( Viñeta LVII)

**************************************

*************************************

____________&&___________&&__________

Inuyasha no podía asimilar lo que sus ojos veían.

Oculto tras un árbol con su firmeza a punto de desmoronarse en cualquier momento y romper en llanto sin pudor. Apretaba sus puños al ver a Koga y Ayame nuevamente juntos durmiendo abrazados el uno con el otro cubiertos solo por el ahori verde del Okami.

-- Solo un beso, claro. --

Pensó, al saber que tras la tela ambos estaban completamente desnudos y el olor a sexo predominaba aún en el aire pese a que ya estaba desapareciendo, claramente, había sucedido hace rato quizás, mientras lo buscaban a él.

-- Vaya manera de buscarme. --

Sonrió, melancolicamente, girandose en sus propios pies.
Con su corazón destrozado y su alma en vilo dejó que la brisa nocturna junto al canto de los grillos acompañen su silencioso dolor.

Unas cuantas lágrimas iban cayendo mientras miraba el cielo y ese hermoso panorama nocturno que se dibujaba con el manto de estrellas luminosas que junto a la imponente luna menguante parecía atraerlo de una forma única.

Se guió hacía un rumbo con destino incierto y quedando a orillas de un río alejado de donde se encontraba a quien creyó amar, se sentó sobre una roca a meditar mientras agonicamente, sufría al sentirse defraudado.

-- Me lo merezco --

Fue el único pensamiento que tuvo. Sabiendo que el junto a Koga habían comenzando todo ese disparate de esa extraña relación prohibida a espaldas de Ayame quien, realmente, amaba al moreno desde su niñez.
Él era el único mal tercio allí pero, solo los Kamis sabían cuanto había confiado en el pelinegro y como se habían entregado mutuamente al " amor" o al menos él, lo había sentido de ese modo, colocándole su corazón en bandeja de plata para que luego lo destruyera a su antojo tal y cuál, como lo había hecho.

Respiró lo más profundo que pudo, llevando ambas manos hacía su pecho. Ese dolor que lo oprimía, estrujando cada partícula de su ser, parecía cortarle el aire.

-- ¡ Maldición! ¡ Nunca debí confiar en él!--

Las lagrimas esta vez cubrían completamente su rostro. Ya nada importaba, nadie lo veía y como Kagome se lo había enseñado no era de débiles llorar.

En aquella solitaria noche, lloró.
Dejando que toda tristeza se alejara de su dañado corazón .

Antes de que cayera rendido ante los brazos de morfeo debido a su gran desgaste físico que había tenido durante la ardua batalla del Oeste y ahora emocional tras haber descubierto que la relación de Ayame y Koga siempre estaría presente, decidió contemplar aquellalluviía de estrellas fugaces tan místicas y mágicas como en más de una ocasión llegó a escuchar.

__ Tsk... __, patrañas.

Quizás el Karma de no haber seguido a Kikyo al inframundo. Quizás el no poder haber hecho nada por ella cuando juró amarlo al punto de morir y renacer de manera corrupta para volver a morir una vez más en sus brazos. No podría saberlo y era una página a la cual había puesto punto final hace tanto tiempo atrás pero justo, en ese momento, tan triste era difícil no pensar que era lo que estaba haciendo mal para no poder encontrar paz en su corazón.

Quizás él... no había nacido para ser amado.

Una fuerte bofetada sonó en el silencio de la noche.

Él mismo lo había hecho, el mismo se había golpeado.

¿ Cómo se atrevía a pensar en semejante atrocidad? Ese Inuyasha había muerto en recuerdos pasados.

Claro que era alguien amado.

Recordó esos ojos azules que tanto adoraba, esas sonrisas, esos abrazos profundos cargados de genuino amor y no solo de ella. También los rostros de Miroku y Sango por quienes daría su propia vida sin pensarlo pese a que veces se llevaban como perros y gatos.

Ni que hablar de ese pequeño pelirrojo que lo había hecho madurar de golpe a él y al resto de su atesorado grupo también.

Incluso una traviesa agregada como solía llamarle él, a la pequeña Rin que ahora luego de tanto tiempo entendía más las permitivas visitas de su hermano para con la pequeña.

Claro que era amado y nunca más , volvería a pensar así, solo por el hecho de que alguien se haya atrevido a jugar con sus emociones.

Se colocó en pie firme y miró el cielo una vez más, apretando los puños clavando sus propias garras en sus palmas.

__ ¡ Yo si soy y seré alguien amado !. __ gritó, con fuerzas sin saber que cientos de estrellas lo habían oído.

__ Suerte con ello estúpido, hanyo. __ dijo, una voz chillona muy conocida para él que lo hizo trastabillar por la sorpresa de no haberlo sentido.

__ Imbécil. ¿ Qué haces aquí?. __

El sapo se ofendió y se cruzó de brazos.

