0| Prólogo
PRÓLOGO:
"Eyes on Fire"
Aedus Hall.
Abro los ojos, matando el desespero de descubrir que soy, que ha pasado. Creo que estoy experimentando la misma sensación que la vez que morí y terminé en el infierno, cosa que se me hace imposible de creer en este momento, así que empiezo a tocar mi cara, mi torso, con tal de confirmarlo.
«¿He muerto?»
Miro a mi alrededor luego de hacerme esta pregunta, ya el lugar se me hizo familiar de inmediato, salgo del charco de lodo negro sacudiendome, la mueca de asco que estoy haciendo es comprensible, ya que estos charcos normalmente hay restos molidos de carne y huesos de animales y personas, es el lodo negro porque a parte de haber tierra también hay sangre.
Camino por el lugar respirando profundamente, me llega a la mente segundos después el hecho de que había pasado unos minutos antes de que llegara aquí.
Blair.
Necesito salir de aquí.
Pensé en ir a encontrar a Lilith, pero al cruzar el otro lado del mar rojo, había una figura femenina de una chica con rasgos físicos que coincidían con los de Blair. No pude evitar acercarme a pasos rápidos con el ceño fruncido.
En mi mente crucé los dedos para que no sea Blair, ella no debe de estar aquí, es humana, y la fama que tiene aquí gracias a Alicia y a Lilith da para que algo se inventen con ella.
—¿Blair? —susurré caminando a pasos lentos, evite estar a una distancia considerable porque no estaba seguro si era ella.
—Aedus... ¿Qué hago aquí? —murmura, en su rostro se refleja lo asustada e inocente en comparación con el lugar.
—No lo sé —coloqué con delicadeza mi mano en su mejilla, mis ojos se llenaron un poco de lágrimas contenidas.
Extrañaba poder hacer alguna muestra de afecto o cariño hacia ella. Creo que mi voz se quebró un poco por el nudo que tenía en la garganta, recuerdo aún cómo terminó mi charla con ella estando ebrio.
Ella asustada y con prisa quitó mi mano de su mejilla, puedo sentir lo asustada y confundida que está por verme. No puede ser ella, tiene que ser algún engaño.
Lo entendí al instante frunciendo nuevamente el ceño, me mantuve en alerta apartándome hasta ver cómo su cuerpo se convierte en solo cenizas doradas y negras, una ola de humo me rodea y yo me esfuerzo en correr y alejarme de todo, no paré de toser. Poco a poco se forma una figura desde el pequeño resto de las cenizas, y se transforma en la figura de una bestia.
Sus gruñidos hacían eco en todo el lugar, eran tan fuertes que la tierra temblaba. Y luego, todo se detuvo, dejándome en un silencio suspensivo entre todo esto.
—¿Hola? —logré preguntar en voz alta con intención de averiguar si sigue ahí aquella bestia.
—No soy una bestia —aparece de nuevo la figura de ella en medio de todo el humo de cenizas—. Soy Zyrathor...
Claro que sé quién es él, quizá se atreverá a preguntarme de ello pero como puede leer mentes, no espero ninguna duda de su parte.
Permanezco en silencio, observando de arriba abajo. Es el demonio de la desilusión, del engaño y la traición, y es raro encontrarse con uno si es tu primera llegada en el infierno. Ellos solo vienen si buscan algo de ti.
—¿Qué quieres? —pregunté con cierto tono de desprecio encima, tanto por estas bestias, como por este lugar.
Mi ansiedad por salir de aquí y encontrar a Blair, y los demás es incontrolable, así que no dejo de mover mi pie de un lado a otro arrastrándolo para controlarla un poco.
—Supongo que por mi divertida broma ya sabes quien soy —comenta con una sonrisa encantadora rodeándome, sus pasos eran tan lentos como para transmitir amenaza e intimidación en cualquier humano inocente.
Su estado de ánimo me parecería perfecto para burlarse si tan solo la situación fuera distinta. Pero yo tengo muchísimas cosas en mi cabeza, y necesito centrarme más en ellas que en este demonio vacío.
Asentí lentamente observándolo con cierto desespero e inquietud, pero conociendo a los demonios con sentimientos y emociones negativas, este se las piensa jugar conmigo.
Se estará alimentando de mi desespero y desilusión cada segundo, y lo digo porque se la ingenia muy bien al hacer una ilusión de Blair.
—¿Y entonces? —tuve que preguntar cruzando los brazos.
—Debes de ser más paciente, Aedus... ¿Qué vas a buscar en la tierra? Un vampiro tan soñador cómo tú, lleno de deseos y expectativas solo por encontrar el amor, pensando que aquella chica va a ir detrás de ti por siempre.
—Sé que es lo que busco, y con tus palabras no me harás cambiar de opinión.
No puedo decir que la conozco más que él, porque algo lamentable es que si las brujas tienen la habilidad de saber algunos datos sobre ti con tan solo verte, pues los demonios con tan solo saber de tu vida pueden adivinar hasta el pasado tuyo si es necesario, lo usan para descubrir nuestras debilidades, y usarlas a su favor.
Gracias a lo que le acabo de decir, he podido bloquearlo de mi cabeza y evitar cualquier intención mala hacia mi que pudiera perjudicarme en el futuro.
Al parecer, de esta forma u otra todo se iba desvaneciendo, la superficie, los lagos, el Puente de huesos, el lago de la muerte. Todo lo que estaba en mi alrededor, como si fuera proyecto de mi imaginación o algo por el estilo, huir de ello me pareció inútil así que solo me quede de pie observando la luz en el cielo, todo se vuelve cada vez más claro e iluminado hasta tal punto que me lleve una mano a la cara para cubrirla.
_____ . _____
Desperté con la respiración agitada sentado en un comedor, observé el lugar con desespero tratando de averiguar dónde estoy. Me toque el torso con las manos, al sentir aquel tacto, me confirmé a mi mismo que estoy con vida.
Los chicos están a mi alrededor asustados, Adele y Arthur con una sonrisa de alivio al verme. La primera mencionada hasta se tiró encima mío en un abrazo que no pude corresponder, estoy pasmado.
Supongo que ahora puedo entender a Blair la primera vez que la conocí, nunca había pasado esta clase de aberración.
Pensé que valorabas un poco más tu vida, desagradecido.
—¿Dónde está ella? —inquirí de golpe, rompiendo el silencio que había en el lugar.
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