eleven : dark roads
CAPÍTULO 11 | CAMINOS OSCUROS
La lluvia persistía, pero los supervivientes se refugiaron bajo una parte de la azotea. Su-hye notó como la lluvia parecía afectar la audición de la pobre Nam-ra, sin embargo aquella parecía calmarse con la presencia de Su-hyeok a su lado.
Aunque la supervivencia no estaba garantizada, Su-hye encontraba una extraña paz en medio de la incertidumbre, ya no tenía nada que perder.Woojin se sentó a su lado, escuchando atentamente la conversación entre sus compañeros.
── Si podemos llegar a la montaña, podemos llegar a Yangdong.— sugirió On-jo ── Fui allí de excursión varias veces con mí padre.
──¿No crees que es una locura inténtarlo? — opinó Woojin.
──No voy a ir tengo miedo. ¿Y si los zombies nos atrapan? — Hyo-ryung expreso su miedo.
── Nadie nos salvará si nos quedamos aquí solo nosotros podemos salvarnos.— hablo Cheong-san mientras la lluvia cai detrás de el.
Su-hye paso una mano por su cabello y lo apretó para escurrir el agua que había absorbido el mismo.
── Yo ire. Eh llegado lo suficientemente lejos como para no seguir intentandolo. Deberían pensar pensar lo mismo.— contestó con determinación la castaña y le lanzo una mirada reconfortante a Hyo-ryung.
Cheong-san asintió.
── Jamás pensé que podría escuchar esas palabra de ti.— Gyeong-su la miro con los ojos abiertos. Su-hye sonrió mostrando sus dientes y el chico abrió todavía más su cuencas.── Cielos.
── Si pasa algo. Gritaré y alejare a los zombies. En todo caso, moriría solo. Así que vamonos.— aviso el chico que todavía se encontraba de frente al grupo.
── No digas eso.— intervino Su-hyeok mientras se paraba del suelo y miraban a Cheong-san.── Todos deberíamos vivir.
── Si alguien tiene que moriré, yo moriré en su lugar.— le contesto.
Su-hye trago saliva, Cheong-san era un chico demasiado querido, tenía una vida y cosas por hacer, Su-hye no.
──Debido a la lluvia, todos los aromas se mezclan, la lluvia también es muy ruidosa. Seguro los zombies tienen lo sentidos adormecidos. — supuso Nam-ra interrumpiendo sus pensamientos.
── Si eso decir un mombie deber ser fiable.— respondió Dae-su sin pensar.
── ¿Que es un mediombi?— preguntó Su-hyeok con curiosidad.
── Alguien medio...— Dae-su miro a Nam-ra, aquel balbuceo pensando una mejores palabras.── Confiable. ¿Nos vamos?
Continúa haciendo que Cheong-san asintiera nuevamente.
── Y la presi es fuerte. Confiemos en ella y vamos.
── Ahora mismo no soy fuerte.— admitió la infectada mientras miraba sus manos.
── ¿Que sucede? — le preguntó Su-hye.
── No lo sé.
Ji-min volvió a centrar su vista hacia el frente.
──Puede que algunos no podamos seguir el ritmo.— presento un problema.
── Nadie puede caerse, vayamos de la mano. Para protegernos.— propuso Cheong-san.
── De acuerdo. Oye.— Dae-su le ofreció la mano a Hyo-ryung y ella lo miró incrédula mientras tomaba la mano de Ji-min.
Su-hye miro a Woojin y tomo su mano. Joon-yeong observaba la escena mientras pestañeaba perplejo. Gyeong-su intervino tomando su mano con una de las suya y con la otra dándole palmaditas en el hombro al chico para consolarlo. Nam-ra y Su-hyeok caminaban juntos , al igual que Cheong-san y On-jo.
El pobre Dae-su aún sostenía la mano en el aire mientras observaba como todas las parejas comenzaba a salir por la puerta de la azotea.
── ¡Bien!— dijo uniendo su dos palmas y manteniendose optimista.── ¡Que viva el amor propio!
Al finalizar le siguió el paso a lo demás.
Las escaleras, que antes estaban repletas de zombies, ahora estaban vacías. Los estudiantes descendieron con cautela mientras los rayos de la tormenta jugaban a regalarles un poco de luz y luego se la arrebataban. Durante el descenso, experimentaron varios sustos, como cuando Woojin casi se cayó al tropezar con un escalón. Afortunadamente, Su-hye lo sostuvo con fuerza, aunque la castaña sintió un dolor agudo en la herida de su pantorrilla derecha. A pesar de ello, lograron sortear los peligros y salir con éxito del instituto.
