Mientras Barbablanca se lanza a la batalla, toda su tripulación y tripulaciones subordinadas lo siguen e intentan abrir un camino para él. John Giant, el vicealmirante de la marina, aparece en la línea del frente, listo para detener o más bien retrasar a Barbablanca y su tripulación mientras sus armas y las de Barbablanca chocan con el anciano que le grita que se mueva del camino.

Barbablanca luego sorprende al gigante provocando un terremoto tan masivo, después de soltar su arma y agarrar el aire con las dos manos, que toda la isla se inclina hacia un lado. Cuando los marines comienzan a entrar en pánico, Doflamingo se ríe de lo loco que es el poder de Barbablanca, mientras que Hanc.ock sigue preocupándose solo por la seguridad de Luffy. Whitebeard luego lanza un puñetazo imbuido de terremoto en el pecho de John Giant, derrotándolo.

Ese único golpe fue tan fuerte que desenterró el hielo en su camino hacia la plataforma de ejecución. Pero se levantó polvo y la gente no pudo ver nada durante unos segundos.

Mientras los espectadores se preguntan por qué los terremotos no están afectando la plataforma de ejecución, ven que los tres almirantes de alguna manera la mantienen unida mientras sostienen ambas manos hacia afuera, mientras los tres bromean sobre cómo es culpa del otro que el muro no esté levantado. aún para atrapar a los piratas.

Aokiji mira hacia el lado donde estaba Ian y lo ve continuando destruyendo al Pacifista como si el anciano no hubiera hecho nada. Verdaderamente un guerrero, no se detuvo en medio de la guerra para ver cómo se desarrollaban los estúpidos acontecimientos.

Se le había ordenado que fuera a cuidarlo, pero en el último segundo cuando Sengoku vio al anciano atacando, le ordenó que se quedara en su lugar.

Cuando los piratas finalmente logran llegar a la ciudad, docenas de muros se disparan desde el suelo, bloqueando su camino. Por mucho que los piratas intenten atacarlo, el muro no se moverá. Los cañones emergen de las paredes, preparándose para disparar. Sin embargo, una pared cerca del frente permanece abierta; El cuerpo de Oars está bloqueando el paso de la pared y su sangre ha interferido con el sistema. Aunque la situación no es ideal, Sengoku ordena a Akainu que ataque de todos modos; Akainu luego usa 'Meteor Volcano', causando que una tormenta de puños en llamas caiga sobre los piratas.

De vuelta a Ian. Como se dio cuenta de que Aokiji no venía, duplicó su velocidad y procedió a devastar al Pacifista por completo.

Al principio todavía estaba considerando cuánto mostraría su fuerza en este punto, pero para evitar lo peor duplicaría sus esfuerzos por ahora. Sabía que las cosas estaban a punto de ponerse muy pronto.

Con su velocidad ahora más rápida, continuó destruyéndolos con un corte de espada y atacando a los más lejanos con cortes voladores. En unos minutos se aclaró lo mismo que había hecho antes mientras evitaba al gordo, que por cierto hasta ahora todavía no se daba por vencido en detener a Ian.

También notó como los tres almirantes detuvieron el ataque del anciano y cómo Aokiji lo miró.

Ahora solo quedaban siete. Procedió a acabar con ellos mientras ocasionalmente se ponía de lado y evitaba un ataque de hacha que se produjo de repente.

Una vez que terminó, se volvió para mirar al tipo que lo irritaba.

"Bastardo, si no me presionaran por el tiempo, ¿crees que te dejaré perseguirme como a un perro?" Ian murmuró mientras levantaba las manos y tiraba del gordo.

[Halar]

Al instante, el gordo quedó suspendido en el cielo frente a Ian con una expresión de horror en su rostro. No podía mover un músculo. Antes pensaba que Ian era débil y seguía burlándose de él para que se detuviera y peleara ... solo ahora sabía que él era el débil.

