Ian y compañía todavía estaban allí esperando a que llegaran sus escoltas.

Cuando de repente Ian detectó nuevas presencias cerca.

Estaba disfrutando de la charla que estaba teniendo con su tripulación sobre varias cosas cuando se volvió para mirar hacia adelante cuando sintió que se acercaban a él.

Vinieron hacia ellos cinco personas de visón. Quienes Ian puede notar están bastante tensos por sus posturas.

Ian sabía que los rumores de que los visones tenían rencor con los humanos estaban bastante mal por su vida pasada viendo el anime. En realidad, fueron bastante acogedores con los visitantes. Incluso tenían una campana que sonarían cuando la gente los visitara. Incluso si las visitas fueron muy pocas, ya que zou siempre estaba en movimiento.

Sin embargo, hasta ahora todavía no habían tocado esa campana. Y es muy posible que fuera porque eran piratas.

Sin embargo, ver quién estaba guiando a los visones hacia él no hizo que para Ian fuera demasiado difícil de entender.

Desconfiaban de él. El hecho de que el propio gobernante del día junto con algunos de su escuadrón de mosqueteros estuvieran aquí a las puertas del país, lo demostró. También estaban las muchas presencias que los rodeaban, que también estaban ocultas.

Desconfiaban mucho de él. Ian lo sabía ahora. Quizás el primer guardia supo quiénes eran en el momento en que se acercaron a las puertas y entraron para entregar la información.

Y teniendo en cuenta que fue llamado el quinto emperador por el resto del mundo, no los culpó. Quizás si fuera Kaido o su gran mamá, podrían obligarlos a estar bajo su dominio o ser erradicados. Supuso que los visones también tenían este pensamiento sobre él.

También estaba el hecho de que Raizo el ninja también estaba aquí, y querrían protegerlo en caso de que estuviera trabajando con Kaido.

El duque Inuarashi finalmente se detuvo cuando estuvo un poco lejos de Ian.

Junto a él iban cuatro personas.

Shishilian, un visón león que Ian reconoció del anime. Concelot, un visón de zorro. Y Giovanni un visón cebra. La cuarta persona era una visón canina. Wanda.

El primer pensamiento en la mente del duque es que Ian era extremadamente fuerte. Se resolvió en ese momento a no ser enemigo de él a menos que se viera obligado a hacerlo.

Con eso en mente, saludó a Ian.

"Bienvenido a la isla de zou, emperador Ian. Hogar del Mokomo Kingdome de la tribu de visones". Dijo el duque a modo de saludo.

No hubo sorpresa por parte de las personas cercanas ya que ya conocían esa información sobre Ian. Después de todo, había periódicos en Zou.

Ian sonrió un poco mientras asentía.

"¿Gracias Señor?" Ian respondió.

"Mi nombre es Inuarashi. Soy uno de los gobernantes de este reino. ¡Es apropiado que venga en persona para conocer a alguien de tu estatus!" Le respondió a Ian cortésmente. No quería molestar a Ian al tratarlo sin respeto.

"Por favor, nada de eso. No me importan mucho los títulos o cosas así. Puedes llamarme Ian, o el joven Ian, ya que tienes más experiencia que yo". Ian se rió entre dientes mientras respondía. Incluso ahora todavía no estaba acostumbrado a ser tratado así por personas mayores que él.

Sin embargo, su respuesta hizo que el duque y su gente abrieran mucho los ojos. Después de todo, no muchos de los que alcanzarían el nivel de poder de Ian se mantendrían humildes como él en ese momento.

"También puedes relajarte. No estoy aquí por ninguna otra razón que no sea para ayudar a un miembro de mi familia". Dijo Ian. Y era verdad. Toda esta visita fue iniciada por Bert. Como había querido regalarles la droga que tenía. El que puede hacer que se transforme cuando quiera a su forma sulong.

Hablando de la droga. Ian había probado esa teoría que tenía en el pasado, donde el uso de su ión de energía en un barril de agua podría darle propiedades curativas. Y había funcionado, aunque el proceso de curación después de que uno bebe esa agua no sería instantáneo como con Ian, todavía era extremadamente rápido.

Luego, probarlo con el medicamento resultó ser compatible. Como Bert podría transformarse cuatro veces al día. Aunque no puede transformarse inmediatamente después de una transformación y tendría que esperar unos minutos. En cuanto a los Poneglyphs, Ian no vino por eso, ya que Robin ya tenía un trato con Luffy. Donde copiaría la información de cualquier Poneglyph que encontrara para ella. Y a cambio, ella le diría si tiene la ubicación de la última isla. Lo que significa que Ian no necesitaba pedirle al visón que se lo mostrara, ya que Luffy se lo daría a Robin de todos modos. Por supuesto, si lo hicieron por su cuenta, también sería bienvenido.

"¿Un miembro de tu familia?" El duque enarcó una ceja con sorpresa mientras sus ojos miraban a las personas detrás de Ian, una parte por llamarlos su familia y otra parte por notar finalmente que uno de ellos era un visón.

Se sorprendió cuando el visón le resultó familiar de alguna manera.

"¿Eres tú, Bert?" Murmuró para sí mismo. Pero todos lo escucharon.

Los visones con el duque también reconocieron a Bert mientras lo miraban más de cerca.

Bert se acercó y sonrió.

Recordaba bastante bien al duque.

"¡Hola, Duque Inuarashi!" Saludó respetuosamente como recordaba que lo hicieron sus padres cuando aún era joven.

"Hoho, seguro que has crecido. Incluso te uniste a una tripulación pirata muy conocida". Dijo el Duque Inuarashi sonriendo.

Bert le devolvió la sonrisa mientras estaba allí lleno de orgullo.

"¿Asumo que él es a quien quieres ayudar, joven Ian?" El duque luego se dirigió a Ian con el título que le dijeron. Tratando de medir su reacción.

Ian solo asintió. Su sonrisa aún está en su lugar.

"Sin embargo, creo que dejaré que Bert te diga la razón por la que vino de visita. Además de ver a su familia, por supuesto". Entonces Ian dijo.

Y sí, Bert tenía padres vivos.

Inuarashi se volvió para mirar a Bert mientras esperaba a que hablara.

Pero Bert habló avergonzado.

"Creo ... creo que esta conversación debería realizarse en un lugar más apropiado", dijo.

Solo entonces el gobernante diurno se dio cuenta de que todavía estaban de pie frente a las puertas.

Él se rió mientras se disculpaba.

"Perdóname, perdóname por mis modales, me he olvidado por completo de esto". Él dijo.

"Entonces joven Ian, te invito formalmente al reino de Mokomo." Entonces dijo el duque mientras hacía un gesto con las manos hacia el interior de la puerta. Sabía que si Ian quería tener algo que ver con ellos, no se tomaría tantas molestias. Simplemente los atacaría. No es que pudieran detenerlo de todos modos.

Y cuando Ian y compañía comenzaron a caminar y entrar, el duque dijo más.

"¡Tocar la campana!" Él dijo.

Y el sonido pronto se escuchó en todo el reino.