Una vez afuera, el grupo se encontró con un panorama desolador. La lluvia persistía, y el viento movía las ramas de los árboles de manera fantasmagórica. A lo lejos, entre las sombras de la tormenta, se vislumbraban figuras errantes. Zombies desorientados.
El grupo optó por agacharse con rapidez y esconderse como pudieran detrás de unas plantas que tenían como decoración en la entrada. La parte de mármol que lo recubría era demasiado baja, Woojin desesperado por ello tomo la delantera provocando que Su-hye tropezara además de conseguir arrastrarla un poco. La castaña hizo una mueca de dolor de la que Woojin fue consciente.
── Lo lamentó, Su-hye ¿Te due...?— Susurró el moreno pero se silencio cuando Su-hye se llevó un dedo a la boca para que se callase.
On-jo y Cheong-san susurraban y se miraban de manera cómplice. Hasta que finalmente llego un solución que lo sacaría de allí.
── A lo largo de esa pared.— susurró Joon-yeong luego de entender lo que le había comunicado Cheong-san.
Todos se levantaron del suelo cautelosamente y pasaron por encima del recubrimiento de mármol. Era imposible que las pisadas no hicieran ruido. Pero tambien era imposible que las zombies la escuchasen.
Agachados, los estudiantes caminaron mientras la lluvia ni siquiera amenazaba con empaparlos, no más de lo que estaban. El grupo de encontró con una camioneta y comenzaron a esconderse debajo de ella. Su-hye suspiro e hizo una mueca de desagrado que había hecho por tener a dos centímetros el trasero de Dae-su quien se había adelantado.
Lo último que Su-hye vio antes de que todo se volvería nuevamente un desastre fue la expresión de desconcierto de Cheong-san quién parecía haber visto algo.
── ¡¿Que demonios?! — Dae-su soltó una maldición y el sonido de algo metálico cayendo al sueño advirtió a Su-hye quien se paró valiente para observar la escena.
──¡Mierda!— fue lo último que dijo antes de ir a ayudarlo. En el camino encontró otra vara metálica, así que se unió a su compañero para golpear a aquella mujer zombie.
── ¡Detenganse! — gritó Cheong-san
Su-hye que hacía caso omiso la golpeaba con fuerza. la ganas de sobrevivir a pesar de todo la ayudaba, la zombie parecía comenzar a ceder. Pero inesperadamente Cheong-san se abalanzó sobre ella y levantó un puño con la amenaza de golpearla. Los ojos de Su-hye reflejaban una confusión inesperada, gracias a eso el pudo reaccionar.
── Es...— no pudo decir nada más puesto que Su-hyeok y los demás corrieron a la escena para apartar a Cheong-san de Su-hye.
Ella se reincorporó del suelo, e ignorando la situación tomo de nuevo su arma y se dispuso a atacar nuevamente a la infectada. Junto a Woojin y a Joon-yeong quienes también levantaron sus varillas con determinación.
── ¡Mamá! — gritó Cheong-san quién todavía era sujeto por Su-hyeok, On-jo lo tomaba de la mano para tranquilizarlo pero el seguía sacuendiendose.
Su-hye sorprendida dejo caer aquel obejeto de metal al entender que la persona que estaba en el suelo retorciéndose era la madre del pobre Cheong-san.
──Yo...— Su-hye miró con lastima al chico que se había dejado caer al suelo mientras lloraba.
Pero los zombies a pesar de su confusión parecian ser conscientes del escandalo de Cheong-san y se acercaban a ellos.
── Vámonos.—Woojin justo tomó su mano y comenzo a caminar para alejarla de allí al ver que todos iban con prisa hacia el camino que habían acordado. La castaña entro en razón cuando Nam-ra la miró y asintió. Allí tomo velocidad y comenzó a correr para alejarse de la escena. Detrás de ella le seguían el paso Ji-min y Hyo-ryung.
Mientras corrían por una subida el grupo freno al escuchar la voz de Joon-yeong.
── ¡Dae-su ! Faltan los otros.
──¿Que? ¿Por qué no vienen? — pregunto el chico que estaba más adelantado.
Su-hye apretó sus labios, sintiendo un nudo en la garganta. La lluvia caía sobre ellos, pero el aguacero no era nada comparado con la tormenta emocional que la envolvía. En lo más profundo de su ser, deseaba fervientemente ver las caras familiares de los compañeros que aún no se habían unido a ellos.
