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two : I'll be fine

CAPITULO 2 | 𝗘𝗦𝗧𝗔𝗥𝗘 𝗕𝗜𝗘𝗡

Todos se apresuraron a salir por la puerta. Dae-su aún sostenía a la zombie en sus brazos, mientras Su-hyeok tomó el lugar de Cheong-san y ahora sostenía el escritorio que acorralaba al otro zombie. Se miraron y, como si se entendieran, ambos empujaron a estos hacia un costado para seguirle el paso a sus compañeros.

─── Detesto esto ─ habló Su-hye mientras corría a la par de los demás.

─── Todos detestamos esto ─ le contestó Gyeong-su.

Na-yeon, que había tomado la delantera, soltó un grito. Un grupo de zombies subía las escaleras que estaban al final del pasillo. Todos dieron varios pasos hacia atrás.

─── Hagan algo ─ exigió la pelirroja.

─── Mejor cállate y haz algo productivo tú ─ soltó la castaña sin un pelo en la lengua.

La chica que había protestado la miró con los ojos bien abiertos, su expresión era difícil de descifrar, no se sabía si era odio o sorpresa.

Su-hyeok corrió hacia ellos y le pegó una patada a uno de los zombies.

─── Genial ─ opinó Su-hye.

─── Pff, genial... Sí, claro ─ dijo Woojin indignado.

Joon-yeong le pegó en la nuca y este se quejó.

─── Ya, no se distraigan ─ habló Cheong-san y se acercó a la ventana de un salón, para despegarla e ir corriendo hacia los zombies. Todos los chicos hicieron lo mismo y comenzaron a empujarlos.

─── Abajo ─ dijo Dae-su, que corría directo hacia los zombies con una puerta.

Los estudiantes se agacharon con rapidez, y la puerta que sostenía su compañero ahora era un escudo anti mordidas.

─── Yo no pienso quedarme aquí parada ─ habló Su-hye y caminó hacia los demás para ayudar a empujar a los zombies. Las demás le siguieron el paso.

Ahora todos los sobrevivientes estaban empujando hacia adelante, específicamente en dirección a las escaleras que daban al piso de abajo.

─── Un poco... más fuerte ─ pidió Cheong-San. Estaban a nada de llegar al final del pasillo, todos dieron sus últimos esfuerzos y lo lograron.

─── Corran, chicas, ¡ahora! ─ Woojin señaló las escaleras que llevaban a un piso más arriba, mientras que los demás se encargaban de detener a los zombies un poco más.

─── ¿Por qué a ustedes les toca la parte divertida? ─ rezongó la castaña mientras los apuntaba con un dedo.

─── Rápido Su-hye, no pierdas tiempo ─ Nam-ra la tomó de la mano y subieron las escaleras juntas con rapidez.

Cómo era de esperarse, arriba también había zombies dándoles la bienvenida.

─── Por aquí no.

Varios gritos juntos se acumularon, pero no fue sino el de Su-hye que llamó la atención de dos estudiantes que se apresuraron en subir. Un zombie se había abalanzado sobre ella.

─── ¡Cuidado detrás de ti! ─ habló I-Sak dirigiéndose a Dae-su, mientras los demás empujaban a los zombies que venían del lado contrario.

Dae-su aún tenía la puerta, así que se apresuró a bloquearlos.

─── Ayúdenme ─ pidió.

Su-hye y algunos que estaban del otro lado empujando lo ayudaron a hacer lo mismo.

─── Abran la puerta de una maldita vez ─ dijo la castaña.

─── Está cerrada.

On-jo buscó con la mirada algo.

─── Empujen un poco más.

A modo de respuesta, los demás empujaron con fuerzas la puerta, logrando mover a los zombies un poco más adelante. A continuación, aquella chica sacó una manguera de emergencia y golpeó varias veces con fuerza el candado.

Un zombie corrió hacia ellos con gran velocidad, logrando trepar entre los zombies, Cheong-san rápidamente la golpeó con una ventana, haciendo que esta se rompiera, pero para su suerte eso la había hecho caer.