Ian consideró hacerle sentir algo de dolor, pero negó con la cabeza en un segundo. No era una mala persona como Doflamingo y Enel... no se merecía tanto dolor. E Ian no era una persona malvada ...

[Lanzar]

Así que lo hizo perder el conocimiento con un golpe en el cuello. Luego lo arrojó al otro lado de los piratas y cerca de los marines. De esta forma no moriría, pero recibiría atención médica.

Luego vino a presenciar el ataque piadoso en curso de Akainu.

"Verdaderamente la guerra de los mejores" Ian no pudo evitar pensar para sí mismo mientras veía que el cielo se ponía rojo.

Una tormenta de puños en llamas caía sobre los piratas. Cubría toda el área en la que estaban los piratas. Y la misma zona que el otro almirante había congelado al comienzo de la guerra.

Sin embargo, Ian no iba a dejar que Akainu hiciera lo que quisiera en este momento.

Primero comenzó con su arma secreta, y ahora iba a detener este ataque. Aunque discretamente.

[Afeitado]

Usó 'Shave' y retrocedió sobre la polla de Moby. Luego se sentó y comenzó a respirar con dificultad. Por supuesto que todo esto era falso. Iba a utilizar esta táctica para desviar la atención de lo que iba a hacer a continuación.

Luego liberó su Energía al máximo, incluso usó su modo escamoso para aumentar su poder. Luego comenzó a controlar los puños en llamas y los dirigió con leve dificultad hacia el otro extremo del mar que podía ver.

Sin embargo, Akainu todavía estaba disparando los puños en llamas hacia el cielo. Como tal, Ian cerró los ojos por un segundo mientras trataba de detectar el paradero de Elene. Una vez que la encontró, vio que estaba en lo alto del mástil en el nido del cuervo, escondiéndose y disparando discretamente desde las sombras. Le dio la señal que habían acordado antes.

Luego asintió.

Concentró bastante energía de las sombras en una bala, luego apuntó al hombro de Akainu y le disparó. La bala tuvo el efecto de que ralentizará a la persona disparada, hasta que pierda la sensibilidad en el lugar donde golpeó. Por supuesto, había un límite de tiempo de un minuto. Lo que es mucho más alto para las personas más débiles. Por supuesto, la bala fue infundida con Haki para poder lastimarlo.

Una vez que se hizo el disparo, Akainu perdió su enfoque y canceló su ataque mientras trataba de esquivar el ataque que sentía pero no sabía de dónde vendría, pero fue inútil ya que de repente se agarró el hombro derecho con dolor. Incluso poco a poco comenzó a perder la sensación. Frenéticamente miró a su alrededor en busca del culpable mientras retrocedía receloso de otro disparo.

Ian finalmente canalizó a todos los meteoritos restantes hacia el mar, donde se solidificaron en rocas y se hundieron en el fondo.

Todo esto sucedió en unos segundos, sin que nadie se enterara. Excepto el anciano que conocía la habilidad de Ian.

Mientras tanto, Sengoku estaba furioso tratando de encontrar al culpable que estaba destruyendo sus planes. Incluso consideró a Ian, pero Aokiji se acercó y señaló a Ian que estaba respirando con dificultad en el barco. Aokiji le dijo que lo había estado vigilando y lo vio cansado por la pelea con el Pacifista. Sengoku intentó buscar a otros sospechosos, pero no se olvidó de decirle a Aokiji que se ocupara de Ian para que no les hiciera más daño, ya que incluso el acto de destruir al Pacifista debería haberse detenido.

"Ian realmente nos ha hecho un gran favor esta vez ..." pensó Barbablanca para sí mismo.

'Nos atraparon en estos muros fortificados, y nos iban a abrir fuego con los cañones, junto con el ataque aéreo que nos destruirá y nos dejará sin lugar para pararse, mientras que simultáneamente serán destruidos por la espalda por esos robots. ... Me aseguraré de agradecerle bien al final de esto 'Luego se prometió a sí mismo que sería un aliado de Ian a partir de ahora.