Froid.

—Así que eres... ¿gay?

Chaud lo miró con una expresión pensativa, finalmente se encogió de hombros.

—No sé, no quiero tener que encajar en algún tipo de orientación sexual —respondió, haciendo una pausa para beber de su soda—. ¿No puedo ser sólo: "me gusta esta persona independientemente de si es hombre o mujer"?

—No creo —Le dijo el rubio, inseguro—. ¿No es necesario para nosotros saber hacia qué sexo sentimos mayor atracción?

—¿Y las personas bisexuales? —Chaud enarcó una ceja en su dirección.

Froid se mordió el labio inferior mientras lo consideraba.

La idea de no tener una orientación sexual definida lo asustaba; imaginaba no poder sentirse atraído hacia nadie o, por el contrario, sentirse atraído por todos. Cualquiera de las dos opciones le sonaba como a un dolor de cabeza.

—¿No crees necesario definir esa parte de tu vida? —preguntó con seriedad.

—Yo —Chaud se interrumpió a sí mismo soltando un suspiro—... Creo que le das demasiada importancia, Froid. Siento que puedo vivir mucho más relajado si no me preocupo sobre cuál es el sexo de la persona que me atrae.

Froid consideró su respuesta, pero sin estar convencido observó a las chicas del equipo de animadoras pasar por un lado de ellos.

—¿Alguna de ellas te atrae? —Le preguntó en voz baja para evitar que lo escucharan.

Vio a Chaud observar al grupo de chicas sin expresión alguna, segundos después el castaño giró su rostro de nuevo y negó con la cabeza. Ahora Froid señaló con su cabeza al grupo de jugadores de fútbol al otro lado del patio. Sus compañeros eran los chicos a los que Froid consideraría guapos en todos los aspectos, pero Chaud volvió a negar con la cabeza.

—No —respondió Chaud volviendo a beber de la lata de soda en su mano.

—¿No te sientes atraído por nadie en esta maldita escuela? —preguntó con un bufido.

—En realidad sí.

—¿Quién?

—Tú.

Froid casi se atraganta con su propia saliva y sus ojos casi se salen de sus cuencas. Sintió sus mejillas arder y frunció el ceño cuando Chaud se echó a reír.

—N-no puedes decirme eso si no tienes una sexualidad definida —dijo con molestia. No le gustaba que lo avergonzaran, lo hacían sentir vulnerable y odiaba sentirse así mucho más de lo que odiaba haber nacido.

—¿No puedo decirte que te considero atractivo porque no soy cien por ciento heterosexual, hashtag no homo, bro? —Chaud enarcó una ceja en su dirección— No seas un idiota, Froid.

—Claro que no, señor tengo la mente más abierta que Zack las piernas cuando te ve pasar —Chaud rodó los ojos ante el apodo—. No soy tan imbécil.

—¿Entonces qué es? —inquirió Chaud con sus ojos color miel brillando gracias a la luz del sol y su cabello ondulado siendo sacudido por la brisa. Froid pensó que era un poco ilegal que lo viera de esa forma y esperara que no se le enredara la lengua al hablar.

Espera, ¿qué?

—Olvídalo —respondió en cambio, bajando la mirada hacia sus manos y empezando a juguetear con sus dedos.

Odiaba esto.