Poseidón jamás había sentido un sentimiento de atracción tan grande como el que sintió la primera vez que vio a Afrodita.

Con el pasar de los días esa atracción se fue volviendo una gran obsesión que le exigía ver todo el tiempo al peli-azul.

Dos días habían pasado desde la junta donde Zeus había informado que tendría que cortejar al bello Jimin para poder tomarlo como suyo.
Dando vueltas al asunto encontró el obsequio perfecto.

Rebuscando en los mares del Pacífico encontró varias perlas de color rosado, cuando encontró un total de  perlas formó un bello collar ayudado de un fino hilo dorado.

Cuando terminó lo coloco en una pequeña caja de color rojo tinto.
Agarró la caja y fue hacia la habitación de Afrodita.

Cuando llegó una bella ninfa rubia le abrió la puerta, y sin importarle nada se adentró en la habitación encontrándose con un Jimin en túnica blanca semi transparente.

Paso unos segundos admirando el magnífico cuerpo del contrario para luego extenderle la caja a Jimin.

Este sin comprender agarro la caja para después abrirla viendo así el magnífico collar de perlas rosas unidas por un hilo rosado.

Este observó detenidamente el obsequio, con una pequeña sonrisa lasciva, esperando por unas palabras del Dios del Océano.

-Este es mi obsequio para pedir tu mano, espero que te gustará- fue lo que dijo el Dios mayor, antes de salir rápidamente de la habitación, para así evitar que alguien viera el tremendo sonrojo que había en sus mejillas.

Actualizó hoy porque mañana es mi cumpleaños y no actualizaré hasta el jueves.

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Sin más...

Nos leemos a la próxima.