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twelve: su-hye

CAPÍTULO 12 |  SU-HYE

Un rayo de sol ilumino el rostro de Su-hye. Quien levanto su cabeza del hombro de Woojin, aquella se encontró con el mirándolo con una sonrisa. A su lado estaba Hari y aquella chica de la cual su nombre se había enterado ayer, era Min-ji

Al mirar a su alrededor, notó que parecía haber sido la última en despertar. Una mezcla de emociones indescifrables la invadía: se sentía bien consigo misma a pesar de todo, pero la preocupación de perder a alguien más era lo que mas ocupaba su mente. Su mirada se dirigió instintivamente hacia Joon-yeong.

Lo notó con una expresión serena y preocupada a la vez. Un nudo se formó en el estómago de Su-hye al notar la intensidad de su mirada. Había algo que a la castaña le hacía entender que su historia estaba muy lejos de terminar.

── Oye — Min-ji se dirigió a ella. La chica de cabello corto y flequillo alto la miraba con curiosidad.── ¿Tienes novio?

La castaña frunció el ceño confusa.

── ¿Que? ¿Tiene algo de malo mí curiosidad?— chasqueo la lengua y apoyo su espalda contra un cajón lleno de balones.

Su-hye compartíó una mirada perpleja  con Woojin como si hubieran tenido el mismo pensamiento. ¿Era un buen momento para preguntar eso? Definitivamente no.

── Parece que al fin lo lograste, ya no tendre que escucharte todo el tiempo hablar de ella ¿O si? — Hari se burló mientras golpeo cariñosamente el hombro de su hermano.

── Para tu suerte no. — Woojin sonrió, pero el mismo se pregunto si había logrado con éxito no reflejar su tristeza. ── Ella ya tiene a su chico.

── El chico de lentes ¿No? lo supuse siempre .—  contesto con ligereza Hari, cuando noto la mirada de indignación que le lanzo Woojin hizo una mueca fingiendo inocencia.

── No veo a ninguno que tenga lentes.— Min-ji miro para todos lados y luego la mira con una sonrisa.── Como sea, sabes que que estoy aquí de cualquier manera.

── Oye ¿Crees que es momento para esto? — Woojin se quejo.

Su-hye sonrió de manera amistosa.
── Todo se ha vuelto más complicado últimamente.—al finalizar unió sus labios en una línea.

── ¿Complicado? — Woojin se levantó del suelo y la obligó a hacer lo mismo. ── Hemos pasado por tantas cosas, Su-hye. Sobrevivimos a situaciones difíciles, aún seguimos adelante. ¿Pero sientes que no puedes tener una simple conversación madura? — el tono de Woojin reflejaba una mezcla de frustración.

La mirada de Woojin hacia Joon-yeong fue como un recordatorio silencioso. Su-hye sintió una punzada de incomodidad al darse cuenta de que evadir la conversación con Joon-yeong no resolvería nada.

Su-hye se mantuvo en silencio sin encontrar las palabras adecuadas para responder.

── Habla con el.  De lo contrario voy a romper nuestra promesa.— bromeó Woojin.

Su-hye le pegó una patada supuestamente leve en  la pierna izquierda, como respuesta el salto mientras hacía un mueca de dolor.

── ¿Crees que es gracioso? — Su-hye levantó un puño en forma de amenaza.── Vuelve a decir eso y seré yo quien te mate.

Woojin sonrio divertido por la situación.

── Yah, solo estaba bromeando.— su mirada de repente se torno seria.── habla con el, en serio.

Su-hye tomó una respiración profunda porque aunque Woojin no había dicho nombres sabía lo que le estaba pidiendo.  Su-hye miró por la ventanilla de la habitación que reflejaba un cielo despejado, no esperaba que el sol saliera tan pronto después de esa tormenta.

Entonces Su-hye con los nervios comiéndole la cabeza camino hacia Joon-yeong. Woojin se sentó nuevamente al lado de Hari.

── Eres más valiente que cualquiera de nosotros.—Hari tomo la mano de su hermano y le mostró una sonrisa reconfortante. El asintió con una pequeña línea en forma de sonrisa.

