Capítulo Final
Capítulo Final:
Jimmy y Kim permanecieron en silencio, por lo que se detuvieron a la vera del camino, a unos cuantos kilómetros de distancia después de que hubieran dejado atrás aquella zona de peligro, por lo que los otros correspondieron ante el gesto dado por la pareja para que pudieran darle su espacio a Shizuka y Howard para hablar. Dejaron el auto y fueron a revisar, para suerte de ellos, una estación de servicio, en la cual podrían encontrar provisiones con los otros.
- ¿Estarán bien?.- Preguntó Mike con respecto a la situación por la que estaba pasando Howard, aún en recuperación.- No creo que sea buena idea dejarlo solo con ella, en el sentido de lo ocurrido con su esposa.
- Descuida, él lo necesita. Ahora vayamos para allá.- Llevó Jimmy la calma a los presentes, mientras que iban a inspeccionar la estación de servicio.
Dentro del auto, Howard estaba pensativo, silencioso, después de todo el "Éxtasis" que había pasado y más, ahora tenía a Shizuka a su lado. Ésta se encontraba callada, mirando por doquier, buscando algún sitio o motivo que le permitiera distraerse pero resultó en vano cuando el rubio americano le dirigió la mirada.
- Cuando...Cuando...- Hizo una pausa, tragó saliva y llevó sus manos hasta las piernas.- Cuando yo estuve, casi, a punto de morir a manos de los zombies y de Cheryl, escuché un disparo y vi a alguien empuñar un arma...¿Es...Esa persona...eras tú?.- Preguntó, finalmente, dirigiéndose hacia la rubia nipona, quien cerró los ojos, suspiró hondo y de ahí miró al citado que le estaba preguntando.
- Así es.- Alegó ésta, dejando salir el aire y de ahí quedaba en silencio por unos pocos segundos.- No tenía opción. Tú estabas allí, callado, quieto, parecías una especie de "Muñeco de Pruebas", no decías ni una palabra e incluso Kim intentó hacerte volver en sí pero no respondías y cuando tu esposa estaba yendo hacia ti, yo...- Se detuvo un momento para volver a respirar. Lo había soltado en cuestión de meros segundos, casi como si se tratara de alguien que tomaba nota en un juicio o un estudiante que no quería perderse ni un solo detalle, incluso el más pequeño de todos, cuando su profesor daba la clase. Las manos de la nipona se levantaron, moviendo, sacudiendo el aire, mientras que Howard permanecía callado hasta que, en un momento dado, bajó la ventanilla del coche, dejando entrar el aire.
Sin embargo, cuando las primeras brisas frescas de aquella mañana todavía invernal penetraron sus fosas nasales, un sentimiento de asco e impresión hicieron mella en su interior, por lo que, abriendo la puerta de su lado, salió corriendo hacia la vera del camino.
- ¡Howard!.- Gritó Shizuka, yendo tras él.
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A su vez, en la estación de servicio, el lugar presentaba, en primer lugar, sobre la carretera, un coche que había volcado y dejado todo el pavimento cubierto con los restos metálicos del mismo y también sangre. Los cuerpos de sus ocupantes yacían, todavía, dentro del vehículo, mientras que en la entrada de aquel lugar yacía el cadáver de un joven mochilero, el cual había sido víctima del choque, aún con las manos levantadas, con su último estertor, pidiendo ayuda, una que nunca llegaría. Mike yacía dentro del bar y mini-mercado que funcionaba dentro, inspeccionando el interior y cuando comprobó que aún había Energía Eléctrica, el viejo sintió que algo se estaba moviendo a sus espaldas, por lo que, girándose hacia atrás y girando para la derecha, se topó con una puerta que daba hacia las cocinas del establecimiento.
Al abrirla, girando el picaporte, llevando su escopeta "Remington" en su poder, el ex-Policía de la Ciudad de Filadelfia se topó con una "fragancia" proveniente del cuerpo sin vida de un muchacho que se había ahorcado, quizás hacía unos pocos días y sosteniendo una carta de despedida, cosa que fue tomada por el citado personaje.
