Cap. 15
Melou:
Salgo de la habitación de Jacob con una sonrisa en los labios y veo a Marcus venir hacia mí.
-¿Cómo estás?.
-Bien.
-Oye quería invitarte este domingo a tomar algo, si quieres claro.
Abro la boca para responder cuando Jacob sale detrás de mí -Este fin de semana está ocupada- coloca sus manos en mi cintura con un gesto posesivo.
Lo miro con el ceño fruncido durante unos segundos.
Marcus ve a uno y a otro -Claro, claro, está bien, nos vemos entonces.
Asiento y él se va.
-¿Qué te pasa?- le reclamo a Jacob.
-Nada, tenemos una cita ¿no?- empieza a caminar y como tiene su mano en mi cadera me obliga a hacerlo también.
-¿Cita?.
-Si quieres llamarlo encuentro por mí está bien.
Sonrío -¿Desde cuando eres así de posesivo?.
-Desde que todas esas sanguijuelas intentan acercarse a ti.
Niego con la cabeza.
×××
El resto del día transcurre rápido, con arreglos en la seguridad de las camionetas y en la mansión. Debe haber un infiltrado o infiltrada en la guardia y por eso actuamos con cautela.
Llegan las siete de la noche, voy hasta el comedor donde no veo a Jacob por ningún lado.
-Se fue directo al cuarto se vigilancia- me dice Nicole al ver que estoy mirando a mi alrededor en su busca.
Cierto, hoy corresponde guardia en las cámaras y precisamente yo soy su pareja.
No le agradezco porque sigo teniéndole rencor, es injusto lo sé, no perdonar a Nicole y sí a Jacob, pero la vida como tal es injusta.
Me siento a comer mientras converso con Lee Min y Yang, son con los que mejor me llevo aquí pero eso no quiere decir que confíe plenamente en ellos, los momentos y situaciones me han enseñado a desconfiar de todo el mundo.
Terminando de comer le pido a Yina que le prepare algo de comer a Jacob, ella lo hace con gusto, ya son las ocho de la noche. Llego al cuarto donde veo a Jacob sentado en una de las sillas giratorias hablando por teléfono.
-Estoy bien... no, no quiero que vengas...
Ya con eso sé con quién habla, me hago notar y él me ve, dejo la lonchera en la mesa frente a los monitores de vigilancia.
-Voy a colgar- lo hace sin esperar respuesta.
-Te traje algo de comer.
-Creo que el que tenía que reconquistarte era yo.
-Solo te lo traje porque sé que no has comido y nadie quiere que mueras en cualquier momento.
-¿Nadie o tú?.
Suelto un bufido -Come antes de que se enfríe.
-Quiero que me la des tú.
-Espera sentado.
-Soy un hombre enfermo- señala sus costillas.
-Como que te estás aprovechando de eso.
-Hay que ser inteligente- me siento en la silla a su lado y empiezo a revisar las cámaras -estoy hablando en serio, Melou- advierte.
-Y yo te dije que esperaras sentado.
-Ya lo estoy- lo ignoro y él coje la lonchera -¿no pudiste siquiera cambiar el color de esta cosa?.
Me río -La lonchera es de Vida- aclaro.
-Ya veo.
La lonchera es rosa con dibujos de Barbie y la sirenita.
La abre y saca lo que hay dentro, empieza a comer.
-Me duele- se queja y ruedo los ojos, se acerca más a mí hasta tener su barbilla en mi hombro, malditas las sillas giratorias estas.
-No te muevas tanto entonces- acaricia mi cuello con la nariz.
-Necesito que seas tú la que me de la comida.
Deja el envase en mi regazo.
-Eso no es una forma de conquista.
-Sí lo es, es mi forma.
-Si te la doy ¿me vas a dejar en paz?.
-Sí, claro.
Lo miro con los ojos entrecerrados y sonríe como un angelito.
Al final tomo el envase de la comida en mis manos y empiezo a dársela como si fuera un niño chiquito mientras no perdemos de vista las cámaras.
-Me siento estúpida haciendo esto- menciono y él se ríe.
Termino de darle de comer y saca la botella de agua que había junto a la comida.
-¿Viste que no era tan difícil?.
-Imbécil.
Sonríe y me enderezo en la silla al ver movimiento en la planta dos y es Yang quien se mete en la habitación de Lee Min.
