—¿Sabes algo Jimin? —el mayor saco la paleta de su boca la cual le había regalado el menor.

—¿Qué cosa Hyung? —el menor dejó de colorear su dibujo para prestarle total atención a Yoongi.

—El amor apesta.

Jimin miro con una mueca al mayor, no comprendía porque su Hyung decía eso si tan sólo hace unos días le había dicho que le gustaba alguien.
Ambos se encontraban en la habitación de Yoongi, el menor estaba usando el escritorio del mayor mientras que este estaba acostado en su cama.

—¿Por qué lo dice Hyung?

—Porque en ocasiones la persona que te gusta no te corresponde y te hace sentir de una manera no muy agradable.

—¿Triste?

—Exacto, quisiera odiarlo a veces. —le coloco de nuevo la envoltura a la paleta y la dejo sobre la mesa que estaba junto a su cama. —Pero ya me gusta así que odiarlo es difícil.

—Hyung...—Jimin no tenía idea si debía de preguntar o no, pero la duda lo atormentaba constantemente. —¿Cuál es el nombre de ese chico?

—Minnie, quedamos que no te lo diría y quiero tratar de cumplirlo. Así que no trates de usar tu linda carita para que te revele mi único gran secreto. —el menor hizo un puchero.

—Bien. —dijo con molestia dándole la espalda al mayor para seguir coloreando.

—¿Crees que si le digo lo que siento él me aceptará? —el menor lo ignoro completamente. —El silencio dice mucho, tal vez tengas razón y no me acepte... es que él es tan perfecto, puede conseguir que cualquier chica o chico caiga a sus pies, es demasiado para mí.

Jimin sintió una rabia inmensa en ese momento, volteó a ver a Yoongi y noto que tenía los ojos cerrados y una boba sonrisa en el rostro.

—Me pregunto si algún día me corresponderá, o si seré digno de estar con alguien como él.

El menor no aguantó escuchar más sobre el increíble chico que cautivó al gran Min YoonGi, recogió sus cosas poniéndolas en su mochila y salió de la habitación del mayor dispuesto a irse a su casa. Yoongi era su Hyung, sabía que si él lograba hacer que el afortunado chico lo aceptara se olvidaría de él.
Bajo las escaleras apresurado, pero apenas y puso un pie fuera de la casa del mayor, Jimin sintió una mano sujetando su brazo.

—¿A dónde diablos vas mocoso?

—Quiero ir a casa. —miro con molestia al mayor tratando de zafarse de su agarre.

—Dijiste que te quedarías a dormir, además mis padres no están y no puedes irte solo. —arrastro nuevamente adentro al menor cerrando la puerta.

—Quiero ir a casa. —azoto uno de sus pies contra el suelo con fuerza a forma de berrinche lo que le causó gracia al mayor.

—Deja los berrinches Minnie. —acaricio los cabellos castaños del menor, pero este quito su mano bruscamente. —¿Por qué estás molesto?

—Quiero ir a casa.

Yoongi puso los ojos en blanco y jaló al menor para llevarlo de regreso a su habitación.

—Minnie...

—¡No me diga Minnie! ¡Hyung es malo!

Jimin logro que Yoongi finalmente lo soltara, corrió directo al baño de visitas que se encontraba en el primer piso y se encerró en este. Yoongi tocó la puerta varías veces tratando de que el menor le abriera y hablara con él, no entendía porque el menor se había molestado de la nada e insistía en irse a su casa.

—¡Déjeme solo!

—Minnie... ¿Que hice? —se escuchó un sollozo por parte del menor y Yoongi sintió un hueco en el pecho. —No llores... sabes que no me gusta escucharte llorar... Minnie.

Jimin abrió la puerta al escuchar la voz quebrada del mayor, Yoongi aprecio los ojitos del menor completamente rojos e hinchados, sus mejillas completamente húmedas debido a los restos de lágrimas.

—Hyung... ¿Y....ya no v.... vas... a quererme?

—Siempre te voy a querer Minnie.

—¡Mentiroso! Usted se irá con ese chico y.... se olvidará de Minnie.

—Jamás podré olvidar a alguien como tú Jiminnie. —se acercó al menor y lo acunó en sus brazos, el menor se aferró a él con demasiada fuerza.

—Hyung...

—¿Si Minnie?

Me gusta... siento algo cálido al estar con usted y tengo demasiada envidia hacia la persona que usted tanto adora.

—Espero que él le corresponda.

—Igual yo. —un sonoro suspiro de escucho por parte del mayor.

No me gustaría que se alejara, pero si él es su felicidad puedo estar bien con eso, mientras no te haga llorar ni te haga sentir mal, aceptaré que usted no sea para mí.

—Hyung...

—¿Sí?

Podría confesarle lo que siento... pero si lo incomodo... si se aleja... sí me deja.

—Tengo sueño.

—¿Quieres que te cargue a la habitación?

—No... iré solo.

Yoongi observó como Jimin subía las escaleras cabizbajo, entendía que el menor quería estar solo, así que decidió quedarse abajo un rato y cuando creyó que Jimin estaría más tranquilo subió directo a su habitación.
Se encontró con el menor durmiendo en su cama boca arriba, aún tenía las mejillas un poco húmedas lo que le dio a entender al mayor que se había dormido llorando.

Suspiro subiéndose a la cama y tapo al menor con su manta, para Yoongi esa pequeña manta era muy especial y solo la podía compartir con alguien tan especial como lo era su pequeño Jimin.

Se acercó al cuerpo del menor abrazándolo por detrás con cuidado tratando de no despertarlo, Yoongi admiro lo lindo que se miraba Jimin durmiendo, su pecho subía y bajaba lento por su tranquila respiración, sus labios estaban un poco abultados haciéndolo ver demasiado adorable.
Beso la mejilla del menor, luego su frente y sin poder evitarlo le dio un pequeño beso en sus labios.

—Eres tan perfecto Minnie. —pegó más su cuerpo al del menor. —Ojalá tú pensarás lo mismo de mí.

A Yoongi le hubiera gustado mucho que Jimin lo escuchara, pero el menor dormía tan profundamente que no era consciente de lo que sucedía a su alrededor, y no era consciente de que él era el chico especial que hacia latir con una enorme velocidad el corazón de Min Yoongi.

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