En la isla de aliso.

En un claro.

Allí, a un lado, estaba la figura de tres mujeres y un hombre.

La primera mujer, y la más baja de todas, medía 180 cm de altura.

Tenía una figura esculpida que era delgada como un hilo, pero era evidente que tenía músculos fuertes. Su cintura era afilada y tenía una tez pálida. Un par de cejas arqueadas miraban hacia abajo en amplias pestañas y ojos verde claro. Sus delicadas orejas enmarcaban una nariz de botón. Un conjunto de deslumbrantes dientes blancos como un ángel brillaron cuando ella sopló suavemente en sus uñas de color rojo carmín. Su cabello verde oscuro estaba recogido en una cola de caballo y se movía ligeramente con el más mínimo movimiento.

Sus labios hinchados en forma de corazón se presionaron en una delgada línea cuando notó las miradas que ella y su familia estaban recibiendo desde el otro lado. Era una mirada llena de lujuria. Prácticamente podía escuchar los insultos pasando por sus mentes.

"¡Tsk!" Ella chasqueó la lengua mientras se volvía hacia su hermana mayor.

"Hermana mayor, ¿no les vamos a dar una paliza ya?" Se dirigió a ella mientras se volvía hacia el grupo frente a ellos y los miraba con malicia. Su voz

"Bueno, realmente no puedes culparlos, con el tipo de ropa que estás usando, Stella!" La hermana mayor respondió secamente. Haciendo puchero a Stella mientras cruzaba los brazos y golpeaba el suelo con la pierna que llevaba botas.

Sin embargo, era cierto, ya que su ropa era escasa. Con sus pequeños pantalones cortos de cuero negro que le llegaban a los muslos, y un top negro que dejaba al descubierto su ombligo y el piercing plateado, así como la obvia forma de abdominales sexys comenzando a aparecer en ella. En su cintura tenía dos dagas enfundadas.

La hermana mayor de la que estaba hablando era igualmente una belleza deslumbrante. De pie a 183 cm y exudando una sensación de calidez sobre ella.

Con solo mirarla, uno se encontraría adorando en su altar. Su rostro perfectamente simétrico con ojos azul claro, una mandíbula redondeada y una nariz pequeña, acentuada con su cabello rubio girasol hasta la mitad de la espalda, que estaba finamente trenzado.

Su figura sexy, aunque oculta con ropa decente, una camiseta gris y pantalones azul oscuro, todavía era evidente para todos.

Sin embargo, ella no tenía ningún arma, a diferencia del resto de su familia.

Esta era Elene.

"Eh, Robin, ¿vas a ayudar esta vez?" Elene ignoró a su hermana pequeña y le preguntó a la chica más alta que estaba a su lado.

Ese fue Robin. ¡Quién no cambió mucho en términos de apariencia, excepto que se volvió más hermosa!

Su atuendo ahora es una falda larga parecida a un sari de color salmón con un chaleco de cuero azul marino parcialmente con cremallera con cuello en V y una imagen de su Fruta del Diablo o de un Chrysanthemum morifolium real está impresa en el pecho izquierdo cerca del hombro que la exponía estómago, junto con gafas de sol y zapatos de tacón de color rosa.

Robin asintió.

"Sí. Tenemos que encargarnos de esto rápidamente antes de que Ian regrese." Ella respondio.

Elene asintió.

Mientras tanto, la última persona de su lado simplemente negó con la cabeza.

Era bastante alto y alcanzaba los 230 cm. Estaba completamente cubierto de piel, lo que indicaba que era un visón. Un visón de león.

Llevaba pantalones holgados negros metidos en sus botas marrones hasta las rodillas, junto con una camisa verde oscuro que era un poco más grande para su tamaño, tal como le gustaba. En su cintura, estaba atada una espada.

Observó que frente a ellos, los dos capitanes piratas de su tripulación finalmente habían sido llamados y llegaron al lugar.

Vasco Shot y Avalo Pizarro. Junto con cerca de 150 piratas regulares debajo de ellos.

"¿Cómo nos encontraron? ¿Y cuál es su propósito?" Avalo fue el primero en hablar, para disgusto de su co-capitán.

Sin embargo, Bert no les dio tiempo para reaccionar y continuar.

Mientras él con sus manos simplemente bajó su espada en un movimiento brusco, enviándoles una hoja de aire.

Robin también tomó su señal para atacar. Junto con Stella.

Eran los que tenían habilidades que pueden afectar a varias personas.

Robin atacó a varias personas haciendo brotar sus brazos sobre ellas y sujetarlas. Y hacerles perder el conocimiento.