En ese momento, Su-hye, sin decir ni una sola palabra, se sentó al lado de Joon-yeong. Gyeong-su, que estaba al lado del chico, levantó las cejas con una expresión intrigada. Sin decir nada se alejo de alli mientras se le escapaba un risita.

── Hola. — Su-hye miró a Joon-yeong con los labios apretados, tratando de encontrar las palabras adecuadas en medio del silencio incómodo.

── ¿Ya no me odias? — Joon-yeong hizo una media sonrisa mientras baja la mirada.

── ¿Cómo podría odiar al chico que me aconsejó desde el principio que aprovechara al máximo mi potencial?

Joon-yeong mantuvo la cabeza baja mientras dejo escapar una risa al recordar los primeros días en que se conocieron.

── No subestimes nunca tu capacidad— repitió Su-hye con una sonrisa logrando que Joon-yeong la mire finalmente.── Todo por qué los profesores no se conformaban con mis calificaciones.

── Debo haberme visto como un tonto.— El chico se rasco la nunca nervioso.

── No para mí. — Su-hye miro un punto fijo.── Quizas no hayas logrado que subiera mis calificaciones. Pero si lograste ocupar gran parte de mí cabeza, no te voy a mentir, a veces era molesto. Pero con el tiempo me di cuenta que siempre serás tu. Y por si no te quedó claro. Me gustas Joon-yeong.

Los ojos del chico reflejaban sorpresa.──No esperaba escuchar eso.

── ¿Estás bromeando? ¿Sabes cuánto me dolió que hayas dicho que nuestro beso fue un error? Y luego vienes y te preocupas por mí como si nada hubiera pasado? ¿Acaso sabes lo confundida que estuve por ti? — Su-hye le echó en cara.

Joon-yeong sintiéndose vulnerable contestó.

── Siempre eh pensado que eres demasiado para alguien como yo. Solo me asusté, y creí que era lo mejor.

── No, tonto. Tu siempre ah sido demasiado para mí. ¿Y que? No me importa. Quiero estar contigo. Por una vez en la vida deseo algo con tantas ansias. — Los ojos de Su-hye reflejaban una sinceridad que Joon-yeong no había visto antes.

──Su-hye...

── Ya no tengo que mentir.—Su-hye acarició la mejilla de Joon-yeong.── Toda mí vida le tuve miedo a mí pasado, y ahora que no tengo nada que ocultar yo no siento más miedo. Después de esto, quiero ser mi mejor versión, pero quiero serlo contigo.

La mirada de Joon-yeong reflejaba un brillo de ilusión al escuchar las palabras de Su-hye. El chico imitó el gesto de la castaña y apoyo su mano sobre la mejilla de ella.

── ¿Podrías perdonarme? Me gustas Su-hye yo...

Su-hye lo interrumpió con un beso. Los labios de ambos se encontraron en un gesto de complicidad y deseo, sellando así sus palabras con el lenguaje más sincero que conocían. El mundo pareció detenerse por un instante.

No era predecible, jamás lo fue. Su-hye había encontrado la paz en medio de una apocalipsis zombie.

Es verdad. Su pasado era incierto, sus revelaciones habían sido como un pequeño alfiler en un vasto pajar de incertidumbre, y así permanecerían. Lo que experimentó quedaría en el pasado, guardado en la memoria perdida de Eunsoo con precisión. Ni ella ni nadie más sabría nunca la totalidad de su historia. Pero así estaba bien.

La castaña había aceptado todo lo que había vivido y con una suspiro finalmente pudo dejarlo atrás. Dejar de vivir y sentir como Eunsoo, para comenzar a ser como ella realmente era. Su-hye.

── Esto es demasiado para mi.— Su-hye dejaba escapar una carcajada mientras agarraba su estómago por la escena que estaba frente a sus ojos.

Dae-su valientemente había ido a confesar sus sentimientos hacia Hari, al principio parecía haberselo tomado bien, sin embargo en cuestión de segundos comenzó a golpearlo y el pobre se tuvo que esconder usando los carros con balones para defenderse, seguido de eso, Dae-su fue víctima de los balones que le lanzaba la chica  directo a la cabeza. Aunque lo que había llamado más la atención era la risa de la castaña.

