( Viñeta LIX)

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La platinada ingresó a la gran cocina,  dejando el biberón sobre un gran mesón mientras se sujetaba de este y trataba de calmar su respiración.

Le era difícil, sumamente difícil para ser sincera con ella misma.

--¿ Por qué, aún duele?--

Se preguntó, llevando una de sus manos hacía el centro de su pecho largando todo aquel aire que llevaba contenido para no quebrar en llanto allí mismo y demostrar que al igual que todos ella también poseía sentimientos por muy extraño que pareciera. Unos que estaban, terriblemente, ocultos pero allí se encontraban, amenazando con salir a flote luego de ver a aquel Hanyo condenadamente, igual a él pero con aquel ingenuo mirar que le recordaba tanto a esa innombrable mujer que se atrevió a arruinar su felicidad tiempo atrás.

-- Maldita y repugnante humana. --

¿ Cómo no lo había notado antes? Era la copia exacta de Toga en su juventud solo que con unas adorables orejas peludas, incluso su voz.

Oh.... esa voz...

Esa varonil, juguetona y tosca voz que tanto le gustaba.

Se maldecía internamente, una y otra vez sin entender del porqué su bola mágica había omitido semejante detalle de lo que le sucedería al llegar al palacio  .

--¡ Inaudito ! --

Además...

¿ Por qué su hijo quería a ese desclazado allí? ¿ Desde cuando se conocían? ¿ A caso, se llevaban bien?
¿ En qué momento había sucedido todo ello? ¿ Y por qué rayos su piedra médium no le había mostrado todo?

Tomó su collar inspeccionandolo.

(Recuerda que no puedes controlarlo todo)

-- Hmph --

__¡ Claro que puedo !__ exclamó, enojada y azotó el mezon con ambas manos rompiéndolo en dos haciendo que la mamila que estaba allí cayera haciéndose pesados.

-- ¡ Maldición! --

Se asustó al ver que ese extraño recipiente de su ahora nuevo nieto yacía en el suelo hecho añicos. Trató de juntarlos con sus garras pero parecía no funcionar.

-- ¿ A caso nadie, vendrá a ayudar? ¡Soy la ama y señora de La Luna! --

Pensaba tratando de encastrar inútilmente, las piezas.

__ Descuide. Hay más de ellas. Yo no llevo la cuenta de cuantas he roto. __ dijo, Inuyasha que aparecía en la cocina junto con Shippo y una gran lata de leche que había sacado de la mochila de Kag junto con una mamila nueva.

Ella había estado tan distraída que ni lo había sentido cerca.

El platinado no esperó respuesta e ingresó al gran lugar con un Shippo muy sonriente y alegre que le movía sus manos a la demonesa.

__ ¿ Quieres ir con ella? __ preguntó, viendo que parecía fascinado con la demonia algo muy extraño en el pequeño ya que era un total desconfiado. Inuyasha se acercó a ella como si nada con total confianza sin saber todo lo que sucedía en la cabeza de la contraria y tampoco es que en ese momento el platinado estaba en condiciones de pensar mucho puesto a que se mantenía en pie por voluntad pero su corazón estaba destruido y por momentos parecía tener Flaskbacks de cierto moreno.

Irazue sorprendida tomó al pequeño en sus brazos que por primera vez, lo veía realmente despierto sorprendiendose con esos esmeraldas tan bellos. Shippo la miraba curioso divertido de ver cuanto se parecía a su papá y tocaba el bello rostro con sus manitos.

__ Es increíble. Shippo nunca quiere estar en brazos de personas que no sean de nuestro grupo. __

La ojidorada parecía que le habían comido la lengua, no podía emitir palabra.

Asi que, él al notar que ella no hablaba simplemente, comenzó a preparar la leche de Shippo. Ya era un experto en mamilas al igual que el resto de sus amigos.

No podía dejar de mirar la espalda del peliplata y como su cabello parecía danzar con cada agraciado movimiento que daba.

-- Él es mucho más hermoso --

Quiso abofetearse por tener aquel estúpido pensamiento.  ¿ Cómo ese macho iba a ser más hermoso que su Toga? Eso era una gran mentira.

Mientras Irazue parecía hipnotizada por el encanto de Inu. Shippo jugaba con el cabello suave y plateado de la mujer.

__ Inuyasha.__

Aquella voz hizo temblar al platinado.  ¿ Qué hacía allí? ¿ Cómo se había atrevido a ir en su búsqueda ?

Sintió unas enormes ganas de matarlo allí mismo pero cuando se giró con la mamila en mano, recordó que allí estaba Shippo junto a la preciosa madre de Sesshomaru y no era su intención asustarlos por culpa de un maldito hipócrita.

La platinada olía perfectamente la tristeza y desesperación del O'kami y la furia y decepción del Hanyo que tan solo minutos atrás era pura calma.

__ No se que quieres aquí pero espera fuera. __ respondió, acercándose a Irazue que se encontraba sentada junto al pequeño que muy gustoso recibió el biberón.

Inuyasha hizo una pequeña reverencia a la mujer que quedó un tanto preocupada aunque no lo admitiera, al oler tanta angustia y tristeza en él.

