15
Faltan un par de días para volver a realizar la próxima quimioterapia de Evan. Por el momento todo está transcurriendo tal y como dijo el doctor. Evan ha estado tomando sus medicamentos indicados, comiendo saludable y haciendo reposo. Lo importante es que pudo regresar a la escuela y continuar con sus estudios.
Por otro lado está Adrien que por cierto aún trabaja con la sin vergüenza de Marinette. No me gusta al cien por ciento la idea que él trabaje con ella pero gracias al empleo de Adrien se ha podido pagar el tratamiento completo de las quimioterapias de mi pequeño. Adrien modela con Marinette seguido y eso hace que gane dinero. Estoy muy agradecido con él.
—¿Profesor Kurtzberg? —Preguntó uno de mis alumnos de cuarto grado.
Sí, había obtenido el trabajo en la escuela primaria como maestro de arte.
—Un segundo Julián. —Dije y yo me encontraba viendo en vivo una de tantas colecciones de Marinette. Se acercaba el gran final.
Ver a Marinette abrazando al amor de mi vida hace que mi sangre hierva del enojo.
—Un aplauso al mejor modelo y a la mejor diseñadora de toda París Francia. —Dijo el presentador del desfile.
Adrien sonreía a la cámara y Marinette también, pude notar que Marinette quería tomar la mano de mi Adrien pero él la evitó por completo.
—Zorra. —Susurré.
—Mi mami me dijo que zorra es una mala palabra, profesor. —Me corrigió uno de mis alumnos.
—Sigue trabajando o no te pondré los puntos Julián. —No apartaba la vista de mi móvil.
—Hay rumores que dicen que Adrien y Marinette son pareja. —El presentador me está volviendo loco. Una más e iré a romperle la cara personalmente.
—¡No es cierto! —Grité y los chicos del salón me vieron raro. Ellos estaban dibujando con figuras geométricas.
—No me hagan caso niños, ya saben que deben pintar sus dibujos con colores primarios. —Ellos comenzaron a pintar y yo seguí viendo la presentación.
Y en eso...
—¡Al parecer los rumores eran ciertos! Adrien Agreste y Marinette Dupont cheng son pareja. —Se habían besado. Apagué rápidamente mi teléfono, no podía seguir viendo tal imagen.
Sentí como mi corazón se rompió en mil pedazos al ver como ambos se besaron; yo confíe en Adrien y él me decepcionó. Él me prometió que no pasaría nada entre él y Marinette. Sentí como las lágrimas comenzaron a caer sobre mis mejillas. Todos los buenos momentos entre Adrien y yo se habían ido al diablo a partir de ese momento.
—No es posible que en cuestión de segundos pierda a la persona que más amo. —Las lágrimas seguían cayendo y los chicos del salón me veían preocupados.
Lo único que deseaba en ese momento era llorar y tirarme a la cama a ver peliculas tristes pero por desgracia tengo responsabilidades y no puedo descuidarlas.
Mi jornada de trabajo había terminado, fue como un año de espera.
Tenía que ir por mi pequeño a la escuela. Al menos Evan me hace sentir con vida.
—¡Papá! —Corrió Evan al verme.
—Hola hijo. —Me dio un beso en la mejilla. —¿Como estuvo tu día pequeño?
—¡Fantástico! Me pidieron hacer un dibujo de un ratón, me ayudarás ¿verdad? —Preguntó sonriendo.
—Por supuesto que si pequeño, haremos un hermoso ratón. —Sonreí.
—Es hora de irnos a casa.
Lo tomé de la mano y caminamos hasta mi auto. La verdad no estaba bien psicológicamente, no dejaba de pensar en Adrien y Marinette besándose, juntos, con siete hijos.
—¿Papá? ¿Estas bien?
No, no estoy bien, siento una punzada en el corazón y en la cabeza.
—S-Si, no es nada hijo, sólo cosas de grandes. —Toqué su mejilla.
—No estas escuchandome. —Podía ver que Evan estaba triste, de seguro algo le pasó hoy en la escuela.
—Evan, ¿sucede algo? ¿esos chicos te volvieron a molestar? —Pregunté algo nervioso, últimamente los compañeros de Evan se burlan de él por no tener cabello y por usar únicamente un pañuelo en ma cabeza. Son niños muy crueles.
—Sí, dicen que soy un error y que voy a morir de cáncer. —Evan estaba llorando y verlo así me partió el alma.
