6 • Bringin' On The Heartbreak
You got the best of me...
—Jules...¿Cómo estás? — preguntó una tímida castaña a su mejor amiga.
La noche había terminado para ella hace un par de horas, pues su rubio vecino la llevó de vuelta a su departamento mientras el regresó al bar para buscar a sus amigos quienes aún no estaban en casa.
La pelirroja se encontraba en el sillón de su sala haciendo algo que regularmente odiaba, <sobre pensar las cosas> pero todo lo hacía por el bien de su amiga.
— Perdóname Lil, jamás fue mi intención herirte... — dijo mientras observaba a Lilith tomar asiento a su lado.—... te traje conmigo para salir adelante, pero jamás creí que conocerías a más personas que te ayudarían a eso en el camino.
— Jules... — la castaña quería expresar un par de palabras para no hacer sentir mal a su amiga pero la pelirroja la interrumpió moviendo su mano derecha frente a ella.
— Déjame terminar... — se sentía verdaderamente mal que no tenía la fuerza para hacer las señas correspondientes. —... solo quiero que estés bien, y si eso conlleva a tus nuevos amigos, está bien Lil. Tal vez por un momento sentí celos de ya no ser tu única amiga, suele pasar.
Afortunadamente para ambas, solían ser muy honestas una con la otra.
—Pero Jules, tú eres mi mejor amiga.
—Y tú la mía, solo quiero protegerte de todo; no quiero que nadie te lastime. Además tus padres me dejaron a tu cargo, no quiero decepcionarlos.
—Soy sorda pero soy un adulto funcional, si algo malo me pasa o alguien me lástima es por mi propia culpa, tú jamás deberás de sentirte mal por nada.
—Claro que me sentiré mal, por eso te cuido tanto.
—Esta bien, Jules. Pondré más de mi parte también, pero igualmente quiero que tú disfrutes tú vida sin pensar tanto en mi.
—Trataré...
—¿Lo prometes?
La pelirroja observó a su amiga y le regaló una sincera sonrisa, realmente la amaba como una hermana y estaba agradecida con la vida por ponerla en su camino, y comprendía perfectamente que la castaña quisiera conocer nuevas experiencias, siempre y cuando regresara segura a casa.
—Lo prometo.
—Te quiero, Jules. — expresó la castaña mientras le regalaba un abrazo a su amiga, una vez separadas, Lilith tenía la intención de ingresar a su habitación pero Jules la detuvo tomándola del brazo con gentileza.
— Hablaré con Duff.
—¿Por qué? — preguntó algo nerviosa.
— Si vas a pasar tiempo con él necesito asegurarme que estarás bien.
******
— El riff es bueno, viejo. — dijo un eufórico Izzy Stradlin mientras consumía un porro que había encontrado en su habitación.
— Lo es, pero le faltan algunos arreglos para perfeccionarlo. — aclaró Slash.
—A Erin le encantará la letra... — mencionó el pelirrojo de bueno humor, algo raro en él.
Duff observaba a sus amigos mientras intentaba componer parte de su línea tratando de que no se perdiera entre las guitarras.
Al mismo tiempo la castaña los observaba de piernas cruzadas sobre el sofá mientras comía una manzana, Steven le había dicho anteriormente que su nueva novia los visitaría pronto y quería estar ahí para conocer a la chica.
— No puedo creer que armamos un tema en menos de diez minutos. — dijo un Steven bastante eufórico.
Aproximadamente veinte minutos atrás habían comenzado un juego sobre quién podía componer la mejor entrada para un circo, la melodía emergió de la manera más natural de la guitarra del moreno e inmediatamente comenzaron a trabajar en la letra.
—¿Qué te parece, Lilith? — preguntó Axl entregándole el papel con la letra escrita y llena de garabatos y correcciones.
La castaña prestó atención detenidamente y sonreía cada vez que avanzaba su lectura, creía que la letra era realmente buena y espontánea, estaba sorprendida con la agilidad que tenía aquel grupo para componer tan buenas canciones.
