11
La leucemia es una enfermedad complicada, se puede tratar con los tratamientos adecuados los cuales resultan ser muy costosos. Pero ¿qué estás dispuesto a hacer por una persona que amas?
Estaba muy angustiado por lo que le pueda pasar a Evan. Realmente tengo un gran aprecio hacia ese pequeño y me importa muchísimo lo que pase con su salud. Es por eso que en mi hora de almuerzo fui directo al hospital donde está Evan y Nathaniel.
De hecho conseguí un empleo hace poco como repostero. Quizá no sea mucho pero al menos trabajo en lo que me gusta.
—Dime que hay noticias de Evan. —dije mientras corría hacia Nathaniel.
—Sí. —Pude observar que Nathaniel había estado llorando, lo sabía porque sus ojos estaban hinchados.
—¿Nath? ¿Qué pasa? —Me acerqué a él.
—Adrien... Evan tiene leucemia. Está delicado.
Esas palabras me dejaron en Shock y no sabía exactamente que hacer. No es posible que Evan siendo tan niño sufra de una enfermedad tan grave como esa.
—No puedes ser. —Comencé a llorar.
—No puede ser, no a él.
—Lo sé, es muy difícil. —dijo entre susurros y yo lo abracé. —No quiero perderlo Adrien.
—Calmate Nath, todo estará bien. —Lo abracé más fuerte.
—Necesito un donante. Que su tipo de sangre sea O. Es muy difícil de encontrar un donante con ese tipo de sangre.
—Claro que no, mi sangre es de tipo O. Yo puedo donar le sangre.
No tenía idea que Evan y yo tenemos el mismo tipo de sangre, es un alivio.
—Sería de mucha ayuda Adrien. ¡Gracias!
—No hay de que Nath, sabes que haría cualquier cosa por ti y por Evan. ¿Cuando tengo que venir para que me saquen sangre?
—Mañana a más tardar.
—Aquí estaré, lo prometo. Ahora tengo que volver al trabajo, pediré permiso para faltar mañana.
—Bien, te veré mañana amor.
—Hasta mañana. —Le Di un ligero beso en los labios.
Haré lo posible para salvar a Evan, pase lo que pase.
Al día siguiente
Estaba en una habitación de hospital, una enfermera de edad avanzada colocó una aguja en mi brazo izquierdo y con una maquinar comenzó a succionar de mi sangre hasta poder conseguir más de un litro de sangre. Duele pero no me importa porque es para Evan.
—Listo, puede irse. —La enfermera me sonrió amablemente.
—Gracias.
Ella me dio un algodón con un poco de alcohol para que lo pusiera en mi brazo.
Luego fui a buscar a Nathaniel.
—Hola Nath. —saludé.
—Hola Adrien ¿Cómo está tu brazo?
—preguntó.
—Duele, pero luego recuerdo el por qué y se me pasa. —Sonreí.
—Gracias, te lo agradezco mucho. —Me abrazó.
—Pueden pasar á ver al paciente Evan. —El doctor salió de la habitación donde se encuentra Evan.
Nathaniel y yo entramos.
—¡Hijo! —Nath comenzó a llorar y abrazó a Evan.
—Papá. —Susurró Evan mientras tocaba el rostro de Nathaniel.
—¿Como te sientes pequeño? —Preguntó Nath mientras lo tomaba de las manos.
—Ya no me salió sangre por la nariz, él doctor dijo que eso es bueno. Pero te digo un secreto, la comida de aquí es peor que la tuya. —Evan rió.
—Lo sé bebé, esa comida es terrible. No he dormido en estos días y tampoco he podido tomar un baño. —dijo Nathaniel mientras tocaba la mejilla de Evan.
—Deberías ir a casa, yo estaré bien papá. El doctor dijo que saldré de aquí por lo menos en un mes.
Yo sólo veía con tristeza cada palabra que Evan decía.
—Te tengo una noticia...
—¿Cuál es papá? —Preguntó Evan emocionado.
—Adrien donó de su sangre para que tu estés mejor.
—¡¿Enserio?! ¡Gracias Adrien! —Me acerqué a abrazarlo.
—No hay de que pequeño, voy a donar la sangre que sea por ti —Le di un beso en la frente.
—Se acabó el tiempo de visitas, por favor salgan de la habitación —dijo el doctor que estaba en la entrada.
