de que ustedes conforman un grupo, se nos unen ¿y luego qué?. Tenemos provisiones para nosotros, lo mismo las armas y municiones. Si quieren sobrevivir con nosotros, entonces deberán ganarse el sustento, ayudándonos, consiguiendo sus recursos, preparando armas y bombas caseras, entre otras cosas.- Dijo y de ahí, tras ver a Howard calmarse, dando a entender que había entendido ese mensaje, fue a por otro asunto.- Ahora: ¿Quién sabe de mecánica?.
Nadie dijo nada por unos segundos. Ignacio parecía tener la mirada distraída pero éste decidió jugársela, así que se puso de pie y alzó la mano.
- Yo.- Respondió el joven mexicano.-
- ¿Ha reparado autos? ¿Sabes cómo funciona la batería, los cables y demás?.- Le bombardeó el estudiante de Japón con preguntas, llevando a que el otro asintiera.
- Todas y cada una de ellas las conozco como la palma de mi mano. ¿Tiene problemas en su vehículo?.- Ignacio fue al "Hueso" del problema pero Takashi negó con la cabeza.
- No, por ahora, pero vamos a necesitar su ayuda ante cualquier y futura inconveniencia. Es un camino largo, cosa que no sabemos hacia dónde piensan ir.- Alegó éste.
- Íbamos a ir para el Norte, hacia el Estado de Washington.- Oyeron la voz de Gustavo Fring.- En la radio, hasta hace poco, habían dicho que se estaban realizando las evacuaciones para la "Ciudad de los Vivos" en el Estado de Pensilvania pero optamos por no hacerlo. Allí y más con los caminos atestados de zombies, sumando al problema de la gasolina que debe de estar escaseando en las estaciones de servicio, es mejor no arriesgarse tanto.- Apuntó el hombre de negocios chileno.
- Bueno, con respecto a nuestra ruta, Señor Fring, habíamos pensado en dirigirnos al Norte. ¿Por qué no vienen con nosotros?.- Propuso la Dra. Marikawa, cosa que nadie tuvo algo que decir en contra, por lo que aceptaron.
- Iremos.- Concluyó Jimmy, hablando por todos los demás, como su "Representante".
- Muy bien, pero antes de que salgamos, ustedes necesitarán armamento. Como dijimos, tienen que valerse por su cuenta, nos podemos ayudar y todo pero también necesitarán lo suyo y así mantendremos un equilibrio.- Habló Rei ante ellos, mientras que iba saliendo afuera.- Bueno, si les parece bien, podríamos salir en este momento, aprovechando la noche.
- ¿Ir por la ruta con los zombies?.- Intervino Lalo con cierto temor.
- Es la mejor opción, además, por lo que veo, los muertos vivientes no parecen ser muy activos por estas horas.- Sostuvo la novia de Takashi.
- Hmmm, odiaría dejar pasar una buena oportunidad para tomar una buena cantidad de armamento y así salir de aquí.- Sostuvo Kim.
- Y todavía tenemos que buscar a mi esposa.- Añadió Howard.
- De acuerdo, veo que están un poco nerviosos, confundidos. Tranquilos.- Llevó Hirano la calma.- Hagamos esto, pero solo esta vez: Saldremos ahora mismo, recorreremos la Ciudad de Albuquerque para buscar y acopiar provisiones, armas y municiones, ¿qué les parece?.- Propuso el chico de cabello negro y lentes.
- No hay otra opción: Vayamos.- Sentenció Kim y de ahí fueron tomando sus cosas. Howard ayudó a Bill para que se pusiera de pie, ya que todavía estaba mareado tras el impacto que tuvo en la ruta, así que aprovecharon ese momento para exponerse ante la soledad, la noche cerrada y con la Luna junto a las Estrellas en el Firmamento, mientras que solo se podía oír el paso de los presentes.
Los primeros en salir fueron Jimmy, Kim y Mike. Aquellas tres personas otearon el lugar. El Estacionamiento se hallaba despejado de zombies, algunos cuerpos desperdigados por doquier, uno que había cometido suicidio y unos infectados destruidos por aquellos chicos, por lo que esa zona era segura, por el momento. En un momento dado, mientras que iban saliendo Lalo, Ignacio, Lalo, Gustavo, Howard y Bill, estos últimos oyeron un sonido que les erizó la piel, uno que llegó hasta los oídos de los otros.