"Me encanta la letra, y me imagino que la melodía estará aún mejor" — escribió la chica en su block para pasárselo a Axl.
El pelirrojo leyó aquello y sonrió, estaba a punto de arrojar el papel escrito cuando Duff extendió su mano hacia él.
— Dámelo... — le pidió. Axl creyó que solo era un metiche así que se lo cedió sin problema, pero Lilith pudo observar como se lo guardaba en el bolsillo derecho de su pantalón, aquello le causó curiosidad.
— Bueno chicos, sigan practicando... — mencionó Axl al mismo tiempo que se ponía de pie ya que anteriormente estaba con las piernas cruzadas sobre el piso.
— Oh no...— habló está vez Izzy —...¿Ya es la hora en que te pierdes?
— Ni empieces, viejo. Solo iré a ver a mi novia un rato, necesito coger y ninguno de ustedes me va a dar lo que necesito...¿O si? — preguntó con una sonrisa de lado mientras observaba de reojo a la única mujer presente, había dicho aquello intentando provocar a Duff, y lo logró.
— ¡Hey, idiota! ¿Quieres dejar de decir estupideces por un segundo? — el rubio teñido se puso de pie inmediatamente dejando su bajo a un lado, sin darse cuenta había azotado el mástil contra la nariz de Lilith.
Izzy se percató de aquello y se encaminó hacia donde estaba su amiga.
— Duff, tarado. Le pegaste a Lil. — dijo mientras se ponía de rodillas frente a ella.
— ¡Mierda!... — exclamó el rubio para dirigirse con rapidez y colocarse en la misma posición que Izzy. — ...¿Te lastimé? — preguntó culposo.
La castaña negó pero al momento en que despegó la mano de su rostro un pequeño hilo de sangre corría sobre su labio superior.
— Mierda, te está sangrando la nariz, Lili.
Lilith quiso observar aquello que Duff había mencionado pero evidentemente no podía lograr aquella acción, se limitó a pasar su dedo sobre la poca sangre que salía de su nariz, y efectivamente pudo ver el color rojizo de aquel líquido vital que su cuerpo estaba expulsando gracias al descuido de Duff.
— Estoy bien, chicos. Es solo un poco de sangre, estaré bien.
— ¿Estás segura? ¿No te duele? — preguntó el rubio con una severa mueca de angustia. — ¿Que hacemos, Izzy? — se dirigió está vez a su amigo.
—No haremos nada, si ella dice que está bien, está bien. Yo confío en su criterio, lo único que me preocupa es que Jules la vea así, no tarda en llegar del trabajo.
— Sólo ayúdenme a limpiar la sangre, sería el colmo si Jules llegara ahora mismo.
Unos golpes en la puerta resonaron fuertemente en los oídos de casi todos los presentes, los rostros de Duff e Izzy palidecieron al instante, Axl corrió a observa por la mirilla para corroborar que era Jules la que tocaba.
— ¿Quién es? — preguntó Axl sintiéndose cómplice de la situación, observó a sus amigos y les hizo señas para que accionaran rápido confirmando que en efecto, era Jules la que llamaba a la puerta.
— Soy Jules... Me imagino que aquí está Lilith, como siempre.
Y es que ya habían pasado dos semanas en las que cada día que su jornada laboral terminaba, Lilith se encontraba conviviendo con sus ruidosos vecinos.
— Ah si, está en el baño...— dijo mientras aquel trio ingresaba rápido al baño para limpiar el desastre en el rostro de la castaña.
— ¿Me vas a abrir o que? — preguntó algo antipática a la situación.
— No, por grosera.
—¿Grosera, yo?
Para Axl aquel par de minutos que tenían dentro del baño parecían eternos.
— Sí, las cosas se piden por favor.
— ¿De cuando acá tu pides algo por favor?
— Pero no hablamos de mi, pelirroja. — aquello causó un leve furor en le rostro de Jules.
— Mientras tú no seas amable conmigo y seas respetuoso no esperes lo mismo de mi, además...