__ El amo me solicitó buscarte. Exige que regreses que nunca te ha dicho que retiraras del palacio.  __

El platinado sonrió arrogantemente.

__ Dile a tu amo que no me importa.  __

El sapo rodó sus ojos. ¿ Algún día el hanyo y su señor dejarían esas aniñadas peleas? Porque estaba claro que se defendían a morir el con el otro como había sucedido durante la guerra pero luego no perdían la oportunidad de tener riñas sin sentidos o algunos que otros golpes aparentemente dados solo por placer sobretodo por parte de su amo, el mismo, que le había dicho que si no regresaba junto a Inuyasha, le cortaría la cabeza a él. Así qué, sin margen de opción salió en su búsqueda.

Pero... ¿ Cómo convencería al híbrido?

__ La humana. __

Inmediatamente los dorados mostraron preocupación.

__ ¿ Qué sucede con Kagome? __

Lo tomó de sus ropajes, levantandolo en el aire.

__ Habla. __

Jacken no sabía que mentir pero debía improvisar.

__ Mnn bueno... como te lo explico...

____________&&__________&&_____________

Jacken había sido revoleado para todos lados en el trayecto veloz hasta el palacio puesto a que el Hanyo cuando se enteró del "accidente " de Kagome disparó en dirección al Oeste.

"Accidente" que claramente era un gran invento pero a Jacken le gustaba su cabeza donde correspondía y no rodando por el piso.

__ Oh... príncipe... __

Susurraban varias demonesas mientras suspiraban perdiéndose en la gran belleza del hermano menor de su señor.

__ Tsk... __ chasqueó su lengua.

¿ Qué era todo aquello de príncipe? No eran las únicas que lo habían llamado de ese modo. En ese lugar estirado todos lo llamaban así.

Imbéciles...

Preocupado por su querida amiga iba directo en dirección a la habitación donde olía perfectamente el aroma de Shippo y Rin pero había otro aroma muy peculiar, demasiado atrayente que lo estaba guiando hacía allí, era desconocido para él pero se sentía tan hipnótizado que por un momento se olvidó a que había ido, realmente.

Entró de golpe queriéndole reclamar quizás a Sesshomaru en como no había cuidado a Kagome pero cuando la puerta se abrió, una mirada tan enigmática y dorada como la de el demonio lo observaron de pie a cabeza.

Era simplemente, majestuosa no podía describir tanta belleza y perfección solo con palabras. Ni que hablar de esa imponente aura que todo en ella gritaba poder.

¿ Quién era? Y ¿ Qué hacía con los niños?

Irazue comenzó a parpadear rápidamente sin creer lo que sus ojos le mostraban. Un aroma encantador, dulce como la misma miel la envolvió, haciéndola casi babear. Ese Hanyo era igual a su....

__ ¿ Quién eres?. __ preguntó, notando que los niños solo dormían.

Ella se colocó en pie de una manera muy agraciada y sin siquiera gastarse en haberlo oírlo. Caminó muy sensualmente con todo su rostro enrojecido y su corazón alborotado.

La expresión de confusión de Inuyasha era un poema.

Porque la hermosa demonesa quedó tan solo a centímetros de su rostro y como la dueña y señora de todo sin importar un poco el pensamiento de él o de algún otro ser sobre la faz de la Tierra.

Movió su pequeña y hermosa nariz olfateandolo muy de cerca.

__ Oh... __ tocó su rostro, maravillada, sus ojos por primera vez, se ablandaron. Y acortó totalmente, la distancia entre ambos, dominada por lo que regia en su interior.

Si, quería probarlo.

Probar esa piel trigueña, tan atrayente, tan hermosa y tan diferente a la de ella. Era tan malditamente parecida a la de cierto innombrable de por allí...

Inuyasha estaba pegado contra la puerta sin saber que hacer con su respiración agitada. Sentía que se estaba ahogando con semejante delicioso aroma y para peor aún, tenía miedo.

__ ¿ Q... qué hace?... __ tragó, pesadamente.

__ Eres tan lindo... Inu- No... __

Continuará...

____________&&____________&&__________

Buen día, mi gente ❤️ Soy yo de nuevo 😅 Espero tengan un buen comienzo de semana, lleno de energía y buenos momentos 💪

Comzamos este Lunes con doble actualización 🙌 Siiii luego de tanto tiempo actualicé, Simplemente tú. Para quienes hayan esperado el fic con mucha paciencia desde ya, muchas gracias ❤️

Y como ya lo dije, Hoy es día dedicado a mis parejas secundarias que también amo tanto escribir sobre ellas 🙌

Espero lo hayan disfrutado y nos leemos mañana sin falta 💕

Les mando un fuerte abrazo de oso y este Inu-Zue no se la veían venir eh 🙈