"Como la vida se apaga, al igual que todo lo que conforma este Mundo, he tomado la más drástica decisión de terminar con mi vida de una vez. No quiero convertirme en uno de ellos. He sido mordido y ya los efectos de este virus o bacteria están haciendo mella en mí.
Poco a poco pierdo la noción de mí mismo, desconozco hasta si ya he perdido el habla. Solo pienso, únicamente, en comer.
Por eso, a todo aquel que encuentre esta carta, por favor, hágame el favor de decirle a mi familia la decisión que tuve que tomar.
Los quiero a todos ustedes: William Young"
El viejo respiró hondo y exhaló al momento de terminar de leer aquella misiva. Sentía un agujero en su interior, recordando a la viuda de su hijo y su nieta, quizás a salvo, en algún refugio que los militares habían levantado por el país y a la espera de volver a casa, sanas y salvas, así como también pensando en él.
Sin que se diera cuenta, estando a pocos metros del cuerpo colgado, éste se desprendió de la soga, todavía rodeando su cuello y de ahí fue levantándose hasta dirigirse hacia donde estaba el hombre calvo.
- ¡MIKE!.- Le llamó Gustavo y al momento de girarse, notó al empresario chileno desenfundar su Pistola "Browing" y asestarle un tiro, justo en medio de la frente, a la criatura, la cual se desplomó contra el piso, sin vida y dejando un charco de sangre que emanaba del agujero causado.
Pronto, el hombre de lentes guardó su arma y miró al viejo, quien estaba petrificado.
- ¿Qué pasó? ¿Estás bien? ¿Te mordieron?.- Preguntó, tomándolo de los hombros.
- No, no es eso.- Respondió Mike, rompiendo el silencio. Miró el cuerpo sin vida del zombie y de ahí volvió la mirada hacia donde estaba Gustavo.- Solo tuve un momento de pensamientos, de flashbacks.- Contó.
- ¿Y qué significa?.- Inquirió Gustavo Fring con respecto a lo que estaba diciendo el otro.
- Quizás, por un momento, pensé en mi nuera y mi nieta. Las dejé en el Aeropuerto para que pudieran escapar cuando todo empezó a hundirse. Aunque trate de calmar mis miedos, no puedo dejar de pensar en ellas y más al desconocer sobre mi paradero.- Contó el viejo con un tono que reflejaba la lamentación y tristeza, por lo que el chileno fue hasta él, puso una mano en sus hombros y lo miró de frente.
- Sé que me has visto como un tipo frío y sin emociones. Perfeccionista hasta el más ínfimo de los detalles pero, en el fondo, también pienso en mi gente, al igual que tú. Sé que es duro el no saber si estarán bien pero tranquilo: Las volverás a ver.- Prometió el hombre de negocios, mientras que el ex-Policía lo miraba y asentía con la cabeza.
- Tienes razón, Gustavo. Es verdad.- Le apoyó éste y cuando estuvo más tranquilo, notaron que Hirano había llegado hasta el umbral de las puertas de las cocinas, hallándose de pie frente a ellos.-
- Oh, Joven Kohta, ¿sucede algo?.- Se giró Fring con educación hacia el estudiante nipón de cabello negro y lentes.
- Será mejor que vengan, amigos.- Les informó el muchacho.- Es el Señor Hamlin Howard.- Respondió, por lo que los otros dos se miraron y fueron tras el chico para ver qué estaba ocurriendo.
- ¿Howard dices? ¿Qué ocurrió?.- Preguntó Mike.
- No lo sé pero estaba haciendo guardia cuando escuché a Shizuka ir tras de él.- Respondió Hirano y eso fue más que suficiente para preocuparse con respecto al rubio americano.
Howard había salido corriendo, preso de un extraño sentimiento y cuando alcanzó las lindes de un pequeño bosque, éste se contuvo y cayó de rodillas aunque aferrándose a uno de los árboles con su mano. Respiró hondo, parecía que se estaba ahogando y tenía ganas de vomitar. Sentía esa sensación de agua en su boca, aquello que predecía lo que podía pasar después. Sus gritos se habían ahogado por completo y cuando miró hacia atrás, notó que Shizuka le había alcanzado su paso y quedaba cerca suyo.