─── Hazte a un lado ─ dijo la chica pelinegra a la pelirroja que no paraba de sollozar.

Golpeó una vez más el candado haciendo que se rompiera y finalmente pudiera deslizar la puerta, todos se apresuraron a entrar, como último Dae-su que golpeó varias veces a los zombies para mantenerlos alejados, luego de eso entró.

Volvieron a deslizar la puerta, esta vez para cerrarla.

Suspiros de alivio llenaron la habitación.

─── No puedo creer que sigo viva ─ Su-hye se dijo a sí misma.

La calma desapareció cuando un zombie asomó su mano por la ventana y le agarró la cara al chico que estaba sentado justo debajo de esta.

─── ¡AHHH! ─ gritó con la cara empapada de sangre.

─── Demonios Dae-su.

El chico de lentes se apresuró a tomar un extintor y golpear al zombie para que soltara a su amigo, en vez de eso, rompió una ventana.

─── Pff... Dame eso ─ esta le sacó el objeto y comenzó a golpear al estudiante convertido hasta que lo soltó.

El chico acomodó sus lentes y se alejó sin decir ni una sola palabra, aunque lo tratará así, no podía evitar pensar que era linda.

Los zombies emitían quejidos, y cada vez eran más, no faltaba mucho para que logren entrar.

─── Las mesas, rápido.

Gyeong-su y Dae-su se apresuraron en llevar una mesa y apoyarla contra la pared, hicieron lo mismo con otra, esta vez la pusieron arriba de la anterior de modo que cubriera parte de la ventana, aunque aún seguían saliendo brazos ensangrentados.

─── Pongan sillas lo que sea, ¡cubran todo!

Woojin y Su-hye se sentaron arriba de esta, y con las sillas comenzaron a golpear a los zombies.

Los demás hicieron lo mismo, algunos los golpeaban y otros las usaban para cubrir.

─── Su-hye, ¿estás bien? ─ preguntó el pelinegro.

─── Aquí me ves, estoy bien ─ mientras seguía con una silla en las manos.

─── Me refiero... Te escuché gritar, ¿qué sucedió allá abajo?

─── Claro, una chica con la cara desfigurada se abalanzó contra mí ─ observó que ya no quedaban sillas.

─── Deja de preocuparte por mí, me asustas ─ le sonrió de forma burlona y se bajó de la mesa.

Ahora la chica se encontraba mirando el espectáculo de zombies de abajo, a través de una ventana.

[...]

─── Como lo dejaste caer ─ exclamó la pelirroja y le dio un empujón a On-jo.

─── A quien le importa ese maldito celular ahora ─ habló Gyeong-su.

Su-hye observó la escena desde su lugar, sabía que después de ese pequeño silencio la pelea iba a comenzar, puso los ojos en blanco y continuó mirando por la ventana.

─── ¿Por qué te metes en esto?

El chico la miró confundido.

─ ¿Qué?

─── Tú fuiste el que no cuidó la puerta, si lo hubieras hecho, el profesor no hubiera entrado ─ el chico relamió sus labios, como si eso pudiera calmar las ganas de insultar a aquella chica.

─── Casi morimos por tu culpa.

La castaña, que aún escuchaba todo estando de espaldas, se imaginaba la situación, tocó su nariz en signo de estrés, su tolerancia estaba a menos dos.

─── Sabes qué, ¿entonces por qué no lo hiciste tú? ─ este estaba a punto de perder la paciencia en cualquier momento.

─── Eres un completo imbécil ─ dijo la pelirroja sin más.

Y pum, la bomba explotó.

─── Ya verás ─ corrió hacia ella y la agarró con fuerza.

─── ¡YA! ─ gritó la castaña.

─── ¿Ustedes dos no van a hacer más que pelear? Si no vas a hacer algo bien, cierren la boca de una vez.

─── No es irónico ─ se soltó del agarre del chico con el que anteriormente peleaba.

─── Hace un rato nos aplaudías, qué rápido puedes cambiar, Su-hye...

Su-hye guardó silencio por un momento; parece ser que esas palabras le habían llegado de alguna manera.

─── Te equivocas, a veces solo las personas pierden la paciencia con gente como tú ─ le regaló una sonrisa a la pelirroja, sabía cómo hacerla enojar.

Aquella apretaba los puños con fuerza, pero antes de que pudiera contestar, varias voces la detuvieron.

─── Basta, hay que mover esto, no hay tiempo para pelear ─ habló Ji-min, que no había soltado una palabra hasta el momento.

─── Ya, déjense de tonterías ─ dijo Hyo Ryung casi llorando.

Otras veces se escucharon, pero Na-yeon no les tomó importancia.

─── Ah, esto es una mierda ─ dijo antes de patear una silla.

Todos continuaron con lo suyo, algunos moviendo sillas y otros descansando.

─── ¿Y Su-hyeok? ─ dijo On-jo todavía sosteniendo un escritorio, todos detuvieron lo que estaban haciendo para mirarla.

Claro, después de todo eso, nadie se había dado cuenta de que faltaba alguien; si no hubiera sido por la chica pelinegra.

─── ¿Alguien vio a dónde se fue? ─ miró a Cheong-san.

─── Yo vi que estabas con él ─ aquel chico que estaba sosteniendo la puerta con una silla en la mano bajó la mirada.

─── Estaba detrás de mí ─ contestó.

─── ¿Y en dónde está? ─ le preguntó con preocupación.

─── No lo sé ─

Aquella chica no dijo ni una sola palabra más, y se dio la vuelta para caminar hacia una ventana; su amiga le siguió el paso para consolarla.

Su-hye, por otro lado, observaba a su amiga, que también se notaba preocupada, como si buscara algo. Se preguntó si también sería por ese chico.

[...]

─── Hola ─ I-Sak se dirigió a la castaña que estaba sentada en el suelo.

─── Hola ─ le contestó.

─── Su-hye, sé que no hablamos mucho, pero ¿puedo preguntarte algo?

La castaña levantó una ceja, ¿a qué venía todo esto?

─── Sí, adelante ─ poniendo toda su atención en esta.

─── Es posible que te guste Su-hyeok? ─ preguntó y la miró con una expresión de curiosidad.

Su-hye comenzó a reír, no podía entender cómo había llegado a esa conclusión.

─── Para nada, él no ─ le negó con la cabeza mientras se asomaba una pequeña sonrisa de burla.

─── Oh, yo creí... bueno, no importa ─ le sonrió y luego se fue con su amiga.

Después de eso, el salón se quedó en silencio. No había tensión en el ambiente; estaba tranquilo.

[.....]

Un ruido aturdió a todos los que se encontraban en ese salón. Parecía ser que venía del cuarto de grabación de la escuela.

"Estudiantes y profesores del instituto Hyonsan, soy Sun-hwa, la profesora de español."

Los estudiantes centraron su atención en aquella voz que salía de los parlantes del establecimiento.

"Cómo ya habrán visto, está pasando algo muy raro el día de hoy. Algunos estudiantes se están atacando entre ellos, por eso les pido que si tienen la posibilidad de escapar, háganlo. Y si algún profesor está escuchando esto y puede llamar a la policía y a los bomberos, se lo agradecería."

"Lo diré una vez más... algunos estudiantes... perdón a todos... ¿alguno de ustedes está bien?..."

Aquella que antes intentaba sonar comprensiva se quebró. Los estudiantes que todavía se encontraban escuchando también; algunos derramaban lágrimas.

"Y lamento no ser de ayuda."

Y el peso de la realidad cayó sobre Su-hye, que solo bajó la mirada.

[...]

── ¿Ah, estoy cansada? ¿Debería simplemente tirarme a los zombies?

── No ─ dijo Nam-ra.

── No seas tonto, Woojin ─ le contestó Su-hye, que estaba sentada a su lado.

Habían pasado algunos minutos, pero todo seguía igual. Los zombies empujaban las puertas, los quejidos; no era fácil acostumbrarse.

