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one : virus

CAPITULO 1 | 𝗩𝗜𝗥𝗨𝗦

Su-hye tiene un gran potencial para ser uno de los promedios más altos de su clase, junto a sus compañeros Nam-ra y Joon yeong, aunque es consciente de ello, solo le basta con aprobar y evitar esforzarse de más. Los profesores han intentado darle ese empujón, pero sus esfuerzos fueron en vano. "Entraré a una buena universidad de todos modos", decía siempre que tocaban el tema.

─── ¡Suuuu-hye! ─ dijo un chico pelinegro mientras se acercaba a su compañera que estaba dormida sobre su escritorio, paró en seco cuando la vio.

─── Woojin... ¿Por qué no la dejas tranquila? No creo que sea buena idea que la despiertes ─ le aconsejó aquella chica que estaba sentada al lado de Su-hye.

─── Ni te molestes, Nam-ra, ya me desperté ─ bostezó y luego fulminó con la mirada a Woojin, este le contestó con una sonrisa ─ ¿Qué pasa? ─ le preguntó.

── Ven, vamos a comer algo ─ tomó su mano.

La chica miró a su amiga, pero esta evitó el contacto visual. Aunque si prestaba un poco de atención, podía ver cómo una mini sonrisa burlona se asomaba en los labios de Nam-ra.

─── Me encantaría ─ se levantó de su asiento y se dirigió hacia Nam-ra para agarrarla de los hombros.─── Pero nosotras teníamos pensado ir más tarde ─ por un momento creyó que se había liberado de aquella situación.

─── En ese caso... Pueden venir las dos ─ su querido amigo propuso una solución. Su-hye no hizo más que una sonrisa notablemente fingida. Miró a su lado.

───No tengo hambre, vayan ustedes ─ aportó Nam-ra y se puso un libro en la cara. Si Su-hye no la conociera, creería que detrás de este, Nam-ra estaría riéndose de ella.

Suspiró y se dirigió hacia el.

─── Entonces vamos ─ los dos bajaron juntos hacia el comedor. A ella no le caía mal Woojin; de hecho, lo consideraba un buen amigo. Solo no sabía cómo decirle que no sin lastimarlo.

Llegaron y la hizo sentarse en una mesa con sus amigos.

─── Tú quédate aquí, iré a buscarte comida ─ se fue casi corriendo.

─── ¡Espera, ¡¿qué?! ─ no pudo terminar de pronunciar otra palabra; ya se había ido. Miró al frente con algo de confusión y se topó con varias caras mirándola.

Eran sus compañeros. ¿Por qué sentirse como una extraña? Tal vez es el silencio incómodo lo que hacía que Su-hye quisiera salir corriendo de allí. Fueron los 5 minutos más largos que ella había tenido en su vida, hasta que llegó Woojin.

─── Aquí tienes ─ dejó una bandeja con comida en la mesa.

─── Gracias... ─ dijo con una expresión seria. Quería irse y rápido; sentía cómo las miradas pasaban de Woojin a ella constantemente, como si estuvieran viendo un espectáculo.

─── ¿No puedes cambiar esa cara? ─ agarró sus mejillas y las estiró para que sus labios formaran una sonrisa.

Lo único que le molestaba más que lo que estaba haciendo él eran las miradas de los demás que, por si fuera poco, se habían puesto a murmurar entre ellos. Todos menos Joon yeong, que parecía centrar su atención en otra cosa. Tal vez eso era lo que le gustaba de él a Su-hye, que no se fijara en ella...

─── No puedo, es mi cara ─ sonrió y tomó sus manos para que la suelte ─ Creo que es momento de que me vaya... Ah, me llevo esta ─ agarró una manzana antes de alejarse.

─── Creo que es momento de que cambies de técnica ─ soltó Gyeong Soo en forma de burla, aunque seguía dándole palmadas en el hombro para consolarlo.

Su-hye se alejó lo más rápido posible. No quería encontrarse con Woojin y que la obligara a entrar de nuevo. Mordió su manzana; después de todo, le había dado hambre. También pensó en que había dejado la bandeja con comida en la mesa después de irse casi corriendo, pero ya estaba. No tenía pensado volver, así que ese pensamiento no duró demasiado.