── ¿Ella realmente se está riendo así? — Gyeon-su se acercó sigilosamente hacia Woojin quien sonrió y la miro con admiración.

──Si.— su sonrisa tomaba gran parte de su rostro, quizás era algo nuevo para el entorno, pero el se alegraba por verla asi.

── No parece que vayas a superarla tan fácil.— su amigo lo miro con una pizca de pena y curiosidad.

── Lo haré, después de todo Su-hye es la mejor amiga que pude haber tenido

──Creo que es genial. ¡Estoy vivo gracias a ella! ¿Entiendes eso?— Gyeong-su abrió los ojos y se señaló a si mismo.

Del otro lado de la habitación un balón alcanzo a  Su-hyeok, el chico frunció el ceño y se levantó con el objeto en la mano, como si se le hubiese ocurrido algo en ese preciso momento, después de meter nuevamente el balón al carrito comenzó a forcejarlo, estaba comprobando su resistencia.

──¿Que haces? — le preguntó Joon-yeong mientras separaba su mano de la de Su-hye y se paraba para acercarse a el.

── Creo que podemos salir de aquí usando
esto—el se dio vuelta y lo miro.

Su-hye evalúo la idea mientras ladeaba las cabeza. Habían llegado tan lejos¿Por qué no arriesgarse?

── Podemos atar los carros juntos en círculo y meternos dentro para escapar.— continúo Su-hyeok.

──Servirá.— opinó Su-hye mientras se reincorporaba del suelo y dejaba escapar una bocanada de aire. Todos hicieron lo mismo.

En cuestión de segundos todos comenzaron a rebuscar en la habitación cualquier cosa que pudiera ser útil para llevar acabo el plan. Mientras Su-hye buscaba con sus ojos algo como los demás pudo notar la presencia de alguien detrás suyo.

──Su-hye.— el tono de Cheong-san provocó que la chica se diera vuelta,── Perdoname por lo de anoche, es que yo... En verdad lo lamento.

Cómo respuesta ella sonrió con comprensión

── No tienes por qué pedirme perdón Cheong-san. Seré yo quien me disculpé entonces—respondio ella haciendo que el rostro de su compañera se tornora en una leve sorpresa.── lo siento, de haber sabido que era tu mamá hubiera buscado otra manera.

── Estamos a mano ahora.— sonrió como respuesta.

Extendió la mano para golpear su hombro en un gesto amistoso, aunque pareció dudar por un momento antes de hacerlo. Cheong-san frunció el ceño al notar la herida abierta en la pantorrilla de Su-hye y expresó su preocupación.

── Deberías cubrir tu herida.— señaló aquel.

──Oh...— Su-hye  bajo su mirada en busca de su propia herida.── Lo haré.— sonrió para alivianar la situación.

[ ... ]

Todos se encontraban reunidos al frente de Nam-ra. Aunque a todos les había convencido la idea que había aportado Su-hyeok la realidad es que las discusiones no se podían evitar. Min-ji y Joon-yeong habían tenido una gran discusión sobre si los carros debían tener las tapas bajas o altas. Y por si fuera poco el grupo casi se separa.

── Uno, nos separamos.— espeto Nam-ra, las palabras provocaron un silenció y los estudiantes se miraron entre si. Nadie quería eso realmente.──Dos. Vamos juntos.

El primero en levantar la mano fue Dae-su no parecía haber dudado ni un segundo. Luego le siguieron los demás.

── Iremos juntos. Sigamos.— continúo.

── ¿Es inteligente votar sobre la vida y la muerte y seguir a la mayoría? — cuestiono Dae-su.── ¿Y si todos decidimos hacer lo incorrecto?

── Moriremos.— bromeó Su-hye.

──No digas eso.— lloriqueo Hyo-ryung.

Su-hye bajo la cabeza y sonrió un poco. Quizás no sea lo más inteligente pero ahora estaban juntos. Lo importante es que fue una buena idea votar sobre todo porque logro calmar el ambiente tenso.