¿cómo habría sido su vida si no hubieran tenido que enfrentarse a esta pesadilla? Una sensación de pesar la recorría al considerar que, de no ser por esta situación extrema, quizás nunca les habría tomado tanto cariño a aquellos que ahora eran sus compañeros de supervivencia.
── ¿Los viste venir? — le preguntó Dae-su a Su-hye.
──Creí que venían detras, pero no .— Su-hye volvió a mirar hacia la dirección de donde habían venido.
De repente un suspiro de alivio se escapó de la boca de la castaña al ver a Nam-ra y los demás corriendo hacia ellos. El grupo volvió tomar velocidad.
Mientras corrían todavía para alejarse Woojin freno para ver detrás de el, solo para encontrarse con Hyo-ryung en el suelo y justo detrás de ella un zombie acercándose de manera amenazante. Impulsivamente corrió hacía el y lo embistió, la castaña presenciado todo se dirigió hacía ellos para intentar ayudar, antes de que los dos estudiantes pudieran ser atacados una flecha atravesó la cabeza del caminante quien cayó al suelo al instante.
Mientras ayudaba a sus dos compañeros a levantarse del suelo otra flecha hizo caer a otro convertido. Su-hye frunció el ceño y luego abrió los ojos sorprendida al ver una silueta familiar.
──Hari...— Woojin estaba igual de sorprendio.
Hari estaba frente a ellos junto a otros tres personas más. Dos de ellos llevan a uno herido en un carro improvisado. La mayor se paró a su lado mientras apuntaba con su arco las amenazas más tempranas a ellos.
── Woojin...— dijo ella mientras miraba a su hermano con una especie de alivio y desesperación.
── ¿Que haces aqui?— le pregunto el mientras su pecho subía y bajaba y su rostro empapado la miraba con desconcierto.
── Vamonos — la mayor miro a los tres estudiantes apurandolos.
── Esperen ¿Y Ji-min? — la castaña busco a aquella chica con la mirada.
── No lo sé, se fue corriendo cuando me vio en el suelo.— contesto Hyo-ryung.
Ji-min había tomado otra dirección a la acordada, aquella parecía haber dejado abandonado a Hyo-ryung. Había sido algo contradictorio luego de decir que Su-hye no era alguien en quien se podía confiar. Sin embargo la chica a quien había acusado intento ir a buscarla pero ninguno de los presentes se lo permitió, lastimosamente Ji-min había decidido su final.
── ¡Que importa! ¡Vamonos! — la otra chica que estaba junto a Hari tomo a Su-hye de los hombros y la obligó a tomar velocidad.
Su-hye y los demás, alcanzaron la entrada del gimnasio donde los demás supervivientes recién había llegando. El grupo se mantuvo quieto justo en la entrada mientras la oscuridad los invadía.
Su-hye avanzó un poco y se acercó a Nam-ra quien tenía una mirada de preocupación al mirar un punto fijo. Algo la había horrorizado.
── ¿Que? ¿Que pasa? — le pregunto mientras un sensación extraña comenzaba a formar parte de ella.
── Maldición. Corran.—Nam-ra hablo en un susurró probando un escalofrío en Su-hye quien miro al frente.
En ese preciso momento un freno cayó iluminando y revelando la verdad de lo que se escondía en la oscuridad. Más zombies.
Varias maldiciones se unieron a los sonidos de la lluvia y la desesperación llenaba aquel lugar. Su-hye se quedó paralizada sin saber que dirección tomar. Sin embargo sintió como la mano de nam-ra tomaba la suya y la llevaba hacia donde todos se dirigian, al pequeño cuarto de despensa que se encontraba allí. En el camino el pobre chico que estaba en el carro improvisado se sacrificó,dejando tiempo para los demás. Su-hye jamás sabría el nombre de aquel valiente.
Hari sostenía a su amiga mientras gritaba por el recién sacrificado e intentaba hacerla entrar al cuarto con la ayuda de Woojin, hasta que lo lograron. Finalmente la puerta de aquel cuarto se cerro con los supervivientes dentro gracias a Su-hyeok.
Su-hye, aún empapada por la lluvia y con la mirada perdida en la oscuridad se dejo caer al suelo, cada vez se hacía más difícil, cada vez había menos personas en el grupo. Su corazón no podría soportar ver a alguien más morir.
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