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Koga como primer acto que tuvo fue querer abrazar al platinado, aferrarlo a él y desgastar sus labios besándolo.

Pero Inu lo esquivo, saltando lejos. Apoyando una de sus manos, sobre la empuñadura de colmillo de acero.

__ Vuelves a intentar hacer tal idiotez y te mato. __

Sus palabras fueron firmes, no era una amenaza, sino una advertencia de que él no jugaba. Estaba siendo lo más maduro que podía y se había prometido no ponerle un dedo ensima al moreno pero tampoco permitiría que vuelva acercarse a él muchos menos a burlarse en su propia cara.

__ Déjame explicarte. __

__ No necesito explicación de lo que mis ojos han visto. No estoy ciego. __

El ojiazul sin parecer entender y desesperado porque sabía que lo había perdido pero no podía aceptarlo se acercaba más y más.

Él, lo amaba y se había equivocado con Ayame pero tampoco podía dejarla sola, no así.
Sabía que estaba dejando ir al gran amor de su vida pero le dolía, solo los kamis sabían cuanto le dolía tener que renunciar a su verdadera felicidad.

__ Entonces mi olfato no falló.  Salí en tu búsqueda cuando me percaté que estuviste allí.  __

__ Tsk. __

-- Maldito--

De no muy lejos una demonesa junto a un pequeño que estaba muy a gusto en su presencia. Se encontraban escondidos escuchando todo.

Ella apoyó su dedo indice sobre su boca, enseñando a Shippo que debía mantener silencio y el pequeño creyendo que era un juego hizo lo mismo, haciendo sonreir a la demonesa.

__ Por favor, Inuyasha debes entenderme.__

El ojiazul no soportaba más, quería fundirse con él y amarlo una vez más. Odiaba su maldito destino.

__ ¿ Entender? ¿ Qué? Que te seguías revolcando con ella mientras estabas conmigo y viceversa.  No creas que estoy enojado con Ayame. Ella es tan imbécil como lo soy yo. __

__ ¡ Callate ! __

__ ¡La verdad no es ofensa! ¡ Vete! ¡ Largo ! No quiero volver tu feo rostro en lo que me quede de vida. __

Irazue abría su boca impactada mientras que Shippo tapaba con sus manitos su boca, creyendo que la demonia haría ruidos y serían descubiertos.

__ Me iré, no volveré a buscarte por más que quiera hacerlo. No insistiré porque lamentablemente, no podré estar contigo, ni hacerte felíz pero quiero que sepas que nunca te he mentido. Que te amo, te amo con todo mi corazón y que lo seguiré haciendo por el resto de la eternidad, nunca podré olvidarte mucho menos dejar de amarte. __

__ Guarda tus mentiras para ella que yo... Yo no las necesito. __

__ Ayame se encuentra embarazada. Me sigo recriminando por no haberme dado cuenta antes pero ayer... Ayer pude oler a nuestro hijo en su vientre.
No puedo abandonarla. Tú, no sabes como son sus padres y de lo que son capacez y aunque ella no sea a quien yo amo. En su vientre está nuestro cachorro. __

Los ojos de Inuyasha se cristalizaron comprendía perfectamente todo pero de todos modos era demasiado para su corazón.
Así que con mucho dolor, juntó el valor necesario y se prometió no llorar.

__ ¡ No puedo dejarla sola ! ¡ Maldición!. __ gritaba, llorando Koga al ver que Inuyasha solo lo observaba inmutable.

__ Dices que no la dejarás sola pero estás aquí.  Hazme el favor y deja de humillarte solo, simplemente vete. Al menos, haz una sola cosa bien en tu vida y cuida de Ayame. __

Hizo un último intento por acercarse pero con lágrimas en su rostro en sus labios llegó a leer un fugaz, te amo para desaparecer en un remolino de viento.

La platinada estaba en shock pero pronto sus ojos también, se llenaron de lágrimas porque a su corazón herido le fue imposible no proyectarse en el hanyo.

Había pasado exactamente por lo mismo, con las misma palabras.

" Lleva un hijo mío, no puedo dejarla sola pero te amo a ti"

Aferró a Shippo entre sus brazos el pequeño sabio, secó sus lágrimas.

Y tratando de calmar de algún modo el dolor de quien se parecía tanto a su papá de sus manitos mostró aquel mismo fuego mágico tal y cuál lo hizo con Sesshomaru.

En este se reflejaba a ella bailando, saltando, por una hermoso jardín repleto de flores, aparentemente, llena de felicidad hasta que a la escena apareció otro individuo tan felíz y sonriente como se mostraba ella. La tomó por la cintura mientras giraban, para finalmente besarla.

Los dorados analizaron la hermosa escena tan nítida y clara, una perfecta proyección.

No había dudas esa mujer era ella...

Ella... junto con Inuyasha...

Continuará....

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Buen día mi gente ❤️  Aquí con otro capítulo que uff me encantó escribir 🙈 uno de mis favoritos hasta el momento.

Espero no aburrirlos, en el próximo capítulo ya aparecerán nuestros amados protagonistas 💕🙈 así que, no desesperen pero debía darle un cierre a Koga e Inu.

Sin más, les mando un fuerte abrazo de oso 🐻 y nos leemos mañana sin falta 💕