( Viñeta XI)

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Inuyasha movía su nariz olfateando, hasta que la brisa le trajo un leve rastro de un aroma conocido para él y sobretodo para el ojiazul.

__ También puedes olerlo, ¿ no es así?. __

Koga asintió realmente preocupado.
¿ Sería posible... que Ayame hubiese llegado cuando él, se encontraba muy entretenido con el hanyo?.

__ Debes ayudarme a buscarla. __

__ Tienes algún posible lugar en mente... No lo sé, quizás... ¿ Dónde ella pueda esconderse?. __

El ojiazul pensó y pensó, más ni una idea se le cruzó por su.
El gran nerviosismo le ganaba además,  la pelirroja nunca solía hacer ese tipo de cosas como enojarse y esconderse. Estaba totalmente desorientado.

No hizo falta palabras para que el platinado comprendiera que el moreno, no tenía ni la más minima idea.
No es como si todas las mujeres fueran Kagome que cada tras disgusto le gritaba un par de
"Abajos" y decidía marcharse de regreso hacía su época, haciéndole más fácil, encontrarla tras alguna discusión.

__ Creo que primero deberíamos ir hacía la aldea. __

__ ¿Por qué?. __

__Ya sabes... __ hizo un gesto muy característico en él con sus manos. __ Quizás, fue en busca de Sango y Kagome, son amigas, torpe. __ explicaba como si fuese lo más obvio.

-- Maldición Kagome!--

Recién, comprendía que si sus especulaciones eran ciertas. Ayame ya le habría contado absolutamente todo a la azabache. Sintió por un momento su corazón detenerse. Solo esperaba que la ojiazul no haya regresado de su época.

__ Bien, andando.

Inuyasha ni terminó de escucharlo que se encontraba corriendo a toda velocidad.

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Ambos hombres llegaron en cuestiones de segundos a la aldea y se adentraron a esta de manera rápida. Notando que el monje se encontraba, hirviendo agua en una gran caldera y sobre una manta tendida en suelo, había diversos alimentos, algunos muy conocidos y apreciados por él.

No hacía falta ni preguntar, Kagome se encontraba de regreso.

__ Buenos días, mis queridos amigos. Desean desayunar junto a Shippo y este servidor?. __ ofreció de muy buen humor el pelinegro.

Inuyasha obvió cualquier palabrería del monje y fue directo al punto.

__ ¿ Kagome se encuéntra de regreso? __ miraba en todas las direcciones. ¿Adónde está? __ ya que apenas podía sentir su aroma.

__ Mmm... Pues.. realmente no lo sé. __ hizo un gesto con sus hombros. __ Ayer por la noche salieron en dirección al bosque junto con mi amada Sango y su gran mochila amarilla llena de provisiones. Alegando que sería "una noche de chicas". __

__ ¿Noche de chicas? __ preguntaron, al unísono.

__ Les dije que podría vigilarlas pero Sango me amenazó con su Hiraikotsu si me atrevía a entrometer mis narices. Y pues ya sabes... __ se rascó la nuca.

Lo dejaron con la palabra en la boca que tanto hanyo como el lobo  se adentraron nuevamente, en las internas del bosque corriendo, desesperadamente.

Inuyasha tenía la certeza de donde debían de estar.

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( Palacio del Oeste)

Sesshomaru había solicitado ni bien, llegó a su palacio que llenarán la fuente de su baño con agua helada.

Allí estubo por largas horas meditando todo lo acontecido durante la noche anterior y aquel secreto que lo llevaría a la mismísima tumba.

Su cabeza parecía estar en un torbellino aunque quien verdaderamente se encontraba en un torbellino era su corazón.

Llevó sus manos hacía sus labios y rugió con furia y fuerza ganandose un grito por parte de su servidumbre que no sabían del porque su amo se encontraba tan enfurecido.

Estaban atemorizados con ir a golpear la puerta del dormitorio pues debían de avisarle que el desayuno estaba servido.

Nadie se atrevió pero un astuto demonio le pidió el favor a la pequeña princesa. Sabía que el Lord no podría enojarse con la niña.

Rin, ingresó al cuarto del peliplata muy felíz como era de costumbre en ella, dando saltitos.

Sesshomaru se encontraba sentado en su futón. Apoyando su cabeza contra la pared mientras tenía sus párpados cerrados, no lograba pensar en otra cosa que no fuese la onna.

