thirteen: epilogue
CAPITULO 14 | EPÍLOGO
Varios meses después...
El manto estrellado de la noche envolvía a los sobrevivientes que se reunieron alrededor de un antiguo árbol, cuyas ramas se mecían suavemente con la brisa nocturna, hacia frío. Bajo las ramas del antiguo árbol, tiras de tela con los nombres de aquellos que no lograron sobrevivir ondeaban suavemente con el viento nocturno. A sus pies, pequeñas ofrendas como las comidas favoritas de los caídos se encontraban dispuestas con cuidado, como un tributo a sus vidas perdidas en la lucha por la supervivencia. Las sombras proyectadas por la luz de la luna creaban un ambiente sereno pero sombrío, recordándoles a todos los desafíos y pérdidas que habían enfrentado durante su travesía. En ese momento de silenciosa contemplación, cada uno de ellos encontraba consuelo en la presencia de los demás, recordando juntos a quienes ya no estaban, pero cuyos recuerdos vivirían por siempre en sus corazones.
── Sonará extraño.— Gyeon-su hablo mientras miraba fijamente una de las tiras.── Pero extraño su malhumor.
Levanto su vista y noto como todos lo miraban, no había dicho nombres pero sabían de quién estaba hablando.
── También extraño a Su-hye. — Dae-su hablo por primera vez.
Joon-yeong suspiró con cansancio pero no emitió ni una sola palabra. Desde la última vez que había visto a Su-hye no había hablado de ella nunca más, los chicos no sabían cómo mejor su ánimo.
── A veces me siento culpable.— admitió Gyeong-su.
── ¿Culpable? — Su-hyeok frunció el ceño confuso.
──Murió de la misma manera en la que yo lo podría haber hecho.— bajo la mirada y entonces recibió un golpe en la nunca de Min-ji.
── No la conocí tan bien, pero creo que ella te hubiera golpeado de la misma manera si te hubiera escuchado.— dijo mientras achicaba sus ojos de manera amenazante.
── No relaciones la muerte con Su-hye.— Hyo-ryung hizo un puchero y miro para otro lado con tristeza.
── Lo lamento.— respondió el chico mientras se sobaba la zona donde lo habían golpeado.── Pero tienes razón
── Woojin se negaba a creer que ella ya no estaba.— Hari dejo escapar un poco de aire con una especie de nostalgia.
── Pero ya no está. Ninguno de los dos.— la voz de Joon-yeong era arisca.
── No pero...— On-jo intento consolarlo poniendole una mano en el hombro pero este se apartó antes de eso.
── Pero nada. On-jo.— Había dolor en la mirada de Joon-yeong.
── Todos hemos perdido a alguien. Pero aquí estamos. No hay nada que podamos hacer más que recordar pero tu no quieres ni hacer eso. — la chica intento hacerse escuchar pero el solo la ignoró. Había una frustración en ella, también había perdido a Cheong-san y a i-Sak.
Su-hyeok tuvo que acercarse a ella y lanzarle una mirada significativa para que lo dejara tranquilo.
Entonces Dae-su se acercó mientras sacaba algo de su bolsillo y luego se lo ofreció a su amigo.
── ¿Que es esto? — preguntó Joon-yeong mientras se acomodaba sus lentes.
── Oye para que pediste lentes nuevos si no los vas a usar.— rezongo mientras lo señalaba.── Es un chocolate.
Todos soltaron una risita al recordar el momento en el que Dae-su lo dejo sin comida. Incluso el propio Joon-yeong sonrió por la acción del chico.
── Gracias...
── Oigan. Veo una luz.— dijo de repente Hari mirando un punto lejano.
── ¿Que? ¿Donde? — Hyo-ryung volteó en busca de dicha luz.
── Allí.— señaló.
── Creo que es nuestra escuela.
Los sobrevivientes se pusieron en marcha hacia la luz que Hari había avistado, con una mezcla de esperanza y aprensión en sus corazones. Avanzaron en silencio, cada uno perdido en sus propios pensamientos mientras se dirigían hacia lo que quedaba de su antigua escuela.Al llegar al lugar, el instituto Hyonsan yacía en ruinas, con escombros esparcidos por todas partes y estructuras parcialmente derrumbadas. Los efectos de las bombas del gobierno eran evidentes, y el lugar que una vez fue su refugio seguro ahora parecía un paisaje desolado y desolador.