- ¿Por qué? ¿Por qué los recuerdos me vienen ahora?.- Quiso saber éste con cierto tono de nostalgia y mea culpa en su ser.- Debía haber sido yo quien se convirtiera en un zombie, no Cheryl. Ella no lo merecía.
- No, Howard, no digas eso.- Sostuvo la rubia, acercándose hacia él.
- No lo entiendes, Shizuka: Ella era mi Mundo, el amor de toda mi vida. La amé desde el primer día y nunca me separé de su lado. ¿Cómo voy a vivir ahora?. Ese "momento de desarrollo" que tuve fue pasajero, ya solo siento que, ahora, no hay más que un Vacío extenso ante mí, una soledad infinita que nadie podrá ocupar.- Apuntaba con tristeza en su voz.- La vida que yo conocía ha desaparecido, el Mundo no es más que un enorme y terrible "Cementerio" pero con lápidas vacías, donde los muertos, aquellos seres queridos que teníamos, están campando a nuestras anchas.- Habló con un tono, ahora, filosófico pero eso llevó a que Shizuka caminara hasta él, justo cuando llegaban los otros.
Howard se dio la vuelta, observó a la médica de cabello rubio pero, al momento de girarse, una muy fuerte bofetada dio contra su rostro, haciéndose presente el eco del mismo sobre su piel. El rubio se volteó, aturdido y adolorido por el golpe, quedando su mejilla izquierda bajo una tonalidad rojiza hasta llegar a causarle una molestia. Luego de ello, aún con una mano sobre dicha zona, observó a la persona que le había atacado: Shizuka estaba de pie pero con una seria mirada en su rostro, reflejando el contraste y lo que podía significar cuando ella oía un mensaje tan desalentador y pesimista.
- ¿Así que vas a rendirte, a tirar la toalla? ¿Y si Cheryl te hubiera dicho que no te rindieras, que siguieras adelante? ¿Acaso piensas que ya no hay esperanzas en este Mundo?.- Le cuestionó la nipona de grandes atributos y aquello había dejado impresionados a Takashi, Saya, Hirano, Rei, Jimmy, Kim, Mike, Gustavo, Lalo, Ignacio y Bill.- Dime una cosa: Si tú hubieras muerto, ¿ella habría hecho lo mismo?. Trata de pensar.- Señaló sus sienes.- ¿Es que solo habrá paz cuando hayas fallecido? ¿Que la Muerte te traerá a tu esposa como si se tratara de Hércules salvando a la mujer de aquel Rey que conocía?. Esto no es un juego, Howard y aquí es donde la vida adquiera un nuevo comienzo y significado: Ya no podemos estar pensando en qué sucederá, sino más en cómo vivir lo que nos ha tocado. Uno no sabe cuándo nos tocará a nosotros la Muerte, ya que es parte de nuestra vida y ciclo natural pero, a la vez, tampoco hay que pensar que solo hay Oscuridad en el camino.- Hablaba con un tono que parecía ser sacado de otro personaje, que no era ella, sino alguien más pero eso los dejaba impresionados a los otros.
- ¿Ella alguna vez hizo algo así?.- Preguntó Jimmy, sorprendido de ver aquella actitud en una persona tan tranquila y hasta casi "infantil" como era Shizuka.
- Para nada, siempre se mostró así, como la vieron antes, no en este estado pero se nota, a flor de pie, que lo dice es correcto.- Respondió Saya, mientras que se acomodaba sus lentes y miraba a los demás.- La Dra. Marikawa, desde que la conocemos, siempre fue una persona tranquila, reservada y que nunca se metería en una pelea pero aquí las cosas cambiaron.-
De vuelta con ella, Shizuka le tomó de los hombros a Howard y le obligó a que lo mirara de frente.
- ¿Acaso quieres acabar con tu vida?. Adelante, pero no pienses que encontrarás la paz y hasta Cheryl mismo te estará diciéndolo.
