Cap. 19
¿Deber o falsa amistad?
Nicole Kidman:
Burlona.
Siempre he sido una persona burlona, a la que le gusta reírse del mal de otro aún sabiendo que eso hace sentir pésimo a los demás, aún así prefiero reírme de ellos a darle vuelta y enfrentar mis propios problemas.
No soy perfecta, eso lo sé muy bien, mi madre siempre dice que mi castigo será mi propia lengua, no sé si con eso me llama chismosa o habladora, pero ella tiene razón.
Cuando conocí a Melou la odié al primer momento por el simple hecho de que entre ella y Jacob comenzaron a saltar chispas, en ese entonces aún tenía sentimientos por él, estaba con Francesca lo sé, pero siempre sentí que la francesa no me hacía competencia alguna, hasta que apareció Death.
Estoy clara en que incluso le conté a ella mi historia con Jacob, pero solo lo hice para al menos intentar alejarla o que siquiera sintiera pena por mí y lo soltara pero no funcionó.
Me olvidé de la amistad que ella me brindaba y me enfrasqué en desaparecerla mostrándome falsa.
Llegó el momento en que todos nos dimos cuenta de que Melou no estaba bien de la cabeza y me aproveché de eso, me reí, la ofendí, traté de hacerla sentir horrible, intenté acercarme a Jacob mediante eso y nada, de nada sirvió.
Hasta que vi cuando me quedaba sola, cuando Jacob se perdió y no contactó más conmigo, cuando no volví a ver a Malibú y al resto, cuando Melou desapareció sin dejar rastro y entonces lo supe.
Me di cuenta de que la única amiga que logré tener de verdad en todo ese año en ese barco había sido Melou, ella fue la que me brindó un abrazo aquella noche aún sin conocerme del todo por mi añoranza hacia mi madre y yo la decepcioné al colocarme del lado de Amanda sabiendo todo por lo que ella había pasado.
Me arrepiento pero no estoy pidiendo ningún tipo de redención, eso sería de hipócritas.
Intento enmendar las cosas pero carajo... me lo ponen muy difícil, es extremadamente difícil intentar acercarse a alguien que no te quiere ver ni pintada en un papel de oro por el simple hecho de sentir rencor y lo entiendo, entiendo su posición pero me estoy esforzando y es lo que importa ¿no?.
Ya no quiero nada con Jacob, al menos nada que no sea profesional, he visto que con Melou es otra persona y prefiero que sean felices, ellos se lo merecen.
La familia Soderland y su compañía dan vueltas por todo el museo deleitando su vista con las preciosas piezas del siglo XIX de origen griego, los guardias estamos a una distancia prudente pero al pendiente de todo, mientras comentan y sonríen yo echo un vistazo a mi alrededor y veo la sombra de una persona que me resulta conocida.
Frunzo el ceño, la persona está recostada de la estatua de mármol que hay en una esquina, va vestida de negro con una capucha que me impide describir su rostro pero sé que es una mujer, lleva una maleta de lo más sospechosa.
Su mirada choca con la mía y veo el atisbo de una sonrisa antes de perderse entre el mar de gente que van de un lado a otro aquí en el museo, sin dar muchas vueltas la sigo alejándome de los demás.
Apura el paso y la pierdo, me detengo mirando a todos lados hasta que la veo en la quinta planta, subo corriendo, al llegar la busco y noto el movimiento del maletín al doblar una esquina, continúo persiguiéndola hasta que disminuyo el paso al ver a varios guardias, aquí en el museo no se puede correr por eso intento estar de lo más serena para evitar que me llamen la atención.
Al dejarlos atrás retomo mi búsqueda, me doy cuenta de que he llegado al piso nueve, el cual es más pequeño y no veo a esa mujer por ningún lado por lo que lo único que me queda por buscar es la azot...
Oh no, no, no puede ser, me mando a correr, las escaleras que hay que subir son muchas, me falta el aire pero no me detengo hasta que siento la voz de Melou por el auricular.
-Aleja a todos de la plaza- le pido con un jadeo.
-¿Qué pasa?.
-Van a hacer otro atentado- las escaleras parecen no tener fin.
-¿Cómo sabes...?.
Se corta la comunicación y llegando a la azotea siento el reventar de algo de cristal en la plaza y los gritos desesperados de la gente, con eso sé que esa chica misteriosa ha hecho el primer disparo.