── Te juro que no me mordieron ─

Esas palabras llamaron la atención de todos en ese salón.

── I Sak...

── No me mordieron, ¿verdad, Su-hye?

Su-hye la observó; sangre salía de su nariz. Abrió la boca para decir algo, pero no pudo emitir ningún sonido.

── No es posible ─ corrió hacia un espejo que había en ese salón.

── I-Sak, ¿te encuentras bien? ─ le preguntó Gyeong-su.

No contestó. Se dio vuelta y miró a su mejor amiga. Pequeñas lágrimas salían de los ojos de esta. Lentamente se dirigió hacia ella.

── Dime que no es cierto ─ aún conservaba una sonrisa de esperanza.

On-jo asintió y la abrazó, como si fuera una despedida.

── No te preocupes, no soy uno de ellos ─ sus ojos se habían enrojecido, pero nuevamente se unieron en un abrazo.

── ¡Que están esperando! Saquenla de una vez, ¡rápido! ─ gritó la pelirroja; acto seguido, los zombies golpearon más fuerte.

── No puede ser, quieren entrar...

Los estudiantes se quedaron en su lugar, ignorando la petición de la pelirroja, que en cualquier momento podía desmayarse.

── Oigan, no, les juro que estoy bien ─ gritó.

El único que se atrevió a hacer algo fue Cheong-san, que alejó a On-jo de esta.

── On-jo ─ y calló al suelo.

── Rápido, ¡hagan algo! ─ pidió Na-yeon nuevamente, pero esto solo alejó a los demás.

I-Sak, que estaba tirada en el suelo, comenzó a levantarse de una manera anormal, y la chica de cabello rojizo comenzó a gritar nuevamente. Cuando se levantó por completo, el silencio se hizo en aquel cuarto.

── I-Sak, no lo hagas, por favor ─ dijo la pelinegra casi llorando.

Ahora todos pudieron ver a su compañera convertida en zombie. Aquella miraba a sus amigos fijamente, On-jo y Cheong-san, y con gran velocidad salió disparada a atacar a uno de ellos.

El chico actuó rápido y, con una silla, interrumpió cualquier posibilidad de que lo mordiera. Tenía la intención de pegarle con esta, pero la voz de su amiga la interrumpió.

── No le hagas daño ─ este la miró con una expresión triste; él sabía que ya no se podía hacer otra cosa.

Decidió ignorar sus palabras y levantó la silla para pegarle.

── ¡Cheong-san! ─ gritó, y la zombie corrió hacia ella, con deseos de morderla.

Este se interpuso en el camino, corriendo de lugar a la chica, haciendo que la convertida caiga por la ventana. El ruido de los vidrios rompiéndose hizo que Su-hye cerrara los ojos y apretara la mano de su amigo inconscientemente. No deseaba ver más aquella situación.

── Estás loca, suéltala.

On-jo la había sujetado antes de que se cayera. Ahora la lucha de Cheong-san no era más con la zombie, sino con ella; una lucha por intentar que la soltara.

── Oye...

Na-yeon le pateó la silla más cercana, y este la tomó con prisa. Comenzó a golpear a la zombie; todavía su amiga seguía sosteniendo su mano.

Le dio varios golpes más, y su compañera finalmente cayó.

La pelinegra se alejó de la ventana, y su expresión era ilegible. Aún le caían lágrimas; era evidente que no estaba bien. Su amigo le tocó el hombro para consolarla, y esta se desmoronó en el suelo, comenzando a llorar más fuerte que antes.

── Su-hye, ya pasó, abre los ojos ─ le avisó Nam-ra con un tono suave.

Abrió los ojos y se topó con la expresión de confusión de su amigo.

── Estás bien?

── Estoy bien ─ se percató de que aún seguía sosteniendo la mano de este y la soltó; el chico pelinegro se rascó la nuca, visiblemente nervioso. No estaba acostumbrado al contacto físico de Su-hye.

Nam-ra, que estaba al lado de estos, observándolos, se percató de que Joon-yeong miraba la escena desde la otra punta, al igual que ella. Este se dio cuenta y apartó la mirada con rapidez.

