Capítulo 4.
—¡Yoongi hyung!
El pequeño de regordetas mejillas de ahora 8 años, grito riendo mientras corría lo más rápido que podía, el mayor de ahora 10 años corrió detrás del pequeño Jimin por un buen rato hasta que el menor tropezó y cayó al suelo.
—¡Minnie! —grito alarmado el mayor corriendo a levantarlo, el menor tenía los ojos llorosos y estaba hipando. —¿Te hiciste daño Minnie? —el menor asintió señalando sus rodillas, fue cuando Yoongi se dio cuenta que sus rodillas tenían raspones con pequeñas heridas, el mayor se acercó para abrazarlo. —Tranquilo Minnie, estoy aquí.
El mayor ayudo al menor para que pudiera sentarse en uno de los columpios que había en el patio, el menor aún tenía lágrimas en los ojos, Yoongi beso ambas rodillas del menor intentando aliviar el dolor de su pequeño amigo.
—M....me... duélele. —se quejó el menor.
—Tengo un remedio que te hará sentir mejor. —comentó el mayor, Jimin lo miro atento aún con pocas lágrimas en los ojos, Yoongi se acercó y le dio un rápido y pequeño beso en los labios lo que causó un leve sonrojo en el menor. —¿Te sientes mejor?
El menor sorprendido por lo que acababa de hacer su hyung solo pudo asentir mientras lo miraba. Otra vez, pensó Jimin un poco avergonzado.
—¿Dónde aprendió ese remedio?
—Mi mamá cuando quiere consolarme porque estoy triste besa mi frente.
—Pero está no es mi frente hyung. —comentó el menor tocando sus labios y el mayor se ruborizó un poco.
—Pensé que sería más efectivo si yo te besaba ahí.
El menor sonrío hasta que sus ojitos desaparecieron haciendo dos medias lunas lo que le causó ternura al mayor. Es tan hermoso, pensó Yoongi.
—Gracias hyung.
—De nada Minnie.
—¡Jimin ya vinieron por Yoongi!
Grito la madre del menor desde la casa para que ambos niños se entraran, él pequeño niño de abultadas mejillas no pudo evitar formar un puchero.
—No estés triste Minnie.
El padre de Yoongi había sido transferido a otra ciudad lejos de Busan, lamentablemente los dos pequeños no se verían por un largo tiempo, eso les dolía y más a Jimin que había comprendido que estaba enamorado de su hyung desde hace bastante tiempo. O al menos esa fue la conclusión a la que llego Jimin luego de leer una de las revistas de su madre, donde gracias a un cuestionario que lleno le revelo que lo que sentía era amor hacia su hyung, ahora solo Jimin tenía que descubrir que era lo que significaba amor.
No quería perder a Yoongi, no sabía si sus sentimientos eran correspondidos y le aterraba el hecho de que al estar lejos; su hyung podría encontrar a alguien más, porque podría haber una persona que quisiera a Yoongi, pero Jimin podía asegurar que nadie llegaría a querer tanto a Yoongi como él lo quería.
—Ya no lo veré más Yoongi Hyung. —comentó el menor desanimado.
—Pero volveré Minnie.
—Lo extrañare mucho hyung. —al menor se le volvieron a cristalizar los ojos.
—No llores Minnie, también te extrañare mucho ¿Lo sabes verdad? —el menor asintió. —Ten. —el mayor se quitó un dije que tenía la figura de un trébol la cual siempre llevaba puesta y se lo puso al menor. —Volveré, lo prometo.
—¿De verdad hyung?
—Si, volveré por ti mi pequeño Minnie.
El mayor ayudo a Jimin a entrar a la casa, pero antes de cruzar la puerta el menor le dio un casto beso al mayor en los labios causando que ambos se sonrojarán.
—¿Y eso por qué Minnie?
—Para que no me olvide Yoongi hyung.
—Nunca olvidaría a alguien tan especial como tú Minnie.
Ambos pequeños se despidieron, Jimin observó a Yoongi ya dentro del auto mientras avanzaba hasta perderlo de vista, una profunda tristeza se instaló en el joven corazón de Jimin al ver a su hyung irse.
Esa noche Jimin lloro la ausencia de su hyung y juro que esperaría por él, porque algo dentro de él estaba seguro de que Yoongi lo amaba de la misma manera que lo amaba él.
❄️
Las siguientes noches Jimin lloro en silencio pues no había día que no extrañara a su Hyung, al igual que el mayor lloro porque no volvería a ver a su niño de adorables mejillas durante un largo tiempo.
Fue difícil para los padres de ambos chicos verlos tan decaídos por su separación, aunque quisieran mantenerlos unidos los padres de Jimin no podían mudarse y los padres de Yoongi no podían regresar, tendrían que ayudar a ambos niños a acostumbrarse a esa situación.
—Jimin, ¿Quieres helado de postre? —preguntó su madre y el menor solo negó con la cabeza mirando hacia abajo, sus ojitos aún estaban hinchados de tanto haber llorado durante el día.
—¿Puedo ir a mi habitación?
—Está bien pequeño. —respondió su padre mirando cómo se levantaba sin muchos ánimos.
El menor subió las escaleras, entró en su recámara y como ya tenía la pijama puesta se acostó en su cama abrazando un suéter que Yoongi había dejado en su casa una de las tantas veces que había ido, aspiro el aroma del mayor y no pudo evitar volver a llorar pidiendo que el mayor regresara pronto.
☀️
El que Yoongi se fuera no era suficiente motivo como para dejar de asistir a la escuela, de nuevo estaba solo ya que no hablaba con ninguno de sus compañeros, siempre pensó que no necesitaría más que a su Hyung, pero el ya no estaba.
Con el paso de los días Jimin trataba de adaptarse a la situación, Yoongi intentaba comunicarse con él por medio de llamadas que hacía sin falta cada viernes en la noche y eso hacía que los viernes de Jimin fueran aún más felices, mantenía una sonrisa en su rostro todo el tiempo ya que sabía que su Hyung lo llamaría para que ambos pudieran hablar de todo lo que había sucedido en su semana.
—Atención niños, tenemos a un nuevo alumno que quiero que conozcan, preséntate pequeño.
El tímido niño de cabello castaño claro miró con curiosidad a todos y hablo un poco bajo.—Me lla...mo... Kim Tae...Taehyung.
—¿Puedes decirle a la clase algo que te guste hacer para que te conozcan un poco mejor?
—Me...gusta jugar... videojuegos, y ayudar a mi mamá a.... hacer postres.
—Así que eres una repostera.—comentó un chico en forma de burla, lo que hizo sentir mal a Taehyung.
—Sehun, no debes burlarte de los gustos de los demás, cada uno puede hacer en su rato libre lo que quiera.—regaño la maestra al niño de cabellos oscuros.—Anda pequeño siéntate junto a Jimin.
El menor camino hasta el chico de mejillas abultadas, cuando esté se sentó Jimin inmediatamente le sonrió y comenzó a hablarle animadamente, Taehyung apenas y decía algo, pero eso no evitó que a Jimin le agradara.
Ambos salieron juntos a la hora del recreo, Jimin no paraba de contarle sobre su Hyung y sobre la llamada tan esperada que recibiría por parte del mencionado mañana por la noche, a Tae le causaba gracia como Jimin no paraba de hablar de ese chico.
—Oye repostera.—aquel niño de cabello negro volvió a molestar al pequeño niño de cabello castaño claro.
—No...no me llames así.
—Pero si eso eres.
—La...la maestra te... dijo que... que no... me molestaras.
—Yo no tengo que obedecerla si no quiero.—empujo al menor causando que esté cayera, los demás niños que se encontraban alrededor sólo los miraban sin tener la intención de ayudar al pequeño Tae.
—Ya basta Sehun, déjalo en paz.
—Park grandes mejillas viene al rescate.
—No me importa que te burles de mí, pero si tú estuvieras en su posición y fueras el nuevo no te gustaría que se burlaran de ti, ni que te molestaran.
—Pero yo no soy una repostera como él y no soy gordo como tú.
Esos idiotas son horribles y te dijeron eso porque están celosos de que nunca serán tan bonitos como tú.
Recuerda Minnie, las personas tratarán de hacerte sentir mal, pero tú siempre ten presente que eres mucho más bonito que cualquier persona en este jodido mundo.
—El que tú seas tonto, y no puedas hacer nada bien no te da derecho a insultar a los demás.—Sehun miró al menor furioso acercándose lentamente a él.
—Repite lo que dijiste Park Jimin.
—Todos saben que no eres bueno para hacer algo, y tú solo insultas a los demás. Quisiera verte intentando hacer un postre, o limpiar algo, pero no puedes porque eres un tonto.
Ese día Sehun se ganó una suspensión y Jimin un moretón en el ojo.
Al día siguiente Jimin decidió quedarse solo en el aula coloreando un dibujo, si mi Hyung estuviera aquí, pensó el menor un poco desanimado, decidió concentrarse en el dibujo ya que su mamá le había mencionado que podía mandarle cartas a Yoongi y tal vez podría enviarle ese dibujo, estuvo un buen rato coloreando hasta que miró a Taehyung entrar.
Se acerco con cautela a Jimin un poco indeciso.—Gra...gracias por defenderme.—dejó un toper en la mesa de Jimin.—Mi mamá me ayudo a prepararte esto.
Jimin no pudo evitar sonreír, tal vez tendría el ojo morado durante un buen tiempo, pero también tendría un amigo y ese le duraría para toda la vida.
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Vmin 😍 me encanta esa amistad 💕
Gracias por leer 💕🏳️🌈
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