Adrien últimamente ha estado muy extraño en los últimos días  y es comprensible por estado de salud de Evan.

—Quiero matar a Adrien. —Luka se sentó a la par mía. Estábamos en la sala de espera del hospital, eran aproximadamente las dos y media de la tarde.

—¿Y ahora por que? —Reí. A Luka no le agrada mucho Adrien que digamos.

—Lo vi con esa enfermera.
—Señaló con la mirada a una enfermera de mayor edad. —Sé que oculta algo.

—¿Como que? —Pregunté.

—El otro día lo vi dándole dinero, y no creo que era una simple propina.

—Calmate, Adrien es una persona muy dulce y quizá le  dio una propina nada más.

Traté de calmar a mi amigo.

—Esta bien, voy a creer que sólo fue una propina, pero no me consta.

Luka aveces puede ser sobreprotector, pero confío en Adrien, sé que jamás ocultaría cosas malas.

—Pueden entrar a la habitación de Evan por  25 minutos. —dijo el doctor.  —La primera quimioterapia salió de maravilla.

—Gracias doctor. Es un alivio escuchar eso.

Sonreí y entre a la habitación junto con Luka. Será difícil ver como Evan ya no tiene cabello por las quimioterapias.

—Evan...hijo.—Me acerqué y lo abracé.

—Papá, no tengo cabello, los chicos de la escuela se van a burlar. —Comenzó a llorar.

—No te preocupes bebé, todo estará bien. Te prometo que nadie se  va a burlar de ti. —Le di un beso en la frente.

—¿Por qué me pasó esto a mi? —Seguía llorando.

—Aún no lo sabemos Evan, pero te prometo que yo te  cuidaré y estaré contigo siempre. No quiero que llores, quiero que seas fuerte. Esto pasará y todo volverá a ser como antes. —Toqué su mejilla.

—Ya quiero irme a casa. —Me abrazó.

—Mañana podremos irnos y haremos algunos dibujos ¿qué te parece?

—Esta bien papá, quiero pintar muchos animales. —Sonrió.

—Calmate rata, tu cabello volverá pronto. Pero si tienes frío puedes usar este lindo gorro de osito. —Luka  le entregó un gorro.

—Gracias Luka. —Evan abrazó a Luka.

—De nada pequeña rata. —le dio un beso en la  frente.

—¿Quieres que te cuente una historia?  —Pregunté.

—¡Sí!

Le conté una divertida historia y ya habían pasado los 25 minutos de visita, era hora de salir de la habitación.

—No sabes lo mucho que me duele ver a Evan así. —dijo Luka a punto de llorar.

—Lo sé, esto es muy duro y verlo de esa forma me parte el alma. —Lo abracé

—Todo estará bien Nath, sólo tienes que tener confianza y verás como todo va a mejorar. Yo te voy a apoyar en todo. —Sonrió.

—Gracias Luka, eres el mejor amigo del mundo, no sabes lo mucho que agradezco que hayas dado una parte del dinero para las quimioterapias de Evan. —Le di un beso en la mejilla.

—No hay de que, sabes que moriría si algo le pasara a mi rata o a ti.

—Lo sé. Al menos mañana podrá ir a casa.

—Tienes razón.

—¿Que tal Kagami? ¿Todo bien entre ustedes? —Pregunté.

—Sí, todo está bien pero hay algo que quiero decirte. —Sonrió tímidamente.

—Por supuesto ¿Qué sucede?

Estaba intrigado.

—No te lo había dicho porque todo lo que está pasando es muy difícil y pues...

—Vamos Luka ¡dilo ya!

—Kagami y yo tendremos un bebé, en realidad dos.  —Sonrió y yo no me lo podía creer. Es una noticia fantástica.

—¡Luka! no sabes lo feliz que estoy por ti. Muchas felicidades. —Le  di un abrazo.

—Nos enteramos hace dos semanas, serán gemelos ¡estoy muy emocionado!

