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Desesperado

( Viñeta XXVI)


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__¡ Sesshomaru! Espera... __

La azabache corría tras suyo.
El demonio enfurecido, sin saber que es lo que le ocurría en todo su ser, iba enceguecido, temblando de ira como cada vez que alguien se le acercaba.

¿ Cómo se había atrevido a sonrojarse?

¿ A caso esas flores le habían gustado?

¿ Le atraía su General?

¿ Ya se había olvidado que habían conocido el cuerpo del otro?

Shippo iba durmiéndose con su mamila muy relajado.

( Nuestro cachorro nos los advirtió. El quiere a mi mujer y eso no lo permitiré. )

Ni se había percatado que la joven corría tras suyo.

Ingresó a sus aposentos dando unas fuertes sancadas, la ojiazul llegó a los momentos por detrás suyo, totalmente cansada por haber corrido tanto.

__ ¡ Por kamis ! Vengo corriendo detrás de ti, desde que has salido de la cocina. __

El ojidorado dejó a Shippo recostado sobre su cama.

El niño se había dormido y no había vuelta atrás, lo había elegido como su padre, tal y cuál lo había hecho su niña hace unos años previos, y si ese era su destino pues así lo sería, no se opondría al amor de un cachorro, mucho menos de un Kitsune.

Pero ahora necesitaba calmar ese fuego intenso, esa furia incontrolable que parecía hervir en el centro de sus venas.

-- ¡ Maldición! ¡ Debo calmarme! ¡ No siento nada por ella! ¡ Es una asquerosa humana ! ¡ Está aquí solo por Rin !--

( Aunque luches no podrás controlarlo por mucho tiempo. Sabes que es nuestra, que nos pertenece porque has sido tú, quien las ha elegido aquella vez en la tumba de nuestra padre. ¡ acéptalo de una maldita vez!)

__ ¡ Te estoy hablando Sesshomaru! ¿ Qué te sucede?. __ preguntó, agitada, viendo el extraño comportamiento del demonio  que tenía sujeta su cabeza y negaba.

El platinado hizo uso de su máxima velocidad y envuelto en una gran ira, la estampó contra una pared, sosteniendo con una mano su cabeza para que no azotará con fuerza.

Sus orificios nasales se abrieron levemente olfateando muy cerca de su boca, mostrando sus colmillos de una manera tan amenazadora que Kagome tembló bajo su cuerpo.

__ ¿ Cómo te atreves, humana?__ pasó sus colmillos de una manera sutil por su mentón provocando un escalofrío que recorrió cada terminal del cuerpo de ella y ante la confusión solo cerró sus ojos porque su mente nunca podría comprender los cambios de ánimos del temido demonio.

__ N.. nose de que hablas. __

Sofocada por todo lo que producía en  su cuerpo, dejó que el pasará su nariz por su cuello hasta que sintió como con una de sus manos apretaba su rostro, fuertemente.

__ Abre tus ojos. Es una orden .__

Su voz sonaba tan ronca, tan varonil, que pese a cualquier fuerza que ella había procurado tener, su voluntad terminó por flaquear cuando acató la orden impuesta.

Abrió lentamente sus párpados, notando como su rostro, se encontraba levemente deformado, su pecho subia y bajaba, agitadamente y aquellos colmillos tan sobresalientes, hizo que su intimidad se humedezca sin contemplación.

Yako sonrió y Sesshomaru del mismo modo al olerla tan deliciosa.

__ ¿ Cómo te atreves, humana?. __ repitió, su pregunta.

Esta vez, pegando su cuerpo dejándola totalmente contra la pared apoyando todo su peso sobre el suyo, sin soltar su rostro y bajando lentamente para subir chocando su pelvis entre medio de sus piernas haciéndole sentir su endurecida hombría.

__ Ah...__ gimió y llevó su mano hacía su boca para cubrirla, su pequeño dormía.

El platinado enrroscó su azabache cabello en su mano y lo jaló, dejando su cabeza inclinada hacía atrás, pegando su frente contra la suya.


__ S... sessho....

__ No vuelvas a sonrojarte ante ningún macho que no sea este demonio. Te lo prohíbo.__ mordió su mejilla tirando levemente de esta, sus respiraciones eran tan fuertes y auditivas que parecía estar en presencia de un animal a punto de devorarla.

-- ¿ Eso lo ha hecho enojar?.

Se cuestionó, Kagome y solo quiso redoblar la apuesta pecando de vanidosa.

-- ¿ A caso, estaba celoso? ¿No era el mismo quien la había dejado sola luego de aquella noche?.--

__ ¿ O si no qué?. __ preguntó, burlonamente.

Su mano soltó su cabello y con cuidado la fue pasando por su mejilla hasta decender a su cuello y apretarlo con algo de fuerza haciéndole sentir sus garras.

