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7 •Stand Up (Kick Love Into Motion)


And when you ready to...









El rubio teñido podía sentir como sus dedos temblaban levemente, se sentía eufórico e intranquilo al mismo tiempo, pues la chica por la que estaba comenzando a tener sentimientos más allá de la amistad, había aceptado tener una cita con el.
A pesar de que sabían comunicarse a la perfección, aún le parecía difícil entablar una conversación con ella, es decir si la llevaba en su auto era bastante complicado, pues para poder tener una charla amena tenía que quitar las manos del volante y la vista del camino y aquello era una situación de mucho riesgo.
Se observó a su mismo en el reflejo del cristal en el que estaba recargado con anterioridad y se dio cuenta que aquello que estaban viviendo probablemente no tenía futuro, pero como todo chico rudo correría el riesgo.
Observaba de vez en cuando la entrada del edificio donde vivían, como si aquella acción diera paso a la salida de la castaña.

—Hola, Duff. — habló una rubia mientras pasaba por su lado.

— Que hay, Mandy. — la saludó con un movimiento de cabeza en aprobación a su saludo.

— ¿Harás algo está noche? — preguntó acercándose a él.

— Sí, de hecho estoy esperando a mi cita.

— Oh... — la rubio hizo una mueca ofendida —... ¿Es la chica que llevaste hace tiempo al Rainbow?

— Sí es ella. — dijo sin un deje de importancia, tratando de evitar que aquel saludo se volviera algo más que eso.

— ¿Es cierto que es sorda? — una risa burlona se expulsó por la boca de la susodicha.

— No no es sorda, Mandy. Déjame solo. ¿Quieres?

El aire que antes era un tanto refrescante y le movía el cabello con facilidad, pasó a ser un aire pesado y que en vez de darle oxígeno lo asfixiaba.

— ¿Por qué? ¿Se enojará la sorda?

— Mierda, te dije que me dejes en paz. Si es sorda o no, no te incumbe.

— Cállate, idiota. Creí que tú único fetiche raro eran mis pies, ahora veo que no.

Aquellas palabras hicieron que las orejas de Duff se colorearan en un tono rojizo, encolerizado e irritado se sintió por un momento, pero tenía que calmarse pues no quería estar de mal humor con Lili.

— Mira Mandy, lo que pasó entre nosotros es pasado. Así que si me permites iré a buscar a mi novia por mi cuenta.

La rubia se quedó boquiabierta y estupefacta pues regularmente el interpelado con el que se acababa de enfrentar solía ceder muy rápido hacia sus encantos, sin embargo aquello no había funcionado está vez.

El bajista se detuvo en la entrada del complejo de departamentos pues observó a Lilith bajar las escaleras con parsimonia. La escrutinio de pies a cabeza descaradamente: su lindo cabello caía sobre su pecho mientras se ondulaba al compás de sus movimientos. Un pantalón negro que se amoldeaba a su figura perfectamente, pues siempre había reconocido que la chica era muy atractiva visualmente y su físico era hipnotizante; llevaba un top blanco sin mangas y una chaqueta de cuero que le llegaba hasta las rodillas. Lilith se había inspirado en una fotografía de Ozzy Osbourne para crear su outfit perfecto para una cita con un rockero adicto al alcohol y la música.

La castaña sonrió al verlo y caminó rápido en su dirección, el rubio no pudo evitarlo y abrió los brazos extensamente para recibirla en un cálido abrazo, aquel gesto estrujó el corazón de la chica.

— ¿Lista, preciosa? — estaba nervioso de hacer las señas correspondientes pues temia que aquella rubia irritable los estuviera observando desde algún rincón de la calle.

Más que lista.

Vamos, mi auto está a unos metros de aquí.