- Entonces...- Dijo el rubio con los ojos empapados por las lágrimas.- Si tengo que vivir por ella, ¿cómo lo haré, a su vez, sabiendo que nunca más la veré cuando despierte por las mañana, cuando vaya a cenar?. Solo seré una única persona sentada a la mesa o lo mismo al volver del trabajo, si es que todo esto llega a su fin y vuelve a la normalidad. Explíqueme eso, Dra. Marikawa, porque yo...yo...- No tuvo tiempo ni oportunidad alguna de poder continuar, ya que el dolor volvió a atacarlo, imposibilitando el habla, permitiendo que éste fuera escapándose desde lo más profundo de su alma hasta alcanzar el exterior.
Shizuka lo miró, aquella enfermera y médica rubia, de personalidad tranquila e "infantil" fue hasta el americano.
Uno diría que, después de que EEUU arrojara las dos "Bombas Atómicas" sobre las Ciudad de Hiroshima y Nagasaki en Agosto de 1945 para poner fin a la Segunda Guerra Mundial en el Pacífico, incluso con los Bombardeos contra Tokyo y otras urbes de vital importancia para dicho país, el odio entre los japoneses continuaría hasta hoy en día. Muchos países conservan aquel sentimiento de ira y desprecio hacia aquellos que los mantuvieron bajo la tiranía: República Dominicana y Haití, desde principios del Siglo XIX, cuando el segundo país y también considerado el primero, dentro del aspecto geográfico, por estar ubicado en el Caribe, declaró su independencia de Francia, guiados y empapados por las ideas Liberales que vinieron desde la Metrópoli, los esclavos se habían hecho con el poder, obteniendo la libertad pero bajo una feroz campaña de represión contra los blancos, así como también estaba la conquista de su vecino país, en el cual ejercieron una serie de ataques como la prohibición del español como lengua, el Catolicismo y hasta la confiscación de tierras campesinas, llevando a que la población sintiera odio hacia ellos hasta la expulsión de los haitianos de su Patria pero la furia continuaba hoy en día.
Lo mismo se podía considerar en países como Irlanda e Inglaterra, también Argentina y demás Naciones que habían sufrido o vivido los momentos más duros de su Historia.
Sin embargo, cuando el Mundo ya no existía más, el que ellos conocían, quedando uno donde solo la Muerte reinaba a sus anchas, también florecía la esperanza, la luz al final del túnel, el comienzo de algo nuevo.
Shizuka no se separó de él, lo tomó en sus brazos, rodeó su cuello y lo abrazó con todas sus fuerzas, mientras que las lágrimas también corrían por sus ojos hasta dar contra el suelo. Sus manos, suaves, acariciaron la espalda de Howard Hamlin, el hombre más tranquilo del Mundo hasta aquel día, donde se había quebrado emocionalmente.
- Todo se va a solucionar. Saldremos de ésta, Howard. Tan solo ten Fe, nunca te rindas. Sigue adelante, pelea, combate pero jamás tires la toalla. Siempre hay esperanza. Ya lo verás.- Le dio Shizuka sus palabras de aliento y ánimo ante la moral caída del rubio, mientras que sus amigos les daban un tiempito para que pudieran estar solos y sin ser molestados.
Rei les hizo una seña con la mano para dejarlos tranquilos, por lo que regresaron para la estación de servicio y así continuaron con la búsqueda, recolección y carga de provisiones que encontraron en el lugar.
- A decir verdad, me preocupa una cosa.- Habló Saeko, mientras que iba subiendo unos bidones de combustible y lubricante para autos junto al aceite de motor.-
- ¿Qué cosa?.- Preguntó Ignacio a la Capitana de largos cabellos violeta.
- El que no hayamos escuchado ni una sola novedad con respecto si hay refugios en el Estado de Washington. ¿No creen que la radio no haya emitido nada?. Al menos una breve señal de emergencia de alguna estación.- Sostuvo ella con suspicacia y dudas en su voz.
- Déjame ver.- Pidió Takashi, yendo hacia el "Humvee", mientras que Mike hacía lo mismo en su coche.
Ambos tomaron asiento en sus respectivos vehículos, sintonizaron las principales emisoras, intentando hallar alguna frecuencia que estuviera unida o relacionada con el "Sistema de Transmisión de Emergencias" que el Gobierno de los EEUU había implementado desde hacia años, incluso desde los tiempos de la "Guerra Fría". Lo único que podían oír era el pitido incesante de las estaciones sin nadie en su interior que estuviera enviando los mensajes, ni tampoco repeticiones, por lo que ambos continuaron buscando hasta dar con alguna que estuviera aún funcionando.