Era un murmullo lejano, lastimero pero que no anunciaba nada bueno. Un gorjeo y luego se transformaba en algo gutural, temible. Takashi le sacó el seguro a su Ithaca, listo para dispararle a cualquier criatura que emergiera por la calle. Hirano fue con Saya hasta la esquina para comprobar si la zona estaba libre de peligros.
- Virgencita de Guadalupe, protégenos.- Lanzó Lalo una plegaria a aquella Santa Patrona que tenían los Católicos de México, haciendo la "Señal de la Cruz" y sintiendo miedo por primera vez.- Nunca había oído algo tan tétrico, por Dios..."Cuando ya no haya más sitio en el Infierno, los Muertos caminarán por la Tierra".- Recitó la frase de una película conocida.-
- ¿Quién iba a decir que algo así podría ocurrir?.- Indagó Ignacio, mirando por todas partes, mientras que sostenía aquella barreta de acero.- Jugamos a ser Dios, no aprendemos de nuestros errores y los gobiernos lo saben. Oigan, chicos.- Llamó el joven mexicano a Takashi y su grupo.
- ¿Sí?.- Preguntó el castaño oscuro, quien estaba terminando de verificar que todo estuviera en orden.
- Esto, de lo que tenemos aquí, los zombies, ¿saben algo? ¿Es algún desastre biológico?.- Inquirió el muchacho pero nadie tenía una respuesta concreta.
- Ojala fuera así de fácil. Hasta el momento, lo que sabemos, por lo que dijeron en la radio, obviamente siento muy imparciales en brindar mayor información, es que este virus no se propaga por el aire, sino por el contacto con las mordidas de los zombies.- Contó el nipón y justo vio llegar a Saya y Hirano.
- Hay que largarse ya mismo. Este sitio no es seguro.- Advirtió la peli rosa de lentes.
- ¿Qué quieres decir?.- Se acercó Jimmy hasta ella.
- Lo que oyeron: Esos gruñidos son de una horda de zombies, vienen para acá.- Advirtió y se subió al "Humvee".- ¡¿Qué esperan?! ¡Muevan el culo, ahora!.- Bramó la joven, cerrando la puerta y de ahí se subieron los otros. La Dra. Marikawa montó al asiento del conductor de un salto y lo encendió.
Los supervivientes americanos también fueron a los vehículos que tenían consigo. Los encendieron y de ahí vieron que Rei les hacía una seña para viajaran uno al lado del otro, en fila india. Jimmy encendió el coche y acompañado por Kim, Howard y Bill, mientras que Mike y Gustavo iban en el del primero y Lalo junto a Ignacio viajaban en el que pertenecía al joven mexicano, siguieron el paso del "Humvee" entre la sorpresa y la incertidumbre acerca sobre qué pasaría de ahora en adelante.
Un Presente oscuro, un Futuro desconocido, ¿cómo podrían seguir adelante?. El viaje comenzaba, la supervivencia también.
Pronto, dejando aquella zona en donde se habían refugiado el grupo de Jimmy y Kim, siguieron al "Humvee", internándose por una calle desértica, una capa de niebla se levantó y cubrió la misma, dándole una atmósfera de misterio.
- Será mejor que quedemos pegados al vehículo de ellos.- Sugirió Kim a Jimmy. Éste asintió y se puso en el carril derecho de la calle, siendo observados por Takashi y los otros en el "Humvee".
- Oigan, ¿iremos para el Centro?.- Preguntó el abogado al castaño de Japón.
- Sí, para conseguir armas para ustedes junto a otras provisiones.- Respondió éste, mientras que iban enfilando hacia el Norte.
Pronto, ambos vehículos consiguieron dejar esa parte, los Suburbios y de ahí, atravesando la calle principal, fueron arribando al Centro de la Ciudad de Albuquerque, el cual había adquirido un nuevo "aspecto" tras las evacuaciones realizadas por el Ejército, la Policía y la "Guardia Nacional".
Una característica diferente, un ambiente oscuro, destruido, tan parecido a una zona de guerra, con los coches volcados, chocados, incendios, silencio, cuerpos de víctimas y zombies, así como también la noche caída y el frío que se iba asentando por esos alrededores.
[Bueno, empieza el viaje y también para el camino de cooperación entre los dos grupos. ¿Cómo será la situación en el Centro? ¿Hacia dónde irán luego?. Todo esto y más lo veremos en el capítulo que viene.
Cuídense, amigos. Mando saludos y agradecimientos para shadowbellatrix y los demás seguidores.
Que tengan un buen comienzo de día Martes de mi parte, Camaradas.].
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