Un tanto indeciso, tomó de la mano a la chica y entrelazó sus dedos con los de ella, aquel escalofrío que había sentido anteriormente se hizo presente de nuevo y sonrió para si mismo, dicho aquello la guío con delicadeza hacia su auto. Una vez frente a él, abrió la puerta como un gesto de caballerosidad hacia la chica.
Repitió el gesto hacia el mismo y encendió el auto con apuro, necesitaba estar a solas con ella raudo y presuroso.

¿A dónde iremos? — preguntó la considerada chica pues sabía que al momento de arrancar no podría preguntarle nada, lo aborrecía pero lamentablemente así sería siempre su vida.

Iremos a caminar, y caminaremos demasiado. — dicho aquello emprendió la marcha hacia el lugar más cliché y conocido de los Angeles: el letrero de Hollywood.

Avanzaron de manera rápida entre las calles de la ciudad iluminada de los Angeles, Lilith podía darse cuenta que no era como en las películas donde pintaban todo sumamente hermoso. Había personas perdidas en el vicio tiradas en medio de la calle, ciertas situaciones que no le gustaría recordar.
Fue cuando se dio cuenta que las palabras de Jules comenzaban a tomar fuerza, no podía darse el lujo de ser la chica tímida que conoce a un rockero y se libera su ser interior gracias a él. Claro que le gustaría explorar su ser interno pero no de aquella manera, no sumergida en los vicios o en las enfermizas calles de Hollywood.

Y aquellos pequeños hechos era lo que le confirmaba que la vida con Duff a un lado sería imposible, no son iguales en nada. Realmente no deseaba un salvador de su vida monótona con su familia solamente alguien que la amara por lo que era.
Una vez que llegaron el terreno destinado para dejar los autos para poder escalar al letrero de dichas letras gigantes, salieron rápidamente del vehículo y comenzaron a caminar hacia su destino.

¿No crees que es algo peligroso estar tan tarde por aquí? — preguntó Lilith observando a su alrededor.

En realidad, creo que disfrutas mejor la ciudad de noche.

— Bueno, yo soy nueva en esto. No tengo ni idea.

— La noche es vida, Lili. — dijo Duff mientras extendía los brazos sintiendo el aire golpear con suavidad su rostro.

Si, la vida de los adictos y los ebrios.

— Hey... ¿Que pasa? — preguntó levemente ofuscado, no entendía como la chica había cambiado de actitud de manera drástica.

Nada, es solo... — titubeó con sus manos si debía expresar lo que pensaba o no. No quería amargarle la noche a Duff.

Dime... — pidió el aludido.

Solo, no creo que sea buena idea esto.

— ¿A qué te refieres?

— A nosotros. — Aquellas palabras aunque no se escucharon, resonaron mucho en el cerebro del rubio, posiblemente Lilith pensaba de la misma manera que él y no podía culparla por eso.

Lili, solo déjalo estar. Estaremos bien.

— No es tan fácil, Duff.

— Si lo es, trataremos de no darle tantas vueltas al asunto y dejemos que pase lo que tenga que pasar.

— ¿Y que pasa si solo lo empeoramos más? — la necedad de Lili le resultaba levemente tierna, pues debía aceptar que aquello realmente le aterraba, aceptar tal cosa incluía salir de su zona de confort en cuanto a relaciones y pensar en la situación le causaba temor.

Pues que así sea, pero al menos supimos que no estamos destinados.

— ¿Tú qué crees?

Ambos chicos seguían caminando hacia el letrero que cada vez parecía más lejano debido a la conversación que estaban llevando a cabo.

Yo no se que nos tiene deparado el destino, pero por algo nos mudamos al departamento de al lado, por algo Axl te pidió agua, por algo aceptaste salir conmigo hoy.

— Si, las cosas pasan por algo.

— Entonces, no te dejes envolver los pensamientos por una salida horrible al Rainbow, o un mal momento en las calles, porque estoy seguro que el desastre que viste te hizo analizarlo una y otra vez en el auto.

— ¿Lees mentes? — preguntó divertida mientras observaba que habían llegado a su destino, aquella imagen se veía tan bien de cerca como de lejos.