- ¿Algo, Mike?.- Se acercó Lalo hasta el viejo.
- Ni una sola novedad y me extraña.- Apuntó el ex-Policía de la Ciudad de Filadelfia en esos momentos, negando con la cabeza, sospechando de que, tal vez, el Norte había caído por completo.
Justo en aquel momento, cuando estaban hallando más provisiones, Mike terminó por sintonizar una emisora, de la cual oyeron la voz de un presentador en vivo y en directo.
- "Buenos días, ésta es "Radio KSWS", 88.9 FM, transmitiendo para todos ustedes las noticias: Soy su Presentador, Luke Burbank y conmigo vienen las novedades: Desde la "Universidad Estatal de Washington", informando con respecto a lo ocurrido desde el estallido de esta misteriosa plaga que ha causado millones de muertos a lo largo y ancho del país, así como también del Mundo.
El Ejército de los EEUU continúa rescatando a civiles atrapados en las grandes ciudades y desde el USS. John F. Kennedy, el Presidente ha ordenado llevar a cabo las labores de "Limpieza y Erradicación" de los zombies. Aún así, para todos aquellos que están buscando refugio, la Ciudad Capital de Olympia es el sitio ideal donde pueden resguardarse de los muertos vivientes. Contamos con muros, cercas electrificadas, militares, policías, civiles voluntarios y milicias que nos protegen del peligro, así como también contamos con la geografía natural, en especial los bosques y el lago que impide la llegada de estas criaturas".- Hablaba Burbank desde la cabina de transmisión radial.- "Para todos ustedes, queridos amigos y supervivientes, quienes desean sobrevivir, vengan aquí y estarán a salvo. Les doy mi palabra, al igual que la del Gobernador Jay Inslee, donde podrán recuperarse de este mal trago.
Dios esté con ustedes y que Dios bendiga a Norteamérica".- Finalizó y con ello se miraron los unos a los otros.
Una vez que Mike apagara la radio, se miraron entre sí. Pensamientos, dudas, capaces de remover Cielo, Mar y Tierra para hallar lo que necesitaban: Un lugar seguro en medio de un entorno "salvaje", donde los vivos eran las presas. En un momento dado, Takashi extrajo el mapa que traía consigo y comenzó a marcar el camino por el que estaban transitando en esos momentos.
- Bueno, nosotros estamos aquí, en Castle Rock hasta Olympia, la Capital Estatal de Washington, son, en total, 92,3 kilómetros. En coche son dos horas hasta allá así que...¿Qué deciden?.- Dio a conocer el marco y contexto en el que todos se encontraban.
- Deberíamos ir.- Aportó Rei, cruzada de brazos.- ¿Qué otros lugares pueden ser seguros?. Además, viniendo de su geografía, es una doble defensa y los zombies no pueden entrar.- Apuntó la muchacha de cabello pelirrojo en esos momentos.
- Es verdad y el tema de seguir hacia el Norte ya lo hemos cumplido. No creo que hallemos más combustible en el camino, quizás todas las estaciones de servicio estén vacías y ésta sea la "Última Frontera". Luego, cuando se nos agote todo, ¿qué haremos? ¿iremos a pie?.- Prosiguió Saeko y reflejando aquella necesidad para los vehículos.
- Y no nos debemos olvidar de las bandas armadas, pandillas e incluso dementes que pueden estar rondando por allí. Ya tuvimos unos encuentros de ese tipo y de nuevo volver a hacerlo, yo paso. Hay que seguir.- Coordino Hirano su apoyo.
- Aún así, ¿qué sucederá en Olympia? ¿Seguirá siendo segura? ¿Qué sabemos de nuestro hogar en Japón?.- Inquirió Saya en esos momentos, mientras que la oían.- Esta misteriosa enfermedad, plaga o peste como la han llamado los distintos medios de comunicación se ha estado extendiendo a gran parte del Mundo. ¿Y si Japón también cayó?.- Señaló, en forma hipotética, su postura.
