"¿Qué es eso? ¡Ian!" Esto fue inmediatamente preguntado por Kin'emon en el momento en que Ian terminó de pronunciar la palabra "ayuda".

Su deber número uno era proteger a su señor. Y la explicación de Ian de la capacidad de la voz de todas las cosas le había puesto una nueva perspectiva al respecto.

Y si esta habilidad pudiera dañar a su señor en un momento dado, también podría aprovechar esta oportunidad que Ian le puso frente a él y luego apagar esta habilidad para su Señor hasta que crezca al menos un poco más.

Entonces, para proteger a su joven Señor, estaba dispuesto a hacer cualquier cosa a cambio.

"¡Estoy dispuesto a darte cualquier cosa! ¡Solo ayuda a Lord Momonosuke! ¡Por favor!" Kin'emon habló con determinación en su voz. Luego se inclinó hacia Ian. No avergonzado en lo más mínimo por eso.

Y lo decía en serio cada palabra. Para Momo, incluso estaba dispuesto a ser un esclavo de Ian.

Kanjuro se unió a él e hizo una reverencia. Su mirada compartió la misma determinación en el rostro de Kin'emon.

Inuarashi y Nekomamushi se unieron a él poco después.

"¡Por favor! ¡No podemos soportar ver a nuestro Señor sufriendo!" Nekomamushi habló con la cabeza gacha.

"¡Nunca olvidaremos tu ayuda en este joven Ian!" Inuarashi añadió con la cabeza inclinada también.

Momonosuke al lado también estaba feliz de que Ian pudiera ayudarlo. Pero luego comprendió que a Ian tendrían que dar algo a cambio. Así que cuando Kin'emon y los demás se inclinaron, trató de inclinar la cabeza desde su lugar en la espalda de Kin'emon. Pero luego un par de manos se acercaron suavemente y lo tomaron.

Ian había fruncido el ceño en el momento en que vio a Kin'emon y al resto actuando así. Pero cuando estaba a punto de hablar, vio a Momo tratando de hacer lo mismo. Y eso fue todo para él.

Se acercó a Momo mientras lo apartaba de Kin'emon y comenzaba a hablar.

"¡No hables más de esto! ¡No necesito nada! ¡Él es solo un niño! ¿Crees que pediría algo a cambio de ayudar a un niño? ¿Qué clase de hombre crees que soy? chico, ¡no te gusten! ¡Aún eres joven, así que actúa como si tuvieras tu edad! " Ian negó con la cabeza mientras razonaba con el hombre que tenía delante. Luego se dirigió a Momo mientras se pellizcaba la nariz.

"¡También deja de hacerme reverencias, hombre! ¡No hagas eso! ¡Solo háblame normalmente como lo harías con un amigo!" Entonces Ian dijo con molestia en su voz.

Kin'emon y el resto rieron nerviosamente mientras se enderezaban. Estaban agradecidos con Ian. Y con esto, el hombre se había ganado el respeto de ambos samuráis.

Y esto logró hacer sonreír a todos los que miraban.

Bueno, aquellos que ya conocían a Ian de antemano solo le sonrieron, pero para los demás, el sentimiento era más obvio. También había admiración en sus ojos. Admiración y aspiración a ser alguien como él.

"De todos modos, sigamos ... ¡con lo que puedo ayudar a Momo es convertir la habilidad para él! Aunque no podría hacerlo solo y necesitaría tu ayuda, pequeño, ¿de acuerdo?" Ian luego continuó con su explicación. Y Momo asintió con la cabeza hacia Ian.

"¡Entiendo!" Momo respondió determinada.

Esta fue una buena noticia para ellos. Si pudiera cambiar su habilidad, ya no se sentiría mal cada vez.

Kin'emon asintió con la cabeza a Ian.

E Ian continuó. Mientras tanto, usa su habilidad para calmar la mente de Momo y ayudarlo con lo que iba a hacer a continuación.

