Capítulo 17: Esto es un descontrol... pero a disfrutar. Parte #1.

Mi atuendo consistía en un vestido blanco, pegado a mi figura y unas zapatillas rosa junto a mi melena roja suelta.

Soy un asco con el maquillaje, así que solo me coloqué un poco de rubor, me achine las pestañas y coloque rímel, y un labial color carmesí. Amo ese color.

— ¿Crees que es mucho? —pregunte entrando en la habitación de Aiden.

— Te ves fabulosa hermana —sonríe mi hermano alistando sus cosas. Se quedará en casa de Harry, su amigo de la escuela.

— ¿Seguro que estarás bien con Harry? ¿Puedo encerrarte en mi habitación y pasarte comida? —sugiero sonriendo.

— No, hermana. Esta bien. —se coloca su mochila en su espalda.— le dire a Mark que me lleve.

Asiento y beso su frente.

— Hasta mañana, hermanito —le sonrió.

— Hasta mañana, Ann.

Sale de su habitación y lo sigo para bajar las escaleras con el. El único que está abajo es Brayden, quien coloca tazones de frituras y papas en distintos lugares.

Veo en la cocina como Nolan esconde todo lo que sea valioso de la sala, así que quita un cuadro de la pared y lo pone en el armario de la escalera.

— ¿Y Marcus? —preguntó.

— Salió, con Trav y Henry —habla Brayden comiendo de las papas.

— Alguien debe de llevar a Aiden —dije un poco fastidiada.

— Me puedo ir en taxi —sugiere Aiden.

— No —suspiró.— te llevare.

— ¿Conducirás? —los tres chicos me miran perplejos.

— Si, se conducir chicos. Inclusive se robar un auto, no se sorprendan —les guiñe el ojo, ellos no dijeron nada más.— tomare el viejo Jeep de Oliver.

— Colócale combustible, ese auto no ha sido conducido desde que Brayden superó su etapa de Stiles Stilinski.—habla Nolan.

Asiento y caminamos al garage.

— ¿Si sabes condicir? —preguntó algo dudoso Aiden.

— Que si, mocoso. —rodé los ojos y entré al garage, fui directo a las llaves y tomé la del jeep.

— Suerte hoy —habla Aiden subiendo al auto.

Me quite los tacones para conducir, y prendí el motor.

— Gracias, hermanito. También tu; no te duermas muy tarde —acaricié su cabello.

— ¿Sabes? —comenzó a hablar Aiden cuando puse en marcha el auto.— espero y mañana la casa esté entera.

— Solo serán unas personas Ai, no te preocupes —lo tranquilice.

¿No?

(...)

Maldigo trafico.

Maldito congestionamiento vial.

— Matare a alguien —dije apretando el volante.

Llevo casi una hora desde que deje a Aiden en casa de Harry, y mi jodida suerte va de mal el peor, primero cuando baje a saludar a la mamá de Harry Lloyd, la señora Johanna, se me rompió mi tacón al atorarme en una grita grande, después un pájaro hizo popo en el parabrisas y ahora esto.

Mi teléfono vibro, lo tome algo impresionada por el nombre quien aprecia en la pantalla.

— ¿No estas follando? Porque es lo qué haces últimamente en ves de hablar con la que "se supone" que es tu hermana y mejor amiga —hable molesta.

— Ann, ¿donde estas? —hablo el.

— ¿Y a ti que te importa? —bufe.

— En tu casa.

Esperen... ¿Que?

— ¿Donde?

— En tu casa sorda, en la fiesta marca Marshall —puedo escuchar el escándalo a lo lejos.

— ¿Cuantas personas hay, Dylan?

— Cientas —hable el, escuchó un crujido, me preocupo.— aunque podrían entrar más, de hecho lo están haciendo. ¡No salgan al patio, estoy hablando!

Gritó el cuando la música a su alrededor se escuchó más fuerte.

— Matare a mis hermanos.

Ahora si, conocerán a Annabelle Marshall.

Cuando el tránsito avanzó, acelere lo más que pude, entre a la casa y deje el auto, mal acomodado, en el garage.

— ¡No vomites ah... ya lo hiciste —hable viendo mal a ese chico que acababa de vomitar en las rosas favoritas de Samantha.

La puerta principal estaba abierta, apenas pude entrar, descalza, a mi casa, lo primero que hice fui a subir a la segunda planta por unos zapatos.

— Ni se te ocurra, sexo aquí no —cerré la habitación de mi hermano, Nolan, con seguido y eche a esa pareja desesperada.

Hice eso con casa habitación hasta que llegue a la mía.

Me coloqué unas vans, blancas, algo raro porque con este vestido no combinada, pero ahora no me importa.

Tengo unos hermanos que matar.

Baje rápido y sumamente molesto.

Al primero que vi fue a Jackson, quien bebía una cerveza en el sofá junto a una chica.

— Tu vienes conmigo —lo tome por la camisa y lo jale, asiendo eso con Brayden quien estaba en el comedor principal jugando beer pong, y al último que vi fue a Nolan, quien hacía fondo con una botella de vodka.

Jale a los tres chicos y los metí en la cocina.

— ¿¡ME PODRÍAN EXPLICAR QUE ES ESTO!?

— Una fiesta, duh.

— Si quieres seguir viviendo, Nolan Alessandro, cierra la boca —este levantó las manos a al aire en señal de rendimiento.

Brayden camino al refrigerador y saco una cerveza.

— ¡No es momento de beber, Brayden! ¡Destruirán la casa! ¡Papá y Mamá me matarán! —dije molesta.

Wow, esperen. ¿Los acabo de llamar...?

— No lo harán, relájate hermanita. —Brayden me tendió la cerveza.— y disfruta.

Algo enfadada, di un sorbo.

— No te matarán —comenzó a hablar Jackson.— ¿sabes, porque? Porque mañana limpiaremos todo, repararemos lo roto y arreglaremos cualquier problema. Somos Marshall, y nos apoyamos en todo.

Suspire, ya un poco aliviada.

— Pero yo no limpiaré nada.

— Está bien, hermana. Ahora si, disfruta la fiesta —chocamos cervezas con Jackson y salieron de la cocina.

Más relajada, me recargue en la isla y bebí mi cerveza.

Observe, como una cabellera rubia entraba por el patio trasero.

— ¿Que? —hable a la defensiva.

Pude ver como decía algo desde las puerta, pero la música me impedía oírlo.

Pude ver como articulaba con los labios un: "afuera, vamos".

Con lo cerveza en la mano, lo seguí.

— ¿Que Quieres?

— Enmendar, se que no he sido un buen hermano y se que te he fallado. Pero prometo que no lo volveré a hacer —dijo el, cuando nos sentamos en las sillas de playa. Alejados de todo.

— Dylan, no es momento de pedir disculpas. Ambos sabíamos que después de que nos adoptaran no seguiríamos siendo Los mismo. Mírate. Mírame. No somos los mismos de hace meses, tampoco lo es Jay, tampoco lo eres tú, tampoco lo soy yo. Cambiamos, lo se. —hable.— no me moleste que me hayas colgado, en un momento que yo te necesitaba, me moleste conmigo misma, por pensar que estarías para mi en todo momento.

Me levante de la silla y el me tomo la mano.

— Ann, podemos solucionarlo. Somos hermanos, somos mejores amigos, eres mi familia —dijo el, aún teniendo mi mano entre las suyas.

— La familia no te abandona, Dylan. —intenté soltarme pero no pude.— suéltame.

— No, hasta que resolvamos esto.

— Dylan, ya suéltame.

— No Ann, vamos a hablar y vamos a resolver esto.

— Te dijo que la soltarás —me giré a ver quien hablaba, para tomarme con los ojos color almendra, y muy molestos, de Travis.

— ¿Tu que te metes? —hablo Dylan. Ahora, que estamos cerca, reconocí el olor a alcohol en su aliento. Esta ebrio.

— Travis, puedo resolverlo —dije mirando mal a Dylan.

— No, Ann. Yo lo resolveré —y en un movimiento rápido, Travis empujó a Dylan haciendo que me soltara.

— Basta —dije cuando Dylan lo tomó de la camisa y lo jalo.

Las personas a nuestro alrededor se acercaban, pero no hacían nada.

De un momento a otro, los golpes se hicieron fuerte. Entonces, Dylan empujó a Travis a la piscina haciendo que ambos cayeran y siguiendo su pelea en el agua.

Pude ver como Marcus se acercaba.

— ¿Que sucede? —habló agitado.

— Es Travis, detenlo.

El, rápidamente se metió al agua.

Mierda. Esto se descontrolo.

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Trailer en multimedia.
chan Chan CHAN.

Ahora si, 100 votos y subo la otra parte del capítulo.

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