La puerta se abrió de un momento a otro interrumpiendo de manera instantánea las próximas palabras de Jules.
— Oh, ahí estás. — dijo observando a su amiga vestida con una playera negra de los Stones que jamás había visto con anterioridad. — ¿Y esa playera?
— Se tiró agua encima hace un rato y le presté una de mis camisas. — habló Duff está vez.
— ¿Y que no era más fácil caminar hacia nuestro departamento y cambiarse ahí? — preguntó lógica.
Las mejillas de Lilith se enrojecieron levemente pues hace apenas unos minutos atrás Duff la había visto semidesnuda, no sabía si era por pena o era porque en realidad le había gustado que la observara así.
— Si bueno, no se nos ocurrió en primer lugar.
— Bueno, da igual. — dijo tomando a su amiga levemente del brazo y dirigirla hacia su departamento. — ¿Puedes entrar? Ahora te sigo. — la castaña frunció el entrecejo pero accedió, se despidió de sus amigos y entró a su respectivo departamento.
—¿Sucede algo? — preguntó Duff aún apenado por la situación reciente.
— No, todo bien. Solo quería saber si pueden ayudarme mañana por la noche. — el trio de amigos se mostraron constipados ante las palabras de Jules. — Tengo una cita y no quiero que Lilith duerma sola...— se rascó la nunca analizando como diría aquello. — ¿Podrían echarle un ojo mientras no estoy?
— ¿Te refieres a dormir con ella? — preguntó Axl.
— No precisamente... o bueno sí. Desde que la conozco nunca ha dormido sola, no se cómo se sentirá, simplemente quiero que se sienta acompañada.
— Bueno ya saben que conmigo no cuenten, ya me iba... — dijo el pelirrojo abriéndose paso entre el pasillo —... mañana no me esperen temprano.
Una vez lo perdieron de vista, ambos amigos se observaron mutuamente, ya sabían quién se quedaría con Lilith.
— Yo la cuidaré... — confirmó Duff.
******
— ¿Regresarás muy tarde? — preguntó Lilith con un deje de nerviosismo.
— No lo sé, realmente este chico me agrada y no quiero echarlo a perder.
—Oh no, por supuesto que no lo harás. Solo preguntaba para estar pendiente de ti.
— Estaré bien, cariño. Conozco a Mike desde hace tiempo y siempre me negaba a salir con él, pero gracias a ti me he animado.
Lilith recordaba las palabras de Jules donde prometía que viviría su propia vida sin preocuparse tanto por ella pero de igual manera le causaba algo de miedo quedarse sola en casa por la noche.
— Estarás bien... — afirmó la pelirroja dándose los últimos retoques a su maquillaje. —... Duff se quedará contigo está noche.
— ¿Qué? — preguntó sorprendida la castaña, pues era sumamente extraño como la percepción de Jules hacia Duff había cambiado tanto para darle aquel tipo de confianza.
— Es buen amigo, se que estarás bien. — dijo tomando su bolso al observar que ya debía partir. — Quédate tranquila...¿Sí? Estarás bien, estarás con Duff.
Era evidente que aquello no era lo que le preocupaba pero no quería echar a perder la noche de su amiga con su nerviosismo.
— Cualquier cosa nos llamas y vamos por ti. ¿Esta bien? Bueno, a Duff.
— Está bien, cariño. — dicho aquello, Jules salió con apuro de su respectivo departamento, se sentía sumamente nerviosa pues había pasado demasiado tiempo desde su última cita que no recordaba lo que era estar en una.
Lilith se limitó a recostarse en el sofá y encender el televisor mientras esperaba la presencia de Duff...
Habían pasado ya un par de horas y el rubio no se hacía presente en el departamento de aquellas mejores amigas, así que la castaña ya con pocas esperanzas decidió cerrar sus ojos para dejar que pasara el tiempo, sin embargo el recuerdo de lo que había pasado en la tarde no dejaba de habitar en su cabeza:
— Tú camisa, Lili. — señaló Duff hacia la prenda mencionada en el cuerpo de la chica, una mancha roja habitaba sobre la tela blanca.
— Sí Jules ve esto, me va a matar y ya no me dejará estar con ustedes.
— Ven... — la tomó Duff del antebrazo y la guío hacia su habitación mientras Izzy los observaba curioso pero obvio.
Una vez dentro de la habitación de Duff, este buscó entre sus cajones algo que no estuviera tan grande para el pequeño cuerpo de Lilith, se topó con una camisa de los Stones que no había usado en mucho tiempo, no tenía mangas ya que la había modificado con anterioridad, le extendió la prenda mencionada a Lilith y está lo observó extrañada.
— Ponte esto, ya se nos ocurrirá una mentira...
— Está bien... — dijo Lilith mientras tomaba aquello, se quedó observando a Duff mientras esperaba a que la dejara sola para hacerlo pero al parecer el rubio no tenía intención de retirarse.
— Oh claro, estaré afuera. — dijo mientras caminaba hacia la salida, una vez en el pasillo cerró la puerta levemente.
Rápidamente la chica se dedicó a quitarse su camisa manchada para proceder a colocarse la de Duff, debía ser rápida pues su amiga estaba preguntando por ella en la puerta, para su mala suerte un pequeño hilo en la camisa se atoró con el botón de su pantalón, intentó sacarlo por varios segundos pero los nervios de estar contra reloj no la dejaban lograrlo, así que no tuvo otra opción que caminar hacia la puerta y salir a pedirle ayuda al rubio que estaba recargado en la pared del pasillo, una vez que la vió se quedó anonadado. La chica tímida con la que convivía todos los días, estaba frente a él con la playera colgando de su pantalón y mostrando su pecho semidesnudo.
— Necesito ayuda, se atoró... — dijo sonrojada mientras señalaba la camisa.
— Iré por unas tijeras... — dijo el rubio quien no tardó ni cinco segundos en regresar hacia la chica, mientras Izzy, Steven y Slash observaban la graciosa escena desde la sala. — Ya está. — una vez que logró su cometido, a la castaña no le quedó de otra que colocarse la camisa delante de el, ya no tenía nada de que avergonzarse...¿O si?
Y mientras el recuerdo finalizaba en su cabeza pudo sentir las vibraciones de la puerta siendo tocada, la somnolencia ya había empezó a invadir su cuerpo pero pudo ponerse de pie y despabilarse correctamente. Se acercó de manera lenta y sigilosa para observar por la mirilla y confirmar que era el rubio que había estado esperando con anterioridad: y así era.
Una vez abrió la puerta pudo observar el estado en el que se encontraba aquel altísimo bajista que ya comenzaba a hacerse famoso gracias a la banda: estaba ebrio.
— Hola Lili, preciosa. — evidentemente no estaba en condiciones para hacer las señas correspondientes.
— Duff, creí que no vendrías.
— No podía faltar a pasar la noche contigo.
—¿Estás ebrio? — preguntó Lilith algo molesta, no estaba segura si podría entender lo que decía gracias al alcohol.
— Un poco, sí.
—Creo que deberías ir a casa a descansar, yo estaré bien.
— No, le dije a Jules que te cuidaría y eso haré... — dijo mientras tomaba paso dentro del departamento de la castaña. — Acabo de caer en cuenta que es la primera vez que entro aquí.
Lilith se limitó a cerrar la puerta de espaldas mientras observaba los labios de Duff.
— Si, ya lo creo. — no podía evitar pensar que se sentía algo decepcionada ante la situación.
— Hey... — dijo Duff acercándose lentamente. — ...estoy ebrio pero no lo suficiente para impedirme cuidar de ti.
El hecho de que Duff haya podido articular las señas sin equivocarse le daba una leve esperanza de que estaría bien y no con un rubio en peso muerto tirado en su sofá.
— Está bien, perdona si te juzgué antes.
— No Lili, no te disculpes. El que debería de pedir disculpas soy yo, no estuve aquí a la hora acordada.