- No está errada.- Le respaldó Gustavo.- Además, es obvio que, ante una emergencia de cualquier tipo, pero más que nada por cuestiones que lleguen a ser de peligro para la seguridad nacional como un atentado terrorista o una misteriosa enfermedad, se cierra el espacio aéreo para evitar inconvenientes.- Habló el chileno.- Yo creo que, en estos momentos, ir a Olympia es la mejor opción, sumado de que, hacia el Norte de la urbe capitalina, tenemos a pocos kilómetros la frontera con Canadá.- Añadió éste para aportar más datos a la conversación.
- Canadá también ha cerrado sus fronteras, al igual que las otras Naciones. Nadie se va a quedar esperando a que los zombies se vayan por sí solos.- Miró Saeko al empresario.- Aún así, estoy de acuerdo: Debemos ir a Olympia.
- Pero esperen, todavía quedan Howard y Saeko.- Intervino Hirano, volteándose hacia atrás para verlos.
Allí estaban ambos: La médica rubia y de grandes atributos abrazaba al americano con todas sus fuerzas, sin soltarse por ningún momento, dejando que todo el dolor, sufrimiento y padecimiento por los que estaba pasando, se fueran de allí. Era como una herida fresca y abierta en su espíritu, su alma clamaba por sanación y la única forma era llorar. Derramar lágrimas por aquella persona que ya no estaba con ellos, el dolor que sufría ante el hecho, inevitable, de tener que seguir su vida sin Cheryl. ¿Cuánto podía soportar una persona así?. Muchos caían por años enteros de luto, desmejorando sus condiciones de vida emocional, apartándose de todos o cayendo en las drogas, el alcohol y otros vicios.
Para Howard Hamlin, la vida misma le había dado un golpe muy duro contra su forma de ver las cosas: Habiendo perdido a Cheryl, el haberla visto convertida en zombie y que fuera la propia Dra. Shizuka Marikawa la responsable en acabar con su vida, daba a entender que las cosas tenían que cambiar, de una forma u otra.
- Shizuka.- Habló el rubio con pesar en su voz.-
- ¿Sí, Howard?. Dime.- Respondió ella, mirándolo a los ojos, alzando su cabeza.
- Gracias.- Dijo esa palabra, a modo de agradecimiento.- Gracias pero...- Llevó sus manos hasta su pecho, tocando la zona del corazón.- ¿Cómo voy a seguir adelante? ¿Cómo lo haré? ¿Qué es lo que será de mi vida sin Cheryl?.- Se preguntó aquello, por lo que Shizuka no lo soltó de su abrazo.
- Es duro, lo sé, pero tienes que seguir adelante, resistir al dolor de haber perdido a esa persona que tanto querías. No vale la pena estar sintiéndose abatido, perdido e incluso culpándote de algo que no pudiste hacer, porque era inevitable realizarlo. Solo piensa: ¿Qué podías hacer en una situación como esa, Howard? ¿Qué?.- Indagó la joven, dándole apoyo moral y con ello también un respaldo para que reconociera la situación en la que estaba metido.- Todos estamos pasando por algo así pero, a su vez, no hay espacio para un luto tan largo. La puedes llorar, extrañar, está en tus derechos, pero no dejes que el dolor te destruya por dentro. Ella no habría querido verte devastado y consumido por los años. Créeme, no es bueno.- Continuó hablándole y de ahí, sintiendo la calidez y suavidad de sus manos, pasó una de éstas por sobre su rostro, mientras que él podía percibirlo.
Pronto, él apoyó su cabeza contra el pecho de ella, esperando a que las lágrimas ya fueran parando de caer y de ahí la chica le dirigió una tierna mirada.
- No es el Fin del Mundo, en lo absoluto: Ahora toca seguir adelante y tener un Futuro.- Le animó, mientras que él se iba sintiendo mejor.
- Gracias por tus palabras, por tu calidez y apoyo, Shizuka. Muchas gracias.- Agradeció y de ahí fueron emprendiendo la vuelta hacia donde estaban los demás, tomados de las manos.
Los vieron llegar y una vez concluida la labor, emprendieron la marcha.
- ¿Adónde iremos al final?. No pudimos escucharlos.- Inquirió la rubia en esos momentos, mientras que entraba en el "Humvee" y Howard iba a su coche con Bill.