[...]

─── Salgamos, no podemos quedarnos aquí ─ habló Cheong-san.

─── ¿Y cómo vamos a hacer eso? ─ le preguntó Woojin.

─── Usaremos la manguera de emergencia.

Aquel puso su plan en marcha. Deslizaron apenas la puerta para que la mano de este pudiera pasar y lograra agarrarla. Pasaron varios intentos hasta que pudo alcanzarla. Luego, él, Gyeong-su y Ji-min comenzaron a hacer nudos para que los pies y las manos pudieran entrar. Comprobaron que estos iban a aguantar y tiraron la manguera por la ventana, sin saber hasta dónde llegaría.

─── Deberías ir tú primero, Gyeong-su.- hablo Cheong-san

─── Pero, ¿por qué? - respondió Gyeong-su mientras titubeaba.

Estuvieron así un par de minutos hasta que él finalmente se decidió por bajar primero.

─── La profesora de español está aquí, ya pueden bajar.- gritó, mientras la mayoría lo observaba desde la ventana de arriba.

Luego siguió Na-yeon, y así cada vez había menos personas en ese salón. Era el turno de Nam-ra, pero antes agarró un papel y escribió algo en él para después pegarlo en la pared. Se acercó a Su-hye.

─── Su-hye, si no puedes hacerlo, buscaremos otra manera.- una preocupación se hizo presente en Nam-ra, que miraba a la castaña con los labios apretados.

─── Estaré bien, baja tú primero ─ Su-hye le dió una sonrisa tranquilizadora a su amiga, convenciendola así de que bajará.

Ya no había nadie allí, salvo por Cheong-san, On-jo y Su-hye, que aún no se había movido de su lugar.

─── On-jo, hay gente a la que le importamos, tenemos que sobrevivir por ellos.- Cheong-san tomo los hombros amigable a la de cabello negro. Ella asintió. Parece que eso la había convencido porque segundos después tomó la manguera y comenzó a bajar.

─── Su-hye ─ Cheong-san le ofreció la mano para bajar.

─── No, gracias. Baja tú primero ─ dijo con su tono habitual. Este miró a los zombies detrás de ella, en cualquier momento podrían entrar, y aunque estaba preocupado asintió.───Tienes que hacerlo rápido, ten cuidado ─ le mostró una sonrisa reconfortante y como los otros, empezó a bajar.

Ahora ella estaba sola en aquella habitación. Suspiró; no podía ni pensar en confiarle su vida a una manguera, ni mucho menos estar colgada de tantos metros. Hace unas horas, lo que había hecho ella con las escaleras había sido adrenalina, una chispa por querer sobrevivir, pero ahora... Ahora no estaba tan segura.

[...]

Cheong-San llegó y los demás lo ayudaron pero luego la preocupación se alzó en ellos.

─── Creí que era Su-hye ─ dijo Hyo Ryung.

─── Oye ¿y Su-hye? ─ le preguntó Woojin.

Nam-ra se paró mientras una mala sensación se posicionaba en su estómago.

─── Me dijo que bajara primero... yo...- Cheong-san bajo la mirada un tanto culpable.

─── Ella dijo que le tiene miedo a las alturas, idiota; era obvio que no bajaría ─ Joon-yeong se levantó furioso y lo empujó.

─── Voy a subir a buscarla ─ dijo la mejor amiga de la castaña.

── Subiré a buscarla yo. Después de todo es mí culpa.- aviso el chico moreno intentando remediar la situación.

─── No, no podemos arriesgarnos, solo nos queda esperarla y si no... ─ habló la profesora.

─── Y si no ¿qué, la vamos a abandonar? ─ dijo Woojin enojado.

Todos bajaron la mirada.

Por otro lado, Su-hye no podía dejar de pensar en lo que le había dicho Cheong-san a On-jo: "Hay gente a la que le importamos, tenemos que sobrevivir por ellos". Se preguntó, ¿realmente había gente a la que le importaba?

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