Mientras se expresaban de manera silenciosa ambos tomaron asiento en el sofá frente al televisor, se acomodaron de una manera en que ambos pudieran interpretar las señas del otro de manera correcta.
— Bueno, basta de disculpas, lo importante es que ya estás aquí.
— ¿Me estabas esperando? — preguntó el rubio teñido mientras subía y bajaba sus cejas de manera graciosa.
— Realmente sí, no me gusta estar sola tan tarde, tal vez sea algún tipo de paranoia, no lo sé.
— O probablemente me extrañabas.
Ambos rieron ante la expresión de Mckagan, desafortunadamente para Lilith sabía que lo que había dicho era cierto. Y no era que no quería aferrarse a la idea pero le causaba miedo, porque en definitiva no eran nada compatibles, el probablemente sería un músico famoso y ella no podría ser jamás la novia que lo acompaña a todos los conciertos. Aún así sentía una conexión muy especial con el rubio la cuál no sabía si era mutuo pero sabía que la aprovechaba lo más que podía para cuando llegue el día en qué el ya no tenga que vivir en aquel complejo tan pobre.
Era simple pero complicado a la vez, se sentía tan atraída por Duff pero no haría nada al respecto.
— Bueno Mckagan cómo te gusta regocijarte en tu ego, te odio.
— ¿Ahora me odias? — preguntó riendo.
— Sí, te odio. ( Pero me gustas más, pensó)
— En ese caso yo también te odio, es más te aborrezco. — Duff había mejorado considerablemente su vocabulario en señas.
— Yo igual, no te preocupes por eso, cariño.
— ¿Me dijiste cariño? — aquella era la primera vez que Lilith se dirigía a Duff de aquella manera, el rubio solía llamarla: linda, preciosa, etc. Pero la castaña no se había atrevido a tratarlo de aquella manera, hasta ahora.
— Lo siento si te incomodó. — expresó avergonzada. El rubio se acercó y tomo su mano para brindarle una caricia leve.
— Me gustó. — se puso de pie y dio unos pasos hacia la salida. — Aguarda aquí un minuto, traeré algo.
Sin más, salió disparado del departamento de la castaña, aquella acción hizo que se preguntara si el chico volvería o si lo había estropeado todo. Pero su cuerpo se relajó al verlo adentrarse con su tocadiscos y un par de vinilos. Colocó rápidamente todo en su lugar y se dedicó a sacar el primer vinilo de su empaque, la castaña se acercó a el para sostener el cartón y observar la portada de aquello. "High n' Dry" rezaba debajo de una imagen de un hombre saltando a una piscina.
— Este álbum es muy bueno, es uno de los primeros de Def Leppard.
— ¿Def Leppard?
— Si cariño, se iban a llamar Deaf Leopard pero este tipo, Tony Kenning no quería que los confundieran con una banda punk. Dime, ¿Que tiene de malo el punk?
Las últimas palabras de Duff habían salido con un deje de frustración de sus labios además de expresarlo con señas, y evidentemente aquello le pareció divertido a la chica.
— Tal vez no era lo que buscaban ser.
— Bueno el nombre es bueno, no te lo puedo negar.
— Será mi banda favorita aunque no pueda escucharla. — dijo Lilith haciendo referencia al nombre de la banda.
— ¿Serás un leopardo sordo también? Hey me estoy poniendo celoso.
— Está bien, Duff. Tú banda será mi favorita.
— Esperaba que dijeras que yo sería tu favorito. — expresó el rubio mientras colocaba la canción que estaba buscando.
"Bringin' on the heartbreak" comenzaba a sonar por los altavoces.
— Ven... — la pidió a la castaña. — ...quiero que sientas la música.
La chica no dudó ni un segundo en acercarse y colocarse al lado del rubio, el susodicho tomó su mano y la acercó al tocadiscos que seguía reproduciendo la misma canción.
— ¿Sientes las vibraciones? — Lilith asintió levemente. — Bueno estás sintiendo el trabajo de un baterista con un solo brazo.
La mujer abrió los ojos algo incrédula y curiosa.
— No debes de mentir por convivir.
— No miento, perdió su brazo el año pasado. — Duff sabía que aquella canción que estaba escuchando no tenía nada que ver aún con la perdida del brazo de Rick Allen, sin embargo trataba de notarse interesante frente a la chica. — Ha lo que trato de llegar es que sí el puede, tú también.
— Pero es evidente que no es lo mismo, Duff.
El rubio decidió ignorar las palabras de su interpelada y la tomó de ambas manos para guiarla hacía el centro de la sala, una vez ahí acomodo sus brazos correctamente para llevar a cabo un baile algo soso, ya que ninguno de los dos sabía bailar.
— Soy un desastre bailando... — dijo marcando las palabras para que Lilith pudiera entenderlo, está se dedicó a asentir para no romper el acercamiento que estaban teniendo. —... You got the best of me, oh can you see? — se dedicó a cantar cerca del rostro de su amiga.
El cuerpo de Lilith se movía de un lado a otro pero al mismo tiempo sentía que no podía dejar de temblar debido a la cercanía de sus cuerpos.
— Tus ojos son más bonitos de cerca... y tus labios son más rosas que de costumbre. ¿Te pusiste labial?— la castaña asintió temblorosa. — ¿Para mí? — asintió de nuevo.
Para ese entonces "Lady Strange" ya se reproducía en los altavoces, el calor comenzaba a sentirse pero no era nada molesto y Duff por un momento pudo sentir su pulso detrás de sus orejas.
— Te haré saber que no te pusiste ese labial en vano.
El corazón de Lilith comenzó a palpitar de manera desenfrenada, estaba segura que si Duff no la besaba sería víctima de una taquicardia. El rubio estaba considerablemente cerca de los labios de la chica que se sentía tan seguro de besarla, pero cuando estaban a escasos milímetros de distancia la puerta del departamento de Jules y Lilith resonó con fuerza.
Incluso la castaña pudo sentir aquellos golpes, ambos dirigieron sus mirada hacía la madera.
— ¡Duff! ¡Soy Izz! ¿Estás ahí? ¿Lilith está dormida? — aparentemente el pelinegro estaba ebrio.
— Es Izzy... — informó a la castaña sin separarse de ella.
— Deberías de ir, tal vez necesite algo. — expresó moviendo los brazos por encima de su cabeza ya que los tenía sobre los hombros de Duff.
— Seguramente está ebrio, no es nada.
Un par de arcadas se escucharon en el pasillo, para seguidamente escuchar a Izzy vomitando.
— Mierda, está vomitando.
— Ve, aquí te espero.
— ¿Pero y si ya no puedo volver? — preguntó mientras se separaban un poco.
— ¡¿Pero que mierda, Izzy?!— aquella voz que resonaba desde el pasillo era expulsada por la boca de Jules.
— Ya llegó, Jules. — una mueca de decepción se mostró en el rostro de ambos. — Debí de llegar más temprano, joder.
—No, tal vez el destino no quiere que nos besemos con el vómito de Izzy en el pasillo. — aquello hizo reír al rubio.
— Pero lo haremos, ¿Verdad?
La chica asintió con una pequeña sonrisa asomada en su rostro.
— Aquí deja el tocadiscos por si acaso.
—¡Ten cuidado o mancharás mi zapato, maldito borracho!
— Tengo que irme, preciosa. — el rubio se acercó a ella y lo único que pudo hacer fue plantarle un pequeño beso en los labios, fue tan rápido el toque que casi no lo pudo sentir. — Enserio quería besarte.
Y dicho aquello el rubio corrió hacia la puerta, dirigió una última mirada a Lilith y salió apresurado para ayudar a Izzy, Jules estaba a punto de entrar así que le pareció genial que Duff abriera con anterioridad. Lilith apagó el tocadiscos y se acercó a la puerta para observar de mejor manera el desastre que Izzy había hecho.
— Yo no ayudaré a limpiar esa mierda.
...whoa can you see?
Weno, por fin
pude subir el
siguiente cap.
Les agradecería
mucho que voten.
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