Miró a Momo en sus manos y le dijo.

"¡Necesito que cierres los ojos!" Ian le dijo. Y Momo asintió con la cabeza e hizo lo que le pidió Ian.

"¡Eso es bueno así! Ahora, quiero que te imagines sosteniendo una espada. Entrenaste con espadas antes, ¿verdad?" Otro asentimiento fue la respuesta de Momo. "¡Eso es bueno! Entonces, imagínate a ti mismo sosteniendo una espada real esta vez. ¡Y estás entrenando varios movimientos con ella!" Ian lo guió a través de esto como si fuera un sueño.

De nuevo, Momo, que parece haber entrado en un estado concentrado, asintió inconscientemente.

En su mente, apareció con su equipo de entrenamiento. Como cuando solía entrenar en el pasado. Excepto por esta vez, la espada era real. Estaba algo emocionado por eso. Nunca se le permitió sostener una espada real porque todavía era demasiado joven.

Aunque la espada no se sentía pesada por alguna razón. Sabía que una espada de verdad era pesada por las pocas veces que se había escabullido para jugar.

Comenzó a realizar varios movimientos que había aprendido en el pasado con la espada que ahora sostenía. Había pasado un tiempo desde que entrenó con la espada y estaba disfrutando esto. Cada movimiento vino a su cabeza inmediatamente después de que terminó el primero.

"Ahora imagina que cuando mueves esta espada, comienzas a escuchar voces de repente. Esto te confunde, ¿verdad?"

Una voz en el fondo de su mente se lo dijo, pero no podía concentrarse en eso en absoluto.

Aún así, cuando blandió su espada esta vez, las voces comenzaron a hablar al mismo tiempo. Haciéndolo agarrar su cabeza con un brazo. Y gritar de dolor. Aún así, no dejó caer su espada. Para un guerrero era esencial no soltar nunca su arma. Esto era algo que recordaba de su entrenamiento.

Sin embargo, no podía entender qué son esas voces. Nunca había sucedido antes en su entrenamiento. Entonces no tenía idea de qué hacer.

"¿Qué son estas voces? ¿Por qué las escucho? Así que vuelves a girar hacia abajo, luego hacia arriba, y así sucesivamente, pero las voces nunca se vuelven más claras".

Momo comenzó a balancearse cada vez más rápido tratando de ver si podía entender lo que estas voces estaban tratando de decirle. Pero incluso después de haberse cansado, no podía ver ninguna diferencia con las voces.

Suspiró de cansancio. Pensando para sí mismo que después le preguntaría a alguien por ellos.

"Entonces te cansas y decides que ya no quieres escucharlos. ¡Así que envainas tu espada! ¡Así es, envainas y las voces desaparecen, dándote tranquilidad una vez más!"

Cansado de estas voces incoherentes, Momo envainó su espada, esperando que la próxima vez que entrene pueda entender mejor las voces.

Y así, las voces se fueron y ya no podía sentir el dolor.

Momo luego abrió los ojos.

Estuvo un poco confundido, al recordar el entrenamiento en su casa, pero luego los recuerdos volvieron a él y comprendió que Ian había hecho algo por él.

Y cuando se concentró más, descubrió que ya no podía escuchar las voces que lo lastimaban.

Les sonrió a todos y especialmente a Ian mientras hablaba.

"Funcionó. ¡Ya no puedo escucharlos!" Gritó mientras saltaba de los brazos de Ian y comenzaba a girar de felicidad.

Ian se rió de esto.

Mientras tanto, Kin'emon suspiró aliviado.

Incluso los dos gobernantes y Kanjuro sonrieron felices. Por sí mismos, sabían que no eran de ninguna ayuda para su señor. Se alegraron de que Ian estuviera allí.

Y entonces todos empezaron a caminar hacia la puerta escondida en el árbol de la ballena gigante, donde los esperaba la carretera Poneglyph. Junto con el feo Ninja.