¿Lo ves, Lili? — Duff caminó frente a ella dándole la espalda, sonrió drásticamente al observar la perfecta vista que se apreciaba frente a sus ojos. — Podemos disfrutar la vida mientras podamos. — ahora miraba fijamente a los ojos de su compañera.

Lo sé, es solo que tengo miedo.

— ¿Miedo a que? ¿A enamorarte?

La castaña asintió verdaderamente apenada y molesta al mismo tiempo, parecía que Duff podía leerle la mente desde lejos.

No quiero salir herida.

— Lo harás, lo haremos, créeme. Y lo superarás y te volverás a enamorar, no puedes evitar lo inevitable, pero está en ti la manera en que lo superarás.

— Es que no quiero aprender, simplemente prefiero evitarlo a sentirme rota del corazón y del alma.

—¿Por qué estás tan segura de eso?

— Porque tú y yo no podemos ser una pareja normal, tú eres un músico ruidoso y yo no escucho un carajo.

— Pero me gustas, Lili. No solo físicamente.

— ¿Por qué? — preguntó levemente fastidiada.

Sólo porque yo tenía que ser hombre y tú tenías que ser mujer.

Aquellas palabras le parecieron algo tontas a la chica pero para su acompañante significaban mucho pues realmente no encontraba la manera correcta de expresarse sin parecer un tonto enamorado.

No se lo que nos depara el destino pero no puedo evitar más la histeria que siento en el cuerpo cada vez que estás cerca de mi, cada que nos tomamos de la mano.

Aquello era una completa locura para la chica, pues tenían alrededor de tres meses conociéndose, la idea era descabellada pero tampoco imposible. Debía aceptar que se sentía demasiado atraída por Duff y aceptar averiguar que es lo que les depara el destino no podía ser tan malo.

No lo sé, no se si estoy lista aún.

Mackagan entendía a la perfección el miedo y la inseguridad de Lilith, su discapacidad la hacía dudar de la mujer que era y de lo que sería capaz de lograr si soltara en algún momento ese miedo, pero Duff no era un salvador; solo quería hacerla feliz el tiempo que pudiera.

Está bien, Lili. Te daré tu tiempo. Solo recuerda que cuando estes lista tendrás lo que mereces.

Algo bueno, evidentemente.

— Supongo, mi corazón no es tan malo como aparenta.

Aquellas palabras resonaron fuertemente en las orejas de la castaña... ¿Acaso se merecía el corazón del rubio? Probablemente tendría que averiguarlo. Tal vez terminaría con su propio corazón roto, no estaba segura.

Duff, bésame... — pidió Lilith después de titubear sobre si debería pedirle aquello al chico frente a ella.

Y Duff no dudó ni un segundo en llevar a cabo la petición de Lilith, la tomó de ambas mejillas y sonrió levemente antes de juntar sus labios con los de ella.

Él corazón de Mackagan se sintió extraño por un momento, creyó que de la felicidad le daría un infarto, pero en realidad se lo estaba entregando a Lilith en cuerpo y alma.
Y la castaña simplemente no controlaba la euforia de la que su cuerpo era víctima, el bajista ruidoso de al lado la estaba besando finalmente y cada célula dentro de ella lo estaba disfrutando de la manera más carnal y espiritual posible.

El rubio jugaba con el cabello de la chica mientras ella lo abrazaba de la cintura mientras estaba de puntitas, era la segunda vez que besaba a alguien y no estaba segura de como hacerlo correctamente.
Duff tembló levemente, se estaba enamorando de una manera tan estúpida y profunda que se sentía asustado de el mismo.

Al parecer por fin sabré de lo que hablan las canciones de amor. expresó el rubio al momento de romper el lazo.

Yo no puedo decir lo mismo... — expresó Lilith mientras reía. — Pero tal vez le encuentre significado a los poemas.












...youre gonna get what you should















No me gustó
mucho como
quedó pero el
próximo me
esta saliendo
bonito xd.
Gracias,
los tqm.

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