Una Noche Agradable
( Viñeta LXIII)
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( Flaskback)
La platinada junto al pequeño, se miraban mutuamente y veían la triste escena juntos.
Koga salió envuelto en aquel torbellino de viento dejándolo totalmente triste y desolado, así como lo estaba su corazón o al menos eso creía.
Se quedó mirando perplejo a la nada misma, con sus puños fruncidos, susurrando un...
"Maldito"
Vieron como esa bella melena se ondulada con el viento y el olor salino no tardó nada en llegar a las fosas nasales de los demonios que lo estaban espiando.
__ Yasha, Yasha. __
Susurró , el pequeño apoyando sus manitos sobre el rostro de la demonesa quién, lo aferraba sintiendo que el pequeño parecía desesperarse al ver triste al Hanyo.
__ ¿ Quieres ir con él? __ preguntó, algo dudosa.
Shippo señaló en la dirección que había desaparecido y asintió con su cabecita.
__ Bien... Veremos que podemos hacer por tu amigo. ¿ Si?. __
Volvió a asentir mostrando su chupete rojo.
Un objeto muy significativo para el grupo de Kagome pero no para el resto de las personas que tal como alguna vez, quiso hacerlo con Natsuki para calmar la angustia de la demonia y no logró su objetivo puesto a que ella terminó por agredirlo.
Esta vez, quería consolar a su adorado Yasha.
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Se encontraba sentado sobre el verde césped .
El jardín del Oeste era sublime, majestuoso, al menos, esa parte que había quedado intacta tras la gran batalla.
Volvió a preguntarse; ¿ Por qué a él? Dando un largo suspiro.
__ Yasha... Yasha. __
Escuchó, la tierna voz de Shippo alarmandose, por un momento, creyendo que había llegado hasta allí solo.
Pero cuando notó que se encontraba acompañado de la deslumbrante mujer, volvió a respirar tranquilo .
Esta, dejó a Shippo en el suelo y el pequeño comenzó a correr de una manera muy tierna porque pese a ser un demonio pura sangre, seguía siendo un cachorro panzoncito y regordete.
Entre tanta tristeza que albergaba el corazón del hanyo, una sonrisa hermosamente, atractiva, se formó en su rostro dejando ver esos caninos sobresalientes tan característicos en él, para recibirlos en sus fornidos brazos y fundirlo contra su pecho.
Shippo era un cachorro y no entendía los problemas de adultos, ya tendría tiempo para ello cuando creciera. Mientras tanto, él como el resto del grupo se había procurado hacer su infancia lo más felíz posible.
Y allí, estaba él, cumpliendo su parte que pese a tener el corazón cristalizado en mil pedazos. El amor por el pequeño era más fuerte que cualquier otra cosa. Ayudaba a calmar un poco su angustia.
La demonia observaba a una corta distancia, sin saber si acercarse o no. Con sus mejillas sonrojadas y su corazón latiendo a mil, le parecía simplemente, encantador y no solo Shippo, sino también, ese Hanyo a quien debería odiar.
__ También te extrañé, enano. __ revolvió, sus cabellos ganándose una risita hermosa.
Shippo colocó su chupete en la boca del peliplata que aceptó aquella muestra de amor por parte del Kitsune que había aprendido desde muy pequeñito.
Cuando Shippo apareció en sus vidas. Kagome fue la primera en decir que debían quedárselo.
Fue todo muy repentino, que no tuvieron mucho tiempo, ni a pensarlo. Porque el pequeño, ya se econtraba instalado en la aldea junto a ellos sin percatarse.
Los días fueron transcurriendo y nadie llegó a reclamarlo.
La azabache parecía muy ilusionada al respecto, luego Sango ablandó su corazón sumándose a la descabellada idea para terminar por convencerlo a él y a Miroku.
El chupete aquel objeto que venía del mundo de Kagome solía calmarlo cada vez que lloraba, cada vez, que se sentía inquieto o ansioso y desde ese entonces el pequeño, creía que aquel poderoso y místico objeto del futuro tenía el mismo efecto relajante que el tanto amaba, en los demás.
Obviamente él y sus amigos sabían que no era así. Kagome se los había explicado, muy bien que era un objeto solamente utilizado por bebés y niños pequeños pero esa muestra afectiva del pelirrojo para con ellos, era su modo de querer consolarlos cada vez que sentía sus angustias, dolencias o tristezas, ya que su naturaleza era la de un demonio puro y pese a no entender mucho por lógica, podía olerlos.
No importase cuan mal estuvieran, si Shippo les ofrecía su "tete" ellos debían aceptarlo.
__ Creo que ya me siento mucho mejor. __ dijo, sacándose el chupete de la boca para dárselo.
__ Mejol. __ respondió, apoyando sus manitos sobre sus mejillas utilizando un poco de su fuego mágico sin dañarlo .
El platinado solo cerró sus ojos. Shippo era simplemente, asombroso. Él junto a sus amigos no daban crédito lo inteligente y poderoso que era, inclusive en su plena inocencia, se sentían afortunado por haber recibido tan hermoso regalo de la vida.