Ni siquiera preguntó, apoyó su manito sobre la suya y los instó a bajarse, sacándolo de sus pensamientos.

Sabía que la niña había ido en su búsqueda porque ya era el horario de desayunar y por nada en el mundo la pequeña, desayunaría sola.
Siempre debía ser en presencia de él, no importase si ese día, desease permanecer solo encerrado en su habitación.

La castaña tomó asiento a su lado y se sentó con una sonrisa de oreja a oreja ignorando el mal humor de su adorado platinado.

__ Si Rin, come toda su comida... ¿ El Señor Sesshomaru la llevará a jugar con Shippo y mamá?. __

-- Rin no ayudas en nada.--

( Nuestra cachorra solo está aburrida.)

Movía sus párpados tan rápidamente que pese a cualquier fastidio, lo hizo sonreír.

Definitivamente Rin siempre tenía una condición para todo. Si hacía algo debido necesitaba recibir una recompensa a cambio. Nada de lo que hacía la niña era sin fines de lucro, incluso algo tan simple como lo era terminar con su desayuno.

__ Lo pensaré. __

Sonriente y con una victoria asegurada aplaudió, entusiasta.

El demonio tenía la excusa perfecta para llegar a la aldea nuevamente y ver que es lo que había sucedido con la humana luego de la noche anterior y si había logrado sobrevivir a tal ingesta de alcohol.

Yako sonreía victorioso desde su interior.

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Koga e Inuyasha se dedicaron una fugaz mirada. Caminaron de manera lenta, tratando de procesar que había sucedido allí.

Las tres mujeres dormían sobre una gran manta.

Estaba lleno de muchos envoltorios y botellas alrededor de ellas. El olor de alcohol se esparcia por el mismo aire proveniente del cuerpo de las féminas.

__ ¿A caso, están ebrias?. __ cuestionó, intrigado el pelinegro que se arrodilló a la altura de la pelirroja quien tenía prácticamente el rostro cubierto por sus propios cabellos.

__ Eso parece. __ acarició, los azabaches cabellos. Pese al hedor de alcohol Kagome olía algo diferente, Inuyasha no quería incomodar a Koga pero necesitaba acercarse más a la ojiazul para saber que era ese otro aroma que prevalecía en ella.

Pero fue interrumpido por el grito que dio Ayame al despertar y ver a Koga frente suyo.

__ ¡¡Tú!! mal....

La pelirroja no terminó por decir nada que todo lo que había comido y bebido por la noche, terminó sobre Koga.

Tras los gritos. Kagome se levantó abruptamente, sintiendo un fuerte mareo que hizo que llevase sus manos hacía su cabeza.

__ Tranquila. __ Inuyasha la ayudó a sentarse mejor y dejó que recostara su cabeza contra su pecho.

__ No me siento muy bien. __ dijo, en voz baja la azabache. Aunque, ella sabía muy bien que eso era debido a la resaca. Y pese a cualquier malestar, no podía evitar, sentirse llena de felicidad tras el sueño tan real que había tenido durante esa noche. Un punto para alcohol.

Koga sostenía el anaranjado cabello mientras Ayame no dejaba de vomitar explosivamente contra
un desafortunado árbol.

__ Kag... Hueles.. hueles algo...

El hanyo no pudo continuar porque sobre su espalda una castaña devolvía todo lo ingerido sobre el rojo ahori.

__ ¡¡¡Ahhhhh!!! ¡¡¡ Quitamela!!!

Gritaba Inuyasha tapándose la nariz corriendo hacía las aguas para arrojarse allí.

Kagome solo sonrió cubriendo su boca y viendo como había acabado su "noche de chicas".

Llevó sus dedos hacía sus labios y los rozó, suspirando, pensando en alguien que había prometido no pensar más, pero allí estaba ella, obstinada como siempre, esperando que algún día, su sueño se vuelva realidad.

-- Sesshomaru... --

Continuará...

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Buen día, mi gente ♥️. Como verán cambié de portada, espero les guste 🥰 . Aquí con otro nuevo capítulo de este fic que uff estoy muy emocinada escribiendo. Además, me terminé por comprar un celular nuevo wiiiii 🥳 ya tendré para llenarlas de imágenes y tambíen poder trabajar a gusto en mis otros fics.

Les mando un fuerte abrazo de oso 🐻 y nos leemos mañana, sin falta 🥰