Otra parte de ellos fue eliminada por la enorme espada de aire de Bert. Y luego las cadenas envolvieron a muchos otros y se tensaron hasta que salieron.

Así, una gran parte de los piratas fue eliminada, aparentemente por un movimiento casual de ellos.

La facilidad con la que lo hicieron, hizo llorar de miedo a los piratas restantes mientras corrían para huir. Dejando solo a los dos capitanes piratas y otros tres piratas que se mantuvieron firmes.

Bert negó con la cabeza cuando vio a uno de ellos correr valientemente hacia ellos y saltar al cielo antes de intentar atacar, ya que parecía estar transformándose en algo.

Lamentablemente para él, Robin no estaba de humor, ya que no estaban aquí para jugar.

Hizo brotar una mano gigante y le dio una bofetada tan fuerte como pudo. Lo que resultó en que no pudiera esquivar la mano que se acercaba y ser lanzado al cielo como una bala.

Incluso si la caída y el ataque no lo mataron, le esperaba un dolor grave ...

Los otros dos piratas que se quedaron también se pusieron nerviosos después de ver esto.

"¿Quiénes diablos son ustedes?" Avalo preguntó una vez más, esta vez su tono un poco temeroso.

"Deberías haberte quedado en prisión". Elene resopló.

Levantó las manos e hizo que la energía de la oscuridad apareciera debajo de los dos piratas restantes junto con sus objetivos, a los que cayeron abruptamente.

Entonces la oscuridad desapareció, y Elene la hizo reaparecer en el cielo cerca de Bert, quien aparentemente dio un solo paso, pero se movió una distancia de 20 metros dejando dos cuerpos inmóviles ensangrentados detrás de él.

Y así, solo quedaron sus dos objetivos, que parecían estar sudando balas.

Tiro de Vasco fue el primero en reaccionar.

"Oy, vamos a ponernos serios, estos tipos son problemáticos ..." Habló en un tono que indicaba lo contrario de lo que dijo, mostrando que estaba bastante borracho por eso. Pero por dentro estaba bastante furioso con ellos. Y no podía esperar a matarlos a todos, desgarrándolos de un miembro a otro.

Su compañero fugitivo asintió con la cabeza.

Estaban a punto de moverse y hacer algo cuando sucedió algo.

"No tenemos tiempo para esto", dijo Elene. Antes de que los señalara con las manos, de donde las sombras fluían hacia ellos.

Unos segundos después, los tenía sostenidos por muchos zarcillos de sombras que cortarían sus habilidades de fruta del diablo.

Luego asintió con la cabeza a Bert y compañía.

Stella y Robin hicieron un ataque combinado, con Robin haciendo una mano gigante incluso más grande que la de antes. Y Stella haciendo que sus cadenas se enrollaran alrededor de la mano hasta que parecía como si la mano estuviera cubierta de armadura.

Y esas cadenas eran de color dorado, lo que las hacía bastante mortales. La mano se balanceó hacia Avalo que no podía moverse ni transformarse.

Bert mismo miró esto antes de decir.

"No lo mates." Él dijo. Antes de saltar a la acción y apuntar al gran borracho.

A tal velocidad que era imposible de seguir para los que miraban, atacó seis veces desde seis direcciones diferentes, el único sonido resultante de eso es la electricidad que usó en el ataque.

Cuando terminó, ni siquiera miró hacia atrás cuando el disparo de Vasco cayó tratando de agarrar su garganta y detener la sangre. Todo en vano.

Bert sabía que era su responsabilidad matar a los enemigos de la tripulación y solo cuando fuera necesario permitir que las chicas lo hicieran.

Esto era lo que Ian quería, incluso si las chicas estaban de acuerdo con tal cosa, pero él estaba de acuerdo con Ian en esto.

Sin embargo, el hecho de que Elene hubiera visto esto desde un lado no era un problema. La razón por la que Ian no quería que mataran es para que no se mancharan las manos con sangre, no porque no puedan.

Bert llegó a Avalo, quien estaba enterrado en una caja y aparentemente medio muerto.

Saltó al pozo, y cuando lo alcanzó, dijo.

Como dijo Elene. Deberías haberte quedado en prisión. Él susurró. Antes de hundir su espada en su corazón y terminar con su sufrimiento.

Saltó hacia atrás y se dirigió hacia las chicas.

Y justo cuando los alcanzó, Elene los sorprendió cuando dijo.

"Puedes salir ahora." Dijo mirando un árbol.

Todos se volvieron para mirar hacia donde ella hablaba y esperaron a que la persona se mostrara. De lo contrario, no pudieron notar nada en ese árbol.