—Nunca te había visto tan feliz ¡tendrás gemelos Luka! ¿Crees que sean niños o niñas? —pregunté sonriendo.

—Niñas, sin duda. Las llamaría "Zoe" y creo que el otro nombre lo elegirá Kami. —Rió.

—¡Que lindo! Ya verás que el embarazo saldrá de maravilla y tendrás unas hermosas niñas. —Toqué su hombro.
—Seras un excelente padre y un buen ejemplo a seguir.

—Gracias, no sabes lo bien que me hacen sentir tus palabras. —Nos dimos un abrazo.

—Nath ¿Puedo hablar contigo un momento? —Adrien se acercó a mi.

—Bueno, yo tengo que irme. Nos  vemos luego Nath, adiós Adrien.—Luka se despidió.

—Adiós Luka. —Adrien saludó con la mano.

Adrien estaba algo pálido.

—Conseguí un nuevo empleo. —Sonrió tímidamente.

—Eso fue rápido, felicidades. —¿En donde vas a trabajar?

—Modelo.

No creíque volvería a trabajar como modelo.

—¿Pasa algo? —Pregunté confundido.

—Conseguí empleo con Marinette.

—Oh, ya veo.

No he sabido mucho de Marinette desde la Universidad, pero no quiero que Adrien trabajé con ella. Ya me lo quitó una vez, no lo hará dos veces.

—Nath, sólo es un trabajo de un mes y ella va a pagarme lo suficiente para ayudarte a pagar las quimioterapias de Evan. No quiero que te enojes. —Tocó mi mejilla con sus manos suaves y grandes.

—Esta bien y te lo agradezco de todo corazón pero ya sabes como es Marinette, sin duda ahora que te encontré no quiero perderte. —Estaba alterado.

—Calmate amor, tu sabes bien que no me interesa otra persona más que tú. Tú eres el único que conquistó mi corazón y eso nadie lo va a impedir. Ni siquiera Marinette. —Me abrazó.

—Lo sé amor pero ella me pone nervioso, ten mucho cuidado ¿si?

—Lo tendré amor, no tienes de qué preocuparte, soy tuyo y de nadie más.
—Me besó

—Puedo vivir con eso durante un mes.
—Reí. —Confío plenamente en ti.

—Me alegro que lo hagas, no sabes cuanto te amo. Amo tu forma de ser, tu cabello y tus hermosos ojos turquesa.

Sentí como mis mejillas se tornaron de rojo.

—Y yo adoro todo de ti, todo. —Besé su mejilla.

—Lo bueno es que mañana, Evan ya podrá ir a casa. —Sonrió.

—Es un alivio, así podré descansar un poco y empezar á buscar un  nuevo empleo.

—Dile a Evan que le llevaré un regalo. Mañana estaré en tu apartamento esperando a que llegue.

Nos despedimos y quedamos con vernos mañana temprano. Realmente le agradezco de corazón todo lo que hace por mi y por Evan.

[...]

Regresé a mi apartamento y tenía muchas cosas  en que pensar. Tenía menos de una hora para luego ir a trabajar con Marinette.
Kagami llegó a visitar, últimamente no hablamis como antes.

—¡Adrien! ¿Me estas escuchando?
—Preguntó Kagami, yo la verdad no estaba prestando atención a lo que decía.

—Lo siento Kami, es sólo que... Tengo mucho en que pensar y mi mente está que explota.

—Oye, se que te pasa algo, puedes decirme. Recuerdo que nos teníamos mucha confianza ¿Qué pasa?
—Preguntó dulcemente.

—También estás rara, las pocas veces que hemos hablado te he notado distinta ¿todo está bien con Luka?

—Que te parece, si jugamos piedra papel o tijera y el que pierda  empezará a contar que es lo que está pasando.

—Me parece buena idea. —Sonreí.

—Piedra.

—Papel.

—Tijera.

Kagami ganó.

—Bien, supongo que tendré que empezar yo. —Reí, me hacía falta pasar un rato con mi mejor amiga.

