Seguro que eso de advertencia a conseguido captar tu atención de algún modo. No te diré que no debes leer estas páginas si es que pretendes conservar tu alma, o que estás apunto de entran en un lugar del que no podrás escapar jamás si sigues leyendo. Eso ya está muy visto. 

Más bien haré lo contrario. ¿Por qué no te haces un café bien calentito y descansas un rato? Estás muy cansado, lo presiento. Túmbate en el sofá, en la cama o simplemente siéntate en alguna butaca o silla que tengas. Necesitas un momento para ti mismo... ¿Y qué mejor manera de evadirse del mundo que leyendo un rato? Leyendo puedes ir donde quieras. Incluso yo mismo, aunque pueda parecerte extraño, adoro leer.  Con un libro puedes viajar a mundos preciosos, con hadas, arcoíris e incluso unicornios por doquier. Pero si estás aquí es porque no te molan esas cosas. ¿Me equivoco, humano?

O eres un poco raro y te gustan las cosas con un toquecito oscuro, o solo estás cansado de tantas historietas de color pastel y purpurina. De cualquier modo, si has venido por alguna de esas razones o por cualquier otra que desconozca puedes acomodarte bien en tu asiento. Eres bienvenido.

Por extraño que pueda sonar, me alegra que lleguen nuevos visitantes. Una muy buena amiga mía me mandó a escribir este pequeño mensaje, y es agradable que alguien preste atención a algo en lo que has malgastado al menos un pedazo de tu tiempo.

Me veo en la obligación de decirte, antes de que pases de página, que la mayoría de relatos e historietas que encontrarás aquí no tienen un final feliz. Así que si acaba cayéndote bien alguno de los personajes, que no es imposible, no esperes que su historia acabe demasiado bien. Si aún sigues aquí pero eres amante de los finales felices, deberías replantearte seguir leyendo esto. 

 ¿Aún sigues aquí? Eso quiere decir que eres de los míos, humano andrajoso. Me caes bien. Creo que ya estás capacitado para pasar a la siguiente página. Pero recuerda que yo ya te avisé.
Es el momento, entonces, de conocer por fin a las criaturas retorcidas y misteriosas que pueblan estas páginas. Criaturas salidas de lo más profundo del averno e incluso monstruos que pueblan la sociedad y la mente humana. Por cierto, si ves a alguno de mis hermanos no le digas que yo te dejé pasar. Nos veremos pronto. Disfruta de tu estancia en AETERNUS.

Atte. Asmodeo, tu demonio de confianza.

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Aeternus: el espacio eterno. Donde los cuerpos perecen pero las almas viven para siempre.