──Pasemos al siguiente punto. — Nam-ra tomo la palabra nuevamente.── Uno, que el exterior sea alto.

Joon-yeong y Su-hye levantaron las manos, esperando unos segundos antes de que un par de personas más se unieran a ellos, excepto Cheong-san y los mayores. Sin embargo, On-jo intervino y obligó a Cheong-san a levantar la mano también.

── Siete votos.— contó la presidenta.── Dos, doblar las tapas y hacer una caja.

Nam-ra contó cuatro votos, lamentablemente para Min-ji el grupo se quedó con la primera opción.

──Maldición.— se quejó.

── Bien. Vamos a hacerlo.— dijo Su-hyeok haciendo que todos se pusieran en marcha.

[ ... ]

Sentada en silencio mientras los demás seguían preparando lo que sería su salida, Su-hye dejó que sus pensamientos fluyeran. Reflexionó sobre cómo habían cambiado las cosas desde que comenzó la pesadilla. Recordó los momentos de tensión y las peleas, pero también los gestos de amistad y apoyo. Se sintió agradecida por la familia que habían formado en medio del caos.

Pero también se preocupaba por lo que vendría después. Sabía que enfrentarían más desafíos, pero encontraba consuelo en el hecho de que estaban juntos y que podrían superarlo todo.

── ¿En qué piensas? — dijo Nam-ra mientras se sentaba a su lado.

── No lo sé. Tengo la cabeza en demasiadas cosas.— respondió con sinceridad.

Nam-ra asintió con complicidad, comprendiendo el peso de las palabras de Su-hye. En un gesto de cariño ella apoyo su cabeza sobre el hombro de su amiga.

── Hay algo que quiero decirte desde que empezó todo este desastre.

── Dime. —Su-hye miró a Nam-ra con curiosidad, sintiendo la seriedad en su tono.

── Hemos pasado por mucho. Y a pesar de que ahora tengamos más personas en nuestro grupo. Eso no cambia en nada nuestra amistad. Tu eres mí mejor amiga.— un pequeña sonrisa se formó en su rostro.

Su-hye sabía que Nam-ra estaba preocupada. Jamás hubiera dicho esas cosas en otra circunstancias no la tomo por sorpresa pero tampoco la tranquilizó. A pesar de que ella nunca le decía esas palabras sabía que tenía otras maneras de demostrarlo.

── Tú también eres mi mejor amiga. —respondió Su-hye con voz suave.

Nam-ra abrazó a Su-hye con fuerza, como si quisiera grabar ese momento en su memoria para siempre.

── ¿Por que parece como si esto fuera una despedida? — Su-hye bromeó con una sonrisa pero algo pesó dentro de ella.

── No sé cuándo tendré la oportunidad  de hacer esto  de nuevo. — contestó Nam-ra

Su-hye asintió con comprensión, sintiendo la misma sensación de incertidumbre sobre el futuro.

Del otro lado de la pequeña habitación mientras Cheong-san rebuscaba algo con lo que podrían protegerse encontró algo que había llamado la atención de todos.

── Oigan, una barra dulce.— el moreno miraba el envoltorio entre sus manos con lo que parecía sorpresa.

Dae-su se acercó hacia el y tomo el dulce mientras que Woojin rebusco en el cajón de dónde lo había sacado en busca de alguno más. Su búsqueda fue en vano.

── ¿Podemos comerlo?— dijo Dae-su mientras lo examinaba.── Ah, está vencida.

── ¿Podemos comerla igual? — pregunto Woojin ansioso.

── Claro que si. — afirmó.

El grupo se miro entre si y no tardaron en ponerse en ronda. Su-hye ya había decidido que no comería, prefiera aguantarse el hambre a que tener un problema estomacal. El primero en darle un mordisco fue Woojin.

── Maldición. Dije que le des un mordisco pequeño.— se quejó Dae-su.

── Solo comi esto.— rezongo Woojin mientras con su dedos mostraba el tamaño de su mordida.

──Maldito egoísta.

