Dolor
( Viñeta XVI)
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( Sonidos de Alarma)
La azabache apretó sus párpados con fuerza, tratando de evitar de algún modo, el molesto sonido.
Con mucho pesar, abrió sus ojos, percatadose que no se encontraba en su habitación, sino en el Sengoku, si, en su nuevo hogar.
Se giró, muy adolorida sobre la cama y revolvió un pequeño bolso de mano donde se encontraba su I-phone que sin percatarse, había traído por equivocación a esa era y para su sorpresa aún, conservaba batería.
Lo apagó rápidamente, esperando que el ruido, no haya despertado a los más pequeños.
Después de todo, marcaban las 6:30 am. Aún, no amanecía.
Lograba ver como el reflejo de la Luna se filtraba a través de su ventana.
Trató de sentarse.
Pero fue tan punzante y agudo el dolor que sintió en todo su bajo vientre incluyendo en su pubis que debió llevar una de sus manos hacía su boca y morder su dorso para no gritar de dolor.
Ese mismo dolor, que le recordó que es lo que había hecho.
-- Sesshomaru. --
Inmediatamente, en su mente comenzaron a proyectarse miles de imágenes de él junto con ella, haciendo el amor, en un hermoso prado.
Sus mejillas quemaron al instante y esta vez, sin importar el intenso dolor se sentó. Apoyando su espalda contra el respaldo de madera de su nueva cama.
Agarró su vientre con ambas manos y largó todo el aire contenido. No podía ser normal sentirse así.
Notó, rápidamente que se encontraba cubierta con la manta que horas atrás, él, le había obsequiado .
Quería decir que...
La había arropado.
Su corazón latió, desenfrenadamente, al imaginarse tal escena.
Aunque...
¿ Dónde se encontraba él?
¿ Se encontrará fuera? __ se preguntó, ingenuamente, creyendo que el demonio quizás, estaría reposando contra algún árbol como ella sabía, a él, tanto le gustaba hacerlo.
Se descubrió y rápidamente su vista descendió hacía sus propias piernas que se encontraban completamente manchadas por su sangre, al igual que las sábanas de su cama.
Llevó sus manos hacía su boca, de la impresión.
Se asustó y temblorosamente levantó su Hamakka viendo que aún seguía, sangrando un poco.
-- Hicimos el amor... Y él... Y él, es un demonio--
Trató de tranquilzarce porque sería peor si entraba en pánico, era más que sabido que algo así seguramente sucedería.
-- Calma, mantén la calma. --
Su primera vez, había sido tomada por un ser sobrenatural, con un miembro que aunque no haya conocido otros, estaba segura era demasiado grande.
-- Lo mejor será darme un baño y cambiar las sábanas antes que los niños despierten. --
Apoyó sus pies en la fría madera y se ayudó a levantarse usando como apoyo una pequeña mesita que se encontraba justo al lado de su cama pero era tan exageradamente doloroso, que le costaba mantenerse con sus piernas temblando de ese modo.
Dio, unos agonicos pasos, sosteniendo su abdomen, un tanto encorvada porque por cada movimiento que daba, leves gemidos de dolor salían de su boca.
Cojió como pudo su mochila donde tenía sus objetos de higiene personal y arrastrando sus pies por el suelo salió de su cabaña, mirando en todas las direcciones, esperanzada de ver por algún lado, aquella hermosa melena plateada, más no fue así.
No comprendía pero siguió su camino a duras penas hacía el lago.
Dejó caer su ropa manchada, la misma, que estaba más que segura él, le había colocado e ingresó al agua helada, gritando de dolor.
-- Duele... duele demasiado. --
Mientras jabonaba su cuerpo con sumo cuidado, siguió pensando ingenuamente, que quizás regresaría en algún momento.
El baño duró más de lo debido porque incluso el lavar su cabello fue doloroso porque tras cada movimiento que ella hacía todo su cuerpo dolía.
Eligió colocarse un holgado vestido rosa, ya que el sol se dislumbraba en el horizonte, avisando que estaba amaneciendo y que quizás, solo en momentos, sus pequeños ya se encontrarían despiertos, más que hambrientos, esperando por la comida favorita de ambos, si, el desayuno.
El caminar era toda una odisea, la experiencia más dolorosa de su joven vida.
Incluso estaba decidida a preparar con sus pocas fuerzas, el desayuno, luego.
Lo haría en la cocina que Inu le había colocado fuera de su cabaña para no generar ruidos y poder quejarse sin tantas restricciones.
Colocó una pava con agua para la infusión del té así cuando llegase el momento de hervirla ya estubiese todo listo.
Tenía muchas ganas de sorprender a sus niños con algo elavorado por sus propias manos pero su cuerpo no se lo permitía.
Asi que, solo optó por pensar en hacer bastantes huevos revueltos y acompañar con budines y pan de campo que había traído para llenar la despensa.
Sus pequeños estarían fascinados de todos modos, pero algo en ella comenzaba a entristecer lentamente, quizás, su cabeza le estaba pasando una mala jugada y ya.
Él debía haberse marchado porque después de todo era un Lord y los de la realeza tienden a tener muchas obligaciones que ella claramente, desconoce.
Rin solía hablarle a menudo, que el peliplata se la pasaba encerrado en un cuarto "cumpliendo su deber".
-- Seguro ha de ser por eso.--
Nuevamente, quiso auto-converserce.
Dejó preparado todo para cuando llegase la hora de preparar el desayuno y volvió a ingresar a su cabaña no sin antes, sujetarse con todo lo que podía y tenía a mano.
Se dirigió a la habitación de sus pequeños que sin percatarse, llevaba horas sin verlos.
Trató de no hacer notorio su dolor pero cuando ingresó a esta, quedó congelada en su lugar, al percatarse que solo quien reposaba en su cama era su niño, más la cama de su pequeña, se encontraba vacía.
Por un momento, sintió su mundo desplomarse y temblando no solo de dolor, caminó hasta la pequeña camita, notando también, que su manta no se encontraba.
Llevó ambas manos hacía su boca para tapar el gemido ahogado que se escapó de ella, al comprender la triste situación.
Sus ojos inevitablemente, comenzaron a picar, cubriendose por lágrimas que rápidamente, secó.
Tomó un pequeño osito de peluche y lo abrazó con todas sus fuerzas, conteniendo esta vez, no solo su dolor corporal sino, el dolor que sentía su desolado corazón.
-- ¿ Por qué se la ha llevado?--
No comprendía porque se había llevado a Rin pero no era ingenua, sabía que luego de aquella apasionada entrega, ella, se había dormido debido al gran cansancio.
En eso el demonio parecía haberla vestido aunque todo ello, eran especulaciones de su mente, ya que no recordaba más que haberse despertado en su cama arropada. Era una obviedad que él, la había traído hasta su hogar.
Kagome sabía que en ese horario, más que seguramente, su niña debía seguir durmiendo. No tenía dudas que Sesshomaru se la había llevado aprovechándo la situación cuando vino a dejarla a ella a la cabaña luego de hacer el...
-- ¡Basta!--
Se negó rotundamente a seguir pensando en lo acontecido.
Notó, como él fuego del leño iba consumiendose por completo y de una pequeña cesta de mimbre, tomó unos cuantos más, no sin antes, hacer unas muecas. Esa simple acción era terriblemente dolorosa. Pero quería que su pequeño siga durmiendo calentito.
Se acercó a él y besó sus pelirrojos cabellos.
Salió de allí a cuestas, no quería despertar a Shippo mucho menos, que la encontrase en aquél deplorable estado, su niño no merecía eso. No merecía ver su dolor que ella misma ganó, creyendo que alguien como lo era el demonio podía llegar a tomarla encerio. Era meramente, su culpa o al menos, ella lo sentía de ese modo.
Se dirigió a su habitación, imitando la acción de echar más llena al fuego pero esta vez, a su estufa.
Y con mucha bronca y resentimiento arrancó las sábanas de su cama. Esas mismas, que le mostraban que se había entregado con mucho amor a alguien que claramente, se había arrepentido de estar con ella.
-- ¡Soy una idiota! --
Dobló aquella sofisticada manta y la guardó, no quería verla más. No quería nada que le recuerde a él.
Dejó nuevamente todo impecable como debía de estar y en su botiquín buscó algún analgésico fuerte, para tratar de disminuir aunque sea un poco, ese martirizante dolor que sentía en sus mismísimas entrañas.
Una vez, que tomó la pastilla, decidió que la mejor opción sería recostarse nuevamente y tratar dormir un poco más, hasta que su pequeño despertase.
Lloró en silencio, hasta quedarse dormida....
Continuará...
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Buen día gente ♥️ Aquí con otro capítulo de este fic.
uff andaba haciendo las imágenes para Macabro y me he enamorado de Sesshomaru psicópata jajaja solo quería decir eso 🙈
Sin más que agregar, espero les haya gustado el capítulo y nos leemos mañana sin falta, les mando un fuerte abrazo de 🐻
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