__ Te mataré. __

Claramente, no parecía una burla, ni siquiera una amenaza, más bien, era una advertencia. Una que la enfureció de sobremanera pero en vez de abofetearlo y tratar de liberarse, lo disfrutó, solo ella sabe cuanto la calentó aquella enferma y posesiva acción.

Llevó ambas manos apretando con toda su fuerza sobre la suya y le sonrió de una manera que Yako, rugió.

-- Es una pervertida e insolente. --

( Hay que castigarla.)

__ Me extrañarás luego. __

Apretó un poco más, esta vez, clavando levemente sus garras, riendo roncamente.

Ella mordió su propia boca,  cuando sintió el correr de su humedad por toda su vagina, era un orgasmo auditivo, escucharlo.

__ No eres la única hembra en esta Tierras. ¿ Qué te hace creer ello?. __

Odiaba que el demonio le quite la emoción de su película sexual porque ello la hacía pensar que era más que una obviedad que el platinado tenía cientos de mujeres o más bien dicho, demonias a su disposición algo que parecía reventar como un puñal en el centro de su pecho.

Pero allí estaba haciéndole una escena de celos por el simple hecho de haberse sonrojado ante aquel guapo general. Así que, una vez más. Se animó a redoblar su apuesta.

__ ¿ Y a todas les prohibes cosas como a mí?. __

Intencionalmente acarició su mano, nunca la había soltado de su cuello.
Tenía pegado el rostro del demonio en su mejilla como si se encontrara en una verdadera lucha por matarla o besarla.

Se fue acercando lentamente, rozando su nariz contra la suya. Respirando pausadamente.

Se juró nunca más volver por ella, se prometió que la olvidaría y que no caería ante sus peligrosos encantos nuevamente pero allí estaba, batallando consigo mismo.

No pudo soportarlo más...

Fue imposible no ceder ante el hechizo de sus ojos azules, ante el encanto de su aroma a hembra en celos.

Deseosa de él.

Era tan arrogante, tan altanera, que lo enloquecía, lo volvía totalmente loco. Tan pero tan loco que no comprendía el gran poder que tenía esa pequeña mujer sobre él y nunca lo haría .

La soltó bruscamente.

Ella quiso caer pero la tomó de manera veloz y la levantó por sus muslos.
La azabache enrolló sus piernas a su cintura, con su pollera totalmente arriba sintiendo la fuerza de las garras contra la piel de sus nalgas.


La besaba, la devoraba y gruñía mientras batallaba con su lengua, era una batalla que ninguno quería perder.

Las pequeñas manos tomaron fuertemente de las hembras plateadas. La sensación de sentir su hombría pegada a su intimidad, más esa tibieza que emanaba la fina seda de su pantalón, la llevaba al abismo de la poca cordura que le quedaba, ni que hablar, de la manera en que la movía como si le estuviese haciendo el amor con la ropa puesta.

Sus manos pasaron de su suave cabello a su masculino rostro, acariciándolo con devoción. Pasando de un beso desesperado y necesitado, a uno más calmo, hasta despegarse.

Sus frentes apoyadas aún, tratando como siempre de recuperar aquél maldito oxígeno que en esos momentos, no lo creían tan necesario.

El platinado sin emitir palabra, la sujetó con más fuerza y posesión, comenzando a caminar con ella sobre suyo para salir de la habitación.

__ ¿ Q..  qué, haces...? __

Se removió un poco tratando de bajarse al ver que caminaban por el pasillo y que alguien podía llegar a verlos así.

__ Quieta. __ ordenó, clavando sus garras en su trasero.

__ ¡ Sesshomaru!. __

__ Deja de ser tan parlanchina. __

La besó nuevamente pero está vez de una manera tranquila y dulce. Saboreando su labio inferior.


__ ¿ Adónde nos dirigimos ?. __preguntó, dudosa sintiendo el frío del viento que, golpeaba contra su cuerpo.

Claramente, habían salido fuera y no tenía la menor idea de que tenía pensando el demonio pero ella iba prendida de su fornido cuerpo, sin dejar de mirar como el parecía hipnotizado por su boca.

¿ No era ella quien juró olvidarlo?

__ ¿ Qué me harás?.__

El platinado sonrió de una manera macabramente, sensual.

__ Te haré, mía... __

Continuará....

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Buen día gente ❤️  solo diré que no me tiren con la chancla jajajaja y que las quiero y que les mando un fuerte abrazo de oso 🐻  y que mañana nos leemos sin falta 🙈

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