Mientras ascendían por las escaleras en dirección a la azotea, un repentino estruendo resonó en el edificio, haciendo que todos detuvieran sus pasos y se miraran entre sí con preocupación. El sonido de algo cayendo en algún lugar detrás de ellos los hizo tensarse, como si estuvieran siendo seguidos por algo o alguien en las sombras.
── Que..¿Que fue eso? — preguntó Gyeong-su con la voz temblorosa y aferrándose más a Dae-su quien fingió no sentir el mismo miedo.
── Seguro fue algun escombro que se cayó.— dijo Su-hyeok intento mantener la calma.
── Maldición. No debimos salir de la cuarentena.— murmuro Gyeong-su.
A medida que continuaban ascendiendo por las escaleras, la sensación de ser observados se hizo más intensa, como si algo estuviera acechándolos desde las sombras, esperando el momento adecuado para revelarse. Cada paso que daban parecía resonar con el eco de su propia ansiedad, mientras se esforzaban por mantener la compostura y llegar a la azotea.
── ¿De verdad crees que es Nam-ra? — le pregunto Su-hyeok a On-jo.
── Si. Eso creo.
Nam-ra no pudo unirse a ellos en la cuarentena porque estaba infectada, aunque era asintomática. A pesar de su condición, Nam-ra había prometido en una ocasión que volverían a reunirse bajo la luz de la fogata, lo que llevaba a On-jo a creer que la presencia que sentían detrás de ellos podía ser ella.
Con pasos lentos, On-jo se acercó a la puerta de la azotea y la abrió con cuidado. Al hacerlo, fueron recibidos por una suave nevada que caía del cielo oscuro, iluminado por la luz de la luna. El aire frío de la noche los envolvió mientras avanzaban hacia la pequeña fogata que ardía en en la azotea. El crepitar del fuego les traía un recuerdo familiar.
Mientras el grupo se reunía alrededor de la fogata y discutían sobre quién podría ser la presencia que los seguía, una figura emergió lentamente de entre las sombras. Era Nam-ra, su rostro iluminado por una sonrisa era reconfortante.
── Vinieron.— la chica camino hacia ellos.
Las caras de todos eran de sorpresa pero a la vez de alegría al ver a su compañera a quien no habían visto hace un tiempo.
── Presi. — Su-hyeok la miro atónito. Había algo claro. Sus sentimientos hacia ella no se había desvanecido.── Nam-ra.
── ¿Aún sigo siendo la presidenta? Me gusta.
── ¿Estás bien? — Su-hyeok la miro. Redondando como la perdida de su mejor amiga la había afectado.
── Más que nunca...
── Nam-ra, me alegra verte. ¿Pero has estado aquí todo el tiempo? — Dae-su miro a Gyeong-su.
── Si. Los eh estado esperando.
── Entonces ¿No estabas detrás nuestro? — preguntó Gyeong-su con la voz temblorosa, tratando de mantener la compostura frente a sus compañeros.
Nam-ra sonrió y bajo su vista trayendo así solo confusión y en ese preciso momento la puerta de la azotea se abrió nuevamente.
Una silueta femenina apareció en la entrada. Al principio, el grupo se desconcertó al verla, pero pronto reconocieron con sorpresa, asombro y alegría a Su-hye. Sin embargo, algo era diferente en ella. Su cabello ahora estaba corto, cayendo en mechones sobre sus hombros, y su aura parecía haber cambiado desde la última vez que la vieron.
── ¿Llego tarde? — sonrió mientras se acercaba a Nam-ra y la tomaba de la mano. luego miro a todo el grupo.
Varios suspiros de asombro se escucharon.
── ¿Su-hye? — Al principio, Joon-yeong observó a Su-hye con incredulidad, como si no pudiera creer lo que veían sus ojos. Sus labios temblaban ligeramente mientras su mente luchaba por procesar la realidad de tener a Su-hye de vuelta ante él. Sin embargo, a medida que el se acercaba, la luz de la esperanza comenzó a brillar en los ojos de Joon-yeong, y sus manos temblorosas se extendieron hacia ella involuntariamente.