- Obtuvimos una señal de parte de Olympia, la Capital del Estado de Washington, allí es segura, por lo que vamos para allá.- Les contó el abogado Bill Oakley, una vez que estuvieran dentro de los vehículos y volvieran a la carretera.
Quizás la vida misma les estaba guiando hacia su destino, el Futuro que les deparaba en aquellos momentos, justo cuando, al arribar a las puertas de Olympia, se toparon con que el lugar estaba protegido una valla de Seguridad, en su interior podían verse unas Torres de Vigilancia con luces junto a unos cuantos militares y milicianos armados, así como también un par de Voluntarios estaban entrenando a los reclutas.
En su interior se hallaban los barracones, los Puestos de Vigilancia para las cámaras instaladas afuera, al igual que los talleres, almacenes de armas, municiones y demás pertrechos para la Logística. Desde una de las zonas que custodiaba aquella gente, uno de los militares le tocó el hombro a su compañero, señalando a los que venían.
- ¡Que me parta un rayo! ¡Avísenle al Comandante Anderson!.- Ordenó uno de los Suboficiales, mientras que mandaba a un estafeta para contarle de la novedad al hombre a cargo de la zona.
Desde sus coches, vieron que los que estaban entrenando se detuvieron, los Instructores y Soldados que se encontraban con ellos les hicieron una seña y de ahí se acercó un muchacho portando una cazadora marrón y un rifle "Winchester" con mira telescópica colgada en su hombro.
- ¿Están todos bien? ¿Ninguno ha sido mordido?.- Preguntó el hombre.
- En lo absoluto y es más, venimos de Albuquerque, Nuevo México.- Respondió Jimmy, dejando sorprendido al hombre.
- Oímos la transmisión radial y buscamos refugio aquí.- Comentó Kim a su lado.
- Traemos municiones, armas, comida, gasolina, agua, ropas y medicinas.- Señaló Takashi la carga que llevaban consigo, por lo que, después de un meticuloso análisis y que estuviera en orden, les dieron "Luz Verde" para pasar al interior de la "Zona de Seguridad".
Pronto, las puertas se fueron cerrando detrás de ellos, las Vallas de Seguridad y de ahí pudieron divisar, en la lontananza, los edificios y rascacielos de Olympia.
Su viaje había terminado para todos ellos: James "Jimmy" McGill/Saul Goodman, Kim Wexler, Howard Hamlin, Bill Oakley, Mike Ehrnmantraut, Ignacio "Nacho" Vargas, Lalo Salamanca, Gustavo "Gus" Fring, Takashi Komuro, Rei Miyamoto, Capitana Saeko Busujima, Dra. Shizuka Marikawa, Saya Takagi y Hirano Kohta. La travesía que habían llevado a cabo desde las desérticas tierras del Estado de Nuevo México hasta las montañas de Washington dieron su recompensa.
Estaban a salvo, por ahora y con ello comenzaría una nueva historia en el "Libro" que estaban ellos escribiendo, en esos momentos y que, apenas, acababa de iniciarse.
La Muerte había ido tras la Humanidad, incontables murieron y se convirtieron en zombies pero, a su vez, también estaba la perseverancia, capacidad, fortaleza, coraje y unión durante las horas más oscuras para el Mundo.
Una Nueva Era había empezado: Los zombies campaban a sus anchas, mientras que los restos de la Humanidad intentaban recomponerse después de esa "Hecatombe Z".
Y eso, queridos amigos, el tiempo mismo lo diría.
Fin.
[Y aquí lo tienen, Damas y Caballeros, el final de esta historia que me había quedado sin terminar en el año 2016, justo cuando había entrado a Wattpad y que, por diversos motivos, nunca pude terminar y por ello vino este remake, cambiando a ciertos personajes por otros.
Ahora: Sí, no se preocupen, que el año que viene habrá secuela de esta historia. Quizás para Marzo o Junio.
Mando saludos y agradecimientos para todos ustedes, en especial para shadowbellatrix, Ivon29, Liver020 y los demás seguidores.
Nos estamos viendo, Camaradas y buen inicio de día Miércoles de mi parte.].
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