[ #3 One-shot ]

« Si no te hubiera dejado solo »

Y ahí se encuentra Afrodita, la diosa amorosa, se encontraba llorando y muy triste

¿Por que? ¡Te preguntarás!

Bueno, eso pasó hace 4 horas atrás...

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Era una tarde muy bonita, el sol estaba brillando en el cielo, los pájaros cantaban y Adonis se encontraba preparado para cazar.

Después de mucho tiempo de hacer su hobbie, debido a los diversos cuidados de Perséfone y Afrodita, por fin estaba más que emocionado por lo que haría.

La rubia, no le interesaban mucho el mundo de la caza, ni las cosas violentas, pero a Adonis feliz, hizo que le diera una oportunidad a este deporte.

El muchacho se encontraba feliz de que su amada lo acompañase, sabía que era difícil hacerla convencer de asistir, pero lo logró y ahora se preparaba para todo.

—no sabes que emocionado estoy— le dijo el joven sonriente a su pareja —hace tanto tiempo no hago esto,  esto será increíble—

Afrodita sonrió y asintió a lo que el muchacho le dijo.

Después de un rato de cazar, Afrodita fue llamada al Olimpo, lo cual tenía que irse de inmediato.

Ella le comentó a Adonis sobre eso, el dijo que podía irse pero algo dentro de Afrodita le decía que no lo dejara solo.

—¿Estás seguro que no quieres venir conmigo?— dijo ella, sonrió, aunque impaciente por la respuesta.

Adonis se rascó la nuca —más que nunca, confía en mi querida, estaré bien no te preocupes— le sonrió a lo cual, ella a regañadientes se despidió y se fue rápidamente, para regresar pronto.

Tan pronto como se fue, Adonis, escuchó un estruendo cerca de un arbusto , lo cual lo dejó en shock por un rato.

El sonido provenía de un enorme jabalí, que estaba casualmente por ahí. El joven no lo pensó ni dos veces, he intento a cazarlo.

Lo que Adonis no sabía era que ese jabalí era, Ares, dios de la guerra y expareja de Afrodita, quien no se encontraba feliz al saber que la diosa lo haya remplazado por un "mortalucho".

—ven, maldito mortal, ven si te atreves— pensaba el obsesivo y enojado, examante de Afrodita.

El pobre Adonis, sería víctima de los cuernos del jabalí, se los haya estampado en el pecho, sacándole varios órganos de su cuerpo. El muchacho lentamente se retorcía en el suelo, mientras se ahogaba con su propia sangre.

En un cisne, de hermoso plumaje, venía Afrodita, quien vio la horrorosa escena y trato de ayudar a su moribundo novio.

Se inclinó y trato de ayudar a Adonis, pero ya era demasiado tarde... El estaba muy muerto y de su sangre nació unas nuevas flores que serán las anémonas.

Afrodita estaba muy deprimida y triste por lo que acaba de pasar —hay mi Adonis, si tan solo, no te hubiera dejado solo...—

┗(•ˇ_ˇ•)―→ Continuará... ❤️📍