Unos gritos desesperados alertaron a Su-hye que aún paseaban por el patio. Buscó con la mirada y logró ver a otros estudiantes corriendo hacia su dirección. Se preguntó qué estaba pasando. Al principio creyó que estaban corriendo de una rata, sí, una rata, pero segundos después sus ojos se abrieron como plato.

─── ¿Qué mierd...? ─ escupió el pedazo de manzana que estaba masticando con calma hace un rato.

Un chico despeinado con la mitad de la cara mordida y ojos enrojecidos corría hacia ella. Maldijo; si era una broma, estaba siendo de muy mal gusto. Para su mala suerte, pudo ver cómo esa cosa se abalanzaba sobre un profesor y lo mordía despiadadamente; comenzó a correr porque segundos después ese mismo profesor se había convertido en lo mismo y sabía que ella sería la próxima.

Estaba tan distraída corriendo por su vida que no se percató de que había otros estudiantes en la misma situación. No solo eran esos dos que la perseguían, había más y por todo el establecimiento. Sus ojos buscaban algo con desesperación, algo en donde poder esconderse y sobrevivir.

─── ¡Rápido, rápido! ─ se dijo a ella misma, y su atención se centró en unas escaleras que daban a una ventana. Cruzó los dedos esperando que adentro de ese salón no haya más de esas cosas que la estaban persiguiendo. Se apresuró a subir, ignorando su miedo a las alturas, y lo logró. Pateó la escalera; quería evitar que los caníbales treparan. Quedó colgando y, con sus últimas fuerzas, golpeó la ventana esperando que alguien abriera. No estaba segura de si había alguien adentro, pero era mejor intentar y no perder la poca esperanza que le quedaba.

Algo de suerte tuvo; escuchó un grito.

─── ¡No, no le abran, por favor, no! ─ parece que eso no funcionó porque la ventana se abrió, y junto con eso, vio a 3 de sus compañeros que rápidamente la ayudaron a subir. Eran Dae-su, Cheong-San y Su-hyeok.

Tocó el suelo, y sus piernas se adormecieron, haciendo que se sentara. Soltó un suspiro de alivio. Todos se acercaron para ver cómo se encontraba, menos Na-yeon, que la miraba como si hubiera visto un fantasma.

─── Dios, Su-hye, pensé que habías muerto ─ dijo Woojin mientras se acercaba, pero Nam-ra lo corrió.

─── Qué alivio, ¿estás bien? ─ le dijo su amiga con una pequeña sonrisa.

Todos empezaron a amontonarse sobre ella para saber cómo se encontraba. Eso ya empezaba a agobiarla. Se levantó con prisa y sacudió el polvo de su falda.

─── ¡Ya, aléjense! ¿Cuántas veces me lo van a preguntar? ─ claro que no estaba del todo bien; hace no mucho estaba colgando sobre no se sabe cuántos metros.

─── Hace un rato corría de un profesor y un estudiante que querían asesinarme; claro que estoy bien, chicos. ¿Les mencioné que también me dan miedo las alturas? ─ dijo con evidente sarcasmo y luego les dedicó una sonrisa a todos.

─── De hecho, es su naturaleza ─ mencionó Joon yeong.

Su-hye se dio vuelta, y su expresión cambió; se había puesto seria. Lo miró por unos segundos ─── ¿su naturaleza? ─ levantó una ceja.

─── Zombies, son zombies ─ dijo Cheong Sang desde la otra punta.

─── Lo que sea, tengo sueño ─ miró nuevamente a Joon yeong con el ceño fruncido y luego se sentó en una punta del salón para después cerrar los ojos.

─── Uy, creo que no le agradas ─ dijo Dae-su.

Eso era lo que ella hacía, fingir que no sentía nada. Creía que si se comportaba indiferente con él, esos sentimientos algún día se irían...

Claro que Su-hye no pudo dormir nada. Los gruñidos de los zombies y la pelea de Na-yeon con Gyeong Soo no ayudaban.

─── ¡Idiota! ─ exclamó la pelirroja con sus puños apretados.

─── La única idiota aquí eres tú ─ dijo a continuación el chico con cabello despeinado. Supongo que en su mente esa respuesta sonaba genial.

─── ¡Cielos, ustedes son geniales! ─ comenzó a aplaudir ─── Sigan haciendo ruido para que los zombies vengan y quieran hacer una fiesta con nosotros.