Cuando Su-hye finalmente estuvo frente a él, Joon-yeong la miró fijamente, como si quisiera asegurarse de que no fuera una ilusión. Entonces, sin poder contenerse más, la envolvió en un abrazo apasionado, como si quisiera aferrarse a ella y nunca dejarla ir. Sus brazos la rodearon con fuerza, como si quisiera protegerla de todo el dolor y la oscuridad del mundo que los rodeaba.
── Creí que habías...— Joon-yeong la miro con intensidad.
── No pensaba morir de esa manera tan estúpida.— Respondió Su-hye mientras miraba su reflejo en los ojos cristalizado del chico que amaba.
Nadie pregunto cómo Su-hye lo había logrado. Pero los hecho era evidentes. Estaba infectada, pero no presentaba signos. Los que se gustaba se separaron del abrazo.
── ¿Y los demás? — pregunto Su-hye ansiosa y buscando a Woojin con la mirada.
Su pregunta ocasionó un gran silencio. Pero la vista de Su-hye se centro en Hari como si buscaran respuestas. Hari bajó la mirada, sintiendo el peso de las palabras que estaba a punto de pronunciar. Sabía que lo que iba a decir causaría un dolor inmenso a Su-hye, pero era importante que supiera la verdad.
──Su-hye, solo nosotros... Los que estamos aquí... logramos sobrevivir —dijo Hari evitando el contacto visual.
──¿Que? — las lágrimas de Su-hye comenzó a caer aunque ella ni siquiera había podido procesar las palabras de aquella chica.
Joon-yeong la abrazo de nuevo intentando consolarla , fue en ese momento que el peso de la realidad cayó sobre Su-hye.
La ausencia de Woojin en ese momento crucial la golpeó con una intensidad abrumadora, El peso del dolor y la tristeza la abrumaba mientras las lágrimas corrían por sus mejillas. Habían jurado que saldrían victoriosos, pero ahora, con la realidad frente a ella, Su-hye se encontraba confrontando la amarga verdad de que no pudieron cumplir su promesa. El sentimiento de haber defraudado a Woojin y a sí misma la sumergía en un profundo abismo de soledad y desesperanza en medio de la noche estrellada.
Siempre se arrepintió de no ser la amiga que Woojin se merecía.
Luego de unos minutos Su-hye se apartó de la conversación para despejar su mente y se acercó al borde de la azotea, sintiendo el peso del mundo sobre sus hombros. Joon-yeong la siguió de cerca, sabiendo que no había palabras que pudieran aliviar el dolor que ella estaba experimentando en ese momento.
Joon-yeong sostuvo la mano de Su-hye con ternura y la miró a los ojos con una expresión comprensiva.
── Sé que piensas que fuiste una mala amiga, pero Woojin nunca pensó eso. Él siempre te admiró y te valoró más de lo que imaginas.
Su-hye sonrió y tomó su mano.── Estoy feliz de estar aquí contigo después de todo.
Joon-yeong sonrió con ternura ante las palabras de Su-hye y acercó suavemente su rostro al suyo.
Sus miradas se encontraron, reflejando el brillo de la luna y el destello de la esperanza en sus corazones. Se acercaron lentamente el uno al otro, sintiendo la calidez de sus alientos entrelazarse en el aire fresco de la noche.
── Joon-yeong... —susurró Su-hye con voz suave, apenas audible por encima del murmullo del viento.
Sin decir una palabra más, Joon-yeong cerró la distancia entre ellos y capturó los labios de Su-hye en un beso tierno pero apasionado. Fue un momento cargado de emociones, un encuentro entre dos almas que habían atravesado la oscuridad juntas y habían encontrado la luz el uno en el otro.
Mientras se fundían en ese beso cargado de emociones, el mundo a su alrededor parecía desvanecerse, dejándolos solos en su propio universo de amor y esperanza. Sabían que el futuro seguía siendo incierto, que aún enfrentarían desafíos y obstáculos en el camino, pero en ese momento, bajo el cielo nevado, solo importaban ellos.
Fin..
Oficialmente después de dos años de espera, After All This finalmente llego a su fin. Me encantaría escribir más sobre All of us are dead ¿Que tal En el mismo universo? Tengo una idea pero quiero saber cómo será la segunda temporada. WOOJIN YO SE QUE MERECÍAS UN MEJOR FINAL 😭💔
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