—Soy todo oídos. —Sonrió.

—Verás, hace seis años, antes de irme a Alemania tuve una relación con esa chica de la que te hable ... —Me interrumpió.

—Marinette ¿verdad?

—Sí, ella misma. Pues a lo que voy es que yo salía con ella sólo porque trabajaba con mi padre y él me obligaba a estar con ella  pero yo nunca sentí amor por Marinette, era una relación por compromiso.

—Eso lo sé Adrien, pero no entiendo que tiene que ver Marinette con lo que te está pasando actualmente.

—Bueno, realmente no recuerdo mucho como fue mi último día antes de irme a Alemania pero de lo que si estoy seguro es que Marinette tubo un hijo mío.

Kagami sólo me veía con asombro.

—¿Ya conociste al niño? ¿vive con ella? Dime.

—No, el niño vive con Nathaniel, el niño es Evan. —dije y  Kagami no lo podía creer. Yo no lo puedo creer aún.

—Entonces eso significa que ella dio a Evan en adopción y Nathaniel lo adoptó. —Kagami me veía con preocupación.

—¡Exacto!

—¿Cómo llegaste a todo esto? ¿Cómo supiste que Evan es tu hijo? —Preguntó con asombro.

—Bueno, cuando le doné de mi sangre a Evan, una enfermera me dijo que mi sangre es tan compatible que pensó que era mi hijo; entonces le dije que hiciera una prueba de ADN sólo por curiosidad y le ofrecí dinero a cambio.

—Oye, eso estuvo mal, no debiste haberlo hecho sin consultar a Nathaniel. —Me hizo una mirada asesina.

—Lo sé, pero la curiosidad me estaba matando; lo hice y me llevé la sorpresa de mi vida. Siempre quise un hijo y me emociona muchísimo la idea de tenerlo y por eso busque a Marinette, no sólo por el trabajo sino por obtener información sobre Evan. —De cierto modo Kagami tenía razón, no debí haber hecho esa prueba de ADN sin la autorización de Nath.

—Mira, debes hablar con Marinette pero todo a su tiempo. Por el momento sólo actúa natural, trata de acercarte a ella  para que tenga un poco de confianza y diga toda la verdad.

—Tienes razón Kami, lo haré poco a poco. Ahora dime ¿Qué pasa? ¿Hay problemas entre tú y Luka? —Pregunté.

—Bueno ... No es algo malo como parece.

—Ten confianza en mi, jamás te juzgaría. —La tomé de las manos.

—Estoy embarazada, me enteré hace dos semana. —Sonrió.

—¡No me lo puedo creer Kami! ¡FELICIDADES! ¿Luka sabe sobre esto?

—Por supuesto y ambos estamos muy Felices, de hecho serán gemelos.
—Estaba muy feliz, jamás la había visto  así.

—¡Me alegro mucho por ti! tendré sobrinos. —Sonreí. — Pero ¿por qué no me dijiste nada? Creí que además de Luka sería la primera persona que lo supiera.

— Y lo eres Adrien, aún no le he dicho nada a mis padres así que eres  el primero. No te dije nada antes porque te estabas comportando extraño y me alegra que me dijeras el porqué, siempre  te voy a apoyar. —Me abrazó.

—Gracias Kami, yo también te voy a apoyar en todo —La abracé también.

—Tienes que ir a trabajar ¿no? Faltan 15 minutos para las cuatro de la tarde. —Miró el reloj.

—Se me hace tarde. —Tomé una de mis chaquetas y las llaves de mi auto.

—Suerte y ten cuidado con esa chica.
— Le di un beso en la mejilla.

—Hasta pronto.

Voy a necesitar mucha pero mucha suerte.

Continuará...

<3

Hola, me alegro que les guste está bella historia.
Me Di cuenta que cada vez son más lectores, eso me pone muy feliz y me inspira a  Seguir escribiendo.

Besos :*