—Claro. —Nathaniel asintió. —Estaré aquí Evan, no tengas miedo.
Nathaniel se despidió del pequeño.
—Lo sé papá.
—Se fuerte pequeño. —Ambos salimos de la habitación y Nathaniel estaba muy débil.
—Deberías ir a tu apartamento a ducharte y descansar un poco. —Sonreí. —Te sentirás mejor.
—No Adrien, no dejaré a mi hijo solo en este hospital.
—Tranquilo, me quedaré aquí mientras vas a tu apartamento. Te mantendré al tanto mi amor. —Deposité un beso en su mejilla.
—Tienes razón, iré a mi apartamento por ropa limpia y a descansar un poco.
—Me abrazó.
—No me iré hasta que vuelvas.
—Te veré luego mi amor.
—Adiós.
Pasaron un par de horas y una enfermera se acercó a mi. Era la misma mujer que había sacado mi sangre.
—Es lindo ver como un padre le dona sangre a su hijo. —Me sonrió amablemente.
—No no, Evan no es mi hijo, él es el hijo de mi novio pero lo quiero como si fuera mío.
—Que sorpresa su sangre es tan compatible, que supuse que era su hijo. Disculpe el error.
No tiene sentido, no hay manera de que haya demasiada compatibilidad entre nosotros dos. Sé que no es lo correcto pero quiero saber que tan Probable es que Evan sea hijo mío.
—¿Usted podría hacer una prueba de ADN? —Pregunté Con curiosidad.
—Claro que puedo, pero te costará.
—Sonrió.
—Le daré cincuenta euros, solo quiero saber si Evan puede ser mi hijo o algún pariente lejano. El fue adoptado hace seis años.
Se que está mal hacer esto, pero tengo curiosidad. Sólo espero que Nathaniel no se entere.
—¡Hecho! Te la daré los resultados en unas horas o hasta mañana. —Sonrió y luego se fue.
Ya quiero ver esa prueba.
Horas después
Pasaron unas cuantas horas y el doctor me dijo que podía entrar a ver a Evan.
—Hola pequeño ¿cómo estás? —Me acerqué a él.
—Hola. —Saludó. —Ya me quiero ir.
—Pronto nos iremos, ya verás pequeño. —Sonreí.
—¿Y papá? Ya es hora de dormir y quiero que me cuente una historia.
—Nath fue a casa por algo de ropa y a descansar un poco. —Toqué su cabello.
—Quiero verlo. —Sus lágrimas comenzaron a caer por encima de sus mejillas rosadas. Me sentí triste.
—Tanquilo pequeño, no llores. Ven, te contaré una historia. —Traté de calmarlo.
—Sí, que sea de príncipes. —Sonrió.
—Entonces será de príncipes pequeño.
Le conté una divertida historia sobre príncipes, luego se quedó dormido. Le Di un beso en la frente y salí de la habitación.
—Señor, los resultados están listos.
—La enfermera se acercó a mi con un pequeño sobre el cual me entregó.
—Gracias, aquí están los cincuenta euros. Se lo agradezco mucho. —Sonreí y estaba a punto de ir a baño para leer esos resultados.
El único detalle fue que alguien se dio cuenta de mi crimen.
¡Diablos!
Fui al hospital para ver como se encuentra Evan y de la nada me encuentro con el novio de mi mejor amigo hablando con una enfermera y dándole dinero. Quiero saber por qué lo hizo y necesito una explicación lógica.
—Hola Adrien ¿Como esta Evan?
— Pregunté.
—Oh... H-hola, él ya está mucho mejor. Por ahora tiene que hacer reposo.
—Sonrió nervioso.
—Me alegro. —Sonreí. —¿Por que le diste dinero a la enfermera?
—¿Yo?
—Sí, tu.
—Una pequeño propina. Es muy buena.
—No sabía que te gustaban mujeres mayores.
—¿Que? ¿La enfermera? Estas loco, es cuarenta años mayor que yo. —Rodó los ojos.
—Quien sabe. ¿Sabes si puedo ver a Evan?
—Sí, pero esta durmiendo, no lo despiertes.
—No iba a hacerlo. —Entré a la habitación donde se encuentra Evan durmiendo.
Sin duda Adrien oculta algo y lo voy a averiguar.
Continuará...
<3
Jejeje
Tardé un poco... Este capítulo es corto pero los deje con la duda. Wuajaja.
Bye:*
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro