XXIII
¿Inverso?
Parte 2
Elsa miraba por la ventana con nostalgia, se despedía en silencio de Arendelle y en especial del chico rubio de hermosos ojos verdes que se había robado su corazón. No podía pensar en otra cosa más que en el cálido abrazo que se dieron antes de partir, tan sincero y hermoso.
Por otro lado, Adrien se encontraba en su habitación, con lágrimas desbordando de sus ojos, se pregunta ¿como es que había dejado ir a una chica como Elsa? Una chica increíble, un rayo de sol en su nublado cielo, un arcoíris que le había regresado a su vida color; NO, no pensaba dejarla ir, había sido durante mucho tiempo el perfecto hijo que su padre y todo el reino esperaban que fuera, pero ya no más, por primera vez en toda su vida pensaba exigir algo que el deseaba, algo que anhelaba, por primera vez su padre lo iba a escuchar y si su respuesta era un no, él no se iba a detener, pensaba escapar de ser necesario solo para estar con ella, con su princesa.
Se levantó de su cama decidido y siendo seguido por Plagg su mascota, un gato de color negro y ojos verdes, un mínimo que recogió de la calle hace ya un par de meses y que ahora era su inseparable amigo. Adrien estaba frente a la puerta del despacho de su padre, con la mano hecha puño y apuntó de tocar, pero se retractó, sería más difícil escapar si su padre sabía que quería ir con Elsa, y por más que quisiera pensar lo contrario sabía que la respuesta de su padre iba a ser un rotundo no junto con más seguridad en el castillo para que no intentara nada; su destino estaba escrito, debía casarse con la hija del ministro André Bourgeois, lo quisiera o no, a nadie le importaba su opinión. Y hubiera aceptado todo lo que le impusieran de no ser por la chica platinada, ella le mostró un mundo diferente, un lugar lleno de oportunidades y alegría, donde su amor pudiera ser posible.
Adrien no lo pensó mas y corrió de vuelta a su habitación ideando un plan para salir de ahí, esa misma noche.
Salió por la ventana de su habitación y tuvo que caminar pegado a la pared de su torre para no caer al vacío y matarse, cuando estuvo seguro se metió por la ventana de un cuarto vacío y rápida pero sigilosamente bajo las escaleras y salió por la puerta de la cocina, logró pasar por un pueblerino por las ropas que se puso, esquivo a los guardias y se dirigió a un barco, le pagó al dueño 100 monedas para que lo llevara a otro reino, el reino vecino en el cual seguramente pasarían la noche Elsa y Audrey para después a la mañana siguiente abordar un avión y dirigirse a Nueva York, pero si el llegaba antes podría confesarle lo que sentía a la chica y aunque le aterraba el rechazo, evitaba pensar en ello, esperaba que sus sentimientos fueran correspondidos, de lo contrario todo lo que había hecho sería en vano.
Mientras que en el reino vecino a Arendelle, Elsa no podía conciliar el sueño, extrañaba al rubio, quería volver a verlo pero sabía que eso sería imposible, él era de la realeza y ella tan solo era una chica común de un lugar lejano, pensar en un futuro con Adrien sería una fantasía, después de casi 2 horas de no poder estarse quieta, decidió salir y aclarar su mente, el reino se caracterizaba por estar más modernizado, a casi media hora se encontraba un aeropuerto y Audrey había hecho una reservación en un hotel cerca del mar donde llegaban barcos comerciantes del reino Arendelle, camino por la arena y se sentó en un punto donde las olas mojaban sus piernas pero no la arrastraban a lo profundo, el lugar perfecto para recordar. El viento chocaba contra su rostro y ella por inercia cerró los ojos apreciando cada segundo, cuando los abrió diviso un barco, uno pequeño pero de alguna manera su corazón comenzó a latir con rapidez, sin ser consiente la chica se levantó y a los pocos minutos el barco ya estaba frente a ella, cuando lo vio no pudo creerlo, parpadeo varias veces e incluso se talló los ojos, o su imaginación estaba por los cielos o eso que veía era verdad, era él, era Adrien, su hermoso cabello rubio era despeinado por el aire y sus verdosos ojos estaban clavados sobre los suyos, dio un paso hacia enfrente al mismo tiempo que el chico también se acercaba, no lo podía creer, Adrien está frente a ella, Elsa estiró suavemente su brazo y tocó su mejilla soltando un gemido de sorpresa, Adrien tomó su mano con delicadeza y la atrajo hacia su cuerpo besándola; Elsa quedó en shock por unos segundos hasta que se resignó y se dijo a su misma que si eso era un sueño o no, de cualquier forma no pensaba desaprovechar la oportunidad y le siguió el beso. Se separaron cuando el aire les faltó pero sus manos seguían unidas.
El rubio la abrazó y ella le correspondió, podrían pasar la eternidad entera de esa forma, pero la chica recordó a Audrey, el reino, el rey de Arendelle y a Chloe, se separó bruscamente del chico, el cual lo tomó como un rechazo.
—l-lamentó lo que hice
—¿de que hablas?
—lamentó haberte besado, ahora me doy cuenta que mis sentimientos no son c-correspondidos
—¿porque dices eso? Adrien—Elsa to tomó de las mejillas y le dio un tierno beso en los
labios— lamento haberme separado tan bruscamente de ti, pero y tú reino y tu padre! ¿Que haces aquí?
—ah eso je, bueno...
Elsa soltó un grito al escuchar las palabras del chico, se escapó, como podía ser eso posible, el reino entero lo estaría buscando cuando se dieran cuenta, su padre lo castigaría y a ella la encerrarían por ser la causa de tal comportamiento del príncipe, no podía dejar de pensar en eso hasta que sus mejillas se tornaron rojas y su boca se entre abrió, Adrien había hecho todo eso por ella, su amor por ella era la causa de que un chico responsable y futuro rey escapara de su reino, todo lo había hecho por ella.
Elsa lo abrazó y algunas lágrimas de felicidad cayeron de sus ojos, volvió a besar a Adrien con más intensidad, tomó su mano y ambos corrieron hasta la habitación de Elsa, con la respiración agitada y las mejillas rojas ambos se sonrieron el uno al otro y después comenzaron las carcajadas, definitivamente estaban locos.
A la mañana siguiente ambos chicos se despertaron, abrazados, al verse se dieron los buenos días y se sonrieron, aunque todo les duró poco al escuchar los golpes en la puerta y la voz de Audrey llamando a Elsa diciendo que si no se levantaba se les haría tarde, ella estaba por contestar hasta que Adrien le tapó la boca y le pidió que escaparan.
—¿¡QUE!? ¡Adrien!
—Si te vas con Audrey a Nueva York jamás nos podremos volver a ver, y no voy a permitir que eso pase
Elsa se lo pensó por unos segundos pero terminó respondiéndole con un ya casi estoy lista a su mentora, Adrien la miro con una cara de tristeza, pero antes de que cualquier otra cosa pasara Elsa le beso los labios y con una sonrisa le dijo:
—Está vez lo haremos a mi manera
¿Continuará?
Créditos de la imagen de multimedia al canal de YouTube New Day, si les está gustando este libro los invito a que pasen por su canal y vean sus vídeos son hermosos y perfectos para el Adrelsa 💙💚
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