El silencio se hizo de repente en el salón durante un segundo, pero el ruido de la puerta deslizándose hizo que todos se sobresaltaran.

─── No se preocupen, chicos, soy yo ─ el hombre alzó sus brazos, debido a que todos estaban apuntándole con lo primero que encontraron.

─── ¿Están todos bien? ─ los estudiantes asintieron con la cabeza.

─── ¿No te mordieron? ─ preguntó I-Sak, llamando la atención de todos por la pregunta.

─── Morderme, para nada. Estoy bien ─ el hombre lucía nervioso, pero no había ninguna herida visible, así que las sospechas bajaron.

─── Profesor, ¿han llamado a la policía? Dime que la llamaron ─ la pelirroja se dirigió hacia él.

─── Sí, llegarán pronto, pero ahora debemos bloquear las puertas ─ todos comenzaron a poner los escritorios que encontraron sobre ella.

─── Te ayudo con esta ─ Onjo se acercó hacia Su-hye, y esta asintió con la cabeza.

─── Tenemos un problema ─ I-Sak se acercó a las dos chicas y señaló la herida descubierta del profesor.

─── ¡Sabía! ─ exclamó la castaña para luego ir hacia él y agarrarle el brazo.

─── Esto es una mordida.

─── Niña tonta ─ la empujó haciéndola caer al suelo.

─── Maldito... ─ Woojin se abalanzó sobre él.

─── ¿Estás bien? ─ dijo aquel chico de lentes mientras le ofrecía una mano.

─── Estoy bien ─ aceptó su ayuda y tomó su mano. Tal vez, solo tal vez, le hubiera gustado sostenerla por más tiempo.

─── No te preocupes, Woojin ─ lo apartó y luego procedió a golpear en la entrepierna al hombre que la había empujado.

─── ¡Auch! ─ expresó Su-hyeok.

El hombre gruñó mientras la sangre que salia  de su nariz advertía a los más jóvenes. Antes de que pudiera hacer algo contra ella, aquel cayó al suelo y comenzó a convulsionar. Varias exclamaciones de asombro llenaron la habitación.

Aquel profesor que ahora era un zombie se retorció de una manera extraña, como si estuviera poseído, y rápidamente salió disparado a atacar a una estudiante.

─── Saquenlo de aquí ─ gritó Nayeon, que estaba sentada en una de las esquinas, lo más lejos del problema.

─── ¿Por qué diablos se tuvo que venir a meter aquí? ─ dijo la castaña mientras agarraba una mochila pesada y se dirigía hacia el zombie que estaba a punto de atacar a una de sus compañeras, pero llegó tarde; aquel ya estaba encima de ella y la había mordido.

─── Mierda... ─ fue la única palabra que se escucho.

─── ¿Y ahora? No quiero morir ─ dijo la chica con la mordida en el labio, mientras pequeñas lágrimas salían de sus ojos.

Luego, el zombie salió disparado nuevamente en busca de otra víctima. Cheong-san se apresuró a tomar un escritorio y acorralarlo contra la pared; parecía ser que estaba teniendo algo de dificultad, Gyeong-su fue quien corrió a ayudarlo.

─── Tienes que irte ─ dijo Nayeon con desesperación.—La pelirroja que estaba sentada en una punta se acercó a la puerta y comenzó a correr los escritorios y sillas que todos habían puesto anteriormente. Su-hye suspiró y comenzó a hacer lo mismo.

El zombie todavía estaba atrapado contra la pared, y aquella chica que había sido mordida se acercaba hacia las dos estudiantes que estaban junto a la puerta. Su-hye se hizo a un lado.

─── ¡Aléjate! ─ gritó Nayeon y luego le pegó una patada a esta, haciéndola caer al suelo.

Aquella estudiante que alguna vez había sido su compañera comenzó a convulsionar todavía en el suelo, para luego convertirse en un monstruo con ansias de comer carne humana. Dae-su la agarró antes de que pudiera atacar a alguien más.

Su-hye vio la escena; quería decirle que la soltara, que corría peligro, pero guardó silencio. No quería verse débil.

─── Tenemos que salir ─ habló Su-hyeok y ayudó a la pelirroja a terminar de sacar los escritorios y sillas de la puerta.

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