Cuando lo escuchó carcajear abrió sus orbes dorados.
Irazue sin invitación se sentó al lado de ambos.
Shippo no tardó en saltar nuevamente a sus brazos.
__ No me cansaré de decir que le agrada demasiado. __
__ Obvio, es mi nieto. __ respondió, soberbia.
Inuyasha por un momento se olvidó de su gran angustia y se perdió en el bello rostro de la demonia.
Quedó sin palabras, sonrojado, realmente nunca había visto tanta perfección.
__ ¿ Te han comido la lengua los ratones o qué?. __ preguntó, arqueando una ceja al ver su rostro rojo con su boca levemente abierta.
El sacudió su cabeza y rascó su nuca, algo nervioso.
__ Me he olvido por momentos que es la madre de Sesshomaru y que ahora Kag es su mujer. Tiene razón, Shippo es su nieto pero también es mi pequeño. __
El pelirojo comenzó nuevamente a mostrar su fuego mágico pero esta vez, mostró la habitación de Rin donde la pequeña se sentaba en su gran futón y se restregaba sus ojitos algo desorientada de tanto dormir.
__ Rin, Rin, Rin. __ comenzó a decir el pequeño mientras saltaba.
__ Por lo que veo Rin ha despertado. __ dijo, colocándose en pie para tenderle una mano a la mujer que la miró por unos segundos, desconfiada.
-- Son tan varoniles--
Inuyasha al ver que ella no aceptó su ayuda simplemente, iba a alejarla pero cuando iba a hacerlo, ella tomó su mano y ambos, inmediatamente, sintieron una corriente eléctrica que recorrió cada parte de sus cuerpos.
La jaló contra él de manera lenta sabiendo que sostenía a Shippo. Ambos se miraron por unos segundos con sus rostros totalmente, sonrojados, besandose con sus miradas, más no con sus labios pero solo ellos, supieron cuanto uso de su mayor auto-control tuvieron para no hacer lo que él gran magnetismo los estaba obligando a hacer.
__ ¿ Ya puedes soltarme, no?. __
Irazue por dentro, era una colegiala gritando Kyaaaaaa pero por fuera se mostraba fría y enigmática.
Pero debía admitir que le gustaba demasiado, oler el dulce aroma del platinado.
__ S.. si.. lo siento. __
Caminaron hasta los aposentos de Rin donde una pequeña muy efusiva saltó a los brazos del platinado que llevaba tiempo sin ver. Felíz de estar allí junto a su abuela, tío y su hermanito, jugaron y platicaron durante toda la noche contándole todo acerca de la fascinante vida de Kagome.
Inuyasha le había relatado toda la historia desde el comienzo hasta al final, sin omitir detalles, sorprendiendo a la demonia al saber que su nuera provenía del futuro y entre risas y juegos.
El peliplata junto a la pequeña castaña, revolvieron la mochila amarilla de la azabache, sacando todos los snacks para comerlos y sorprender a la demonesa con la comida ninja del futuro y lo sabrosa que esta sabía.
Se econtraba más que fascinada, estaba extasiada y no solo por el increíble relato sino por él.
Sentía que le robaba el aliento, cada segundo, más y más. Su corazón latía desenfrenado. Todo de él le atraía como una abeja cuando ve una hermosa flor.
Quería sanar su corazón, quería saber que sabor tenía esa parlanchina boca.
Fue demasiada información y juego durante toda la noche.
Los cuatro se habían divertido tanto pero tanto que llegada cierta hora donde el amanecer amenazaba con salir, cayeron en un gran y profundo sueño.
Primero los adultos.
Rin y Shippo rieron bajito sonrojados, al ver como Inuyasha aferraba a Irazue que lo abrazaba del mismo modo.
Ambos niños agarraron sus cobijas y buscaron un lugar entre ellos para colarse y ser mimados también.
Luego de acomodarse inocentemente, finalmente, se durmieron de igual manera.
Muy relajados y protegidos. Entre los brazos de los peliplatas que incocientemente, estaban muy aferrados él uno al otro.
Sin saber que luego de tal acto descuidado, deberían de dar muchísimas explicaciones a cierto, cuestionador, platinado gruñón...
( Fin del Flaskback)
Continuará....
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Buen día, gente ❤️
Aquí con un nuevo capítulo. ¿ Qué tal? ¿Vieron que no sucedió nada esa noche? Jajaja Sesshomaru exageró un tantito puesto a que ellos se durmieron cansados 🙂↔️
Veremos que tal luego. Quiero que se súper enamoren 😍
Sin más, les mando un fuerte abrazo de 🐻 y nos leemos mañana sin falta 💕
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