—¡No quiero morir por culpa del cáncer papá!
—No digas eso pequeña abejita, sabes que eso no va a pasar, tú escuchaste al doctor y dijo que todo iba de maravilla. Te prometo que iré a hablar con la directora para que esos chicos tontos no te molesten. —Le di un abrazo y seguí conduciendo.
No entiendo por qué los compañeros de Evan se burlan todo el tiempo de él, deben entender que Evan está sufriendo una enfermedad delicada como el cáncer y no debe ser víctima de bullying.
—Iremos por un helado ¿qué te parece?
—Quiero tratar de distraer a mi hijo.
—¡Si! Quiero un helado de fruta, el doctor dijo que si era de fruta si podía comerlo. —Mi hijo sonrió y dejó de llorar.
—Pero no quiero que llores por las cosas que te dicen esos chicos, odio verte triste, me gusta más el príncipe Evan que siempre está sonriendo. Se fuerte hijo ¿Esta bien?
—Esta bien papi, no voy a llorar por lo que digan esos chicos.
Evan no es el único que necesita olvidarse de su mal día, no voy a permitir que mi hijo sea víctima de bullying, yo estaré con él para lo que sea.
[...]
Me sentía muy emocionado porque por fin había decidido ya no modelar para Marinette. El tratamiento de Evan ya estaba pagado así que ya no era necesario trabajar con ella. Fueron pocas pasarelas pero gracias al cielo pude ganar dinero suficiente.
Aún no he podido hablar con ella sobre Evan pero estoy seguro que hoy será el día.
—¡A sus puestos! —Gritó Marinette mientras todos nos preparamos para modelar.
—Suerte. —dijo Marc sonriendo.
—Gracias, igual. —Le devolví el gesto.
Todos modelamos tal y como habíamos practicado.
Se acercaba el estúpido final y yo tenía que modelar con Marinette. No me sentía muy cómodo con ella, ella siempre intenta violarme con la mirada.
Mientras estaba en la pasarela, el presentador del desfile, no paraba de decir que éramos pareja y NO, no somos pareja.
Mi corazón tiene dos nombres "Evan y Nathaniel "
Antes de que Marinette empezará a dar las gracias, me quiso haber tomado de las manos, traté de alejarme pero fue inútil. Me tomó de las mejillas y me besó, ese beso fue como chile picante en mis labios.
Me separé de ella lo mas rápido que pude y fui a los vestidores para lavar mis dientes.
—¿Qué pensará Nath de mi? no quiero que se sienta decepcionado, él depositó toda su confianza en mi.
¿Ahora qué voy a hacer? ¿Qué le voy a decir? Como pude ser tan tonto.
—¿Adrien? ¿estás bien? —Preguntó Marc. —Vi lo que pasó hace un rato.
—Ni lo menciones, de seguro mi novio vio el show y seguramente está muy triste por haberme visto con la tarada de Marinette. —Quería llorar, pero debía resistir.
—Cálmate, sí él de verdad confía en ti de seguro no tendrán problemas. —Me dio una palmada en la espalda.
—Eso espero.
El desfile terminó y todos brindaron excepto yo.
Tenía que hablar seriamente con Marinette, necesito saber la verdad sobre mi hijo ahora mismo.
—Marinette. —Dije en un tono serio y ella me dirigió la mirada.
—¡Adrien! —Exclamó. —Pasa a mi oficina, sabes que eres bienvenido.
Entré a su oficina y no podia dejar de sentir rencor por lo que había hecho hace un rato, no sentía más que asco y desprecio por esa mujer.
—¿Por qué me besaste?.—Me senté en una de las sillas.
—Aceptalo, te encantó. —Sonrió.
—Tengo novio.
—Entonces te hice un favor. —Rió a carcajadas.
—No estoy de humor para tus bromas absurdas. —Dejó de reírse. —Quiero que sepas la verdadera razón por la que busqué contacto contigo.
—Te escucho.
—Cuando volví a Francia al lado de mi mejor amiga Kagami, le prometí a ella que iríamos a una de las mejores exhibiciones de arte, ella estaba muy emocionada y yo sentía la necesidad de ir a esa exhibición por algún motivo. Como si algo me llamase a dicho lugar.
—¿Y? ¿Que tiene eso que ver conmigo?
—Veía atentamente cada obra de arte del lugar y hubo una pintura en especial que llamó mi atención. Sabía perfectamente quien era el autor de esa bella obra de arte "Nathaniel kurtzberg" esa exhibición fue el lugar de nuestro reencuentro y sentí una conexión especial.
—¿El emo homosexual? —Rió.
—Caíste tan bajo Adrien, no me digas que él es tu novio.
—¡Cállate! No voy a permitir que lo insultes, no tienes el derecho de criticar al alguien por su aspecto físico. —Grité.
—El punto es; que Nathaniel es padre soltero. Él adoptó a un niño de cabello castaño casi rubio y con unos hermosos ojos azules. Un niño muy inteligente y encantador, tuve la oportunidad de conocerlo, de pasar tiempo de calidad junto a él y con Nathaniel; no sabes lo feliz que me hizo cuando Nathaniel acepto ser mi novio. Me hizo sentir en familia por primera vez.
—Me da igual Nathaniel, hace mucho que no sé nada de él. —Rodó los ojos.
—¡No tiene nada que ver conmigo!
—Déjame terminar, él y yo nos hicimos pareja y todo era de maravilla hasta que detectaron al hijo de Nathaniel con leucemia. Nathaniel necesitaba un donador de sangre lo mas rápido posible; gracias al cielo mi sangre y la de él son compatibles así que sin problema le doné de mi sangre. Algunos doctores y enfermeras pensaron que era mi hijo ¿Y qué crees? Pagué una prueba de ADN y salió un 99% de compatibilidad. Yo no he tenido hijos, así que decidí buscarte para saber sobre Evan, al parecer sabes sobre el tema.
Pasaron algunos minutos y Marinette no tenía respuesta alguna, su piel se tornó pálida y mordía sus uñas. Mi mirada era firme hacia ella.
—Evan. —Dijo nada más.
—Quiero que me digas que pasó cuando me fui de París hace seis años, necesito que me digas toda la verdad.
—B-bueno, un día antes que partieras a Alemania, yo puse una droga en tu bebida. Recuerdo que tu padre hizo una fiesta de despedida y yo te drogué para que tuviéramos sexo. —Sus palabras me dejaron perplejo, nunca lo hubiera imaginado de ella. —No sabes cuanto me odie por haberlo hecho. Tú te fuiste y a las pocas semanas me enteré de un estúpido embarazo. Te llamé y te llamé. Llamé a Gabriel y nadie respondió. No tenía otra opción, era abortar al mocosos o darlo en adopción. Mi madre dijo que tuviera al bebé pero yo no iba a permitir que mi vida terminará gracias a ese mocoso. Cuando Evan nació mi madre comenzaba encariñarse y antes de que sintiera amor por ese niño no deseado, decidí llevarlo al orfanato general. Si no murió antes de frío espero que muera de cáncer.
Sentí como la sangre me hervía con cada palabra que articulaba su boca sucia y llena de maldad. Sin duda es una mujer terrible, con el alma negra y sin corazón.
—Eres una maldita, no vuelvas a decir eso. Deseas que muera porque no lo conoces, pero créeme Marinette, la conciencia no te dejará en paz jamás.
Estaba a punto de salir de su oficina pero le dije unas últimas palabras.
—Eres una persona terrible, no te sirve de nada tener tanta riqueza, belleza y fama cuando por dentro tu alma esta podrida.
Salí lo más rápido que pude de ese lugar y fui a mi apartamento. Al fin había obtenido la información que necesitaba. Sólo faltaba explicarle las cosas a Nath y supongo que todo estará bien.
—¡Nath! Abre la puerta. Necesito hablar contigo, tienes que saber la verdad. —Nadie respondía la puerta, ni Evan ni Nathaniel.
—Sé que cuando no respondes mis llamadas o mensajes es porque estas enojado y lo entiendo pero créeme yo no besé a Marinette, ella me beso a mi. Necesito hablar contigo por favor.
—Comencé a llorar.
Algunos vecinos me ven raro porque me tiré al suelo cerca de la puerta pero en ese momento no me importó.
—S-soy el padre de Evan. —
—Ya lo sabía...
Alguien se acercó a mi y me asusté. Él sabía mi secreto. Pero ¿como?
—¿L-luka?
<3
¡Ah!
Espero que les haya gustado este capítulo.
Perdón la tardanza. :€
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro