( Viñeta XXXIV)

************************************

*************************************

_____________&&_________&&____________

Los pequeños muy divertidos propusieron preparar galletas para sorprender a su mamá cuando esta, despertase.

Esta vez, Sakura sería su mentora. La demonia aún se econtraba tratando de regresar su alma hacía su cuerpo luego, de ver a los pequeños volando a semejante altura.
Temía volver a dejarlos solos porque en cuestión de segundos sabía que podrían desatar el mismo caos que momentos atrás.

__ No hay más banana, tampoco hay manzanas. __ dijo, rin buscando en los enormes cestos donde se guardaba la fruta, haciendo un puchero con sus labios.

__ Nana. __

__ Shippo quiere comer banana. ¿ Podría traernos algunas? Mi hermano come mucha fruta. Es como papá. __

La castaña le daba su mamila mientras ella en un vaso con un soberte también tomaba su leche.

¿ Qué no había nadie para encárgarse de ir a recolectar las frutas y las verduras?

Pensó, la demonesa sin saber que hacer puesto a que no quería perder de vista a los niños y que ese, no era su trabajo. Ella debía estar allí sin quitar los ojos de los pequeños, más sabiendo ahora como se comportaban en compañía.  Esos rostros angelicales eran una simple fachada.

¿ Qué debía hacer?.

__ No nana, no nana. __ Shippo, comenzó a llorar pidiendo su fruta favorita.

La castaña lo abrazó tal y cuál se lo había enseñado su mamá. 
Kagome siempre le explicaba a Rin que Shippo era un bebé aún y que no sabía controlar sus emociones por eso cada vez que lloraba aunque fuese por algo insignificante, había que consolarlo y hacerlo sentir acompañado.

__ No pequeño príncipe, no llore porfavor. __ lo cojió en brazos. __ Ahora mismo iré por muchas bananas, manzanas y todas las frutas que deseen.

Sakura volvió a sentar al pequeño junto a Rin y se inclinó hacia ellos.

__ Por favor mi pequeña debes prometerme que vigilarás a tu hermano y jurarme que no harán lo mismo que hicieron hace un rato. Nada de volar, ni de jugar de manera arriesgada porque el Amo se enojará conmigo. ¿ Puedes prometermelo?__

__ Lo prometo, Señora Sakura. La quiero. __ dijo, ganándose una sonrisa de la demonesa.

__ Tambien te quiero. Mientras desayunan pueden ir mezclando lo que dejé en esos recipientes. Así sorprenden a su mamá ¿ Si?. __

A ambos se les iluminó el rostro y prometieron portarse bien y terminar su desayuno.

__ Me tardaré solo unos momentos. __

Los niños siguieron sentados tranquilamente sobre las alfombras terminando su leche y comiendo algunos duraznos que quedaban allí mientras veían alejarse a Sakura.

____________&&___________&&___________

Sesshomaru abría sus parpados pesadamente sintiendo un leve peso sobre suyo.

-- No puede ser cierto. Me he quedado dormido. --

( El amor...)

-- Callate tú. --

Se movió con mucho cuidado acomodándose de mejor manera.

__ Mnn... __ Un leve gemido se escapó de los labios de la azabache y sus pequeños brazos se aferraron aún más al fornido cuerpo de su demonio. __ mio__ susurró, aún dormida.

__ Claro que sí, todo tuyo. __

La abrazó y acarició todo su cuerpo desnudo, hundiendo su rostro en su frágil cuello impregnandose de su delicioso aroma.

( Deja de apretarla de ese modo idiota)

-- Callate envidioso--

Sesshomaru comenzó a besarla suavemente por su cuello, luego por su rostro para finalmente besar sus labios y culminar por morder levemente esa respingada nariz que le encantaba.

Sus manos la colmaban de caricias y no se prohibía de acariciar con adoración sus hermosos atributos.

__ Mía, mía, mía. __

Era muy difícil de calmar su sed de ella pero era de suma importancia que su hermosa humana descansara todo lo que su pequeño cuerpo pidiese.

-- No puedo dejar de besarla. --

( ¡Te me calmas!)

-- Nunca dejaré que se aleje de mi lado--

( Más te vale)

Kagome estaba en el décimo octavo sueño. Su cuerpo había quedado tan exahusto que aunque Sesshomaru se encontrase sacudiendola levemente y por momentos se pasase de fuerza con sus abrazos, la joven en sus sueños sentía una cálidos masajes, ya que no tenía pensado despertar por muchas horas.

-- La amo demasiado Yako. --

( Siempre lo supe cachorro. Hubo veces que quería matarte pero se que ahora en más harás las cosas bien con nuestra Ama pero por el momento solo déjala dormir, ella realmente necesita descansar. Recuerda que queremos más cachorros. Solo tenemos dos eso es muy poco para llenar nuestro hogar. )

-- Tienes razón. --

___________&&____________&&____________

Natsuki, Serena y Lirio eran tres hermosas demonesas hijas del Lord del Sur.

Residian en el Oeste hace algunos largos años tras petición de su propio padre quien anhelaba que Sesshomaru tomase a alguna de sus hijas como legítima compañera, no importase a cual de las tres.
Simplemente, estarían a disposición de él, según lo que el Lord del sur decía, más no era tan así.

El platinado cansando del hostigamiento por parte del Ryoka decidió aceptar que las demonesas vivieran en su castillo y si ellas quisieran formar parte del" Harem que él tenía " eran bienvenidas.

Nunca les prometió nada ni a ellas, ni al demonio simplemente, no quería conflictos.
Él sabía que nunca tocaría a las hembras pero tampoco le molestaba tener más variedad para su ejército aunque si las demonias no querían fornicar con sus soldados, estos no tenían permitidos tocarlas puesto a que eran hijas de un Lord y la menor de ellas, apenas era una cachorra cuando llegó al Oeste.

Lirio la hermana de en medio no dudó ni por un minuto en aceptar la propuesta de su padre.
Puesto a que sabia que jamás tendría una oportunidad con Sesshomaru-sama a quien respetaba y admiraba mucho por su gran poder, tomandolo como referente y soñando con algún día ser tan fuerte como lo era el demonio.
Se econtraba fascinada con el tremendo poder que se cargaba el peliplata más su orientaciones sexuales eran otras, unas que mantenía muy recelosamente en secreto porque si se llegara a saber, su desenlace sería una triste ejecución. Alejarse de sus propios padres era la única solución para no ser obligada a ser tomada por algún demonio sin su consentimiento. Se sentía a salvo en el Oeste puesto a que nadie tenía el derecho de ponerle un dedo ensima sin si ella no lo desease.

Por otro lado estaba Serena

Ella era la menor de las hermanas. Una hermosa y joven demonesa con un carácter apático. De muy poco hablar y de suma inteligencia y belleza.
La verdad es que no era felíz.
En su corazón había mucho dolor y rencor tras haber sido ofrecida como un trozo de carne por parte de sus progenitores los mismos quienes le dieron la vida, no les importó nada más que el poder.
Y agradecía siempre a todos los kamis que Sesshomaru pese a lo sanguinario que pudiese ser, no tuviese interés en ella, ni ningún tipo de morbo como muchos demonios en esa época.
Apenas era una pequeña cachorra cuando llegó al Oeste y pudo decir que no le alcanzaría la vida para agradecerle al platinado por haberla salvado de que su inocencia sea arrebata a temprana edad.
Ella si reconocía el gran atractivo del demonio, no estaba ciega pero ni bien piso el Oeste su corazón ansiaba a cierto general que sin saberlo se robaba los suspiro de la joven demonesa.

Y por último, estaba Natsuki la hermana mayor, la primogénita del Sur.
Quien se enamoró de Sesshomaru desde el primer momento en que lo conoció cuando tan solo eran unos cachorros.
Soñaba con él, lo anhelaba, lo amaba más que a su propia vida y en el momento que su padre les dijo que se irían a vivir al Oeste fue la mujer más felíz de todo el Sengoku. Aunque no le agradaba que estuviesen sus hermanas de por medio puesto a que no quería competencia alguna también sabía que Sesshomaru nunca podría fijarse en sus hermanas después de todo, para ella eran unas "raras".

El tiempo transcurrió, con ellos los días, convirtiendose en meses para culminar en años.

Sesshomaru nunca la tomó como su legítima compañera. Pese a que en más de una ocasión se le ofreció, él siempre la rechazó, alegando lo mismo.

" Mantente lejos de mi"

Pero eso nunca había sido suficiente para la insistente blonda.

En más de una ocasión sus hermanas le habían dicho que " guardara un poco de decoro" o que " no se siguiera humillando de aquel modo" puesto a que si quería algún demonio, cualquiera estaría más que interesado en ella, después de todo poseía una gran belleza.
Pero que no debía tentar a su suerte con el platinado porque corría el riesgo de cansarlo y que este acabara con su vida.

Natsuki nunca quiso comprender, nunca quiso escuchar el consejo de sus hermanas.

Hasta el día anterior donde Sesshomaru tomaba por compañera a una humana y para peor aún. Una repugnante y asquerosa sacerdotiza.

La demonesa había llorado desconsoladamente bebiendo sake sin parar durante toda la noche. Sus hermanas la habían estado vigilando durante largo tiempo pensando en que quizás tras su despecho fuese capaz de interrumpir el apartamento de su Lord con la humana.

Eso significaría una muerte lenta y dolorosa y pese a que diferian en todo sentido con Natsuki no querían ello para su hermana.

Aquella noche se entregó a muchos demonios dejando que la penetren hasta el cansancio pues claramente virgen no era pero tampoco había hecho una orgia en su vida, hasta ese momento cuando su mundo se vino abajo.

Lirio y Serena sabían que lo que había hecho su hermana fue meramente por puro dolor pero prefirieron que fuese así a que cometiera alguna descabellada imprudencia y terminara sin cabeza.

Ambas cansadas de haberla cuidado incluso cuando estaba siendo sometida bajo 4 soldados terminaron por dormirse hasta muy tarde.

Natsuki acababa de despertar con mucho dolor de estómago. El sake estaba pasando factura de las grandes ingestas para un demonio como lo era ella que no podía tolerar tanto alcohol.

A duras penas se dirigió a la gran cocina llevándose una gran sorpresa al ver el tremendo desastre que había allí.

Harina por todos lados, huevos, agua y otras cosas más.

Notó rápidamente los responsables de ello que jugaban con unos recipientes mezclando algo de aroma dulce que solo le revolvía el estómago, aún más.

La niña que tanto aborrecia desde que Sesshomaru la había traído y ahora él agregado Kitsune que había venido en compañía de la asquerosa humana.

La ira, la furia y toda su sangre hirvió en sus venas, deseaba matarlos .

__ ¡ Malditos ! ¿ Cómo se atreven a hacer semejante desastre? . __

A la demonia le brillaron sus ojos y los  movió de lado como el reptil que era.

Y en un repentino ataque de ira,
con su báculo destrozó la mamila de Shippo haciendo llorar a ambos pequeños, que se asustaron y gritaron de terror.

__ ¡ Amo Sesshomaru!. __

Continuará...

_____________&&__________&&____________

Buen día gente ❤️

Aquí la madrugadora jeje 😅 decime que estás grande,  sin decirme que estás grande ( se despierta un sábado a las 7 am)

Bien como verán se va armar una que patitas pa' que te tengo si fuera Natsuki, no me gustaría estar en sus zapatos. Asi que veremos que sucede mañana 🙈

Les mando un fuerte abrazo de 🐻 que tengan un excelente finde 🙏 y nos leemos mañana sin falta ♥️