Seungkwan tiene muchos amigos, y los lleva a casa cada que puede. Woozi no tiene idea de donde salen los amigos de Seungkwan, el niño ni siquiera va a clases de ningun tipo, aun es muy pequeño, entonces ¿Por qué demonios tantos niños? Woozi tiene que pasar entre ellos y los juguetes regados, o por algún pequeño desastre que causan y despues ignoran como si nada estuviera pasando. Es un dolor de cabeza.

Pero el mayor dolor de cabeza son los amigos de Hoshi, quienes gritan y hacen escándalo en la sala de estar, así que, tiene a los amigos de su hijo en la planta alta, gritando y corriendo, y a los de su esposo en la baja...gritando y corriendo. Considera la opción de ser una persona horrible y prohibirles tener amigos, al final de todo no es tan malo, en cuanto se casó con Hoshi Woozi perdió a la mitad de sus amigos. Y la otra mitad la perdió porque eran unos idiotas con el mismo Hoshi.

Y a ese punto de su vida no necesita amigos. ¿verdad?

Se encuentra con la curiosa mirada de Seungkwan cuando regresa en si, su hijo lo mira directamente y Woozi se agacha para quedar a su altura. El niño lo toma de la mano y lo arrastra.

—Te hicimos un amigo.— Dice Seungkwan deteniéndose en la sala de estar y señalando una esquina.

Hay un horrible muñeco hecho de almohadas y sabanas, también tiene alguna ropa puesta y una sonrisa incomoda formada con algún objeto que no sabe identificar. Se acerca con cuidado y suspira. Bien, es tierno, su hijo y sus amigos le hicieron un amigo a base de almohadas que hasta tiene un nombre escrito en una notita como si fuera un empleado. La toma con curiosidad y la lee.

"Mr.Fluffy"

Bien, sí es tierno. Sonríe hasta que se da cuenta de algo. Da un largo suspiro y gira para encontrarse con un montón de niños y un montón de adultos asomándose desde la entrada con timidez.

—Hoshi...— Menciona y los adultos salen corriendo.

Bien, el muñeco no está hecho por los niños ¿Por qué carajos sigue siendo tierno? No hay explicación.