El chocolate fue de mano en mano. Fue el turno de Nam-ra pero ella se lo paso directamente a Su-hye quien lo miro por un segundo.

──Toma.— dijo la castaña mientras se lo pasaba a Gyeon-su.

── ¿Que? ¿No vas a comer? — abrió los ojos.

── No gracias.

El dulce siguió su camino hasta que fue el turno de Dae-su, el chico se llevó el minúsculo pedazo a la boca sin saber que faltaba alguien más.

── Oye.— Su-hye francio el ceño.

──¿Que? — contesto mientras lo saboreaba

── ¡¿Bromeas?! — la castaña mostró su indignación y Dae-su trago saliva al darse cuenta.

── Joon-yeong no comió. ¿Cómo vas a comer tu solo el último pedazo? — interrumpio Woojin con la misma indignación que la de su amiga.

Joon-yeong a su lado miraba un punto fijo mientras intentaba mantener la cordura. Su-hye se puso a saludo y lo abrazo mientras le daba palmaditas en la espada.

──Yo... Cre.. creí que era el último. Lo siento.— Dae-su tartamudeo avergonzado.

── ¿Quien es el egoísta ahora? — Su-hye golpeó levemente su nunca.

── Yah, lo siento.

── bueno. Pongámonos las almohadillas protectoras.— Min-ji cambió de tema.

[ ... ]

El corazón de Su-hye latía con tanta fuerza que parecía querer escapar de su pecho, y su visión comenzaba a volverse borrosa. Era una sensación extraña. A pesar de haber sobrevivido hasta ese momento, una intensa ansiedad la invadía sin que pudiera entender por qué.

Miro a su alrededor. los rostros familiares que estaba igual de ansiosos que ellas. El metal de los carros que los rodeaba y los suspiros de sus compañeros. Había algo más en el ambiente que la preocupaba.

Observó mejor su vestimenta. Tenía protección en sus brazos y codos. Había partido a la mitad un escoba para usarla de arma.

──¿Todos listos? Voy a abrir — hablo Joon-yeong mientras se mantenía cerca de la puerta.

── Espera.— le respondió Dae-su mientras se acomodaba sus codilleras.── Todo saldrá bien ¿No?

── Funcionará.

Mientras todos daban unas últimas charlas, Su-hye se acercó a el. Ella rodeo su cuello con su brazos mientras el la tomaba por la cintura. Con ternura Su-hye le depósito un tierno beso en la mejilla.

── Se que estás preocupada.— el la miró.── Pero nadie morirá. Nadie más.

── Lo que no quiero es que te hagas responsable de nada.— Su-hye lo miró con tristeza.

── No me haré responsable de nada si tu me lo pides.— Joon-yeong le sonrió con ternura para intentarla calmarla.

── Te lo estoy pidiendo ahora.— hizo una pausa.── Por favor.

── No lo haré entonces.

Su-hye sonrió y lo envolvió con más fuerza entre sus brazos.

── Ay, porfavor esto es asqueroso. ¿Nos vamos? — replicó Min-ji con una mueca aunque segundos después Su-hye notó como una de sus comisuras se elevaba.

Los dos se separaron y Su-hye tomó su lugar, agarrando una parte del carrito con determinación. Mientras tanto, Joon-yeong dio aviso y comenzó a destrabar el picaporte. Hari se posicionó con su arco listo, y Su-hyeok se adelantó en caso de que algún zombie estuviera demasiado cerca.

Con un estruendo, la puerta se abrió y el grupo salió corriendo, revelando un gimnasio lleno de zombies. Para Su-hye, mantener una buena velocidad mientras sostenía un palo de madera y parte del escudo casero era todo un desafío. Los carros estaban atados, pero para poder movilizarse desde el principio, debían atar los extremos después de salir, convirtiéndolos ahora en una pared que la mayoría llevaba.

Hari y Su-hyeok repelían a los zombies con sus respectivas armas.

── ¡Giren! —exclamó Su-hyeok y todos comenzaron a girar con la intención de unir los extremos.