-Oh por Dios.
Jacob se ríe y la cámara muestra el interior del dormitorio donde la asiática lo recibe con un beso súper caliente e intenso.
Quito esa visión y el hombre a mi lado vuelve a ponerla.
-¿Qué haces?- reclamo.
-Observa ¿No te gusta mirar?- me susurra.
No niego que eso me pone súper caliente pero me siento mal al irrumpir en la intimidad de ellos.
Lee Min le quita la chaqueta a Yang y...
-No, no me gusta- desaparezco esa cámara dando clic en un botón.
-¿En serio?.
-Sí.
Gira mi silla de modo que quedo frente a él. -Interesante.
Besa mi sien y baja a mi boca donde roza mis labios con su lengua. Reprimo un jadeo.
-Nos estamos saltando la parte de la conquista- murmuro.
-¿Y no te gustaría?.
-¿Qué?.
-Saltártela.
-Mmm... - gimo totalmente perdida en sus besos continuos.
Su boca se apodera de la mía, permito que su lengua me invada, llevo mis manos a sus brazos que me sostienen de la cintura. El beso es rudo, fuerte, tanto que me deja sin aire, agarra mi cabello en un puño y muerde mi labio con aspereza.
Gimo, baja a mi cuello, muerde, chupa y me da lametones que me hacen mover las caderas sobre la silla, desabotona la camisa que llevo puesta mostrando mi sostén negro, saca mis tetas y empieza a darle mimos con las manos halando de mis pezones, gimo con deseo, bajo mis manos a su cintura y sin querer toco la herida por lo que deja salir un quejido de dolor.
Rápido me separo, tiene los labios rojos e hinchados.
-Deberíamos parar- recomiendo mientras me acomodo el sostén.
-¿Tú crees?.
Trato de abrochar la camisa y no me deja -Estamos en horario de trabajo.
-Lo sé- vuelve a sacar mis pechos y sigue jugando con ellos chupando y amasándolos.
-Tienes una herida en... ¡ah sí!- respiro con dificultad cuando chupa con fuerza mi teta derecha.
Enredo mis dedos en su cabello, siento como toda mi entrepierna gotea, bajo una mano ahí y él me detiene.
-Jacob...
-No te toques- me pide pellizcando mis pezones -quiero ser yo el que lo haga.
Todo el cuerpo me arde, mi piel está caliente, tomo una de sus manos y la poso en mi sexo por encima de la ropa.
-Necesito... - susurro.
-¿Qué necesitas, nena?.
Lo miro a los ojos, ha dejado mis tetas rojas y llenas de marcas.
-Te necesito dentro de mí.
Me ayuda a quitarme el pantalón y me sube sobre sus piernas, hace una mueca.
-Estoy bien- me hace saber.
Mi sexo siente su inminente erección escondida en su pantalón y me froto contra ella.
-Si haces eso me voy a correr en cuestión de nada.
Saco el cinturón con apuro y libero su gran miembro, lo rodeo con la mano y la muevo arriba abajo con idolatría. El suelta un gruñido entrecortado.
Me inclino hacia arriba y con su glande mojado por los jugos preseminales palpo mi entrada, va entrado poco a poco y suelto todo el aire con fuerza.
-Rico- jadea cuando está totalmente dentro de mí, une su frente a la mía -muévete.
Empiezo a balancearme sobre él haciendo que su polla me llene por completo, se siente tan bien tenerla dentro. Voy con calma para evitar lastimarlo.
-Más rápido- pide.
Aumento el ritmo mientras lo beso, resopla con la respiración descolocada y el sonido del impacto de nuestros cuerpos es tan erótico y excitante.
Alzo su cabeza tomando su cabello en un puño y muerdo su labio, paso mi lengua por su boca, muerdo su barbilla, uno de sus dedos toca mi clítoris y dejo salir el orgasmo que estaba reteniendo, mi cuerpo tiembla pero eso no impide que siga.
Vuelve a quejarse del dolor y aún así no se detiene, chupo el lóbulo de su oreja, mueve la pelvis dándome más placer del que tengo.
Me mira a los ojos y mete el dedo medio que tenía sobre mi clítoris en mi boca, lo chupo sin perder de vista ese verde brillante que tanto me gusta, me lo mete hasta la garganta y aguanto las arcadas que me invaden, muevo la lengua alrededor del dedo, no dejamos de movernos y de jadear como locos.
Lo saca y cuando lo siento tensarse en mi interior separa mis labios con el pulgar y mete su lengua, me corro por segunda vez ahogando un gemido en su boca, al instante deja ir su semilla inundando mi cavidad, continúo balanceando la cintura, él sigue descargando hasta la última gota y vuelve a hacer otra mueca de dolor.
-¿Estás bien?- pregunto con voz queda mientras apoyo mi frente en su mejilla derecha.
-Estoy súper- se lleva la mano a las costillas.
La saco y despunto su camisa -Estás sangrando- digo al ver la venda manchada de sangre.
-No es nada- medio se mueve y suelto un gemido cuando siento su miembro moverse igual en mi interior, él sonríe y me besa.
Me separo saliendo de su regazo, arreglo mi sostén y empiezo a abrochar la camisa.
-Por aquí debe de haber un botiquín- hablo.
Busco en cada rincón del lugar hasta que encuentro uno en una gaveta pegada a la pared tras nosotros.
Regreso con él, ya se ha abrochado el pantalón, me coloco mis bragas.
-Déjame ver eso.
-Va a ser imposible si estás así en bragas y camisa.
-Te mueres y mira en lo único que piensas.
El suelta una risa ronca.
Desenvuelvo la herida, no tiene ningún punto suelto pero le paso alcohol para desinfectarla junto al agua oxigenada limpiando la sangre, le pongo vendas nuevas, hago un bulto con todo lo usado incluyendo las vendas que llevaba y las tiro a la cesta de la basura que hay en una esquina.
Entonces me da por mirar las cámaras y veo una sombra.
-¿Qué es eso?.
Jacob mira hacia donde estoy apuntando y se acerca para teclear y no perder de vista la sombra.
Entrecierro los ojos y distingo que es una mujer debido a su busto, va vestida de negro con una capucha que no deja ver su cara.
-No es de aquí- habla Jacob -¿a dónde va?.
La mujer estaba en la segunda planta, ahora sale por una de las inmensas ventanas de cristal que están en la cocina.
Me levanto rápido para ponerme el pantalón y sin esperar nada salgo corriendo en su busca. Todas las luces están apagadas porque ya todos duermen.
En la segunda planta bajo por las escaleras que llevan al patio trasero que es donde lleva la ventana por la cual salió.
La veo ya en la entrada donde no hay nadie vigilando, pero ¿Que es esto?.
Sale como si nada y la sigo pero ella se da cuenta de mi presencia y se manda a correr, corro tras ella, las calles están vacías, solo se escucha el ruido de los grillos.
Se mete por un callejón, salta una verja y salto igual apareciendo en un patio ajeno, miro a todos lados y no la veo.
Me ataca por detrás dándome una patada en la espalda que me hace ir hacia adelante pero no caigo. Rápido me volteo y ataco con un puñetazo que esquiva, me da un golpe a la cara que no llega, doy un giro soltándole una patada a la boca, por nada del mundo deja ver su cara.
Camina hacia atrás donde encuentra un palo y me lo lanza a las costillas, lo detengo arrebatándoselo y con ese mismo le doy yo. Vuelve a salir corriendo, voy tras ella y aparecemos al otro lado del patio donde vuelve a saltar la cerca.
Estamos en un rincón cerca de un bar donde ella arroja las cajas vacías y contenedores llenos de basura para impedirme el paso, salto todo eso pero cuando vuelvo a salir a la calle no la veo.
Maldigo con agitación, al menos sé que es una mujer y que no sabe mucho de peleas cuerpo a cuerpo.
Decido volver a la mansión donde veo a Jacob en la entrada junto a los dos guardias que vigilaban la entrada, los cuales están muertos.
Me paso las manos por la cara.
-¿Y?- inquiere Jacob.
-No logré atraparla.
-¿Atraparla?.
-Era una mujer.
-¿Cómo se te ocurre salir así?.
-Tenemos que despertar al presidente.
Paso a su lado pero me detiene -Sea quien sea esa persona pudo haberte tendido una trampa.
-Pero no pasó, así que bájale una raya y vamos a avisar que esta mierda se está saliendo de control.
Me suelto de su agarre y entro, odio cuando me regañan como si fuera una niña y él lo sabe.
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