La veo en una esquina y antes de darme cuenta me he lanzado sobre ella pateando a un lado la ametralladora que lleva.
Rápido se levanta y me sorprendo al verla, ella muestra una sonrisa.
-Sabía que te conocía- digo agitada.
No habla pero intenta coger nuevamente el arma y saco la mía disparándole a una pierna, le apunto estando las dos a un metro de distancia.
-Como intentes moverte....
-¿Qué?- espeta mientras aprieta los dientes.
-Acabo contigo.
-¿En serio, Nicole?.
No lo veo venir cuando se alza quitándome la pistola y tirándola bien lejos. Me lanza un puñetazo a la cara que me hace retroceder, el disparo en su pierna no le impide moverse con agilidad.
Vuelve a tirarme otro puñetazo y esta vez lo esquivo agarrando su mano y dándole una patada a las costillas que la dobla, la suelto y no me detengo al hacerla caminar hacia atrás con la serie de golpes que ella esquiva con facilidad.
-Únete a nosotros- habla.
Le dejo un golpe en la cara.
-¿Con qué propósito?.
-Dominar el país.
-No, gracias.
Saca una navaja -Entonces de aquí saldrás muerta.
-Eso lo veremos.
Lanza la primera cuchillada que no llega a tocarme pero siento el filo del arma pasar cerca de mi rostro, hace movimientos que creo que ella antes no sabía tomándome desprevenida cuando me estrella el puño en la nariz y me corta el brazo, me tambaleo hacia atrás.
Una patada suya en mi estómago me hace caer y aprovecha para subirse sobre mi e intentar insertar la navaja en mi cuello, ejerzo presión, muevo la rodilla y le doy en el bajo vientre. Jadea con fuerza, la navaja está a punto de tocarme cuando en la esquina diviso un tubo de plomo.
Con una mano sujeto la navaja mientras con la otra intento alcanzar el tubo sin que ella me vea, me falta el aire.
-No te resistas, querida- musita -al final morirás por la patria ¿no?.
Al fin alcanzo el tubo y se lo estampo en las costillas, suelta la navaja, cae a un lado y deja salir un resoplido en busca de aire.
Me levanto -Equivocada estás si crees que voy a morir hoy.
Lanzo otro golpe con el tubo y rueda en el pavimento haciendo que el mismo choque en un ruido espantoso contra el suelo.
Se levanta doblada -Eres patética- sisea.
Vuelvo a atacar con mi nueva arma, retrocede evitando el colapso.
-Mira tus condiciones ahora y mira las mías, entonces dime cuál de las dos es patética.
Sigo dando golpes a diestra y siniestra.
-¿Qué piensa tu madre de ti?.
Tenso la mandíbula -No metas a mi madre en esto- esta vez la toco con el tubo dándole en una pierna.
La dobla pero no cae, suelta una risa burlona -¿Cómo vas con lo de Jacob?- inquiere moviéndose a un lado -¿lograste lo que no obtuviste cinco años atrás?- sé lo que intenta y es lastimarme de forma emocional para desestabilizarme pero no lo va a lograr.
-Voy de lo más genial y el pasado es pasado, ahora dime tú ¿encontraste a alguien que te vuelva a querer así siendo como eres?.
Aprieta los labios -¿Y cómo soy según tú?.
-Una perra manipuladora y egoísta, de seguro...
-Como digas el nombre...
-¿Me vas a matar?- río -Mira quién tiene el arma ahora.
La azotea es inmensa pero veo que entre tantos movimientos nos acercamos a la orilla, ella mira hacia atrás y trata de darme un golpe pero le es imposible.
-Vas a morir sola perra inútil.
Ladeo la cabeza, vuelvo a lanzar otro golpe pero ella se agacha a tiempo.
-Alégrate tú de que tendrás público- el tubo impacta contra su cara haciendo traquear todo los huesos de la misma y que sangre salpique en mi rostro y parte de la ropa.
Las personas de abajo en la plaza emiten un gemido horrorizado, estira los brazos tratando de alcanzarme cuando ve que está a punto de caer pero vuelvo a darle en su ahora sangriento rostro, pierde el equilibrio y cae a la sima.
En nanosegundos escucho el sonido sordo de su cuerpo contra el suelo, todo el mundo vuelve a jadear con temor, me acerco a la orilla y veo su cuerpo tieso, inmóvil.
-Salúdame a Lucifer- es lo último que digo antes de dejar el tubo a un lado y bajar.
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