A pesar de las dificultades, finalmente lograron unir los extremos de los carros. Sin embargo, no sería tarea fácil avanzar. Los zombies eran numerosos y les impedían el paso. Además, los gritos de esfuerzo de los sobrevivientes llamaban más la atención, atrayendo a más no muertos que comenzaron a rodearlos.

Su-hye y los demás golpeaban las cabezas de los zombies con fuerza, luchando por liberar a sus compañeros del agarre de los muertos vivientes. Aunque solo habían pasado unos minutos, para Su-hye parecían horas. Cada vez estaban más cerca de la puerta de salida.

Minutos de lucha, sudor y tensión transcurrieron mientras golpeaban a los zombies, liberando a sus compañeros y abriéndose camino hacia la salida. Finalmente, la puerta estaba frente a ellos. Con rapidez, Dae-su comenzó a desatar uno de los nudos para que pudieran escapar, mientras Su-hyeok luchaba por abrir la puerta.

Su-hye observaba con ansiedad los intentos del chico mientras su respiración se calmaba poco a poco.

── Su-hye. —Woojin le sonrió mientras atacaba a un par de zombies.── No falta mucho para que nuestra promesa se cumpla.

Varias lágrimas escaparon de los ojos de Su-hye mientras asentía con la cabeza y una sonrisa, sintiendo el peso del momento. ¿Realmente esta pesadilla se acabaría pronto?

Sin embargo, de repente, un impulso la hizo tambalearse y caer al suelo. Un dolor punzante recorrió su pie cuando observó horrorizada cómo una mano ensangrentada lo agarraba con fuerza.La esperanza que había sentido momentos antes se desvaneció rápidamente, reemplazada por el pánico y la incertidumbre. Nam-ra, con determinación, soltó el agarre de la mano al pie de Su-hye, pero el daño ya estaba hecho.

── Su-hye... — dijo Nam-ra con voz entrecortada, intentando contener el llanto mientras levantaba a Su-hye del suelo.

── Debería haber cubierto esta herida, ¿verdad? — a pesar de todo, Su-hye sonreía, tratando de mantener el ánimo.

── ¿Qué está pasando? — preguntó Joon-yeong, volviéndose hacia ellos al percibir la conmoción.

La situación había captado la atención de todos. Cuando Joon-yeong y Su-hye se miraron, supieron instantáneamente que las cosas habían dado un giro para peor.

Su-hye se puso de pie, sintiendo un dolor agudo en el pecho. Había salvado a algunos, pero no podía salvarse a sí misma.

── ¡¿Por qué no te cubriste esa herida?! — la voz de Joon-yeong se elevó con frustración.

── ¿Qué sucede? — Hyo-ryung los miró preocupada.

── Lo siento. — Su-hye bajó la cabeza y se acercó a él. — Te quiero, Joon-yeong. Si hubiera admitido eso antes, tal vez las cosas serían diferentes.

── Eso no importa. — Joon-yeong la abrazó, compartiendo su tristeza.

── Me mentiste. — Woojin lloraba mientras la miraba. — ¿Por qué prometes cosas que no puedes cumplir?

El corazón de Su-hye se rompió aún más. Entonces, de su nariz comenzó a brotar sangre..

── No. — Nam-ra negó eufóricamente.── No, no puedes dejarme.

Su-hye le dio un último abrazo a su amiga antes de trepar y saltar a los zombies que comenzaron a rodearlar.

──Su-hye. — Woojin negaba con la cabeza al igual que Nam-ra. Joon-yeong se había quedado paralizado mientras lloraba incapaz de creer lo que estaba pasando.

── No voy a romper mí promesa. Jamás lo haría.— Su-hye intento tomar la mano de su amigo . Pero en ese momento la puerta se abrió y Su-hye cayo al suelo.

Lo último que Su-hye escuchó fueron gritos desgarradores, los de las personas que más quería. Mientras su vista comenzaba a nublarse, se prometió a sí misma que nunca los olvidaría. Eran las personas que le importaban, quienes verdaderamente la habían salvado. Era triste, por qué su deseo de vivir era más fuerte.

Falta el epílogo...

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